La Jefa de Estado dijo que realizó esta solicitud con "una doble convicción". En ese sentido, recordó que la Argentina y Chile lograron superar sus diferencias con respecto a la delimitación limítrofe del Canal del Beagle gracias a la intervención del Papa Juan Pablo II y el Cardenal Samoré, a pesar de que en aquel momento, en el año 1978, ambos países eran gobernados por dictaduras. Y también destacó que actualmente tanto la Argentina como el Reino Unido son liderados por gobiernos elegidos de forma democrática.
"La Argentina es un país más que pacífico, lo único que queremos es que se cumplan las múltiples declaraciones de ONU; es lo único que le pedimos, la intermediación para que las dos partes hablen", expresó Cristina Fernández.
Recordó que las Naciones Unidas emitieron más de treinta resoluciones instando a ambos gobiernos al diálogo, hecho que no es acatado por el Reino Unido.
Luego, la Jefa de Estado reveló que otro punto tratado en el encuentro, y a solicitud del Santo Padre, fue la necesidad de consolidar la unidad latinoamericana, y en ese marco destacó que Francisco elogió "el rol que están cumpliendo los distintos gobiernos" de la región en pos de lograr "una Patria Grande". "Utilizó ese término, Patria Grande, porque era el término que utilizaban San Martín y Bolivar", indicó la Mandataria.
"Para una argentina, una latinoamericana, escuchar de boca del Papa el término Patria Grande me impresionó mucho, y no hace más reforzar nuestros esfuerzos para seguir en esta dirección", dijo la Presidenta.
También señaló que abordaron el tema de la trata de personas en general y la sumisión a la esclavitud de individuos en distintas partes del mundo. "Hay gran compromiso de Francisco en la lucha contra la esclavitud y la trata de personas, y nos sentimos totalmente identificados", remarcó la Mandataria. Además, agregó que "ambos compartimos que este no es un fenómeno contemporáneo, sino que es una actitud que hace a la condición humana, pero la debemos combatir fuertemente aquellos que tenemos responsabilidades institucionales".
Por otra parte, anunció que formalizó la invitación para que el Papa visite la Argentina, hecho que será consultado por el Santo Padre con sus asesores para poder determinar una fecha, en virtud de los numerosos compromisos que debe afrontar Francisco a partir de la asunción del papado.
Finalmente, dio a conocer su "impresión personal" sobre el Santo Padre: "Lo vi sereno, lo vi seguro, lo vi en paz, tranquilo y podría decirle que lo vi también ocupado y preocupado por lo que va a ser la inmensa tarea de conducir el Estado Vaticano y por el compromiso por cambiar las cosas que él sabe que tiene que cambiar".
Presentes y agradecimientos mutuos
La Presidenta señaló que al iniciar la audiencia, tanto ella como el Sumo Pontífice intercambiaron agradecimientos mutuos por acceder al encuentro. "Me agradeció el hecho de que yo viniera a almorzar con él... Me sorprendió. ¿Cómo no iba a venir yo a almorzar con el Papa?", señaló la Mandataria.
Luego, detalló los presentes que intercambiaron antes de iniciar el almuerzo: La jefa de Estado le entregó un juego de mate realizado por cooperativistas del Plan Argentina Trabaja, un poncho de vicuña y una rosa blanca en representación de Santa Teresita; en tanto que el Papa le entregó un libro que contiene las conclusiones de la V Conferencia General del CELAM, realizada en 2007, y que el entonces cardenal Jorge Bergoglio había presidido, y una placa que recuerda la presencia de la Presidenta argentina y quien en aquel momento era su par de Chile, Michelle Bachelet, al conmemorarse el 30 aniversario del acuerdo por el Canal de Beagle.
"El diálogo que mantuvimos en el almuerzo a solas fue fructífero e importante", dijo la Presidenta. Y agradeció públicamente la decisión del Papa Francisco de cursarle la invitación. "No es una deferencia hacia la Presidenta, sino al conjunto del pueblo argentino, y el también lo siente así", indicó.