Muy buenos días a todos y a todas.
Querido amigo, compañero y Presidente de la República de Ecuador, Rafael Correa, y a toda su Comitiva muy bienvenidos a nuestro país, la República Argentina; a todos los amigos y amigas que nos acompañan, artistas, intelectuales, miembros de las organizaciones de los Derechos Humanos; Madres de Plaza de Mayo; Abuelas de Plaza de Mayo; CELS y otros organismos que hoy nos acompañan: si me permiten una digresión, hoy también es el cumpleaños de Hebe Bonafini (Aplausos), así que mirá que ocasión para un Feliz Cumpleaños. También, Rafael, quiero contarte que hoy nos acompañan muchas mujeres talentosas, pero nos acompaña una talentosa actriz argentina, Cristina Banegas que la tengo aquí frente a mí y que queremos que nos muestre el EMI que sabemos que lo trajo en su bolso. (Aplausos) ¿Sabías que tenemos por primera vez dos artistas argentinos, un hombre y una mujer que han ganado el EMI? Si bien te puede parecer...bueno... lo dan allá en Estados Unidos, pero la verdad que es el más importante premio y lo ganó, miren qué lindo. Gracias Cristina. (Aplausos) Gracias por el valor del talento de esta fantástica actriz argentina, pero además no es una producción cualquiera, esta es una producción que fue hecha por el Estado Nacional, o sea que es el Estado Nacional, la República Argentina, el pueblo el que financió con recursos ese programa BACUA, que integra el Ministerio de Planificación Federal que produce contenidos audiovisuales que permite que artistas, directores, guionistas que tal vez no podrían acceder si no contaran con financiamiento estatal, a hacer ese tipo de obras, lo hicieran, y lo cierto es que la primera vez que dos artistas argentinos obtienen un EMI, lo hacen a través de producciones hechas y financiadas por el Estado Nacional. (Aplausos). Esto es un gran orgullo como gobierno, por supuesto que tienen que ser talentosos, no basta con financiarlos, uno no puede financiar a alguno que es un desastre y tampoco ganaría un premio. O sea es talento más recursos, las dos cosas juntas funcionan muy bien.
Vos sabés que hoy por la mañana leyendo los diarios, leí el artículo de un compañero en un diario, que explicaba de dónde venía la palabra Ecuador. Por favor no quiero emular a nadie, viene del latín aequator. Acá hay un comentarista político que tiene una costumbre de la etimología del latín y del griego; no comulga mucho con nuestras ideas, yo no quiero emularlo pero me llamó la atención. Ecuador, no lo sabía, proviene del latín aequator que significa igualador y que deriva de otro término latín, aqueitas, que es equidad, y que al mismo tiempo viene del griego que significa aequos, igual. Fijate: igual, igualador e igual, Ecuador. Lo importante es saber que la palabra Ecuador está vinculada a la igualdad y a la equidad. ¿A qué no lo sabías tampoco, a qué no lo sabías? Bueno, yo me enteré hoy y la verdad que merecía que los argentinos lo conociéramos, seguramente el etimólogo del que hago mención lo debe saber pero no lo repite muy a menudo porque lo de la igualdad y la equidad no es lo suyo precisamente. Esa es una valoración personal de esta Presidenta que seguramente mañana merecerá alguna crónica, algo.
La verdad que estamos muy contentos y contentas de recibir en nuestra casa, en este lugar tan especial, yo le explicaba a Rafael este Museo del Bicentenario, que recuerda esa fecha maravillosa que vivimos el 25 de Mayo del año 2010, rememorando los 200 años de historia. Este espacio es una conmemoración a esos 200 años de historia que coincide además con el lugar donde se ha fundado mítica Buenos Aires. Aquí, Rafael, en este lugar, para ser más precisos al ingreso, está el fuerte donde en 1580 se fundó por segunda y definitiva vez la ciudad de Buenos Aires.
Hablabas de lo que ha significado en nuestro país y en nuestra región esta década que yo denomino la década ganada, contra la década perdida de los años 80 y también de los años 90 donde se impuso el neoliberalismo, que convenció, debo decirlo, no solamente a quienes ejercían el poder sino a algunos segmentos de la población de que el Estado era un estorbo, que lo público era malo, que lo privado era sinónimo de lo único viable, posible de hacer crecimiento. Y vimos casi simultáneamente junto a Ecuador y la Argentina como cuando se desmoronó el modelo, cuando se produjo la crisis bancaria en Ecuador, cuando se produjo la crisis total y global bancaria también aquí en la Argentina, lo único que quedó en pie -también en ruinas y hubo que reconstruir- era ese Estado que había sido devastado. Bueno es decirlo, no solamente nuestro país durante la década de los 90, sino para ser más precisos desde aquel golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Vos recién recordabas a un gran escritor, yo creo que lo disminuyo, era algo más que un escritor, un gran argentino como fue Rodolfo Walsh que supo tal vez relatar como nadie las inequidades de aquellas épocas y ser un testimonio viviente de una Argentina compleja, difícil, como complejos y difíciles somos los argentinos. Rodolfo Walsh, que también al igual que muchísimos argentinos entendió muchos años después de aquel primer golpe que derrocó a Perón, que no puede haber nada más importante que la soberanía y la democracia popular, y que cada vez que la soberanía y la democracia popular han sido atacadas finalmente terminan devastando el Estado y finalmente terminan devastando a los pueblos.
Hoy estamos viviendo un mundo donde los paradigmas que nos habían casi restregado por la cara como los paradigmas que teníamos que seguir, se han desmoronado.
Comentábamos recién que Rafael estuvo presente en la Cumbre Iberoamericana y veía lo que estaba pasando en Europa, y lo que es peor, la falta de reacción de muchos de sus dirigentes frente a una crisis de esta naturaleza. Y yo planteaba el otro día en un encuentro que mantuvimos entre industriales argentinos y brasileros, con la presencia de otra compañera importante en la región, la presidenta Dilma Rousseff, la necesidad de aunar esfuerzos en la región, no sólo en el ámbito del MERCOSUR, que nos integra naturalmente a Argentina y a Brasil, no solamente en el espacio de la UNASUR, sino en toda la región por la importancia de las reservas en materia de todo tipo de recursos, naturales, humanos, energéticos, agroalimentarios, etcétera.
Y también la necesidad y la urgencia de formular mecanismos alternativos a los multilaterales existentes, no por una cuestión ideológica o política sino por una cuestión eminentemente práctica. Esos organismos multilaterales, esos mecanismos de resolución de conflictos, se han evidenciado como depredadores también de nuestros países y fundamentalmente a la hora de solucionar conflictos, inclusive internacionales y en sus propias jurisdicciones, también se han demostrados inviables. No solamente han sido injustos e inequitativos hacia los países emergentes o en desarrollo sino que se están demostrando ineficientes e ineficaces fronteras adentro de sus propios países para resolver sus propios problemas.
Si no pueden resolver sus propios problemas, si cuando se han vinculado con nosotros para resolverlos lo han hecho también en forma inequitativa, creo que ha llegado la hora de generar espacios, instrumentos diferentes en nuestra propia región, que dentro de las leyes y dentro de una normativa propia le aseguren a la región, a nuestra América del Sur, que toda esa década ganada en inclusión, en progreso, en mejoras, no sea echada a perder porque quieran transferirle la crisis o porque la crisis de los países centrales, al no poder ser resuelta por ellos mismos, indefectiblemente nos termine abarcando o tocando a nosotros. Tenemos que hacer un gran esfuerzo porque además estamos seguros, absolutamente convencidos, de que las soluciones económicas, sociales, de inclusión, de ampliación de los mercados internos, de ampliación del consumo, no solamente son aplicables a nuestra propia región sino también a los países desarrollados.
No nos creemos propietarios de ninguna fórmula, pero en estos 10 años demostramos que podíamos crecer y que además podíamos hacerlo en paz, hemos tenido conflictos entre nosotros y los hemos podido resolver con nuestros propios organismos de la UNASUR.
Por ejemplo me acuerdo de la crisis del 30 septiembre, aquella que tú tuviste, me acuerdo también la de Evo Morales, me acuerdo del tema entre la hermana República de Colombia y la hermana República Bolivariana de Venezuela, todo lo hemos podido resolver sin ningún tipo de conflicto. Además no tenemos conflictos étnicos ni religiosos, lo que es una ventaja sin comparación con respecto a otros escenarios que estamos viendo en el mundo.
Si a esto le sumamos la mayor reserva en materia energética, agroalimentaria, mineral, creo que nos coloca en una posición inmejorable. No podemos perder esta oportunidad histórica, tenemos una inmensa responsabilidad, tenemos la inmensa suerte muchísimos gobiernos de compartir idearios, nos unen ideas comunes, como los unieron a los próceres de aquella etapa. Por favor no he dicho de ninguna manera que los que estamos actualmente seamos próceres, lo quiero aclarar para cualquier editorial el día de mañana. Me refiero a que así como muchos patriotas se unieron en los albores de la liberación y la independencia que recorrió el continente a principios del siglo XIX, creo que también, por esas raras licencias que se toma la historia, coincidimos en un mismo momento temporal, físico e histórico hombres y mujeres con distintas experiencias históricas, de distintas procedencias, pero con un mismo sentido común de defensa de los intereses nacionales y saber que el crecimiento económico no sirve si no es además con inclusión social porque no tiene sustentabilidad.
Por eso en este día en el que te damos la bienvenida y sabemos que vas a recibir un premio muy importante en una universidad de la ciudad de la Plata muy querida, esa universidad que estaba antes en la calle de 44, la vieja escuela de periodismo cuando yo era una adolescente, hoy es una moderna Facultad de Ciencias de la Comunicación Social que se construyó con recursos de la Nación, una universidad nueva, moderna, que tiene el nombre -creo- de Néstor Kirchner y la agrupación más importante se llama Rodolfo Walsh, que no es de ahora, es de hace mucho tiempo. Así que vas a tener el honor de recibir el Honoris Causa, estamos muy orgullosos de recibirte aquí en nuestro país, vamos a poner manos a la obra juntamente con otros mandatarios de la región para generar esos instrumentos de los cuales estamos hablando y contribuir de esta manera, no solamente con discursos, no solamente con políticas públicas que tengan que ver con el interior de nuestros países sino articulando los esfuerzos de la región, como lo hemos venido haciendo, pero dándole mayor densidad, mayor profundidad y siempre avanzando un paso más hacia adelante. Como decimos nosotros, nunca un paso atrás, en todo casi si es un paso atrás es para tomar envión y saltar más fuerte, pero por ninguna otra causa.
Así que si me permiten la copa vamos a brindar por Ecuador, por la República Argentina, por el Honoris Causa que hoy va a recibir su presidente Rafael Correa, por la tradicional amistad entre ambos pueblos, por la América del Sur, la UNASUR y por todos nosotros en definitiva, que somos todos los americanos del sur que estamos viviendo una etapa inédita y que vamos a seguir haciendo esfuerzos para que esto se profundice aún más. Por Argentina, por Ecuador; por Ecuador y por Argentina, salud a todos y a todas.