PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN SU INTERVENCIÓN EN LA CUMBRE DEL MERCOSUR QUE INCORPORA A VENEZUELA COMO MIEMBRO DEL BLOQUE, REALIZADA EN BRASILIA, REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL
Gracias por tu cálida bienvenida querida Dilma; Pepe y querido amigo, compañero presidente de la República Bolivariana de Venezuela: en primer lugar, bienvenido; bienvenido a este lugar, el MERCOSUR, espacio en el cual durante tantos años quienes venimos trabajando para reconstruir lo que otros quisieron destruir, finalmente se incorpora la hermana República Bolivariana de Venezuela. Fueron años que es cierto que yo dije que no hubiera tenido la paciencia, por humillaciones, por demoras injustificadas, por políticas locales mezquinas que no querían que Venezuela ingresara y también, por qué no decirlo, porque no era conveniente que en definitiva se conformara un espacio en el cual, como recién repetía eso que yo siempre le decía a Chávez: con el ingreso de Venezuela se cierra la ecuación porque es la energía, porque son los alimentos, porque son los minerales y porque es además el conocimiento, el valor agregado, la industrialización que tenemos otros países, el know how que tenemos que compartir para formar y para construir este espacio.
Recién cuando estábamos conversando recordaba mis épocas de senadora, recordaba épocas anteriores donde se había conformado el MERCOSUR, y en mi país muchos decían que en realidad no nos convenía a los argentinos conformar el MERCOSUR, porque Brasil con una economía mucho más grande, con un volumen y una escala muy superior finalmente nos iba a absorber y esto iba a ser malo para la Argentina.
Es más, recordaba que en mi gestión como senadora, durante los años 90, un canciller, por supuesto no era el canciller que hubiera preferido yo, decía que para qué ser amigo de los pobres si uno puede ser amigo de los ricos. Y me acuerdo que ante esa afirmación contesté que los ricos nunca quieren amigos ni socios, quieren empleados o esclavos. Y por eso era necesario mirar hacia la América del Sur, como lo había hecho Bolívar, como lo había hecho Artigas, como lo había hecho San Martín, como lo había hecho Dorrego, ese maravilloso patriota que murió fusilado, el primer fusilado de la Confederación de las Provincias Unidas del Río de la Plata, gobernador popular.
Por eso la incorporación de Venezuela, en momentos muy particulares, no solamente de la región sino también del mundo, de un mundo donde se han derrumbado todos los paradigmas y donde los patrones de acumulación económica que nos mostraban como modelo a seguir se han derrumbado estrepitosamente, y nosotros como argentinos vemos con muchísima similitud, desgraciadamente –no nos alegramos- experiencias que están viviendo países que fueron primeros inversores extranjeros en nuestro país y que hoy atraviesan crisis muy similares a las que tuvimos nosotros en el 2001, que fue una crisis de deuda, una crisis de apropiación de recursos, porque en definitiva si uno lo piensa bien no es deuda, deuda es lo que uno puede tocar, ver, nosotros teníamos deuda y no teníamos infraestructura, no teníamos un montón de cosas, era simplemente una deuda de carácter financiero que se había multiplicado exponencialmente y que hizo explotar el país.
Por eso creo que el ingreso de Venezuela en estos momentos fortalece a la región en su conjunto más allá del MERCOSUR, y yo quiero rendir homenaje a hombres como Lula da Silva, a hombres como Néstor Kirchner, que siempre soñaron con el ingreso de Venezuela y por distintas causas de política interna no se podía llevar a cabo. Yo creo que como decías vos, donde Néstor esté, y también sé que Lula está hoy aquí junto a nosotros, deben estar muy contentos y muy felices, como lo estamos todos los que estamos aquí, yo personalmente y sé que millones de argentinos y millones de americanos del sur están contentos con este ingreso.
No voy a ser muy larga pero quiero finalizar con una frase de Bolívar. Vos siempre lo recordás a Bolívar y decís que Bolívar al final de su vida, una vida de lucha por la libertad de los pueblos, decía “ he arado en el mar, siento que he arado en el mar”. Chávez, tú puedes decir que no has arado en el mar, que has arado en tierra, que has sembrado, que la has regado y que finalmente florecieron mil flores, como debía ser, y por eso hoy Venezuela está aquí junto sus hermanos de la América del Sur. Así que felicitaciones compañero.