PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN LA INAUGURACIÒN DE LA NUEVA SEDE DE LA EMBAJADA DE LA REPÙBLICA ARGENTINA EN BRASIL, SEIS QUADRA 803, LOTE 12, ASA SUL, BRASILIA.
Muy buenas tardes a todos y a todas; querida Presidenta Dilma, de la República Federativa de Brasil; querido Lula, ex presidente, pero quiero decirte que no estás aquí solamente como ex Presidente de la República, sino como amigo de esta Presidenta y amigo del hombre que fue mi compañero de vida, mi compañero de lucha y durante cuya gestión se decidió y se inició la construcción de esta Embajada.
Esta no es una construcción cualquiera, la Argentina no tenía embajada propia en la casa de su principal socio y amigo, teníamos embajadas en Washington, teníamos embajadas en los países desarrollados, pero aquí, en este terreno donde se ha levantado esta modernísima, me atrevería a decir la más nueva de Brasil y la más moderna, había un terreno que había donado, por el Gobierno de Brasil, allá por la década de los 60, cuando se funda la ciudad de Brasilia y la Argentina jamás había construido nada aquí, yuyos y me dicen que una canchita de fútbol, así era, para hacer picaditos argentino-brasileros; de un lado la Embajada de Uruguay, y del otro lado, la Embajada de Chile y aquí, en el medio, en el lugar de Argentina, nada.
Cuando él decidió iniciar esta construcción, que hoy me toca inaugurar a mí, junto a mis dos queridos amigos, fue producto de la decisión que él había tomado cuando supo que él – como lo decía hoy – un gobernador de una provincia muy pequeñita, que llegó apenas con el 22 por ciento de los votos y el Presidente del Brasil, un obrero; siempre se acordaba que vos habías dicho que el primer título que habías tenido era el de Presidente y él entabló esa amistad, ese entendimiento y esa convicción y juntos supieron levantar todas las barreras culturales y políticas, que desde afuera se habían montado para mantener a la Argentina y a Brasil alejados y separados.
Él siempre me dijo: “nunca te olvides, Brasil va a ser una de las economías más importantes del mundo y allí tenemos que estar nosotros, junto a ellos complementándonos, integrándonos y desarrollando la región”, porque tenemos la responsabilidad por ser los dos países más voluminosos en territorio y en monto de la economía tenemos una responsabilidad muy grande, no solamente con el Brasil, no solamente con la Argentina, sino con toda la región.
Lula, quiero contarte algo: ayer hicimos una reunión con Dilma y con el resto de los compañeros colegas de la UNASUR. Te hubieras asombrado de los adelantos que hemos hecho en esta UNASUR, en donde compañeros, colegas como Juan Manuel Santos, propusieron que en forma conjunta tomáramos todos los países medidas contra el ingreso especulativo de capitales, impensable unos años atrás.
Hemos protagonizado reuniones ambos en donde estábamos de acuerdo muchas veces en la necesidad de democracia y de la política pero nos separaban todavía algunas posturas y actitudes frente a determinadas cuestiones del mundo global y de los países desarrollados.
Ayer, si uno hubiera transcripto el discurso de Juan Manuel Santos, sin indicar a quién pertenecía, hubiéramos podido decir que cualquiera de nosotros, a quienes muchos colocaban en las antípodas de lo que podía ser el presidente Santos, lo hubiéramos pronunciado en iguales términos. Por eso digo que hemos dado un salto cualitativo muy importante.
Yo también como vos, creo que hay otra vida, sino no podría seguir viviendo, además. Tengo que creerlo y tengo que llevarlo adelante con toda la fuerza y la responsabilidad que me exige el ser la Presidenta de un país. Pero creo, sinceramente, que hay otra vida y que desde esa otra vida, en la cual todos los encontraremos, creo que lo que va a valer es lo que hemos podido hacer por nuestros países, por nuestras sociedades, por que haya más inclusión, por que haya menos pobreza, porque podamos defender esto que hemos construido Brasil y Argentina en estos años, más industrialización, más programas sociales de inclusión y ahora lo que creo que es el desafío de la etapa: construir una región fuerte, un mercado regional fuerte.
Por eso, como dice Dilma, el tamaño de la relación entre Brasil y Argentina tiene el tamaño de esta embajada, es una decisión de los argentinos de revalorizar y de profundizar esta integración.
Cuando Néstor llegó, el MERCOSUR era casi una pieza de museo, algunos la habían condenado al archivo y al olvido. Él y Lula lo reflotaron y, además, lo hicieron más grande, más fuerte.
Y ahora tenemos otros desafíos: acercar a otros compañeros de la región para ayudarlos a desarrollarnos juntos y ayudarnos también a nosotros mismos. Porque debemos saber que cuanto más gente incorporemos al consumo, cuanto más inclusión tengamos, más vamos a fortalecernos como región.
Por eso, yo agradezco tanto la presencia de Dilma, la Presidenta de la República Federativa del Brasil, y de Lula, el amigo de Néstor, con el que compartieron momentos difíciles, el que lo recibió cuando él era un candidato desconocido, con el que juntos se atrevieron a ir contra todos los paradigmas establecidos y a tener el orgullo de pertenecer a esta nuestra casa, la América del Sur, que hoy tiene una habitación más, una habitación grande que esta embajada y que refleja la decisión inquebrantable e irrevocable de la Argentina de profundizar la relación entre ambos países.
Muchas gracias Dilma; muchas gracias Lula; muchas gracias Brasil; muchas gracias a todos los periodistas que hoy nos acompañan y muchas gracias a todos.
Muchas gracias. (APLAUSOS)