Coronel Suárez, muy buenos días a todas y a todos.
Primero que nada quiero traerles un saludo y un fuerte abrazo de nuestra querida presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que el miércoles vuelve con todo, vuelve con toda la fuerza. Les manda un fuerte abrazo a Suárez.
Y quiero compartir con ustedes, porque la verdad este es un momento muy especial. Cuando escuchábamos las palabras de Ricardo, cuando vemos los hechos concretos que estamos haciendo hoy aquí, hechos concretos que incluyen la puesta en marcha del 60 por ciento que falta de la ruta 67, para que a fines del 2003 la Presidenta esté aquí inaugurando el final de esa obra.
Estos hechos concretos nos marcan que Coronel Suárez no es ni más ni menos que una parábola de lo que ha ocurrido en todos estos años en la República Argentina. Es la parábola de ese país que implosionó, como aquí implosionó la fábrica de calzado en su momento y 1.800 familias habían perdido sus puestos de trabajo; donde los comerciantes, los productores, todos iban perdiendo en un país que hasta perdió la figura presidencial, hasta que apareció Néstor Kirchner para volver a poner en valor la figura del presidente, el compromiso, el orgullo de ser argentinos.
Y entonces no sólo las ideas, no sólo los ideales, los hechos concretos marcan la diferencia de esas ideas y esos ideales, los hechos concretos como fue en su momento venir a la planta de la ex Gatic a sostener el seguro por desempleo. Yo me acuerdo que estaba en la ANSÉS y buscábamos la forma por instrucción del presidente, por pedido del intendente y finalmente se pudo conseguir sostener la planta mientras aparecía un inversor. Y también, como veíamos, es una parábola de este país, de este país del cual sabemos que la producción agropecuaria es importante, pero estamos seguros que con la producción agropecuaria no alcanza. Necesitamos lo que dice la Presidenta, la industrialización de la ruralidad para que todos tengamos trabajo y todos tengamos el orgullo de ser argentinos y nos podamos ver como iguales, nos podamos ver como hermanos, nos podamos ver como parte de un sueño colectivo y común.
Por eso es muy importante para nosotros estar trayendo, Julio, Gabriel, la televisión abierta, porque si uno mira con atención las políticas de Cristina Fernández de Kirchner, todas y cada una de ellas tienden a la igualdad, a la igualdad de derechos, a la igualdad de oportunidades. Y esto de la televisión abierta, digital, de la mejor calidad, es la igualdad de acceso a la información de todos, para que no sean unos pocos vivos los que nos cuentan el cuento que quieren y al mismo tiempo se llenan de plata a costa de todos nosotros.
Porque no nos molesta, nos pone contentos que haya quienes ganen plata. Lo que no nos gusta, lo que no vamos a tolerar es que sea a costa de un monopolio el cual tenga encerrados a todas las argentinas y a todos los argentinos. Contra eso, sea en la actividad que fuere, nos van a encontrar, por instrucción de la Presidenta, en la trinchera peleando del lado de los 40 millones para que no sean unos pocos los que se queden con el esfuerzo de todos.
Y aquí en Coronel Suárez, que es la tierra donde nació mi papá, estar viendo el hecho de que más de 180 familias reciben su casa, su hogar, nos marca también que en esta Argentina no sólo son las cosas materiales, sino el valor de la familia, uno de los frutos más importantes de estos 8 años. Porque en la Argentina también se ha reconstruido la mesa familiar, esa mesa donde se sientan los chicos que no van al colegio solamente a comer sino que van a aprender a estudiar, donde hay cada día más días de clase y donde tienen las netbooks al mismo tiempo que la asignación universal cuando su papá no tiene trabajo para poder prepararse para el futuro.
Esa mesa donde también se sientan los abuelos, que habían perdido la dignidad porque el sistema de AFJP los había dejado afuera y hoy son casi 3 millones las abuelas y abuelos que en todo el país también pueden sentarse a la mesa, con una jubilación que se ajusta dos veces por año y que les da dignidad en un momento muy importante de compartir en familia.
Pero muy por sobre todas las cosas, en esa mesa de los argentinos se sientan los papás y las mamás, 5 millones de puestos nuevos de trabajo que sirven para llevar comida, dignidad, educación, salud a cada una de las familias en nuestro país.
Es por eso que la Presidenta siempre dice con toda claridad dos cosas muy importantes: primero que nada, que este es un proyecto político para 40 millones de argentinos, para quienes piensan como nosotros y para quienes piensan distinto también, porque a ellos también les va mejor en esta Argentina de todos, en esta Argentina que crece. Sin rencores, mirando hacia adelante, mirando hacia el futuro colectivo, con la alegría de saber que estamos construyendo entre todos.
También lo dice nuestra Presidenta: solos no podemos, necesitamos de todos, sin mezquindad, sin venganzas, mirando al futuro que vamos a seguir construyendo sin ninguna duda en los próximos cuatro años.
Por eso es un orgullo poder estar en esta tierra, es un orgullo compartir, Intendente, Gabriel, en esta provincia, en esta ciudad donde ya no hay desempleo; en algún momento deambulaban buscando un trabajo. Es un orgullo ver que entre todos podemos soñar y realizar, porque un país sin realizaciones no puede tener sueños, pero un país sin sueños nunca va a poder realizarse. En eso estamos por toda la patria, trabajando para la Argentina de 40 millones.
Sé que ustedes también están muy orgullosos por el básquet, porque ayer Sarmiento pasó a los cuartos de final y seguramente los pone muy contentos acá en Suárez. Y el deporte sin duda es un aliciente para todos nuestros jóvenes, así como el arte.
Quiero decirles que es un hecho muy difícil de describir, compartir la actividad política con esos hombres y mujeres, como a mí me gusta decir acá estamos, somos el equipo de la Presidenta, somos el equipo de Cristina Fernández de Kirchner y estamos con ustedes a muerte. ¡Vamos todos juntos, vamos Suárez, vamos Argentina, fuerza todos, nos vemos pronto para seguir realizando! ¡Muchas gracias Coronel Suárez!