Cena en honor a la visita de la Presidenta Cristina Fernández al Estado Plurinacional de Bolivia. Palabras de la Presidenta

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DURANTE LA COMIDA OFRECIDA EN SU HONOR POR EL SEÑOR PRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, EVO MORALES, EN EL GRAN HOTEL COCHABAMBA, DE COCHABAMBA.

Muchas gracias, muy buenas noches a todos y a todas; compañero Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, compañero Evo Morales; compañero vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera; compañero Choquehuanca, que nos hemos encontrado en tantas cumbres; gobernador del Departamento, alcalde de Cochabamba que me dio una hermosísima llave y se lo agradezco mucho: la verdad que me siento muy honrada de estar aquí compartiendo con los movimientos sociales, con los trabajadores, con los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, en fin con todo lo que es Bolivia.

Hoy cuando bajé y había un grupo de periodistas, que me estaban esperando, le dije que me sentía un poco en casa y que realmente nosotros, que alguna vez fuimos un solo espacio institucional, y que luego las guerras de la independencia, de la liberación, de la colonia y también – hay que decirlo un poco – la ingerencia que hubo externa para que nuestros Estados fueran divididos y no fueran uno solo. Yo siempre pienso cómo seríamos, qué poder tendríamos si todavía fuéramos lo que originalmente éramos porque esa diversidad también se da en mi propio país.

Yo siempre digo que es mucho más igual un hermano de Jujuy con un hermano de Bolivia, que por ejemplo con alguien que vive en la pampa húmeda, o un hermano de Formosa o correntino con un hermano del Paraguay. Por eso digo que nuestras fronteras son fronteras que muchas veces no obedecen a cuestiones culturales, ni siquiera geográficas sino a fronteras que se hicieron en un momento histórico.

Y creo que lo importante de este momento es que los hombres y mujeres, que tenemos responsabilidades al frente de nuestros países por el voto popular; me encanta cuando dicen Presidenta constitucional o Presidente constitucional. No es un dato menor, en mi país – por ejemplo – asolado por tantas dictaduras. Pero digo hoy conformamos en los espacios que mencionaba Evo: la UNASUR, el MERCOSUR, la CELAC un espacio más ampliado aún un lugar donde hemos podido superar las fronteras y hemos podido construir espacios institucionales en los cuales resolver nuestros problemas, discutir nuestros problemas muchas veces con ardor, con fuerza porque somos pasionales, porque sentimos las cosas, porque las cosas no nos son indiferentes. Yo desconfío de eso que son siempre perfectitos, nunca se salen del lugar, y nunca elevan el tono de voz porque yo digo que los hombres y mujeres que tenemos responsabilidades institucionales también tenemos que tener no solamente racionalidad, sino también mucha pasión y mucho coraje para defender a nuestros representados.

Y yo la verdad que en la última reunión, en Mendoza, que tuvimos, que es la reunión a la que hacía mención el compañero Evo – histórica, diría yo – donde se decidió el ingreso de la hermana República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR y donde también se discutió la cuestión del Paraguay, que era la suspensión por lo que consideramos, sin lugar a dudas, un apartamiento de la cláusula democrática, un golpe institucional contra el compañero Presidente Fernando Lugo, que esperemos que se restablezca la democracia nuevamente cuando se den los comicios libres, democráticos y sin proscripciones para volver a regularizar todas las relaciones entre nuestros países realmente hubo un momento, en el cual muchas veces por nuestras pasiones no nos damos cuenta que tal vez una palabra o una posición pueda afectar la unidad del conjunto. Y yo creo que lo más importante que tenemos que preservar es esta unidad del MERCOSUR, de la UNASUR, de la CELAC, que fue precisamente las que nos permitió sortear momentos difíciles que vivieron nuestros países. Recuerdo la reunión de la Moneda, en Chile; recuerdo la reunión en Buenos Aires, cuando pasó lo del compañero Rafael Correa en Ecuador y también mi presencia aquí hoy, en Cochabamba, obedece a que nadie se confunda, a que todos estamos unidos y que todos vamos a defender con uñas y dientes no a los gobiernos o a las personas, sino a la voluntad popular, expresada libremente en comicios libres, democráticos y sin proscripciones. (APLAUSOS).

Porque tenemos que tener claro algo, no defendemos a tal Presidente o a tal Presidenta, a tal gobierno o a cual gobierno, sino a la voluntad de los pueblos que se expresen libremente.

Por eso, también sabemos los inconvenientes y los desafíos que tenemos por delante en un mundo que se está derrumbando y no precisamente por las políticas que siempre hemos dicho nosotros que debían llevarse adelante, se están derrumbado precisamente por esas políticas absolutamente, yo ya ni diría neoliberales porque sería darles una adjetivación que me parece que ya carece. Yo habló y hablé, en un encuentro que mantuvimos en el G-20, de este anarcocapitalismo que hoy vive el mundo, en el cual se privilegian los beneficios del sector financiero por sobre cualquier otra cuestión y está desencadenando estás caídas en serie digamos de los grandes países desarrollados que durante mucho tiempo se dirigieron a nosotros con alguito de soberbia, como diciéndonos que como éramos sudacas, o como éramos de color diferente de piel no teníamos las capacidades para conducirnos a nosotros mismos o para desarrollar modelos que fueran representativos. Y aquí estamos, los sudacas; acá estamos los pueblos originarios; acá estamos los sudacas que tenemos también orígenes de inmigrantes pero con la capacidad para formular políticas de inclusión social, aún en las diversidades que tenemos. (APLAUSOS). Porque lo más importante de todo no es que todos pensemos igual, sino que aún teniendo orígenes diferentes, o proviniendo de movimientos diferentes tengamos la inteligencia de poder superar esas diferencias y articular los intereses de nuestros pueblos, porque de lo que se trata aquí no es de articular los intereses de los gobiernos si no los intereses de los pueblos. Porque de ese modo estaremos representando a todos nuestros próceres, a la Juana Azurduy, que es cierto en mi país ella es una figura maravillosa. Yo la tengo en el Salón de las Mujeres Argentinas con su sable representando a la mujer heroína de la independencia y seguramente más adelante vamos a darle un lugar aún más importante todavía, como tantos otros patriotas que lucharon por la independencia de nuestra región.

Por eso hoy me encuentro muy contenta y además muy alegre por el afecto y el cariño con el que me han recibido siempre que he venido aquí a Bolivia. Yo me siento como en casa, lo dije con los periodistas y lo repito.

Ayer, Evo, estábamos en la provincia de Buenos Aires, en el Mercado Central, dando importantes subsidios a horticultores de toda la horticultora periurbana que tenemos en nuestra provincia de Buenos Aires, en el sur, en el oeste y hay una importantísima presencia de la comunidad boliviana que trabaja denodadamente y que crece y que es, precisamente, uno de los principales productores hoy de frutas, de hortalizas en nuestros país y que son bienvenidos.

Porque también nuestro país es un país abierto a lo que yo digo la segunda inmigración. Yo soy hija de la primera inmigración, De Vido también, aunque él es tano y yo soy gallega.

Pero ha venido una segunda ola de inmigración y yo lo decía ayer, que no tenemos que tener perjuicios, me refería a los argentinos, porque todavía hay algunos argentinos prejuiciosos, pero debemos saber que son comunidades laboriosas y que muchas de las cosas que comemos en nuestras mesas, se deben, precisamente, a su trabajo y a su laboriosidad y lo agradecemos.

Porque son solamente los tontos, los irracionales, los xenófobos, los que nos comprenden que los procesos migratorios son los que también dan crecimiento a la economía. Y si no, que se fijen en Europa, ahora que de repente han creído que la inmigración es responsable de sus problemas cuando en realidad la inmigración contribuyó fundamentalmente a hacer crecer toda la zona del euro.

Es así, Alvaro, mucha veces, cuando llegan los momentos difíciles, siempre se buscan chivos expiatorios. Y bueno, y la Vieja Europa tiene siglos de esto de buscar chivos expiatorios bajo distintas formas.

Esperemos que puedan reaccionar porque sabemos que en este mundo globalizado, que en este mundo tan interconectado, nada nos es indiferente, de alguna manera siempre la crisis que se desarrollan en lugares lejanos, de alguna manera nos toca. Y hoy, las economías emergentes, que fuimos las que sostuvimos el crecimiento económico de la última década a nivel global, también estamos siendo afectados en cierta medida por los coletazos de una crisis que se originó en los grandes centros de poder, en los grandes centros de poder económicos donde nos señalaban con el dedo.

Hoy leía en un periódico local, que se encontraban dos nacionalizadores, se referían a vos y a mí, Evo. A vos, por los hidrocarburos y a nosotros por lo que resolvimos con el 51 por ciento de las acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Pero yo estoy segura que si realmente esas empresas hubieran cumplido con un manejo responsable y racional de los recursos y, fundamentalmente, los pueblos hubieran advertido que su presencia era muy beneficiosa para ellos, porque hoy se hace imposible venir con las técnicas de los tiempos de la colonia donde extraían desde las minas de Potosí y se llevaban las cosas sin dejar nada.

Hoy, el mundo debe comprender que los países quieren manejar sus recursos naturales y hacer una política de ganar-ganar, que ganen los que invierten y que ganen también los que son propietarios de los recursos naturales. En definitiva, son los pueblos, no es ni Evo Morales ni es Cristina Fernández de Kirchner. (APLAUSOS)

Precisamente yo decía el otro día que nosotros habíamos elegido el camino más difícil cuando decidimos, porque podríamos haber expropiado el 100 por ciento de las acciones y decidimos solamente hacerlo con el 51 por ciento, es decir, para tomar el control accionario pero para seguir enlistado en la Bolsa de Nueva York, en la Bolsa local y, por lo tanto, seguir siendo controlados por todos los organismos que auditan a todas las empresas del mundo.

En realidad, con las cosas que uno escucha últimamente respecto de la tasa Libor, de lo que han hecho grandes bancos, se ve que mucho que digamos no los están auditando o, por lo menos, deberían poner un poquito más de empeño porque si no, no hubiéramos vivido ni sufrido las cosas que estamos viviendo.

Pero bueno, yo creo que es importante charlar estas cosas sin enojarnos, sin adjetivaciones. Ustedes verán que yo no adjetivo ni agrego calificaciones, porque yo creo que cuando hay mucha adjetivación, mucha calificación y mucho agravio, es porque no se tienen argumentos. Cuando hay razones no es necesario ni agraviar ni injuriar ni mentir ni nada, simplemente con la verdad.

Y para finalizar, hoy cuando venía desde el Aeropuerto aquí y vi una pintada, nosotros le decimos pintada a los graffitis, me acordé que cuando lo conocí a Canciller Choquehuanca en la News School de Nueva York, donde dimos una conferencia, ¿te acordás Héctor? ¿vos era cónsul en Nueva York?, y me acuerdo un concepto y se lo decía a mi secretario cuando veníamos hoy, "para vivir bien" y yo me acuerdo que él vio el concepto de que nosotros no queremos vivir mejor, porque siempre mejor puede parecer que el otro quiere mejor y mejor y más y más y más. Nosotros queremos vivir bien. Y vi esa consigna escrita en el paredón y me acordé de esa charla y me acordé de cómo ese concepto, porque no es una frase, está claro, es un concepto había impresionado a todo el auditorio en ese momento y también a mí que era una de las oradoras que había sido invitada.

Yo creo que ese debe ser, por ejemplo, uno de los objetivos de la UNASUR, del MERCOSUR, de la CELAC, que nuestros pueblos, que nuestras sociedades vivan bien. De eso se trata: gobernar y hacer política y nuestra responsabilidad.

Muchas gracias a todos los hermanos y hermanas, compañeros y compañeras que me han recibido y yo quiero invitarlos a brindar por la amistad entre Bolivia y Argentina, entre Argentina y Bolivia, por la unidad del MERCOSUR, de la UNASUR y de la CELAC y por una América del Sur que está como nunca y que yo creo que tiene una oportunidad histórica de ser una de las grandes protagonistas del siglo XXI.

Corren nuevos vientos y vienen también nuevos tiempos, el desafío es que nuestros pueblos y nuestras sociedades sean protagonistas de esos nuevos tiempos.

¡Salud! Gracias, muchas gracias. (APLAUSOS)