PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÒN CRISTINA FERNÀNDEZ EN EL ACTO DE ENTREGA DE VIVIENDAS EN LA MATANZA, BARRIO ALMAFUERTE, SAN JUSTO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

 

Gracias, muchas gracias: la verdad que - señor Intendente de La Matanza; compañero Gobernador de la provincia de Buenos Aires; hermanos y hermanas de La Matanza – yo quiero decirles que si hay un lugar donde lo siento que él está presente, es precisamente aquí. Estas palabras que él pronunciaba el 7 de enero, de un 2004, cuando bajó del helicóptero en medio de todo esto, que era un descampado, casi un basural; recién cuando me hablaba al oído Fernando me decía que Alberto Ballestrini cuando Néstor le decía lo del agua, que iban a llevarle agua a la gente, le decía: “Néstor no les mientas que ya les dijeron muchas veces que le van a traer agua”. Nadie le creía, como podían creerle a un político, a un Presidente inclusive que durante décadas esta Villa Palito, que nació en 1957 - sí 1957 - parece casi una metáfora del país que le tocó gobernar, no era diferente el resto del país a esta Villa Palito, tal vez, con distintos perfiles, pero era una Argentina abandonada, una Argentina donde nadie creía en nadie. Es más muchos habían dejando de creer hasta en ellos mismos, no le puede pasar nada peor a un pueblo que no creer en sus fuerzas, en su vida.

Siempre con un oído en el pueblo, siempre, siempre. Y me acordaba cuando recién hablaba porque yo era Senadora de la pelea en el Congreso, cuando decidimos tomar nuevamente agua y energía porque la empresa extranjera a la que se le había entregado la concesión de aguas y cloacas para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires no ejecutaba ninguna obra. Por eso él decía tiremos los caños y después pidamos autorización. Un irreverente, siempre fue un irreverente, pero un irreverente con los poderosos, no con los débiles. (APLAUSOS). Aquí en la Argentina estábamos acostumbrados a Presidentes fuertes con los débiles y débiles con los poderosos.

Por eso cuando se le puso en la cabeza que La Matanza tenía que tener agua potable, y hoy, en el año 2012, desde ese 7 de enero, donde apenas 600.000 matanceros, un 37 por ciento tenía agua potable, hoy tienen agua potable más de 1.600.000 matanceros, el 94 por ciento. (APLAUSOS). Son orgullosamente matanceros y de Villa Palito. Yo sé que a Juan le gusta Barrio Almafuerte, a mí me gusta Villa Palito, vamos con Villa Palito porque esa es la identidad, esas son las raíces. (APLAUSOS). Y lo que es importante, estas 923 casas maravillosas, con las más de 150 que estamos ejecutando y las que vamos a ejecutar, otras 150 más, finalmente van a constituir las 1.293 casas que van a dejar totalmente urbanizada a la totalidad de Villa Palito. (APLAUSOS).

Cuando además vemos cómo lo hicieron, bajo la forma de cooperativa, en forma organizada, unidos y solidarios es el camino que tenemos que llevar los argentinos para alcanzar los grandes objetivos.

Recién, cuando en la casa de Kevin festejábamos su cumpleaños número 8, o con Enmanuel, que es una Medalla de Oro de los campeonatos bonaerenses para los chicos con capacidades especiales y que la madre me pedía que lo llevemos también a todos a la Casa Rosada, los vamos a llevar para que todo el mundo vea las obras. Yo me acuerdo él hablaba ahí de varios compañeros en el video: el Cildáñez, las obras tan importantes que hemos realizado a lo largo y a lo ancho del país; la Cuenca de El Salado, en donde hemos invertido más de 3.500 millones de pesos.

La provincia de Buenos Aires registra la mayor inversión en recursos hídricos que nos ha permitido recuperar millones de hectáreas productivas y todos los argentinos aportan, pero los que más aportan siempre son los que menos tienen porque esos no pueden, esos no pueden evadir impuestos porque pagan el IVA en cada cosa que compran, en cada pedazo de pan, en cada litro de leche, en cada kilo de carne. Por eso valoran lo que hemos construido en estos años.

Cuando yo recién bajaba, me gustaría que alguno pudiera ver desde el aire cómo se ve. Nadie, nadie puede pensar que esto alguna vez fue una villa, es más, debo decirlo con toda sinceridad: es más linda que muchas casas del Plan Federal hechas por empresas constructoras, muchas más lindas. (APLAUSOS)

Tenemos que lograr también que conjuntamente con los emprendimientos que se dan a través del Plan Federal, porque aquí en esta Villa Palito hay una conjunción de planes, el Plan Federal, el PROMEBA, el Argentina Trabaja, todos los instrumentos que hemos desarrollado y que vamos a seguir desarrollando para seguir construyendo y para ir cada vez por más, tenemos que perfeccionarlos y tenemos que lograr unidos, organizados y solidarios, construir muchas más Villa Palito en la República Argentina porque todavía hace falta erradicar pobreza, erradicar precariedad. Pero solo lo podemos hacer si nos mantenemos unidos.

Por eso digo que lo que hoy vimos es una gran parábola de cómo pudimos de aquella Argentina, donde nos decían que nada era posible, que nada se podía hacer sin autorización de tal o cual, ya no quiero ni nombrarlos, porque ya ni vale la pena. Él demostró, nosotros demostramos, el pueblo argentino en su conjunto demostró  que era posible un proyecto de país que nos contuviera a los 40 millones de argentinos, que este es, en definitiva, el gran objetivo.

Cuando yo veo a las mujeres jefas de hogar, cuando veo a los jóvenes, cuando veo nuevamente a los obreros con casco amarillo, que significa que están trabajando, cuando veo a los jóvenes nuevamente ir a la universidad, a los chicos con su netbook ir al colegio, cuando vuelvo a ver abiertas las escuelas técnicas que provean de trabajadores y operarios a nuestras fábricas y a nuestras industrias, cuando a nuestros científicos regresar, cuando veo que hay esperanzas, ilusiones de que progresar es posible, cuando aún lo podemos hacer en un mundo donde las olas vienen cruzadas y el viento también, me doy cuenta que mucho sacrificio valió la pena, que el dolor también valió la pena, aunque muchas veces se nos desgarre el alma, aunque muchas mañanas no tengamos ganas de levantarnos, aunque muchas veces nos injurien, nos agravien, no nos tiene que importa.

Cuando yo lo veo a él, cuando lo veo hablar, cuando veo la pasión que ponía, cuando veo todo lo que puso, todo lo que dio y cuando veo a ese pibe que recién en cueros aquí en Villa Palito me mostraba que se había tatuado la imagen de él en su corazón, me di cuenta que valió la pena todo lo que hizo. (APLAUSOS)

Quiero decirles mis queridos amigos, queridas hermanas, mis queridos compañeros y compañeras, que siempre voy a estar al lado de ustedes, desde cualquier lugar, porque lo importante es poder haber logrado lo que él logró.

Yo muchas veces digo cuando alguien me pregunta qué es lo que me gustaría, poder entrar en la historia para volver a encontrarme con él, que está en la historia definitivamente de este país. (APLAUSOS)

Por eso, yo le pido a Dios y también a la Virgen y a quién crea y rece, que crea y rece mucho por él para que esté tranquilo y en paz, porque en esta vida trabajó, sufrió, peleó y luchó.

Cuando uno lo escucha hablar, cuando lo ve cómo se ponía, uno ahí advierte porqué le pasó lo que le pasó. Cuando yo veo a otros rozagantes y tranquilos, no es que uno se ponga envidiosa ni nada, simplemente me doy cuenta que no podía haber otro final que este.

Yo creo que en el fondo, él lo sabía y lo que creo que sabía es que no le importaba, que más le importaba vivir como quería y como sentía, hasta el último día.

Quiero decirles a todos que los quiero mucho y que se cuiden mucho, sean felices, cuiden a sus hijos, a sus esposas, a sus esposos, a sus abuelos, quiéranlos mucho porque no hay nada más importante que la familia y el amor de la familia, todo lo demás, es circunstancial. La familia y todos juntos los argentinos unidos para lograr un país mejor.

Muchas gracias a todos, los quiero mucho. (APLAUSOS)