Acto de entrega de créditos del Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE ENTREGA DE CRÉDITOS DEL PROGRAMA DE FINANCIAMIENTO PRODUCTIVO DEL BICENTENARIO, EN EL SALÓN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DEL BICENTENARIO.

Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas: todos se preguntarán por la cámara de fotos que yo tenía, ¿no es cierto, no es cierto que sí, María Laura, están todos muy intrigados? Esta es la primera cámara digitalizada de una empresa global, como es Kodak que se fabrica, en la Argentina, más precisamente en Tierra del Fuego, así que yo voy a sacar una foto a todos ustedes, con esta cámara, si Dios me ayuda, voy a hacerlo bien. Vamos, sonrían, ahí estamos. (APLAUSOS).

Me la acaba de entregar el CEO global de Kodak que vino a la Argentina precisamente porque ahora las estamos produciendo. Ustedes saben que Kodak es la primera marca global que vende en la Argentina, y nuestro país es uno de sus principales mercados. Antes eran todas importadas, ahora las hemos comenzado a fabricar, en Tierra del Fuego. Ahí hay un diputado nacional de Tierra del Fuego y estamos generando empleos, generando valor agregado en la Argentina. Y este año el 54 por ciento de las cámaras Kodak digitalizadas que se vendan aquí en el país serán fabricadas en la Argentina-

Por eso quería mostrárselas. Después de esto los de Sony, que son la segunda marca me hacen la cruz para toda la vuelta, bueno pero no importa. En toda caso que vengan e inviertan también acá y les hago propaganda.  Es muy importante porque inclusive charlando con el CEO global de Kodak, que es uno de los convocados por el Presidente Obama que ha convocado una serie de CEOs globales – me comentaba él – para ver cómo abordan el problema de los Estados Unidos que tiene un problema grave como no lo tenía desde 1930, me dijo, y está muy difícil la cosa.

Pero bueno, venimos a hablar, primero quiero agradecer las palabras del señor representante de Bagó y también las palabras de todos y cada uno de los hombres y mujeres que recibieron el certificado de elegibilidad, junto a los otros que también lo hacen. Hoy son 97 las empresas que reciben, simbólicamente lo han recibido 14 y ya llevamos 214 proyectos elegidos en el Bicentenario por un total de 4.850 millones de pesos. (APLAUSOS). Hoy, estos 97 proyectos que estamos eligiendo significan exactamente 1.930 millones de pesos, que van a generar, de los 214 que ya hemos dado 15.000 nuevos empleos; los de hoy son 1.100 empleos, con un aumento anual de exportaciones de más de 11.000 millones de pesos, lo cual es una muy buena noticia. (APLAUSOS). Y lo que es también muy importante: una sustitución de importaciones por más de 3.000 millones de pesos, esto es más trabajo para los argentinos y también para nuestra balanza comercial, que obviamente es muy importante.

También es importante recalcar que aquí hay grandes empresas, pero también hay pequeñas y medianas empresas beneficiarias del proyecto. Pymes han sido – de los 214 proyectos – 130 son de Pymes, por un total de 858 millones y de las grandes son 84 las que han sido elegidas. Perdón me corrijo, Pymes y digo bien son 130 y grandes 84 empresas. Así que por ahora estamos muy contentos con todo esto que está sucediendo, empresas de Santa Fe, como Helvetica y no solamente esta, sino también Bustinza, que es también de Santa Fe y están empresas de Entre Ríos, como La Blanquita; la gente de Haedo, también que recibe Mabe, que es para su segunda nave. ¿Quién es el de la segunda nave? Es Mabe, en Haedo, segunda nave en Haedo.

Así que estamos muy contentos de poder seguir sosteniendo la inversión para generar más y mejor ofertas de bienes y servicios. Estamos – para que se entienda esta articulación a la que hacía mención, recién, el representante de Bagó – articulando lo público y lo privado. Él hacía mención también a otra importante inversión que hemos decidido y que va a permitir que Argentina sea uno de los diez países proveedores de vacunas antigripales, a escala global, asociados por supuesto en este emprendimiento a dos empresas nacionales con una empresa multinacional, como Novartis, que es la propietaria de la patente y vamos a hacer la inversión, aquí en la Argentina, que nos va a poner precisamente en un lugar muy importante.

Pero esta articulación de lo público y de lo privado; lo privado porque necesitamos que aumente la producción de bienes y servicios, para esto necesitamos que aumente la inversión. Para esto estamos ayudando conjuntamente con el sistema crediticio privado, que ha aumentado más ahora. ¿No es cierto, Mercedes? Ha aumentado un poquito más, nos gustaría que lo hiciera más todavía. La inversión al sector privado, no solamente a las familias para el consumo, de manera tal de seguir sosteniendo la actividad económica y de la otra parte del Estado, que también con políticas muy activas para sostener la demanda agregada. Este es el círculo virtuoso: más y mejor producción de bienes y servicios para tener una oferta robusta, para alimentar la oferta. Y nosotros, desde el Estado, también garantizando con políticas activas muy claras en lo laboral y en lo social la demanda agregada, y al mismo tiempo dando condiciones para que Argentina amplíe su expertise como plataforma de exportación.

De hecho nunca tuvimos una economía con el grado de participación, a nivel internacional, sumando nuestro comercio exterior, esto es importaciones y exportaciones como el que hoy tiene Argentina. Y vamos a seguir profundizando este camino porque es el recorrido que nos ha dado 8 años de crecimiento inédito. (APLAUSOS). Pero además cuando uno lo compara con lo que pasa en el mundo ve la diferencia.

Yo ayer estaba leyendo y hoy volví a leer severísimas críticas de autoridades financieras, de la Unión Europea, a una calificadora – a Moody’s, también a Fish – que acaba de recalificar como bono basura a Irlanda; Moody’s hizo lo mismo con los bonos lusitanos, con los bonos portugueses. Es curioso cuando nos calificaban a nosotros, estaba todo bien y era maravilloso; ahora cuando los califican a ellos quieren eliminar a las calificadoras de riesgo, que compartimos, pero nosotros los habíamos dicho mucho tiempo antes y lo decíamos porque lo experimentábamos en carne propia sobre cuáles eran los criterios para medir el riesgo de un país. Es más, si uno se pone a ver, pretender que el riesgo país para pagar una deuda de 350.000 millones de euros, como es el caso de Grecia, puede ser menor o igual que el de la Argentina con una deuda absolutamente refinanciada y con potencialidades económicas infinitamente superiores por tamaño, por volumen, por productos, en fin por lo que ya sabemos que tenemos y sabemos hacer en la República Argentina, resulta realmente muy paradójico.

Pero es bueno esto que lo veamos nosotros los argentinos, y voy a emplear un término poco académico y seguramente mañana me van a criticar, pero bueno tantas cosas me critican, una más… para que no seamos más giles, porque la verdad que yo a veces digo: “qué gilada”. Se las pasaron – medios de comunicación, noticieros, pretendidos hombres que conocen de la economía global, que conocen de todo con aires sabihondos y con aires de superados de ciudadanos del mundo decían: “miren como nos califica el mundo, miren lo que dicen Moody’s, miren lo que dice Fish, tenemos que ser serios como son en Europa, como son en Estados Unidos”. Y resulta que los serios, ahora, quieren no cambiar las reglas, sino eliminar directamente a los que miden los índices cuando los índices o los números no les convienen a ellos. ¿Hace mal, el señor este europeo que pide esto? No, actúa como un no gil, actúa de acuerdo con los intereses de la comunidad que le interesa representar a él, que es Europa.

El problema son algunos giles, que tenemos entre nosotros que siguen queriendo representar intereses y la verdad que lo que nunca me gustó ser es gil en la vida, siempre he hecho ingentes esfuerzos, he estudiado, trabajado, militado fundamentalmente para no ser eso, o tilinga o zonza. ¿No es cierto señor Aníbal? También podemos decir zonceras que queda mejor. Viste me estás contagiando con esto de las giladas. Después van a decir: “ese es Aníbal que la contagia, mirá esta que hablaba tan bien antes, ya está hablando de giladas”. Y él hablaba de zonceras, está más fino que yo. Pero la verdad es esa y escucho también por ahí a dirigentes de otros partidos políticos, muchos de los cuales jamás han tenido experiencia de Gobierno, y otros que la han tenido mejor ni acordarse de que alguna vez fueron Gobierno, repetir monocordemente estás cosas cuando el mundo se está derrumbando ante sus ojos. Yo digo insistir en las mismas cosas cuando el mundo se derrumba y está claro que tenemos que tener nuevos paradigmas.

Yo lo dije, el otro día, en las Jornadas Monetarias, que organizó el Banco Central, con la presencia de muchos presidentes de Bancos Centrales, que por suerte tenemos una presidenta del Banco Central que cree en los nuevos paradigmas y no repite monocordemente lo que todavía algunos siguen repitiendo, pese a las evidencias. Porque la verdad que uno podría decir antes del 2008, “bueno, podría ponerse en duda lo que uno planteaba”, pero de todas las cosas que han pasado, de las que están pasando y de la que van a pasar, seguramente podríamos extraer la enseñanza de creer en nuestras propias ideas, de saber que no hay posibilidades de crecer si uno no tiene industrias, si uno no genera trabajo, si uno no tiene salarios dignos, si además no tiene educación, la gran inversión que estamos haciendo en educación, nunca en la Argentina tanto se hizo en materia de educación, bueno, todo esto y, además, también la famosa reestructuración de la deuda por la cual nos calificaron, insultaron y agraviaron durante años.

La última vez que estuve en Roma, me habían puesto una ratita en la puerta del hotel y un chanchito. Pero, bueno, fíjense, en Italia, donde ahora tienen los mismos o peores problemas que los que tuvimos nosotros en el 2001.

Entonces, eso no es para alegrase, simplemente es para que todos hagamos un aprendizaje y ahora sí, fuera de bromas o de chanzas: yo digo, pensar la Argentina, pensar el país y pensar la economía, no como un secreto que pocos puedan descifrar. Y esto lo saben los hombres y las mujeres que están acá, que son los productores, que son los empresarios, que todos los días se levantan y tienen que lidiar con todos los problemas que tiene una empresa, sus proveedores, sus trabajadores, las discusiones que hay por el salario, las discusiones por el precio con los proveedores, que la logística, que cómo mejorar competitividad con una mejor logística, la logística va a pasar a tener un rol fundamental en el tema de la competitividad…

Estoy viendo y lo estuvimos charlando y lo hemos charlado con el ministro de Economía, con Amado Boudou, que no ha podido llegar porque viene de Córdoba, de inaugurar una generadora de energía de 80 megavatios y una cooperativa creo que también de trabajadores, estamos queriendo trabajar fuertemente en la creación de un instituto o de una organismo de competitividad para, precisamente, abordar desde ahí los problemas que podamos tener y que no son los que se recitan monocordemente, sino que son los problemas, y lo charlábamos recién con el CEO global de Kodak, donde necesitamos integrar la mayor cantidad de piezas, porque la logística, el transporte va a ser lo que, por ejemplo, va a mejorar muchísimo la competitividad del producto final.

Por eso estábamos, y yo le ofrecía al CEO de Kodak, que podríamos generar inversiones para muchos proveedores de sus insumos, de esta maquinita, de modo tal de que la mayor cantidad, ellos comenzaron a hacer las tablas donde insertan todos los chips, aquí en la Argentina, se está trabajando sobre eso y quieren trabajar sobre el software porque están muy interesados en el tema del software en la Argentina, ofrecerles, porque esto va a ser también un distintivo de lo que ya es la economía a escala global. Va a ser imposible que un país pueda producir absolutamente todo los componentes de determinadas cosas pero, por lo menos, ir insertándonos en los segmentos globales identificando en dónde somos más competitivos a nivel local para esos segmentos globales y financiar eso.

En fin, todo esto que hablábamos recién, es la articulación de lo público y lo privado, hablamos también de la articulación con las universidades que, por fin, hemos comenzado a hacer en la República Argentina. Hasta el año 2003 ha habido una disociación absoluta entre las universidades públicas y privadas y el aparato productivo, fundamentalmente, entre el sector público y universidades y el aparato productivo empresarial, casi como que se temía una contaminación de la universidad con la economía, con la plata, con el dinero, como si las universidades pudieran sostenerse con discursos o sueños nada más. Al contrario, es una retroalimentación muy importante que tenemos que hacer entre el sector público y privado, porque tenemos la suerte de tener una universidad pública y gratuita y tenemos la suerte, también, de tener un nivel de educación y preparación en nuestros recursos humanos que nos hacen distintivos en toda la región.

Todas estas cosas son las que tenemos que discutir, que debatir, que articular para dar el tema la gran lucha por la competitividad, que yo creo que esto es lo que viene ahora.

Si en algún momento tuvimos la lucha de las generación del empleo, la generación de instalar la convicción en la sociedad que había que volver a producir y a trabajar, ya todos están convencidos de que hay que agregar valor para poder tener mayor rentabilidad, que con ser alguien que solamente exporta cosas primarias, no basta porque eso es un país para muy pocos, que necesitamos meter mucho valor agregado y, además, porque sabemos que las demandas mundiales tampoco van a dar abasto a esa demanda con lo que se produce primariamente, con lo cual, el agregado de valor científico, sintético, inclusive a nivel de alimentación, va a ser una de las claves del siglo XXI.

Yo lo decía el otro día en el Instituto Leloir: si en la última mitad, fundamentalmente los últimos 25 años del siglo pasado, la riqueza se hizo desde las finanzas, en el siglo XXI, la riqueza se va a hacer desde el que tenga mayor conocimiento y pueda agregar ese conocimiento científico a mayor y mejor producción de bienes, desde la tecnología, desde el software, desde el medicamento de los laboratorios, desde los alimentos que tampoco van a alcanzar y aunque cultivemos todo el planeta, no alcanza para poder alimentar lo que van a ser las demandas del mundo.

Entonces, creo que el desafío es tan importante y ese desafío tiene que ser conjunto entre el Estado y los privados. Porque ya vimos que no sirvió cuando el Estado omnipotente creyó que todo lo podía y también le fue mal cuando pensaron que solamente el Estado podía decidir y asignar. (APLAUSOS)

Así que, algunos podrán decir que esto es ideología, otros podrán decir que… No sé, que digan lo que quieran, pero la verdad que esta es la justa: ver cómo ponemos los recursos del Estado, los recursos de los privados, cómo nos unimos para producir más y mejor…

Pero también les digo una cosa al CEO de…porque estábamos hablando de Estados Unidos y también le dije que uno de los problemas que teníamos y tenía Estados Unidos es que Estados Unidos hoy, el 1 por ciento de Estados Unidos tiene el 25 por ciento del ingreso total de la primera economía del mundo y controla el 40 por ciento de esa economía. En tanto que hace apenas 25 años, el 12 por ciento tenía el 33 por ciento del ingreso y controlaba…¿o era menos todavía? El 25 y tenía 12 y medio y controlaba el 33 por ciento de la economía.

La concentración del ingreso ha sido tan formidable, que ha desaparecido un 40 por ciento de la clase media estadounidense; el 80 por ciento de los estadounidenses era clase media, que era la clave del “american way of live”, o sea, era el sueño americano, era todo el mundo clase media.

Bueno, esto, charlábamos recién con él, ha desaparecido. ¿Por qué? Porque ha desaparecido la capacidad de consumo, porque hay un sector que se ha apropiado de la rentabilidad vía salarios o vía desempleo o vía precarización del empleo de eso, y yo digo que comer torta es rico y siempre queremos tener la parte más grande cada uno de la torta, lo que no está mal, es legítimo y hay que luchar para ser el más vivo y quedarse con la parte más grande. No estoy en contra de eso, pero el que se quiera quedar con toda la torta y comérsela solo, se va a terminar indigestando, no le va a servir tampoco y además, seguramente, nadie lo va a venir a auxiliar cuando se enferme por la pataleta al hígado que se agarró. (APLAUSOS)

Así que, con estos ejemplos de la vida cotidiana, yo creo que tenemos que aprender y seguir profundizando en esto que estamos haciendo, corrigiendo errores, muchas veces ensayando líneas que hay que corregirlas o dar un pasito atrás, si algo está equivocado, para luego dar dos o tres más adelante, tener la humildad de saber que no somos infalibles, que podemos equivocarnos y que la virtud no está en errar, sino en hacer y corregir, que ese me parece debe ser el lema sea público, privado o lo que fuere.

Así que, muy contenta hoy con las empresas, Helvética, también las de la provincia de Buenos Aires, también de Concepción del Uruguay, seguramente hay de muchísimas provincias argentinas, porque realmente además, si algo tenemos y hemos hecho ejercicio en estos años…¿De la Capital también hay? Sí, pero si no somos egoístas con nadie, los queremos a todos.

Así que, queremos tener siempre las manos…qué tenía que acotar eso usted, quién lo mandó a hablar.

Así que, pero la verdad que en serio, con mucho federalismo, porque además también tenemos que lograr eso: parte de la concentración del ingreso que hubo en la Argentina, tuvo que ver con una concentración geográfica, con un modelo de país, no lo dije yo, lo dijo hace bastante tiempo un señor que se llamó Ezequiel Martínez Estrada, cuando hablaba de la cabeza de Goliat, y lo cierto es que, por primera vez, vamos llegando al Sur con una línea de 500; el Sur no estaba conectado energéticamente. Por primera vez estamos atravesando el país con la línea NEA-NOA; hace pocos días inauguramos acá el gasoducto de doña Juana Azurduy que nos va a permitir darle gas a todo el norte santafesino, a todo el este salteño, además de las provincias de Misiones, del Chaco, de Formosa y de Corrientes que nunca tuvieron gas domiciliario. O sea, que tienen que tener el tubo para poder ver la hornalla. No es como tenemos la suerte en otras partes del país donde uno tiene la hornalla, baja y tiene el colectivo, subsidiado el transporte, si no le gusta se sube al subte, sino puede hasta tomar un taxi.

Estas cosas no pasan en todas partes del país y lo saben también los empresarios del interior que asienten con la cabeza, no porque les parezca yo simpática, sino porque, bueno, estoy describiendo la realidad que todos viven en sus provincias, que también contribuyen fuertemente todas, a que bueno, a que tengamos una mejor calidad de vida sin que muchas veces le llegue a todos.

Yo recuerdo cuando la provincia de Santa Cruz suministraba y sigue aún, suministrando gas a todo el país y, sin embargo, se calefaccionaba a kerosén o a carbón, siendo que estaba dando gas a la Pampa Húmeda o a la zona central del país.

Por eso digo que también es necesario una redistribución del ingreso en términos geográficos para ser un país más justo que nos permita, además, que no se produzcan las concentraciones en el Conurbano o en el Gran Rosario.

También lo explicábamos ayer cuando estábamos con los intendentes de Santa Fe. La gente no se va de sus provincias ni de sus países porque sí; se va porque no tiene oportunidades de vida en su lugar de origen. Y dicho sea de paso, también en nuestro país, la inmigración ayuda a sostener el nivel de actividad económica.

Lo digo para algunos que no les guste por ahí el acento o la tez de algunos compatriotas latinoamericanos. Pero nosotros tenemos una tasa de crecimiento vegetativo muy baja, casi europea. No podríamos sostener el nivel de empleo y actividad, porque hay empleos que solamente los hacen extranjeros porque no lo quieren hacer los argentinos y necesitamos también de ese sector, que no tiene demasiada capacidad de ahorro, consume todo lo que gana, todo el producto de su trabajo y, por lo tanto, sostiene también la economía.

Por eso yo digo que gobernar es tener en cuenta, precisamente, todas las variables, contemplar todo esto. No son slogan, no son consignas, es un día a día ir viendo cómo marcha la economía y cómo marcha también el mundo que, por cierto, no está muy tranquilo que digamos.

Por eso estamos siempre muy alertas y, bueno, con todas las antenitas paradas como lo hicimos en el 2008 para poder seguir sosteniendo este modelo.

Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)                                    

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La Presidenta remarcó la “necesidad de articulación entre lo público y lo privado”