PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PLAN NACIONAL ESTRATÉGICO DE SEGUROS Y LA LEY DE MERCADO DE CAPITALES, EN EL MUSEO DEL BICENTENARIO, CASA ROSADA
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.
Representantes de las compañías aseguradoras del país: realmente hoy estamos con la presentación que ha efectuado el señor ministro de Economía, con dos nuevas políticas públicas activas en el marco de lo que nosotros denominamos contracíclico, que a la gente le suena raro pero que es ir, en síntesis, a contramano de lo que está pasando en el mundo, donde las políticas son de ajuste, de achique, de restricción.
Hemos tenido en lo que yo llamo esta década ganada, el crecimiento más importante de nuestros 200 años de historia, con un promedio del 7,7 del PBI por año, que nos ha convertido casi en un 80 por ciento de crecimiento, una recaudación…De aquí lo veo al señor de la AFIP, que lo pone nerviosos a algunos y yo no sé por qué, porque en realidad si uno paga los impuestos, nadie tiene que sentirse mal ni molesto ante la AFIP. Solamente pueden tenerle miedo a la AFIP, los que no pagan los impuestos o están fuera de la ley, el resto tiene que estar muy tranquilo.
Fíjense, yo siempre admiré mucho en Estados Unidos algo, ¿no?: en Estados Unidos, ¿vieron lo que dice la gente cuando quiere defender sus derechos? Dice: “Yo pago mis impuestos”. Fíjense lo que invoca cada ciudadano cuando cree que lo van a afectar en sus derechos, porque el pagar los impuestos es parte de un contrato social ineludible para cualquier ciudadano, en cualquier república si quiere realmente que su país funcione con equidad y con justicia.
Hoy estamos presentando en este mundo tan desquiciado, en este mundo donde hace poco estuvo la delegación de economía…De aquí lo veo a Segrio Chodos, nuestro flamante representante ante el Fondo Monetario Internacional, y quiero leerles algo que manifesté que apareció, no sé si apareció en todos los diarios porque, en realidad, se trata de ocultar la crisis del mundo para que los problemas que puedan haber en la Argentina solamente son de la Argentina.
Pero el Ministerio Occidental del Fondo Monetario, el Departamento Occidental del Fondo Monetario dice que “el crecimiento en América latina y el Caribe, se ha desacelerado debido al impacto de políticas contractivas implementadas anteriormente por los países desarrollados”. No lo dice Lorenzino, no lo dice Cristina Fernández de Kirchner, lo dice el Fondo Monetario Internacional hace unos pocos días en Tokio, en Japón.
Lo que recomienda, ahí viene el problema, es como que dice el diagnóstico, pero qué es lo que recomienda. Recomienda, no es cierto, que los países que para mantener el crecimiento, tenemos que mantener bajo control la velocidad de crecimiento de la demanda interna y el crédito.
En buen romance: restringir el consumo y el crédito, reducir la expansión monetaria. Esa es la receta que nos proponen cuando nos dicen que por culpa de las economías desarrolladas, se está desacelerando la economía en América latina.
Y dice: “Pero mientras tanto –y eso lo decimos nosotros-, la Unión Europea duplicó su base monetaria; Estados Unidos, triplicó su base monetaria y el Reino Unido, Inglaterra, cuadruplicó la expansión de su base monetaria”. Por eso nosotros no creemos en lo que dicen porque hacen otra cosa. Son como ciertos sectores, has lo que yo digo pero no lo que yo hago.
Y nosotros estamos trayendo hoy dos medidas muy importantes que acaba de describir, como debía hacerlo, el ministro de Economía con solvencia técnica porque acá hay representantes de todas las Cámaras y que significa dar una vuelta de página a lo que ha sido hasta ahora el destino muy importante de los fondos que hoy tienen las aseguradoras. Aseguradoras que estaban, como lo vimos en el video, fundidas y quebradas; se cerraron más de 120 aseguradoras durante la crisis del año 2001…tienen importantes masas de capital, 64.000 millones de pesos.
¿Qué estamos haciendo? Estableciendo, mediante un inciso k), que no tiene nada que ver con la K de Kirchner, pero bueno, en lo que es la reglamentación de las aseguradoras, por orden alfabético venía k. Así como estaba el inciso q), de queso, en el Fondo de Sustentabilidad de Garantía de la ANSES, justo dio la casualidad de que coincidiera la letra k para introducir modificaciones en el destino de los ingentes recursos con que cuentan nuestras aseguradoras.
Y vamos a pasar de inversiones cortas, de carácter financiero, a inversiones de carácter productivo y de más largo plazo destinando una parte de esos fondos, según sea el tipo de actividad asegurada.
En el caso de las ART, esto es de la compañías aseguradoras de riesgos del trabajo, como necesitan una gran liquidez, se fija un piso mínimo del 5 por ciento hasta un 10 por ciento de techo; en las que tienen un riesgo más a mediano plazo, como son las de seguros generales y reaseguradoras, se establece un piso mínimo de 10 y un máximo de 20 y, en las que tienen por obvias razones, que son las aseguradoras de vida, las que tienen más largo plazo naturalmente, se fija un piso de 12 y también…de 30 y un techo de 30.
Esto va a significar en números, destinar de los 88 millones de pesos actuales, que se destinan para inversiones productivas, más de 7.000 millones de pesos de acá al próximo 31 de mayo del año 2013 para inversiones productivas e inversiones de infraestructura.
Para que ustedes tengan una idea, los 88 millones, representaban algo así como el 0,004 del PBI; esta cifra va a representar el 0,29 del PBI, lo que significa una inyección precisamente de fondos, no a los bancos, sino a la actividad productiva que viene en consonancia con lo que venimos haciendo ya desde que se decretó esa terrible crisis…decretó no, declaró, en el año 2008…
Recién el Ministro recordaba cómo la Reserva Federal tuvo que destinar miles de millones de pesos para salvar a la tercera aseguradora del mundo que era AIG, le puso el 80 por ciento de su capital. Fue la inversión y la intervención de la FED más importante en toda su historia para salvar a la compañía aseguradora.
Y desde allí, se ha venido dando un salvataje fundamentalmente sobre los bancos, lo que a nuestro criterio, como lo hemos dicho en reiteradas oportunidades en el G-20, no impacta adecuadamente en la economía real debiendo haber utilizado otro tipo de instrumentos.
Pero bueno, nosotros vamos a hacer las cosas que tenemos que hacer aquí y esto va en consonancia con la comunicación, que nunca me acuerdo el número, la 5319, si mal no recuerdo, del Banco Central, que estableció también que los bancos tienen que prestar a proyectos productivos una parte de su capital que es de 14.000 millones de pesos en total en todos los bancos y que hoy ya llevamos cumplimentados a esta fecha el 41 por ciento, debiendo completarse el resto, los 14.000 millones, de aquí al 31 de diciembre y confiamos que lo van a hacer porque han avanzado mucho en estos días y ahí la tenemos a la presidenta del Banco Central sentada en primera fila, que seguramente le va a hacer cumplimentar adecuadamente las normas.
Pero estas no son cuestiones que uno hace porque sí. La situación de las aseguradoras en el año 2001 era catastrófica y hoy es floreciente, producto de este modelo económico.
La situación de los bancos era exactamente la misma que la de las aseguradoras en el año 2001, 2002. De la ratio respecto de los activos, era un menos 5, menos 8 por ciento. Si a los bancos le daba la ratio de inversión sobre activos para el negocio menos 8 por ciento, hoy les da el 2,80 por ciento. Y la ratio sobre patrimonio neto les daba 59 por ciento negativo, hoy les da el 25 por ciento positivo y la mora, que en aquel momento era casi del 37 por ciento, hoy está por debajo del 2 por ciento. Con lo cual tenemos bancos y un sistema financiero solvente y sólido que nos permite, a través de esta recuperación de facultades del Banco Central, mediante la reforma que hicimos para cuidar, no solamente el valor de la moneda, porque si miramos el valor de la moneda y nadie tiene monedas, para qué queremos las monedas. Tenemos que cuidar el valor de la moneda y, además, también cuidar la capacidad de crecimiento, de generación de trabajo y de inversión y producción.
El año pasado la Argentina tuvo el récord histórico de inversión de toda la serie con el 24,5 por ciento de su PBI. Y esto se debió también a lo que en un momento constituyó una medida que fue sumamente criticada y que fue la recuperación de la administración de los recursos de los trabajadores que ha constituido un pilar fundamental en la conformación de un mercado de capitales al cual le queremos agregar también las aseguradoras para, finalmente, seguir incentivando la economía como lo hemos hecho.
Recuerdo en aquel momento, las AFJP gastaban un 30 por ciento de su capital en comisiones; la mayoría de las jubilaciones las pagaba el Estado, solamente se quedaban con la crema del negocio y teníamos muchísima gente afuera del sistema jubilatorio.
Hoy hemos más que duplicado ese fondo de sustentabilidad de garantía de la ANSES y tenemos al 95 por ciento de la población argentina en condiciones de jubilarse protegida con un sistema previsional que la cubre que es, en definitiva, uno de los roles que tienen que cumplir el Estado.
También, otra de las medidas que nosotros hemos tomado en estos años y que fue sumamente criticado y resistida desde la oposición o desde algunos sectores de la oposición y desde la Justicia, el famoso FONDEA, que es nada más ni nada menos que destinar parte de nuestras reservas, las que juntamos los argentinos con dólares genuinos, producto del ingreso de inversión, producto del ingreso de turismo y, fundamentalmente, nuestra balanza comercial, nuestras reservas del Banco Central, por las que nos pagaban y nos pagan en Suiza 0,8 por ciento al año. Se acuerdan la famosa batalla de las reservas para destinarlas al pago de deuda.
Llevamos pagado exactamente en materia de deuda con las reservas, 23.961 millones de dólares desde el año 2010 en que decidimos afectar parte de esas reservas, sin contar los 9.500 millones de dólares que Néstor pagó al Fondo Monetario Internacional tomándolo también de las reservas. Observen: casi 35.000 o un poco más o un poco menos de millones de dólares.
Piensen ustedes los que nos hubiera costado a los argentinos si nosotros hubiéramos tenido que ir al mercado de capitales para obtener esos casi 24.000 millones de pesos para pagar la deuda.
Esto forma parte del club de los endeudadores, de los que, obviamente, quieren que nos endeudemos, porque cuando nos endeudamos tenemos que pagar tasas del 10 y del 12 por ciento.
Pero resultaba absurdo y me cansé de explicarlo hasta el cansancio, tener miles de millones de dólares depositados y que me pagaran el 0,8 y salir a buscar al mercado de capitales donde nunca iba a encontrar por menos de dos dígitos o de un dígito muy cercano a los dos dígitos luego de que Argentina defaulteara su deuda. Deuda que, por cierto, no defaulteamos nosotros.
Esta es otra de las medidas estructurales conjuntamente con la recuperación de la soberanía hidrocarburífera a través de la recuperación de YPF, conjuntamente también con la decisión de construir soberanía monetaria, dándole a nuestro peso el valor que este tiene.
Yo, miren, cuando veo esta cuadruplicación de la base monetaria de Inglaterra; duplicación de la base monetaria en la Unión Europea; triplicación de la base monetaria en Estados Unidos…Voy a una universidad en Estados Unidos, en Georgetown y pregunto: ¿Cuánto es la inflación aquí en Estados Unidos? Y me dicen el 2 por ciento. ¿El 2 por ciento? Pero si el galón de gasolina estaba en el año enero 1,66 dólar y ahora está a 4 dólares. “Ah, pero que para el índice de precios al consumidor en Estados Unidos, no se contemplan ni la energía ni los alimentos”. ¡Cómo que no están ni la energía ni los alimentos! “No, porque la energía es un bien que tiene precio internacional, no es una variable que pueda manejarse internamente. Entonces como el precio del combustible…” Miren ustedes, el precio de la nafta, de la energía, de la luz, del gas es un precio internacional, en Estados Unidos para medir la inflación, no lo toman. Tampoco toman los alimentos, porque los alimentos también son variables internacionales por los precios de los commodities, etcétera.
Pero así también a cualquiera le da el 2 por ciento y te da también menos 10 la inflación. Si no tomás en cuenta los alimentos y la energía…
Cuento estas cosas porque estas cosas deberían serles contadas a todos los argentinos por los que a diario fatigan radio, economistas, que fatigan radios y televisión sin contar estas cosas que pasan en el mundo y cómo se miden las cosas en el mundo.
Ni qué hablar de la otra gran reforma que estamos introduciendo y que es el tema de la Comisión Nacional de Valores que es una similar a la SEC de los Estados Unidos, que es la que debe controlar la oferta pública, es decir, todas aquellas acciones que cotizan en Bolsa, ¿por qué?, porque las compañías ofrecen en Bolsa sus acciones y el accionista, cualquier ciudadano, va y compra esas acciones.
De la misma manera que en Estados Unidos es muy común que la ciudadanía vaya y compre acciones de las grandes compañías y con eso asegure, por ejemplo, el estudio de sus hijos.
Esta no es una práctica difundida en la Argentina. ¿Por qué? Porque en Argentina siempre hemos tenido la práctica difundida del dólar, la moneda extranjera. Fíjense ustedes, una variable que tampoco controlamos, una variable que no se emite en el país.
Pero también es necesario reconstruir confianzas y para eso hay que regular. Porque es mentira que no haya regulación. La regulación siempre existe. Cuando no regula el Estado, regula el mercado y cuando regula el mercado únicamente sin intervención del Estado, es lo que pasa y lo que ha pasado en el mundo.
Hoy, con este nuevo proyecto de ley, que viene a suplantar la legislación vigente desde la etapa de la dictadura, como también la etapa aseguradora, que son leyes que datan de la época de Onganía, de Lanusse, de Videla, o sea, de todas las dictaduras o, por lo menos, de las últimas que han pasado en la República Argentina, venimos precisamente a darle un nuevo marco institucional a un mercado de capitales para que sea más transparente, más accesible, más simplificado para todos nuestros compatriotas, para que puedan encontrar instrumentos de ahorro en empresas argentinas, para que se les saque de la cabeza esas cosas que nos han metido durante tanto tiempo, que era mucho más importante y más seguro invertir afuera.
Conozco un montón de gente que le creyó más a Amado en Estados Unidos que aquí a nosotros cuando desde el año 2003 comenzamos a tener una política que les decíamos que íbamos a crecer y que queríamos ser un país más grande de lo que éramos con mayor inclusión social.
Por eso, esto es en beneficio de todos y no es en perjuicio de nadie, no es contra nadie. Al contrario, queremos un sólido mercado de capitales en los cuales puedan participar.
Por eso estamos enviando también este proyecto de ley al Congreso de la Nación para que pueda discutirse.
Hoy también podemos decir que en este mercado único de cambios…vieron que yo voy en cada acto que voy les voy anunciando cuánto va egresando del mercado único de cambios, se acuerdan que empecé anunciando 80.000 la otra semana, a la segunda semana 82, bueno, ya vamos a esta semana por 84.761 millones de dólares que han egresado del mercado único libre de cambios de dólares en la República Argentina, de los cuales, 51.734, corresponden para pagar importaciones, para pagar a los importadores; 61 por ciento del total de esos 84.000 millones.
Esto para terminar con este mito que al tema de las importaciones. 11.089 millones es dólares que le hemos dado a privados para que paguen sus deudas, porque hay muchísimas empresas argentinas del sector privado, fundamentalmente, que se endeudan por allí en el exterior y necesitamos también contar con los dólares para darles a esos empresarios que paguen sus deudas.
Esos empresarios, muy poquitito así, las provincias, se han llevado más de 11.000 millones de dólares de ese mercado único de cambios en lo que va del año representando el 13 por ciento.
En pasaje de turismo y pasajeros y pasajes, ya llevamos pagados casi 6.000 millones de dólares, 5.868 millones, que es el 7 por ciento del total de lo que ha egresado hasta ahora.
No estoy hablando de pago de deuda, estoy hablando de mercado único de cambios.
Las deudas, se pagan con las reservas; lo otro, todo esto que estoy diciendo, es el movimiento de dólares en importaciones, en pago de deuda.
Para desmitificar y también para hacer docencia. Porque saben qué: yo como Presidenta siento que muchas veces le venden buzones a los argentinos a propósito y terminan perjudicando a la gente que con toda la buena fe y con todo lo que nos ha pasado a los argentinos en esto años, tiene por ahí derecho a no creer, a sentirse desconfiada, a tener miedo a que la estafen y por ahí a creer más en lo que dice alguien por un medio de lo que pasa realmente en la realidad.
Por eso, creo que cada uno de nosotros, más que enojarnos, tenemos que hacer docencia y explicar estas cosas que no las explican los economistas ni los diarios económicos pero que las saben a pie juntillas.
También, con esta nueva ley que mandamos con nuevas facultades para la CNV, está también el tema de las calificadoras de riesgo, gran verso internacional, gran estafa internacional.
Standard and Poors, Moody’s, Fitch, JP Morgan, grandes calificadoras, que además califican de acuerdo a sus propios intereses y a los clientes que más le pagan, sean bancos, países o cómo se beneficien.
Si no, que me expliquen dónde estaban Fitch, Moody’s, Standard and Poors, JP Morgan cuando pasaba lo que pasaba en Grecia, en España, en Portugal, en Italia, en Estados Unidos, en dónde estaban y cómo calificaban esas deudas.
Por eso también estamos creando esta participación del Estado en cómo se define el riesgo y establecer un claro contralor, no para que digan lo que nosotros queremos, sino para que digan la verdad.
Nos ha pasado a los argentinos, inclusive lo que hemos vivido en estos días. Lo digo también con mucho dolor como argentina porque he visto que algunos, muy poquitos afortunadamente, defendían a fondos buitres que, violando todas las reglas del Derecho Internacional, todas las reglas habidas y por haber, embargan a nuestra Fragata Libertad en un puerto africano, creyendo que van a presionar o a extorsionar al país.
Miren: mientras yo sea Presidenta, se podrán quedar con la Fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país, no se va a quedar ningún fondo buitre ni nadie.
El día que deje de ser Presidenta, ya no será mi responsabilidad y bueno, el que le toque tendrá la responsabilidad y los que lo voten también tendrán la responsabilidad de hacerse cargo de que haga el que los vote.
¿Porque saben lo que pasa? Hay que comenzar también a tomar responsabilidades, no solamente por los que votamos, sino también por los que votan. Todos tienen que ser responsables en un país de 40 millones de argentinos si realmente queremos ser libres, si realmente queremos ser dignos, si realmente queremos ser soberanos.
Por eso, hoy estamos sumando estas dos medidas a todas una serie de medidas que venimos tomando desde el año 2008 y a todas las que seguiremos tomando con heterodoxia, con audacia, con decisión, con lo que hay que tener para defender los intereses de un país y bancarse lo que haya que bancarse cada vez que se defiende el interés de los argentinos.
Yo no voy a renunciar a ninguna de mis convicciones. Creo firmemente en lo que estoy haciendo, no hay sesgo ideológico en esto que estoy haciendo. Está la realidad concreta de estos nueve años y medio que hemos vivido y está ese mundo ahí afuera, también concreto y amenazante que, como lo dice el Fondo Monetario Internacional y no esta Presidenta, está ocasionando que se desaceleren las economías de Latinoamérica y del Caribe.
La misión que tenemos como gobernantes, quienes hemos sido elegidos por el voto popular y democrático, que mañana se van a cumplir 100 años, el centenario de la Ley Saénz Peña, y la vamos a homenajear también en este mismo recinto, es precisamente hacerse cargo de esa responsabilidad, que no es solamente la responsabilidad que nos dio el 54 por ciento de los votos; yo me siento responsable de los 40 millones de argentinos, no solamente de los que me votaron, sino también de los que no me votaron, de los que me quieren y de los que no me quieren.
Trabajo para todos porque esa es mi obligación y nunca, cuando hemos tomado una medida, cuando hemos construido una calle, cuando hemos construido un colegio, cuando hemos construido una ruta, cuando hemos construido una central nuclear, cuando hemos construido una central eléctrica, cuando hemos construido este lugar donde estamos, cuando hemos fijado las políticas en materia de convenciones colectivas, de salario, de mercado interno, de jubilados, de educación, jamás hemos pensado si esto le iba a llegar a un radical, a un peronista, a un comunista, a un ateo, a un judío, a un agnóstico o a un católico; pensábamos que era y es para los argentinos, para todos los argentinos y para ellos vamos a seguir trabajando.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)
