PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL CENTRO DE FORMACIÓN Y ENTRENAMIENTOS DE PILOTOS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (CEFEPRA), EN EZEIZA.
Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas: la verdad que hoy este es un acto en dos etapas, esta es la primera etapa, donde realmente es un momento muy especial, muy simbólico, pero se me viene a la memoria, de repente, otro momento muy especial, no aquí, sino en la Casa Rosada, para ser más precisos en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Él también estaba allí, estaba – como siempre – mirándome cuando tomamos la decisión porque esta empresa argentina, que vuelve a ser argentina, había sido vaciada y abandonada por quienes tenían la responsabilidad empresarial, desde el sector privado, de conducirla.
Nos hicimos cargo no porque queríamos, sino porque no quedó más remedio para mantener conectada a la Argentina, no fue un acto caprichoso o de apropiación – como dijeron algunos – sino simplemente de volver a recuperar para los argentinos la conectividad y también, por qué no, la soberanía en materia de vuelos, como tienen todos los países del mundo.
Pero, hoy, este lugar es muy simbólico, muchísimos argentinos – tal vez – no lo recuerden porque eran muy jóvenes, otros porque no lo sabían, pero algunos poquitos porque no les conviene, pero digamos que la Argentina, en 1994, tenía uno de los centros de formación y de entrenamientos de pilotos con simuladores de vuelos más importantes de Latinoamérica. Venían aquí, a la Argentina, a entrenarse pilotos de todas las nacionalidades. En el año 1994, en Catalinas, donde estaba el Centro de Entrenamiento y Formación, primero, vendieron los simuladores; después, el edificio; luego, se trasladaron a Versalles donde allí mantuvieron allí mantuvieron el Centro de Entrenamiento Técnico. Ya no habían simuladores y les puedo asegurar, acabo de aterrizar, en Bariloche, en el simulador y es una cosa impresionante y que obviamente no necesita ningún piloto tener que volar efectivamente un avión para poder obtener su certificado – por parte de las autoridades competentes – porque es una sensación increíble. La de despegar me produjo medio vértigo y no pude, pero aterrizar sí y contra lo que pudiera pensarse hay que hacer más fuerza cuando se aterriza que cuando se sale. Así que eso es todo un símbolo, aterrizamos bien, en Bariloche, allí se veía el lago, las montañas. (APLAUSOS).
Y les decía, que en aquel momento, se traslado el Centro de Asistencia Técnica Versalles y luego también vendieron Versalles. Y bueno, cuando nos hicimos cargo, que no recuerdo exactamente el día que fue, en aquel Salón Blanco, no teníamos aviones, no teníamos nada, pero sí teníamos una inmensa voluntad y una gran esperanza de poder volver lo que alguna vez fuimos, no solamente en Aerolíneas Argentinas sino también en general.
Yo quiero, en ese sentido, felicitar al equipo de jóvenes, en los cuales confíe, equipo de jóvenes y colaboradores que se hicieron cargo de esto, entre críticas feroces que todavía siguen, pero que es importante rescatar lo que hoy estamos viendo, lo que se ha construido. (APLAUSOS).
Decía esto que está acá es palpable, se ha hecho una inversión importantísima de 120 millones de pesos, casi 4.000 metros cuadrados de construcción; 5.000 metros cuadrados de estacionamiento; aulas para los pilotos, auditorios y tres simuladores para los tres tipos de naves, que tiene Aerolíneas, que son los Embraer, los Airbus y Boeing y hoy van a ser, aquí, en este Centro de Formación y Entrenamiento, que tienen que encontrarle un nombre, no sé cuál, pero deben encontrarle un nombre porque las cosas deben llevar un nombre… no importa, lo deciden después, después lo deciden, no importa. Pero la verdad que es modernísimo y que nos pone a la vanguardia.
Yo le pregunta recién a Mariano si vamos a tener horas excedentes, para que además de preparar a nuestros pilotos, los argentinos, podamos preparar pilotos de otras nacionalidades y me estaba comentando que ya han firmado convenios con Avianca; con Venezuela; con Ecuador para poder también preparar a los pilotos. (APLAUSOS). Esto nos va a significar un ahorro importante en materia de divisas por servicios, porque se gastaban más de 24 millones de dólares anuales porque cada seis meses cada piloto debe ir a hacer su entrenamiento a los simuladores, con lo que significa en gastos no solamente de traslado y hospedaje, sino lo que cobra, obviamente, la compañía propietaria de esto, que es el servicio más caro, por supuesto.
Ahora, la idea es transformar también esto en una unidad de negocios, que sirva no solamente a los propios pilotos argentinos de Aerolíneas, sino también a los pilotos de otras compañías y que sea por eso también una fuente de ingresos para la empresa.
Yo quiero felicitarlos a todos los trabajadores, a todas las trabajadoras de Aerolíneas Argentinas, a todos y a todas y a seguir pidiéndole lo que les pedí aquel día, en donde yo sé que muchos estaban contentos porque habían llegado a lo que ellos querían, que era que la aerolínea volviera a ser argentina. Yo estaba, la verdad, un poco tristona ese día, pero me comprometí a poner como Presidenta todo el esfuerzo para dotar nuevamente a nuestra compañía de aviones y de todo. Yo he cumplido y le pedí a todos los trabajadores y trabajadoras que cumplieran dando un buen servicio porque Aerolíneas es fundamentalmente servicio y yo sé que hemos mejorado y hoy somos la línea de cabotaje más importante y eso es un reconocimiento también para todos los trabajadores y trabajadoras. Pero tenemos que ser mejores todavía. (APLAUSOS).
Yo digo que siempre se puede hacer un poquito mejor, y quiero que cada uno de ustedes, los mecánicos, los que están con los equipajes, los que están abordo, los comandantes – no me quiero olvidar de ningún gremio porque se arma lío, después – todos los que tienen que ver para que un avión despegue, todos contribuyan para que cada pasajero argentino o extranjero tenga ganas de volver a subirse siempre a un avión de Aerolíneas Argentinas, tenemos que lograr esto, porque de esta manera se defiende a la empresa. A la empresa se la defiende de esta manera: haciéndola cada vez más eficiente, más eficaz, prestando mejor y más servicio. Así que gracias Mariano, gracias Guado, que fuiste vicepresidente y ahora sos Diputado, Axel que fue un poco el que armó toda la operación de negocios y que hoy es nuestro viceministro de Economía y todos los otros ingenieros, chicos y chicas que me he cruzado por ahí y no tan chicos también, porque hay un montón de gente grande también que forman parte del equipo y a las azafatas, y a los comandantes, a los mecánicos, a los maleteros, a todos y a todas muchas fuerza y a seguir trabajando. A Intercargo también, vamos, a todos para seguir trabajando fuertes por Aerolíneas y por Argentina.
Gracias. (APLAUSOS).