Acto de inauguración del nuevo tramo de la Línea Comahue-Cuyo: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL NUEVO TRAMO DE LA LÍNEA “COMAHUE - CUYO” Y DE OBRAS POR VIDEOCONFERENCIAS, EN LA PROVINCIA DE MENDOZA

 

¡Hola Mendoza! ¿Cómo están? Muy buenos días a todos y todas.

Señor Gobernador de la provincia de Mendoza; señor Intendente de la localidad; intendentes que nos acompañan también, ahí lo veo a Víctor Fayad, de Mendoza, a Paco, a tantos amigos.

Déjenme contarles que cuando recién veníamos en este metro tranvía, tren, con unas vías espectaculares y el ministro Paco Pérez me explicaba cómo han logrado con una máquina especial unir bien las vías, de modo tal que no se produzca este saltito tan característico del tren. El andar en rodar es fantástico. Estamos ante el período de prueba, me decía Celso, que esto va a estar definitivamente terminado con los 11 vagones, con los 11 cuerpos que además firmé el decreto para que no paguen aranceles en la Aduana y entonces, como es del Estado, en este caso el Estado mendocino, colaboramos también desde la Nación con las vías en perfecto estado, va a ser reconstruido maravillosamente. Felicitaciones al Gobierno, al Ministro. La verdad, la alegría de la gente además. Es casi épico saludar del tren, uno siente que protagoniza una suerte de película histórica que nos habían truncado a los argentinos y que ahora, con mucho esfuerzo pero con mucha esperanza estamos reconstruyendo todos los días.

Hace poco también crucé el río Uruguay en el tren de Los Libres para encontrarme con mi querido amigo y compañero Pepe Mujica del otro lado, y vamos reconstruyendo esta Argentina que nos habían arrebatado y que la hemos recuperado no para nosotros, sino para nuestros jóvenes, para nuestros hijos y para nuestros nietos, para que ellos no tengan que vivir las cosas que nos tocaron vivir a nosotros.

Creo que el esfuerzo más importante que puede hacer cualquier ser humano, cualquiera sea el lugar que éste ocupe, el más importante o el más visible institucionalmente, hasta el más pequeño, tiene que ser hecho con esa mística: construir un lugar mejor para vivir.

Y la verdad que cuando inaugurábamos recién esta línea Comahue que demandó del Estado Nacional una inversión de 2.700 millones de pesos en esos 705 kilómetros, hoy estamos haciendo la inauguración del último tramo, el más grande, el de casi 500 kilómetros, antes habíamos inaugurado el de ciento y pico de kilómetros, es como decía recién ese corto, donde hablaba de las bondades, alguno puede pensar que es solamente una línea de transporte, una de las tantas que hemos hecho en el país.

Quiero darles una cifra, esto no solamente significa conectar a Mendoza todo el sistema interconectado al hacerlo con Comahue-Cuyo, significa también un ida y vuelta para provincias como Santiago del Estero, como San Luís, como Córdoba; es que estamos de a poco reconstruyendo la fuerza de todos los argentinos.

Quiero decirles que en estos 8 años de Gobierno, estos 8 años en donde a él le tocó tal vez comenzar desde muy abajo, de lo que él decía era el infierno. Así es, en los pibes que cobran la Asignación, él vive, en los jubilados que cobran una mejor jubilación también, en los docentes, en las universidades, en los científicos que volvieron al país, porque hemos recuperado la esperanza, en los empresarios que han vuelto a invertir, en los miles de comercios que se han vuelto a abrir, porque hay argentinos que consumen, por eso tenemos tanto comercios, porque hay muchos argentinos que hoy han vuelto a consumir. Vive también en esos profesores de la universidad que han vuelto a recuperar salarios dignos, en los trabajadores, en los más de 5 millones de trabajadores que se han incorporado.

También, como dicen ustedes, en la Asignación Universal por Hijo, por Embarazo, en los derechos sociales que hemos reconstruido y que hemos creado nuevos derechos, en los que han logrado mayor igualdad también.

Quiero decirles que también vive, sí, en esta obra, porque él amaba las obras, la infraestructura, porque sostenía que eso era el progreso. Lo comprendió desde que era intendente, por eso uno de los planes más importantes que se han lanzado, han sido precisamente también el plan de Infraestructura del cual esta inauguración de hoy, línea de 500 kilowats Comahue-Cuyo, integra parte de los mas de 4.104 kilómetros de líneas de 500. Sí, esa es la cifra de transporte de energía, 4.104 kilómetros. Pero no se transporta solamente energía, cuando llega la energía a regiones donde no la había, llegan las posibilidades de la inversión, llega el trabajo, llega la producción, llega el progreso, llega la igualdad y la mejor calidad de vida. No es solamente transportar energía, estamos transportando igualdad también, soberanía, federalismo a lugares del país que históricamente habían sido relegados y postergados. Sí, la dignidad siempre, porque en definitiva la dignidad es el objetivo final.

Hemos no solamente interconectado a la provincia de Mendoza como lo estamos haciendo hoy, a la provincia del Chubut, al Norte de Santa Cruz, a la provincia de San Juan, La Rioja, Chaco, el Norte de Santiago del Estero, las provincias de Jujuy, de Salta y hoy también, aquí, Mendoza, y San Luis también. Esto llega a todos, no importa, a los 40 millones, no les pedimos haber con quién están. Cuando te llega el gas y abrís la hornalla, el gas sale así seas radical, peronista o comunista. Dejémonos de jorobar, dejémonos de embromar con estas cosas.

Ese redistribuidor de tránsito que parece un trébol de 4 hojas que vincula a la ruta 40 con la provincial Nº 10 y que va a permitir una mejor funcionalización del tránsito, la van a transitar camiones, autos, motocicletas o lo que sea conducidos por hombres y mujeres de distintas ideologías y religiones. Terminemos con divisiones inútiles y artificiales. La única distinción que podemos hacer que es bueno que la hagamos es entre los que sólo hablan y critican o los que nos pasamos el día laburando  las 24 horas para que vivan bien los 40 millones de argentinos.

La verdad que cuando uno termina el día, cuando a una le toca ser Presidenta y estar sentada en ese lugar tan difícil y estar sentada en ese lugar tan difícil y también con situaciones personales que por allí te complican un poco la vida, o de la complican bastante, la verdad que y con todo lo que está pasando en el mundo que uno tiene que estar barajando todo para que impacte lo menos posible en nuestro país, como lo hicimos en el 2008 y en el 2009, cuando hacíamos prácticamente magia todo los días para que la crisis impactará lo menos posible en nuestros conciudadanos. Es tanta la cantidad de horas, el trabajo, los problemas, la necesidad de poner toda las neuronas para solucionar esas cosas que uno poco tiempo tiene para detenerse en comentar lo que dice algún otro, así que dejemos que hablen o que critiquen, nosotros sigamos trabajando, sigamos haciendo sigamos construyendo. (Aplausos).

Yo creo que ese es el camino y luego la gente decide democráticamente como siempre. Y luego cuando pasan los períodos electorales ver si en esta nueva Argentina que estamos construyendo, ver si con todas las cosas que nos han pasado, que fueron muchas, podemos los argentinos sentarnos tranquila y serenamente a discutir ideas, a debatir proyectos, pero - por favor - sobre la base de las realizaciones, de lo que cada uno ha hecho es necesario que cada uno tome conciencia de lo que es capaz de brindar para su país; relegar un poco las legítimas ambiciones que todos tienen y ponerse en el lugar de los argentinos a los que todavía no hemos podido darles un trabajo digno, un trabajo registrado y que tienen que cobrar asignación.

Yo la verdad que sueño con el día en que los chicos que cobren Asignación Universal ya no lo hagan como una Asignación Universal, sino como asignación familiar porque sus papás han conseguido un trabajo digno. (Aplausos). Ese sería nuestro mejor logro como país y sociedad. (Aplausos).

Por eso los miles de millones de una obra, los 153 millones - como decía recién el comercial de ese distribuidor de tránsito - estos maravillosos vagones que van a constituir una moderna red de transporte público. Vamos también a ver si podemos hacer - charlábamos recién cuando veníamos en el avión porque nosotros a diferencia de Charlie García vamos en avión y en tren, cuando veníamos en el avión…ah, no lo entendieron, no la habían pescado. Recién cuando veníamos en el avión con el secretario de Transporte veníamos hablando de la necesidad también de ver si podemos ayudar ahí al Intendente de Mendoza a hacer un túnel para que pueda pasar por abajo el metro. No es cierto Schiavi, el metro, el subterráneo, los autos y lograr recuperar una parte importante, dicen que querían hacer Puerto Madero, ustedes tienen que hacer Puerto Malbec, no Puerto Madero. Acá en Mendoza Puerto Madero. Están todos locos, Puerto Malbec, ahí me gustó más. El Malbec, nave insigne de Mendoza y de la Argentina en los vinos. Pongámosle a cada lugar nuestros nombres y nuestras identidades, seamos nosotros mismos en cada uno de los lugares: en la Patagonia, en Cuyo, en el NEA, en el NOA, también en la ciudad capital, pero cada uno con su identidad, con su historia.

Y yo quiero decirles, finalmente, a esta maravillosa visita de hoy, de tanto cariño y tanto afecto, en cada una de las estaciones habían cientos y cientos de mendocinos con banderas saludando, quiero decirles a todos que todo esto que estoy haciendo lo estoy haciendo, fundamentalmente, con un gran esfuerzo, pero con una gran convicción: la de dejarles a los jóvenes de mi país un país mejor; cuando los chicos cantan: “acá tenés a los pibes para la liberación”, yo le digo que claro que sí para liberarnos de la miseria, para liberarnos del fracaso, para liberarnos de las frustraciones, para liberarnos de  de la pobreza y entonces cuando hayamos liberado a todos y cada uno de los argentinos porque hay trabajo digno para todos, cuando logremos que además de estos 300.000 argentinos, que con el Plan que lancé, allá por el año 2008, y que llamé “Fines” (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios), que tenía por propósito lograr que aquellos que no habían terminado el secundario – y luego lo ampliamos a la primaria - pudieran lograr un título. Y hoy estamos entregando el título número 300.000, en un programado donde tenemos más de un millón argentinos inscriptos; hasta nuestros cooperativista también del Plan “Argentina Trabaja”, que además de conseguir un trabajo estamos alfabetizando, en algunos casos, y dando títulos en algunos otros… la educación. Yo quiero terminar con ese gran logro, con esa construcción sin fin que es la educación en la Argentina y que él como un visionario supo que debíamos dar vuelta a esa ecuación, que era la ecuación de la frustración y del fracaso, cuando destinábamos del 5% del PBI al pago de la deuda y solamente el 2% a la educación. Hoy, después de ocho años de este maravilloso proyecto nacional, popular y democrático, estamos destinando a la educación 6,47% del PBI y solamente el 2% al pago de la deuda. (Aplausos).

En un mundo que se derrumba, en un mundo donde pretendían darnos lecciones y condicionarnos - y aún hoy, porque debo decirlo, aún hoy en medio del fracaso más estrepitoso del que se tenga memoria, en las últimas décadas, aún hoy - los responsables directos de ese fracaso aquí en la Argentina, en el año 2001, y hoy en Europa y en Estados Unidos, pretenden seguir dándole al mundo la misma medicina, que nos dieran a nosotros, durante una década para arruinarnos. (Aplausos). La verdad, no se entiende tanta terquedad, tanta necedad, cómo es posible que se pretenda que a través de planes de ajuste en la economía se va a reactivar y va a venir el crecimiento. Es casi un contrasentido, mil y unas veces lo explicamos en cada uno de los foros internacionales. Recuerdo en la primera Asamblea de Naciones Unidas, cuando Néstor dijo que nos dejaran crecer, que nos dejaran lograr generar crecimiento en la Argentina porque no se conocía que ningún muerto pagara sus deudas. Fue una metáfora emblemática, una metáfora visionaria de lo que está pasando hoy en el mundo, él era un visionario, él pudo ver antes lo que otros no veían. Y por suerte esta Presidenta, como ese Presidente tampoco hicimos caso a los que nos decían que debíamos enfriar la economía, allá por el 2007. Lo recuerdo muy bien… no sé si mujer idónea, mujer con historia y memoria, en todo caso, historia y memoria, dos elementos fundamentales para no equivocarse, ni tropezar dos veces con la misma piedra; historia y memoria es lo que tenemos los argentinos y un proyecto que reivindica - por sobre todas las cosas - la decisión institucional de que las políticas económicas se deciden en la Casa Rosada y en el Parlamento de la Nación, aquí con las instituciones de la Argentina, eso también es un logro que hemos construido porque yo recuerdo también cuando era legisladora y tener que legislar hasta la madrugada por allí porque venían directivas de que se necesita tal ley, o tal disposición, o tal normativa porque si no se veía el mundo abajo. Se cansó el Parlamento argentino de acatar todas y cada una de las decisiones, que les pedían desde afuera y el mundo igual se vino abajo, la Argentina igual se nos vino abajo. Por eso aprendimos que con errores o con aciertos somos los argentinos lo que decidimos nuestro presente y por sobre todas las cosas nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Gracias a Mendoza, gracias por acompañarme, gracias por el afecto. Quiero decirles que siempre voy a estar junto a ustedes, tendiendo la mano a todos y cada uno de los argentinos que lo necesitan, sin rencores y sin divisiones, solamente con la esperanza y con el amor de construir una Argentina mejor.

Muchas gracias y hasta siempre. Los quiero mucho, que Dios los acompañen a todos y a todas, cuídense mucho, por favor. Muchas gracias.

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