PRESIDENTA.- ¿Sabés que se ve más allá de los túneles, más allá de las dificultades? La tenacidad, la decisión de un pueblo, de una tierra en armas, porque en realidad eran campesinos que tomaron las armas para defender a su patria. Yo recién la cargaba a mi edecana, Claudia, que la adoro, ¿dónde estás Claudia? Me obsequiaron esto que son los símbolos de Vietcong, los guerrilleros peleaban con esto. Yo le decía a Claudia que tendríamos que traer a hacer entrenamiento aquí, porque aquí se ve cómo con poquísimos elementos se construye una victoria. Venga Claudia, le van a dar el retiro después de esto, pero no importa, aquí tengo a Claudia mi querida edecana, que también vive en Olivos. Yo le decía a Claudia, cuándo te vean así te van a dar el retiro. Pero la verdad que cuando recién veíamos el taller que tenían donde tomaban las bombas del enemigo que caían y con esas mismas bombas creaban sus granadas, sus propias armas, cosas elementales porque los veíamos con cosas absolutamente elementales, con farolitos de aceite, la imaginación de las trampas para que no les descubrieran los refugios, eso es impresionante. ¿Eso sabés que es? Eso es amor a la patria; lisa, decidida y llanamente es amor a la patria por sobre todas las cosas, y también como me señalaba el militar que me acompañó en toda la recorrida, amor a la paz. Porque nadie que ama a su patria quiere la guerra, al contrario, el que ama a su patria quiere la paz porque solamente en la paz puede crecer, en la paz se puede estudiar. Por eso lucharon tanto para poder ganar la paz, pero la paz con la patria. La paz sin la patria no sirve, la paz con la patria.
PERIODISTA.- Lo impresionante es que se sobrepusieron a elementos químicos terribles...
PRESIDENTA.- Pero además a dos ocupaciones. Acuérdense que en el 54 cae la colonia francesa en Dien Bien Phu, allí habían empezado con los primeros túneles. Él me dice que los primeros túneles fueron de 20 kilómetros y se hicieron contra los franceses, luego fueron 400 y pico kilómetros de túneles que se hicieron durante la guerra contra los norteamericanos, y prácticamente 20 años de vivir abajo de la tierra, de aquí a 70, 80 kilómetros de la antigua Saigón, hoy Ho Chi Minh, así que realmente es un ejemplo impresionante de un pueblo y de la decisión de un pueblo de combatir por su libertad, por su independencia y por la patria, algo francamente admirable. Y además la experiencia personal de estar en esos túneles imaginando... Ahora vamos a ir al memorial donde se recuerda, como su nombre lo indica, a los más de 44 mil combatientes muertos vietnamitas del Vietcong que murieron en la lucha por la patria. Y yo pensaba cuando estaba en el hospital, en la sala de meetings, que fue el lugar más angosto para pasar porque era donde se reunía todo el comando superior del Vietcong, en lo que era este lugar, cuántos miles y miles pasaron por estas tumbas dejando sus vidas con ilusiones, con esperanzas, bueno...es un poquito tocar la historia. Es como lo que me pasa cuando estoy en mi patria, cuando estuve en Oltra, entrar en la casa donde vivía el Chacho Peñaloza y te puedo asegurar que la casa donde vivía el Chacho Peñaloza era un catre, piso de tierra, no estaba debajo de la tierra pero era una choza muy parecida a esta que tenían acá. Y me imagino también a Belgrano ordenando quemar todo en el Éxodo Jujeño para combatir al enemigo. Bueno, de esta manera se constituyen las patrias y de esta manera se construyen las historias también.
PERIODISTA.- Presidenta: el 29 de abril del 75 tuvieron que irse los yanquis de aquí y nos decían acá que hace 2 años tienen el orgullo de haber salido de los países bajo el índice de pobreza, o sea que hace 2 años que ya no están como países pobres.
PRESIDENTA.- Así es, son uno de los países emergentes del Sudeste Asiático. Esta es finalmente la visita que le debía a Vietnam porque estuve en dos oportunidades para venir y dije la tercera es la vencida.
PERIODISTA.- Se cumplen 40 años.
PRESIDENTA.- Se cumplen 40 años de la conferencia de París que es donde hay el cese del fuego y comienzan las negociaciones. En realidad luego se siguió combatiendo y finalmente cae Saigón en el 75. Lo recuerdo, se lo comentaba al comandante cuando venía caminando, yo en el 75 tenía 22 años recién cumplidos porque fue en abril y yo cumplo en febrero, y me acuerdo que estaba trabajando en mi oficina y entra un amigo que era de otro partido político, que trabajaba ahí, éramos varios los que trabajábamos ahí de distintos sectores políticos en economía, y me dicen: cayó Saigón. La verdad que fue una alegría, porque Vietnam fue un ícono de toda nuestra generación, fue un ícono mundial. Inclusive creo que debe haber sido la única guerra que Estados Unidos perdió adentro y afuera, porque la perdió afuera aquí en el frente de batalla pero también se había generado internamente una fuerte oposición de toda la sociedad o de gran parte de la sociedad norteamericana que no veía por qué tenía que ver morir a sus hijos, a miles y miles kilómetros de distancia, sin saber qué defendía o qué quería. Y mirá vos lo que son las cosas, 44 mil vietnamitas muertos, miles también de soldados norteamericanos muertos y hoy hay excelentes relaciones entre ambos países, y yo digo qué inutilidad la guerra. Creo que lo que más me queda de todo esto es el amor a la paz y fundamentalmente descubrir la inutilidad de la guerra, porque hoy quienes combatieron ferozmente como fueron los estadounidenses con los vietnamitas, son países amigos. Aquí hay inversiones de Estados Unidos, hay relaciones entre ambos países, y eso debe una enseñanza para todos los dirigentes políticos, la inutilidad de la guerra. Gracias.