Inauguración de la ampliación de fábrica de pastas en Tortuguitas

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE SU VISITA A LA FÁBRICA DE PASTAS LUCCHETTI, EN TORTUGUITAS, PARTIDO DE MALVINAS ARGENTINAS

  • Compartilo en redes :

Gracias, muchísimas gracias. Muy buenos días todos y a todas.

Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor presidente de Molinos Río de la Plata; trabajadores de esta empresa líder en la Argentina y tan inserta en las tradiciones alimentarias de todos.

Yo le comentaba recién a Luis Pérez Companc, a quien conozco desde Santa Cruz con su padre, en puerto San Julián, cuando formaban parte del proyecto de Cerro Vanguardia, que los fideos Don Vicente los tengo en mi memoria desde que era estudiante en La Plata, porque todos los estudiantes de La Plata compraban Don Vicente porque decían que era el mejor fideo, y me dijo: y sigue siendo el mejor. Así que me gusta ese orgullo de producir en la Argentina.

Y estamos aquí en nuestra Malvinas Argentinas inaugurando esta ampliación de una fábrica que genera más trabajo y fundamentalmente valor agregado a nuestros productos primarios, que es el gran desafío que tenemos los argentinos.

Le preguntaba recién al señor Presidente de qué origen eran las máquinas con las cuales procesábamos nuestra pasta. En muchos lugares a los que uno va las máquinas que procesan muchos de nuestros productos básicos, en los que tenemos insumos básicos, se construyen en otros países. Yo digo que es el gran desafío que tenemos en adelante para desarrollar aún más la industria, sobre todo aquellas donde los insumos son nuestros, porque somos grandes productores de soja, de maíz, de trigo y por lo tanto el salto que tenemos que dar ahora también es que esas máquinas puedan hacerse aquí, en la República Argentina, generando más valor y mayor grado de tecnología, porque tenemos toda la capacidad intelectual y técnica para poder desarrollar estas nuevas innovaciones tecnológicas. Ese es el gran desafío para cada vez poder seguir agregando más valor aquí en nuestro país, la República Argentina.

También estábamos en comunicación con Esteban Echeverría, un distrito de nuestra querida Buenos Aires, donde como decía el Intendente, en otras épocas la gente iba a pedir una bolsa de comida o anotarse en un plan social, y hoy se están anotando para poder ingresar a las fábricas que se abren o que se amplían.

Esto no es casualidad, esto se repite a lo largo y a lo ancho del país. Me ha tocado inaugurar fábricas en Santiago del Estero, en Salta, en lugares donde la gente emigraba por falta de oportunidades en su tierra. El otro día también en Entre Ríos me tocó inaugurar una planta de incubación de huevos fértiles y me dirigía la palabra un empleado, un licenciado en nutrición que había estudiado allí en la universidad y allí se quedaba en su pueblo y en su fábrica, no en su fábrica pero sí trabajando en ella, que es lo que nosotros queremos fundamentalmente.

Este modelo ha apuntado a ese gran organizador social que es la generación de puestos de trabajo y para eso hemos diseñado, proyectado, construido entre todos los argentinos, un modelo con variables que nos ha permitido mantenernos en pie en momentos en donde el mundo es un tembladeral. Y realmente las posibilidades de Argentina, la oportunidad histórica que tiene nuestro país y la región para convertirse en líder agroalimentario, es sin lugar a dudas única y la vamos a aprovechar, porque no vamos a dejar pasar la historia, como muchas veces nos ha sucedido aquí en la Argentina y hemos fracasado. Y cuando fracasa un gobierno, cuando fracasa un proyecto, generalmente termina fracasando un país.

Lo único que siempre les pido a todos es que me ayuden, que me ayuden los empresarios a seguir generando trabajo; la fábrica que estamos abriendo aquí en Estaban Echeverría recibió una parte de su financiamiento por parte de proyectos del Bicentenario; a empresas grandes y tradicionales, a familias que siempre han invertido en el país que también sigan con este afán emprendedor de apostar a la Argentina y a su gente, porque es nuestro lugar, es nuestra casa, y hoy no solamente nuestra casa sino también es un refugio, con las tormentas que se suscitan y que seguramente se van a seguir suscitando en un mundo cada vez más convulsionado.

Por eso también les pido ayuda a todos los dirigentes con responsabilidad institucional, porque esto no lo hace una sola persona sentada en la Casa Rosada, esto lo hace la colaboración de la sociedad, con sus dirigencias sociales, políticas, sindicales, culturales, participando en un proyecto de país, que no significa que no tengamos diferencias, que no significa que se pierda la identidad, pero que significa sí poner el acento en mejorar la calidad de vida de todos los argentinos. Este ha sido el gran objetivo que siempre hemos tenido en nuestras cabezas desde aquel 25 de mayo del 2003.

Y si uno mira aquella Argentina en la cual hablar de un político era casi decir una mala palabra -también les pasó a los empresarios, les pasó a los banqueros que no podían salir a la calle porque la gente los agredía y a cualquier persona que pudiera ser identificada con dirigencias- este país ha cambiado y hoy aplaude a sus empresarios porque abren fábricas para darle trabajo y genera una nueva inclusión en la política con miles y miles de jóvenes.

El otro día leía un artículo de un importante diario extranjero que hablaba del fenómeno de la juventud en la Argentina en la incorporación a la política, y la comparaba con los fenómenos de otras juventudes, que en otros lados están con fuertes protestas, algunas cerca, muy cerca, tal vez atravesando la cordillera, para lograr lo que los argentinos tenemos desde hace tanto y que hemos sostenido durante este gobierno con tanta fuerza como es la educación pública y gratuita, incluyendo a nuestras universidades. Veían también a los indignados en Europa o a esos jóvenes que protagonizan revueltas y cambios muy fuertes, en muchos casos muy violentos en la parte del Magreb, y se sorprendían de una juventud que apoyaba a un gobierno, que no es que recién comienza porque siempre cuando comienzan el apoyo de la sociedad es grande; al contrario, a un gobierno que lleva ocho años y medio ejerciendo la primera magistratura, primero a través de quien fuera mi compañero, el presidente Kirchner, y luego a través de mí. Entonces si se me permite también con algo de orgullo, cuando te apoyan porque no te conocen o porque tienen muchas esperanzas e ilusiones siempre es valioso, pero cuando después de conocerte durante ocho años te siguen apoyando y cada vez más, bueno, tiene un mejor sabor, un mejor gusto y seguramente una mejor consecuencia, porque nosotros necesitamos a nuestros jóvenes para trabajar, para estudiar, para impulsar a los investigadores, a los científicos, a los técnicos, a los trabajadores. Necesitamos precisamente paz y concordia para poder seguir creciendo, para poder corregir las cosas que haya que corregir, para poder mejorar las cosas que deben mejorarse, porque siempre es posible hacer mejor las cosas, sería necio decir que todo es perfecto.

Por eso yo estoy muy contenta y muy orgullosa, y la verdad que para mí como lo digo siempre no hay mejor acto que aquel que se puede hacer en una fábrica que se abre, que se amplía, en una fábrica que incorpora gente, que incorpora tecnología y aún más en una fábrica tan vinculada a lo que es nuestra idiosincrasia y a la producción primaria argentina. Esa frase que yo vengo pronunciando hace mucho tiempo, que no es una frase, es una idea, una convicción y encierra un proyecto de país que salde definitivamente diferencias entre el sector primario de producción y la industria que tantas veces minaron e hicieron fracasar el desarrollo y el crecimiento de la República Argentina.

Por eso quiero agradecerles a todos ustedes la presencia aquí, la confianza en el país, a los capitales nacionales de Esteban Echeverría, al apoyo también de una firma internacional de la calidad de Adidas, que dio una parte muy importante de la inversión, junto con el préstamo del Bicentenario, para que haya 300 trabajadores en Esteban Echeverría. Y también gracias a quienes siguen apostando en el país y han ampliado esta maravillosa fábrica y el orgullo de que sea una de las 10 principales fábricas de pastas de todo el mundo, estamos muy orgullosos como argentinos realmente.

Muchas gracias Malvinas Argentinas, muchas gracias a los trabajadores, muchas gracias a quienes han apostado y siguen invirtiendo, gracias y fuerza para seguir todos adelante. Muchas gracias.

Video

Galería

Necesitamos paz y concordia para seguir creciendo dijo la Presidenta al inaugurar la ampliación de una fábrica en Tortuguitas
Necesitamos paz y concordia para seguir creciendo dijo la Presidenta al inaugurar la ampliación de una fábrica en Tortuguitas