Durante el encuentro, Clelia Luro estuvo acompañada por Clelia Issamendi y Guillermo Robledo.
Clelia era una mujer separada, de 39 años, y con seis hijas cuando conoció en 1966 al obispo de Avellaneda, monseñor Jerónimo Podestá, de 45 años, quien para muchos estaba llamado a convertirse en cardenal primado. Sus compañeros de promoción habían sido los obispos Eduardo Pironio, Antonio Quarracino, y también de Raúl Primatesta.
Ambos se enamoraron y decidieron que su unión debía reafirmar sus convicciones sobre la Iglesia. Podestá finalmente fue obligado a renunciar.
Esta noche, la presidenta Cristina Fernández la recibió en su despacho en Casa de Gobierno.