PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN EN LA PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DEL MATEMÁTICO Y PERIODISTA ADRIÁN PAENZA, “¿CÓMO, ESTO TAMBIÉN ES MATEMÁTICA?”, EN EL TEATRO MAIPO.
Gracias, muchas gracias, muy buenas noches a todos y a todas; dije que venía y estoy aquí, para que ustedes vean que yo no miento. Adrián Paenza es un científico increíble, pero un científico con humanidad, un científico próximo a todos nosotros, que va a presentar su libro de matemáticas y quiero agradecerle la donación que ha hecho de su contenido para que estén en todas las netbooks de nuestros chicos del Programa Conectar Igualdad. (APLAUSOS).
Quiero contarles algo, en realidad primero una cosa que me pone muy… me da cosita porque nunca imaginé que iba a estar en el escenario del Maipú, en mi vida (Risas y Aplausos). En mi vida, la verdad que por acá han desfilado cada minones impresionantes, pero que han hecho historia: Nélida Lobato, Nélida Roca, no che que me quieran es una cosa, pero que mientan es otra, déjense de embromar. Bueno eran unas mujeres impresionantes, talentosas, divinas, bueno como todas, toda una característica de argentina, de lo que fue el teatro de revista con los capocómicos, con nuestras vedettes. La verdad que yo me siento muy orgullosa de estar en este escenario, muy orgullosa. (APLAUSOS).
Y la verdad que el acto, la presentación del libro estaba prevista para el día 2, ¿verdad Adrián? Bueno cuando Aníbal, mi Jefe de Gabinete me manda el e-mail que le había mandado Adrián preguntándome si yo podía estar, le dije: “Aníbal, estoy en pleno G-20, el 3 y el 4 no puedo ir, pero décile que si –por favor – él puede postergarlo yo quiero estar presente”. Entonces ustedes se preguntarán porqué quería estar presente. Porque a mí me parece muy, pero muy importante que un Presidente, en este caso una Presidenta, de visibilidad a una ciencia, como la matemática, que debo confesarle también – a fuerza de ser sincera – que en el colegio no me gustaba porque no la entendía, porque me la enseñaban horrible, no sé porqué. Pero cuando lo escuchás a él, las cosas te entran de otra manera. Por eso quería estar presente, aquí, para decirle a todos nuestros alumnos, a todos nuestros docentes, a todos nuestros jóvenes que necesitamos generar capacidades diferentes muy vinculadas a las ciencias exactas, a las ciencias básicas que es lo que el país está necesitando y el mundo está demandando.
Y nosotros, que somos una gente con mucha creatividad, con mucha inteligencia, que comemos proteínas desde muy jóvenes, y eso también tiene que ver con las capacidades para poder deducir y analizar tenemos que convencer a nuestros chicos y tenemos también que ayudar a todo nuestro sistema docente a formular y reformular el sistema de enseñanza para que nuestros chicos se dediquen más a estas ciencias. Miren les doy un dato, cada 700 abogados que se reciben en la República Argentina solamente se recibe 1 físico, esto es un horror y miren que yo soy abogada, pero la verdad que necesitamos más matemáticos, más ingenieros, más físicos, más químicos, más gente vinculada a lo que va a ser la innovación, que ya es innovación tecnológica del siglo..
Bueno estaba contándoles que le dije: “décile a Adrián que si lo hace la semana que viene, la siguiente al G-20 yo voy, que él ponga el día que yo voy”. Y bueno acá estamos cumpliendo con la palabra. (APLAUSOS). Esto es la primera parte y la segunda parte que es la que el locutor iba a empezar a enunciar es que la cuestión era que me iban a presentar un problema y yo lo iba a resolver, a tener que deducir, analizar y resolver. Y la verdad que como él cuida mucho a la Presidenta y la Presidenta no podía quedar como una burra y como una tonta ante todo el mundo me mandó el problema y también, en otro sobre, la solución. (APLAUSOS). Momentito, hubiera quedado bárbaro que yo me hubiera hecho acá la vida y todo bien. No, qué pasó, voy a contar esto porque es literal a como sucedió, así pasó. Esta mañana sube uno de mis secretarios con el otro, Martí, e Isidro. ¿Dónde están mis secretarios? Están atrás, más bien que son mis secretarios, si hicieran otra cosa distinta por ahí le va mal, pero la verdad es la verdad.
Llegan mis secretarios y me dicen que este es el coso que le manda Adrián Paenza, el problema y en este sobre la solución. Entonces me sacan el problema y yo le digo: “no, no, no me abran la solución”. Yo soy muy competitiva, compito contra mí misma, era como Kirchner. Él era peor, él era infinitamente más competitivo que yo, creo que caminábamos juntos haciendo footing y él tenía que ir dos pasos adelante, aunque fuera reventándose, pero dos pasos adelante. En todo se tenía que medir. Cuando él no tenía a nadie a quién ganarle, se quería ganar a sí mismo. Y yo tengo también algo de eso, no tanto como él, porque también es muy malo, muchas veces hace daño querer superarse tanto y esforzarse tanto. Pero bueno, no quiero entrar en eso.
La cuestión es que leo el problema que eran 3 monedas e imaginemos 3 monedas, una donde tiene cara y seca, la de 1 peso, cara y seca, 2 tienen cara y 2 tienen seca. Entonces, uno si saber cuál elige, agarra una, la revolea, la agarra en el aire y sale cara. ¿Cuántas probabilidades había de que hubiera cara del otro lado? Y yo acerté, esa cara y otra más, dos más, era correcto. Digo: “¿Cómo es?”. “Así”, me dice Isidro. “Ah, bueno, si va a ser esto” me dice Isidro.
Isidro es un poco ese típico argentino que “no te van a creer, no haga eso”. Medio que, bueno. “No le va a creer nadie…”. “Y, bueno, pero ustedes vieron que yo acerté”. “No le va a creer nadie. Agarre y cuente cómo fue la cosa y va a quedar todo mejor y todos vamos a quedar contentos”.
La verdad que…bueno, algunos le hacen caso a la hija para hacer algunas cosas. Yo para estas cosas, que es una cuestión menor, me hago caso a Isidro y la verdad que el problema lo pudimos resolver.
Pero lo importante no es que uno sea más o menos inteligente, más o menos deductivo.
Después, para colmo, hay una cosa muy graciosa. Yo no sé qué método habré usado pero te voy a explicar cómo lo hice en mi cabeza: yo imaginé las monedas y, entonces, no sé si es un método deductivo, porque después de eso, hay tres hojas con x más a más b por cuánto, que era cómo tenía que llegar a la solución del problema.
Yo no hice nada de eso, debo reconocerlo. Me puse a pensar en las 3 monedas, cómo estaban en imagen, yo tengo mucha retentiva visual. Recuerdo que en la facultad por ahí cuando estaba estudiando, me ha pasado que me acordaba hasta en qué página estaba, de qué lado y no me acordaba lo que decía. Esas cosas, no sé si les pasa, pero tenía mucha memoria visual.
Y a partir de un razonamiento y de una deducción de carácter visual, teniendo las 3 monedas, acerté con la solución. Acerté no es una buena palabra para un matemático, “lo dedujiste”.
Yo quería estar presente en un día tan importante, no para Adrián, un día importante para la educación argentina, para el conocimiento argentino, para la ciencia argentina. Porque los presidentes también tenemos que estar en estas cosas.
Un presidente tiene que estar en un G-20, tiene que estar en un acontecimiento de estos, tiene que estar cuando se inaugura una cloaca y un agua corriente en el último barrio de la última provincia del país, tiene que estar en las universidades, tiene que estar en todos lados. Porque tenemos que acostumbrarnos a eso, a la diversidad, a la pluralidad, que somos un país amplio, diverso y que tenemos que estar en todos lados. Porque en todos lados están los argentinos y donde hay un argentino, ahí tiene que estar también su Presidente o su Presidenta.
Así que, acompañar en esta noche que es la noche de Adrián, volver a reiterar la necesidad, y esto tiene que ver también con que en el ministerio de Educación estamos estudiando la reformulación de becas del Bicentenario, que ya las habíamos orientado pero que las queremos reorientar aún con mayor intensidad, decirles a los chicos que hay otra manera de aprender matemáticas que no es esa cosa tan árida, por allí, como nos enseñan, hay otras maneras.
Yo le sugerí, por ejemplo, a la gente de historia, porque, por ejemplo, a mí me encanta la historia. Pero mi hija me decía cuando estudiaba “para qué quiero saber lo que pasó hace 20 años, 30 años, 2 siglos”. “Nena, porque si no sabés lo que pasó hace 20 años, 30 siglos, no sabés ni entendés lo que está pasando ahora y difícilmente puedas resolver lo que va a pasar mañana. La historia también es comprender esto”.
Entonces dije: “Hagan historia con dibujitos, con seres de carne y hueso, animados, para que los chicos se interesen y no sea la historia una larga lectura de fechas y una larga cronología que no le interesa a nadie, que aburre y que nadie puede retenerlo”. Hay que darle sentido a las cosas.
Las cosas para que los humanos nos interesemos en ellas, tienen que tener un sentido y tenemos que encontrarle un sentido. Para vivir tenemos que encontrarle un sentido a la vida, sino no vivimos. Y para estudiar y aprender, también tenemos que encontrarle un sentido a lo que nos enseñan y nos están explicando. ¿Para qué nos va a servir? Y yo creo que ese es el gran desafío de la educación argentina, de la comunidad educativa argentina, de los educadores, de los directivos, de los ministros de Educación, de los científicos, de los pedagogos, que son los que planean cómo enseñar mejor y cómo llegar a cada uno de nuestros chicos. Eso es lo que a mí me desvela.
Estamos poniendo mucho dinero, pero necesitamos que ese dinero se utilice bien y pueda reproducirse en mucho más y mejor conocimiento para todos nuestros chicos. Y no quiero aburrirlos más.
Muchas gracias a todos y acá estamos en el Maipo de Buenos Aires.
Gracias Adrián. (APLAUSOS)