PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA MUESTRA FOTOGRÁFICA EL DAKAR EN LA ARGENTINA, Y FIRMA DEL ACUERDO PARA EL REGRESO DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE MOTOCICLISMO, REALIZADO EN LA EMBAJADA ARGENTINA EN FRANCIA
Muy buenas tardes a todos y a todas.
A los organizadores y a la señora que me acaba de entregar el obsequio y que es la propietaria de la firma que patrocina, precisamente, todo este evento increíble que es el Dakar; al señor Embajador de Francia en mi país, que nos obsequia con su presencia, a quien también fuera Embajador de este querido país en mi país y que ha venido a acompañarnos, a quien aprecio mucho y a quien le agradezco muchísimo su presencia aquí. Estaba en todos los actos en los cuales yo estaba, aún en los que fui de campaña a Presidente. Yo le decía que era mi Embajador representante ante el Cuerpo Diplomático de la campaña, así que le agradezco mucho realmente que hoy esté aquí entre nosotros, guardamos muy gratos recuerdos de su presencia en nuestro país; a las queridas Abuelas, que hoy nos acompañan porque saben que mañana vamos a tener un evento muy importante; a los Hijos y Nietos y a todos los amigos que hoy nos acompañan aquí, en la sede -estamos en un cachito de la República Argentina, en realidad muy paraditos en la República Argentina- de la Embajada Argentina en Francia, para dos importantísimos eventos como es el Dakar, esta vez va a salir de la ciudad de Mar del Plata; para ello estamos haciendo importantísimas obras que van a servir a la ciudad de Mar del Plata estructuralmente como el refulado de las playas, y va a permitir que ingresen precisamente los buques que llevan todos los autos; autos es una generalidad, un eufemismo, todo el desplazamiento de camiones, de autos, de equipos en general en esa formidable y única prueba en su tipo que es el Dakar y que recién me decía Meri que me felicitaba por la efervescencia, la fuerza y el acompañamiento de todo el pueblo argentino en este evento que realmente es algo maravilloso, porque se da a lo largo y a lo ancho del país cuando recorren y luego cuando van a Chile. En esta oportunidad, creo que llega hasta Perú, empieza en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires en la República Argentina y termina en Lima, en la República del Perú. Constituye realmente un evento -yo diría- por de pronto de aspectos o características deportivas, pero creo que finalmente termina siendo un gran evento cultural por la participación, la masiva participación popular que genera en todos y en cada uno de los lados en que va. Y que nos ha permitido también a los argentinos, elevar nuestra autoestima, y también hubiera sido impensable años atrás que Argentina podía ser escenario de una muestra de esta importancia, de este nivel internacional, y al mismo tiempo sirve para que el mundo conozca cómo es, qué es y cuáles son los recursos naturales y fundamentalmente, los recursos humanos. Porque es una característica, todo el mundo que conoce Argentina siempre te relata las maravillas de los recursos naturales, si estuvo en el Sur, en la Patagonia, que alguna vez van a tener que ir a la Patagonia, porque yo me siento muy ofendida.
Me decía recién Quique: “hay mucha piedra en la Patagonia y es muy difícil”. Bueno, para cosas fáciles no se ha hecho Dakar. Así que creo que alguna vez quiero ver recorriendo la Patagonia cerca del Glaciar, cerca del Campo de Hielo; me imagino a motos atravesando el Campo de Hielo que son 200 kilómetros; si uno entra por El Chaltén y sale por el Sur, son 200 kilómetros por ejemplo de las temperaturas más bajas y en un ámbito único y absolutamente irrepetible. Bueno, alguna vez llegaremos.
Pero todo el mundo termina siempre remarcándome las características de los recursos humanos de la República Argentina, de la calidad de los argentinos, de la participación de los argentinos, con lo cual, lo sigo afirmando, más allá de las magníficas cosas que nos ha dado Dios en lo recursos naturales, en paisajes, en riquezas, creo que lo más importante afortunadamente, sigue siendo el pueblo, sigue siendo esa cosa que se denomina recursos humanos, pero que a mí me gusta decirle con un nombre más identitario: el pueblo de la República Argentina. Así que agradecemos una vez más que nos hayan elegido como uno de los partícipes en esta prueba.
La otra, también de no creer, más de no creer todavía que el Dakar, porque poder organizar – yo no soy muy entendida de motos, acá tendría que estar Amado Boudou, el ministro de Economía, que ese ruidito del libro quedaría chiquito al lado del que él le hace con la Harley Davidson arriba de la que anda, tendría que estar acá, es el experto – pero realmente me han dicho que el G.P. es el premio más importante, es el evento más importante en materia de motociclismo a nivel internacional y lo vamos a realizar nada más y nada menos que en Santiago del Estero, la provincia más antigua de la República Argentina, más de 400 años, no en la ciudad exactamente pero sí en un lugar turístico muy importante como son las Termas de Río Hondo, donde hay una infraestructura hotelera muy importante, pero donde además la provincia ha hecho y está haciendo importantes inversiones. El Gobernador Gerardo Zamora nos acompaña y cuando entre ambos –Nación y provincia – decidimos hacer la inversión para que esto pueda realizarse porque significa también un salto cualitativo para la Argentina y especialmente para la provincia de Santiago del Estero.
Yo pensaba – le decía a Gerardo cuando decidimos esto – impensable también unos años atrás que Santiago del Estero, que forma parte de las provincias del NOA-NEA argentino, una región históricamente postergada injustamente en la República Argentina y que hoy está floreciendo, está generando los crecimientos más importantes en términos económicos y también los saltos cualitativos en materia social sea hoy y pueda ser porque lo importante es que es puede ser el escenario: ha logrado reunir las obras, ha logrado reunir las calidades, las cualidades que se necesitan para ser precisamente protagonista de este evento deportivo tan importante. Y eso también, Gerardo, en cierta manera revela para todos los argentinos, en general, y los santiagueños, en particular, un motivo de orgullo.
Y luego estamos aquí también porque mañana, en un acto que seguramente va a ser muy emotivo le van a dar el Premio de la Paz, el premio más importante que otorga la UNESCO, a nuestra querida Estela de Carlotto, presidenta titular de Abuelas de Plaza de Mayo, nos acompaña Rosita, la vicepresidenta; Buscadita también; Elsa Oesterheld, que está también con nosotros; los hijos; los nietos. De acá diviso a Juan, a Victoria, a un montón, está también Madariaga. Yo digo Abel Madariaga, porque en realidad es Abel Madariaga hecho pequeño, es el papá – ya sé que es Francisco Juan, era una broma, no me entendiste – digo Abel porque es tan parecido al padre que no necesitaba ADN. Esta era la broma que yo tenía que hacer después y Juan me la arruinó, Juan y Juan Cabandié, que es otro de los nietos recuperados y la verdad que será un momento muy especial.
Yo también quiero agradecer en estos momentos a Francia, seguramente también mañana lo vamos a hacer, por todo lo que significó en materia de luchas por los derechos humanos, en todo lo que significó en ser un refugio para los que huían del país y también en ser un gran activista internacional frente a las violaciones que se cometían en la Argentina, en materia de derechos humanos. También recibió aquí a nuestro querido embajador ante la UNESCO, el pianista Miguel Ángel Estrella fue también, junto a Daniel Filmus y a otros, un firme impulsor de otorgar este premio tan merecido a Estela. Tan merecido y ellos mismos en un tiempo dirían: “Pucha, nos gustaría que nadie tuviera que recibir en la Argentina un premio por estás cosas que nos pasaron”. Porque hubiera sido mejor que no pasaran y que el premio fuera recibido por cualquier otra cosa, pero definitivamente es también una caricia al alma y un reconocimiento a los que nos pasó a los argentinos y la firma convicción de que nunca más vuelva a suceder.
Afortunadamente, hoy, la Argentina es otro país, totalmente diferente no solamente en materia de derechos humanos, sino también en materia económica, en materia social. Realmente me da mucho orgullo hoy como Presidenta de todos los argentinos poder estar hablando de las cosas que nos están sucediendo a los argentinos en materia de crecimiento económico; en materia de inclusión social; de cómo hemos avanzado de aquí al 2001 en que implosionábamos y que parecía que el mundo y la Argentina se desintegraban y hoy estamos en una posición realmente importante logrando metas sociales y metas económicas impensadas, desde la reducción del analfabetismo a 1,9; allá en el año 2001, en el último censo, teníamos el 2,6 y hoy somos uno de los países con menor índice de analfabetismo en todo el mundo. También con nuestros programas sociales que nos permiten dedicar el 1,2 por ciento de nuestro PBI a un programa de inclusión, como es la Asignación Universal por Hijo, que ha permitido que millones de chiquitos que todavía sus padres no puedan tener trabajo o un trabajo decente puedan igualmente garantizar su acceso a la educación y a la salud. No sé qué le pasó a alguno con el celular ahí, pero ya se le solucionó seguramente, esas cosas de los adminículos modernos que estás hablando y suenan y te distraen por ahí, pero bueno no importa. Los números también de esa educación a la que destinamos también un 6,47 de nuestro PBI.
Y todos pueden parecer números pero esos números tienen – como siempre digo – rostros humanos, tienen historias de vida que han significado un vuelco muy importante a una Argentina que siempre era mostrada o era digamos enseñada entre comillas como un lugar a donde alcanzaban solamente cosas malas.
Creo que esto es un logro de todos los argentinos, en el cual yo tengo el honor de representar a esos argentinos y a esta Argentina que hemos construido entre todos y estar en hechos como este que nos ocupa hoy, la firma de un convenio tan importante en materia deportiva, que también nos da un lugar en el mundo. Porque está claro que se elige a la Argentina porque reúne las condiciones, las calidades y las garantías para ser eventos de esta naturaleza, no es una elección al azar, no es una elección porque alguien dio vuelta a una ruleta y salió la Argentina, ni es viento de cola, es una decisión de quienes conducen esos eventos tan importantes y que reafirma un poco esto que venimos diciendo.
Y mañana también en otro evento tan importante que nos coloca – a la Argentina – en materia de derechos humanos y en materia de memoria, verdad y justicia también a la cabeza del mundo, no solamente es la economía, no solamente es la sociedad y el progreso todo esto también puede darse porque hay una sociedad que cree que los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia son importantes. No es casualidad que se pueda dar todo esto en un mismo espacio histórico y geográfico. Tiene que ver porque son vectores, son directrices que se entrecruzan y dan como resultado esto que estamos viviendo hoy.
El otro día una persona muy especial porque es una persona con una historia de vida como tantos otros argentinos jóvenes, menores de 35 años, que hoy nos acompañan, me decía que tal vez lo más importante que le haya pasado en la vida es estar viviendo esta Argentina que nunca pensó que iba a poder vivir, después de todas las cosas que había vivido o que le había tocado sobrevivir. Yo creo que algunos hemos tenido la suerte de vivir y otros han tenido la suerte de sobrevivir y han podido comenzar a vivir, en el buen término y sentido de la palabra, a partir de que se lograra una determinada (salto de satélite) y yo creo que esto es muy importante: distinguir entre vivir y sobrevivir. Y la verdad que nosotros queremos vivir y queremos que todos, no solamente en la Argentina, vivan en una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria, que de eso se trata apenas lo que todos intentamos hacer todos los días.
Muchas gracias por acompañarnos, veo gente también como Susana Rinaldi, una fantástica argentina que también viviste exiliada Susana mucho tiempo, aquí en París, ¿no? No te pongas los anteojos que llorar no está mal, que te queda bien además, queda bien llorar, además hace bien. Y bueno tantos otros argentinos y argentinas importantes que hoy nos acompañan a los cuales agradezco muchísimo que podamos compartir este momento y mañana el que vamos a compartir en la UNESCO. Muchas gracias y buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS).