“A Página 12 lo describiría como una contraseña de identidad, lo que no significa pensar exactamente igual; es la contraseña de la gente que nos gusta debatir, discutir argumentar, es como un ADN que llevamos dentro”, graficó la mandataria. Y además, destacó la coherencia de ese medio a la hora de “defender lo nacional”.
Por otra parte, recordó en el momento del nacimiento del diario, en Santa Cruz, Néstor Kirchner sentaba las bases del Frente para la Victoria, afrontando las elecciones por la intendencia de Río Gallegos. Esas elecciones, rememoró, fueron ganadas por Kirchner por apenas 111 votos. Y por ese motivo, comentó: “No necesitás votos para entrar en la historia, sino hacer cosas importantes”.
Para la Jefa de Estado, “está muy bien identificar a Página 12 con el colectivo de los derechos humanos”, en virtud de su reconocido trabajo en defensa de ese principio universal. “Si hubo un lugar en el que fueron inflexibles e inclaudicables, fue en ese; y por eso tienen un lugar en la historia de los argentinos”, afirmó.
Asimismo, consideró que si un presidente encabeza el acto del aniversario 50 de Página 12, “querrá decir que se consolidó la transformación y el cambio que generaciones de argentinos demandaron”.
Un proyecto colectivo
En otro tramo del discurso, la Presidenta de la Nación se manifestó “muy orgullosa de formar parte de este colectivo, de este proyecto nacional popular y democrático, que es un proyecto de reparación de derechos”. Admitió que muchas veces se deben soportar expresiones que “tienen que ver con el odio”, y consideró que ni siquiera las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo cuando buscaban a sus hijos o nietos “no eran movilizadas por el odio, sino por el amor”.
Cristina Fernández indicó que Néstor Kirchner llegó a la Presidencia antes de lo que esperaba y opinó que “más que mérito propio fue mérito de la historia”. Recordó que ella fue quien escribió el discurso de Kirchner cuando se supo que no habría segunda vuelta, y su energía pese a haber recibido apenas el 22% de los votos.
“El era así y yo también. Cuando más me pinchan, saco fuerza de no sé de dónde y seguimos adelante”, afirmó. Y remarcó: “Eso nos viene de nuestra juventud. Ahí aprendimos una cosa: solamente te pueden vencer cuando has decidido no seguir luchando”, al tiempo que consideró que “los mejores aprendizajes son los de los errores y los desaciertos”.
La mandataria reafirmó “la idea de lo colectivo” presente en el movimiento político que encabeza el gobierno nacional. Sostuvo que “algunos se creían dirigentes, porque estaban sentados en una banca de diputado, intendente o concejal”, pero consideró que “el dirigente es el que marca el rumbo hacia donde hay que ir, aún cuando la mayoría piensa que hay que ir hacia otro lugar”.
Más adelante, la Presidenta afirmó que “el mundo es un inmenso caldero, no sé lo que saldrá, si la comida saldrá buena o mala. Pero estamos ante un cambio que no tiene precedentes”. En ese sentido, señaló que “debemos representar los grandes intereses, que son los de las grandes mayorías”.
La batalla cultural
Cristina Fernández sostuvo que en la Argentina se libra “una verdadera batalla cultural”. “Nos han podido vencer política y económicamente, porque antes nos vencieron culturalmente”, opinó.
Indicó que el gobierno va a seguir dando esa batalla “en todos los campos”, al igual que lo hace Página/12. “Esta es la riqueza del campo nacional, popular y democrático, que no obtura la discusión, sino que quiere ganar con convicciones y además con resultados”, expresó, al tiempo que reafirmó que “las ideas se convierten en realidad en política cuando las podemos llevar a cabo, sino son solo ideología”.
Asimismo, admitió que esa lucha “no la empezamos nosotros, somos meros instrumentos en esta etapa histórica que nos ha tocado vivir”. Y recordó que al ver “vestido de celeste y blanco” el edificio de YPF, sintió que se había “hecho un aporte muy importante al país” con la recuperación de la empresa más importante del país.
El papel de la militancia
La Presidenta señaló que “el militante es el que deja de lado cosas particulares” por privilegiar los intereses de la mayoría. Pero consideró que “a algunos se les fue la mano en el compromiso. Todo o nada tampoco sirve, porque con todo o nada siempre ganan los que nos dejan sin nada”.
Más adelante, expresó que “lo más maravilloso que está pasando ahora es que esos espacios que fueron vaciados durante tanto tiempo, hoy están ocupados por miles y miles de jóvenes, que se incorporan a la política de una forma distinta a la que la hacíamos nosotros”. “Nosotros lo hacíamos por la vuelta de Perón y el fin de la dictadura; estos pibes que lo hacen hoy, lo hacen en un gobierno de 9 años, apoyando un modelo, con alegría”, afirmó.
Por último, agradeció a los que hacen el diario y a “las Madres y a las Abuelas” de Plaza de Mayo. “Durante todos esos años, jamás pidieron pena de muerte y yo no sé si hubiera sido capaz, si me hubieran arrebatado un hijo, de hacer lo que hicieron ustedes”, señaló. “Verlas a ustedes con sus pañuelos, pidiendo justicia, pidiendo verdad y memoria, sin odios, y hoy concurriendo a los juicios de los genocidos, sin odio, sin revanchismos, me hace valorarlas muchísimo más”, agradeció.
Respecto a la temática de los derechos humanos señaló que hoy se incluyen otros “los personalísimos, aceptando otras identidades”. “A mí la palabra tolerancia no me gusta. Aceptar que hay diferentes, que hay quienes piensan diferente, y es lo que nos hace más ricos”, enfatizó.
Acompañaron a la presidenta en el acto el director periodístico de Página 12, Jorge Tiffemberg, el vicepresidente Jorge Prim; el gerente general, Hugo Soriani; el ministro de Planificación Federal, Inversiones y Obras Públicas, Julio De Vido; funcionarios nacionales, legisladores, representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, representes de la cultura, e invitados especiales.