PRESIDENTA.- ...Recién pasábamos por las famosas planchas que durante unos días parecía que se acababa el mundo porque no había planchas con rociador, bueno, Liliana, la otra fábrica que no me acuerdo el nombre, con rociador, con vapor, con, bueno, heladeras, tractores. Recién estuvimos en Metalfort también que ha crecido la venta desde que hacemos, digamos, una política nacional en materia de metalmecánica y todo lo que podamos sustituir en la Argentina y fabricar los argentinos. Yo creo que con esto los estamos ayudando a los angoleños también a dar un puntapié inicial. El Presidente está muy interesado en la asociación entres empresas argentinas y empresas angoleñas. La verdad que estuvimos hablando de lo más conocido al principio que es todo lo vinculado a la agricultura, a la ganadería, a lo que es típicamente argentino. Pero después también estuvimos hablando de energía nuclear, de radares, de software, cosas que normalmente no nos tienen asociados a la Argentina y que también estamos alcanzando un desarrollo muy pero muy importante. Así que, yo estoy fascinada, muy contenta, es un país en reconstrucción luego de 27 años de guerra civil y que está todo por hacerse y tienen ganas además de hacerlo. El 50 por ciento de la población es gente de menos de 15 a 20 años, con lo cual es una materia prima maravillosa para poder trabajar. También hablamos de intercambio cultural, de becarios angoleños en Argentina, de institutos aquí. O sea, que creo que tenemos mucho para hacer.
PERIODISTA.- Y las ganas de los empresarios también al venir más de 400 empresarios...
PRESIDENTA.- Las ganas, las ganas de conquistar mercados no tradicionales, porque además, los mercados tradicionales, digamos, hoy están con algunos problemas que esperemos que los solucionen también. Porque la verdad, que yo lo dije hoy, nosotros no somos como ellos que cuando a ellos les iban bien no les importaba que a nosotros nos fuera mal; nosotros somos mucho más responsables y sabemos que si a alguna parte del mundo le va mal, en algún momento ese mal le llega a todos y por eso tenemos un espíritu mucho más solidario, mucho más de compartir y la verdad que, bueno, esto que estamos haciendo de que parecía impensable, q uién podía pensar en el año 2003 que íbamos a estar en Angola cuando estábamos empezando en la Argentina. Así que, la verdad que estoy muy contenta. Estas son las cosas claras y concretas; contra esto no hay discursos, no hay injurias, no hay agravios. Estas son realidades, acá están las máquinas, acá están los empresarios argentinos que no pertenecen a ningún movimiento político sino que, en todo caso, pertenecen al movimiento industrial de la Argentina de agregar valor, de generar trabajo que es en lo cual tenemos que estar enrolados todos los argentinos pensemos como pensemos. Yo les agradezco todo lo que están haciendo y los insto a seguir adelante. Gracias.