Palabras de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, durante la visita del presidente del Líbano, general Michel Sleiman.
Señor Presidente de la República del Líbano y comitiva: como todos saben, la comunidad...no voy a decir siriolibanesa porque cuando le dije siriolibanesa me dijo "somos dos países diferentes" y yo le expliqué que aquí en la Argentina, es muy común, hasta hay un club y un centro siriolibanés, es muy común identificar lo sirio con lo libanés porque, en realidad, todos los árabes... y que no son pocos realmente, hay provincias enteras donde son mayoría y algunas gobiernan, inclusive son gobernadas y el país estuvo presidido también por un presidente de origen árabe, en ese caso sirio. Lo cierto es que hay lazos muy profundos entre la Argentina y el Líbano que hace a toda la comunidad árabe.
En principio, los acuerdos con el Líbano y que son similares a los acuerdos que tenemos, yo creo que la mayoría de los países que integramos Naciones Unidas, sean del mundo árabe o no sean del mundo árabe, la condena definitiva a todo lo que hace al terrorismo internacional, al que como bien lo definiera el señor Presidente, es un flagelo universal que todos debemos combatir y condenar.
Al mismo tiempo, el derecho a que Palestina tenga un territorio, tal cual lo manifestábamos ayer y que fue manifestado por todas las regiones y todos los países de América del Sur y todos los países integrantes del ASPA, al decir que yo representaba por la liga árabe, y que realmente trae la necesidad como nudo gordiano, como yo lo definí ayer en mi intervención en la Cumbre del Perú, la necesidad del reconocimiento del Estado de Palestina, de la misma manera del derecho que tiene el Estado de Israel a vivir en paz dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente en 1967.
Pero me parece que el Presidente utilizó en su exposición un término clave, que es un término que nosotros empleamos a menudo en todas nuestras intervenciones en los foros internacionales y que es "la legalidad", el respeto al derecho internacional, el respeto a las resoluciones de Naciones Unidas, la necesidad de la reforma de los organismos multilaterales, sean de carácter político, como Naciones Unidas en lo que hace al Consejo de Seguridad; sean de crédito, como es el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio.
Está muy claro, es muy evidente y ya no se trata de una cuestión de posturas ideológicas, sino de resultados concretos, que estos organismos no han acertado en las políticas que les dieron origen y que justificaron su nacimiento, sino que, por el contrario, en muchos casos no han hecho más que complicar la situación de seguridad del mundo, tratándose del Consejo de Seguridad; de finanzas del mundo, tratándose del Fondo Monetario Internacional, y de comercio del mundo, tratándose de la Organización Mundial del Comercio.
Lo que hasta ayer algunos se solazaban en nuestro país que éramos nosotros los únicos acusados de proteccionismo, ahora vemos que han formulado también terribles e injustas acusaciones contra nuestro principal socio y vecino la hermana República Federativa del Brasil, a la que también han acusado de prácticas, bueno, que según los países desarrollados, existen únicamente en los países emergentes.
Creo que ambos países, el Líbano y la República Argentina, tienen además de estos lazos de hermandad, estas coincidencias. Y por eso también se han firmado importantes convenios que fueron explicitados por el Canciller en la reunión y que hacen a educación, a comercio, a visado, a turismo y el Canciller próximamente visitará Beirut, que me dijeron que es muy bella, una ciudad a la que le dicen "la Perla de Oriente". No voy a decir "la París" porque sería una versión colonizada, vamos a decir que es "la Perla de Oriente", que es mucho más lindo y más representativo, tiene que ver con lo oriental también.
Entonces, creo que, precisamente, la articulación, como lo señalábamos ayer en la reunión de Países Árabes y de la América del Sur, y que ha vuelto a acentuar el Presidente de la República del Líbano, en cuanto a la necesidad de articular mucho más Sur-Sur, es decir, los países emergentes como una manera de contrarrestar esta formidable crisis que los países desarrollados quieren trasladarnos a los países emergentes que hemos sido responsables del crecimiento de la actividad económica durante la última década, nos lleva a tener con el Líbano algo más que cuestiones que nos vinculan por lazos de gente que viene aquí y que ha vivido y que ya son varias las generaciones, sino que también pensamos y tenemos una misma visión respecto de los grandes problemas.
El derecho a vivir en su territorio de un pueblo... Él está acompañado para los que no lo saben, de un ministro, que es el Ministro de los Desplazados. Fíjense ustedes el conflicto, la densidad, la profundidad y la conflictividad de Medio Oriente que hay un ministerio en el Líbano que es el Ministerio de los Desplazados.
¿Y qué es el Ministerio de los Desplazados y cuál es el ministro de los Desplazados? Aquí, levante la mano...hay mucho costo de levantar la mano últimamente, ahí levanta la mano el señor, levántese para que lo vean los periodistas argentinos, por favor, si es tan amable para que puedan verlo los periodistas argentinos...
Este señor es el ministro de los Desplazados. ¿Qué significa esto? Es tal el problema que significa la no existencia de un Estado palestino, la diáspora palestina, hay medio millón de palestinos viviendo en el Líbano y nos contaba el señor Presidente y sus ministros, los terribles problemas que esto acarrea.
También ayer, reunida con el Rey Abdalá, de Jordania, también él me planteaba el mismo problema que son los desplazamientos. Es como que se estuvieran formando un montón, esto fue lo que me expresó muy brillantemente el Presidente del Líbano, es como si se estuvieran conformando distintas Palestinas en los distintos lugares del Medio Oriente. Lo cual, realmente, si uno lo mira desde una perspectiva estratégica, no suena muy inteligente, porque sería mejor tener a los palestinos en un solo lado y no ir conformando varias naciones palestinas en términos de seguridad, en términos de organización de la región lo más inteligente.
Y ya no hablo de sensibilidad ni hablo de patriotismo ni hablo de la necesidad que todo hombre tiene derecho a vivir en su tierra; hablo, realmente, de una concepción estratégica de seguridad en el Medio Oriente y que tiene que ver con que Palestina tenga un lugar único y determinado para poder vivir. Porque lo que no se advierte, es que se están conformando muchas Palestinas en la región que pueden, finalmente, bueno, crear una mayor conflictividad de la que aún hay.
Y también hablábamos, porque somos nosotros también víctimas en cierta manera –y yo lo decía ayer en la reunión de Lima, Perú- de lo que signifique...también quiero agradecer en este caso la solidaridad del Líbano permanente con respecto a la causa colonial que tiene la República Argentina, que son nuestras islas Malvinas, también quiero agradecer la tradicional postura del Líbano y de todos los países árabes que, originalmente, han sido colonias como nosotros. Así que, siempre hemos recibido de ellos el apoyo tanto en el Comité de Descolonización como también en el Plenario de Naciones Unidas.
Y lo que aspiramos ambos países, lo que aspiran todos los países que estuvimos reunidos ayer en Perú, es que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas y que esas resoluciones, sean cumplidas por todos los países del mundo. Es la única manera de vivir en un mundo más seguro.
Él decía algo que me impresionó mucho: el terrorismo es algo muy, muy chiquito y muy minúsculo comparado con lo que somos todos los pueblos del mundo, pero precisamente, por políticas equivocadas, por políticas desacertadas, se ha convertido en un verdadero flagelo universal que pone en jaque la seguridad internacional.
Y yo se lo comparaba también con algo que se ha venido planteando. Nosotros, en la región, no tenemos, salvo el caso de los atentados que hubo aquí en la República Argentina, pero aquí no hay odio por diferencias étnicas ni enfrentamientos religiosos ni de ninguna naturaleza, pero hay un flagelo que, por ejemplo, es el narcotráfico que asola la región y, fundamentalmente, la zona que podríamos denominar México, Centroamericana, Colombia, y hemos conocido en estos días en Naciones Unidas, es algo muy interesante, la postura del presidente Santos, la postura del presidente Calderón y del Presidente de Guatemala en cuento a promover o practicar políticas diferentes respecto de la lucha contra el narcotráfico porque está claro y evidente que las que se han desarrollado hasta ahora no han dado resultados.
Fíjense de qué presidentes hablo, no estoy hablando de ningún presidente de centro-izquierda, no estoy hablando...estoy hablando del presidente Juan Manuel Santos, del presidente Calderón y del general que, si podríamos definirlo es un presidente de centro-derecha el de Guatemala, que están planteando que las estrategias que se han llevado para erradicar este verdadero flagelo, lejos de erradicarlo, no han hecho más que incrementarlo.
Algo parecido podría aplicarse también con respecto al terrorismo y a los métodos para combatir ese terrorismo. Lejos, lejos de derrotarlo, lo hemos visto en toda su dramaticidad, en toda su tragedia en lo que fue el asesinato de Christopher Stevens en Ben-Ghazi, en Libia.
Creo que, entonces, esto nos obliga a todos los países a tener una mirada diferente. De hecho, nosotros, el Líbano, nosotros y otros países, obviamente, lo tienen. Sería bueno que esta medida, esta mirada de reforma de organismos multilaterales, que esta mirada diferente en cuanto a dejar de lado prácticas y políticas que se han evidenciado como inútiles para lograr los resultados que decían perseguir, sean revisadas, sean corregidas y podamos realmente diseñar estrategias más eficaces que aseguren la paz, la seguridad y como decía el Presidente en el encuentro que mantuvimos, la justicia social como verdaderas garantías para un mundo mejor en el que todos, seguramente, cualquiera sea el dios al que le recemos, deseamos vivir.
Muchas gracias a todos, muchas gracias, señor Presidente, muchas gracias a la comitiva que lo acompaña y, bueno, muchas gracias a todos los que han asistido hoy.
Buenas tardes. (APLAUSOS)