Acto en conmemoración del Día de la Bandera en la ciudad de Rosario. Palabras de la Presidenta de la Nación

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHER, EN EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL DÍA DE LA BANDERA, REALIZADO EN LA CIUDAD DE ROSARIO, PROVINCIA DE SANTA FE

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 Gracias, muchas gracias a todos. Muy buenos días a todos y a todos.

Señor Gobernador de la provincia de Santa Fe; señor Intendente de Rosario: estamos en el día de todos los argentinos, en el Día de la Bandera.

Para mí, ustedes lo saben porque lo he repetido muchas veces, él, Belgrano es mi favorito. Pero la Bandera, y por eso he adoptado una decisión, de que esa enseña nacional sea enarbolada los 365 días del año en todos los edificios públicos de la Nación. Sé que las provincias y los municipios también adherirán. No es una originalidad, la verdad debo decirlo, porque además está la verdad histórica, no es una originalidad de esta Presidenta.

En realidad no hago más que retomar un decreto, un viejo decreto del año 1869 firmado por Domingo Faustino Sarmiento, presidente de todos los argentinos, que más allá de las diferencias políticas también debemos considerarlo como un hombre que luchó por el progreso y la educación de la Argentina, algo que comenzamos, yo creo en este Bicentenario.

Argentinos y argentinas: tenemos que comenzar a saldar viejas diferencias. Creo que este primer año del Tercer Centenario de la Patria, nos debe ubicar a todos en un lugar diferente, no desde las ideas a las que abrazamos con fuerza y convicción, sino desde las actitudes, de las actitudes frente al que por allí piensa diferente, aunque sepamos que tal vez represente intereses que muchas veces ni siquiera son los propios que recita. Pero los que tenemos la obligación de hacer un cambio de actitud, somos precisamente aquellos que estamos embanderados en esta transformación que viene operando el país desde el 25 de Mayo del año 2003. Somos nosotros los máximos responsables también de orientar, de ayudar para cambiar actitudes. No significa renunciar a nuestras ideas y a nuestro proyecto, al contrario, significa reafirmarlo, es que estamos tan seguros del rumbo que ha tomado el país.

Cuando lo leemos al Belgrano, al Belgrano que además de crear la Bandera fue militar, político pero también un gran economista; cuando leemos al Belgrano que reclamaba que industrializábamos aquí en nuestro país nuestras materias primas, que no permitiéramos que se exportara la materia prima, sino que le agregáramos valor aquí; cuando hablamos del Belgrano de la educación fundador de la Escuela Náutica, un hombre que luchaba por la educación, digo, que estamos cumpliendo el sueño de Belgrano.

Belgrano quería una Argentina industrial, una Argentina con trabajo, una Argentina con educación, una Argentina con progreso, además de eso sabía que también había que luchar por la Patria, y cuando tuvo que hacerlo abandonó su condición de político, abogado, fue economista, periodista, y se puso el traje militar para defender la libertad de esta Patria que recién estaba naciendo y que lo tuvo a él como uno de sus padres más notables e importantes. (Aplausos)

Cuando yo venía recién y bajaba desde Buenos Aires aquí en el Aeropuerto de Rosario, cuando uno ve las obras que hemos inundado a lo largo y a lo ancho de la Patria en la cual tampoco Rosario, Santa Fe son ajenas, cuando uno ve las industrias que se están levantando, cuando el otro día el titular de General Motors me visitaba a informarme que van a invertir 600 millones de pesos más aquí en la Planta de Rosario que van a significar 600 nuevos puestos de trabajo para los rosarinos, cuando vemos ese Rosario que tenía 10,6 por ciento de desocupación en el 2010 y hoy estamos en el 7,8 casi 3 puntos, estas son las políticas de Belgrano, estas son las políticas que quería Belgrano, trabajo para los argentinos, trabajo industrial. (Aplausos)

Yo me siento tan orgullosa, tan orgullosa de esto que hemos construido, de esto que parecía inimaginable hace apenas 10 años atrás cuando los argentinos estábamos enfrentados, desorientados, cuando hacían colas en las embajadas para irse a España o a otros lugares y ahora vemos que vuelven, y lo que está pasando allá, sí claro que sí, también fue gracias a él, gracias a Néstor, le pese a quien le pese, él fue un visionario, él pudo ver lo que otros no veían; él se animó a hacer lo que otros jamás se hubieran animado; él tuvo la valentía y el coraje de con apenas 22 por ciento de los votos, contarle a los argentinos que otro país era posible; y lo hicimos, y lo estamos haciendo porque estamos convencidos que debemos sobreponernos a la descalificaciones, a las injurias, a los agravios. Que nada nos distraiga, que nada nos provoque, seamos lo suficientemente inteligentes para saber que el camino de la construcción de la Patria, está lleno de piedras que van a tirar, pero tenemos que tener la paciencia de recoger una por una las piedras que nos tiran, no para devolverlas sino para apartarlas del camino y seguir adelante, compañeros, y seguir adelante argentinos. (Aplausos)

No más argentinos contra argentinos; no más puños crispados; no más voces que convocan al desaliento, al desánimo y al fracaso. Aquí esta nuestro país, la República Argentina, orgullosamente erguida en el concierto de las naciones, con una economía que no para de crecer, con argentinos que han recuperado su trabajo y junto a él la esperanza; con niños que ya no van al colegio a recibir comida, sino educación y computadora para que puedan estar a la altura de las más modernas economías y países del mundo. (Aplausos)

Aquí estamos argentinos, y tenemos que tener conciencia argentinos, que nadie nos ayudó a llegar a este lugar. Al contrario, allá por el 2001 nos habían soltado la mano, nos soltaron la mano y tuvimos que reconstruirnos sobre nuestras propias cenizas, inclusive con voces internas que por ignorancia o por intereses o no importa por qué, decían que estábamos equivocados, que estábamos llevando a Argentina al precipicio. Lo escuché desde el año 2003 y todavía aún hay algunos que lo repiten.

Cuando vemos que el mundo desde donde nos daban lecciones se derrumba estrepitosamente, tenemos que hacer una introspección, no para solazarnos porque a otros le vaya mal, sería de mal ser humano eso, sino simplemente para poder diferenciar y entender y poder separar la paja del trigo y saber cuando nos hablan desde el corazón aún equivocados o nos hablan apenas de sus miserables intereses sectoriales. (Aplausos)

Esto tenemos que tenerlo claro, porque nos han contado una historia edulcorada de nuestros prohombres más grandes. Porque ustedes lo saben, yo soy una apasionada de la historia.

El otro día, la verdad con mucho orgullo, recibí a un grupo muy importante de historiadores revisionistas que me distinguieron con un reconocimiento por mi tarea, humilde, sencilla en lo que hace a poder brindarle a los argentinos, un relato más certero de lo que fue nuestra historia. Y la verdad que yo creo que tenemos que aprender de esa historia, de esos hombres que lucharon.

Yo lo decía el día que inauguré el Museo del Bicentenario. Nos contaron que había un sillón de Rivadavia y que era mentira. Nos contaron también que French y Beruti repartían las cintas celestes y blancas que todos sabíamos que no eran celestes y blancas. Pero también debemos saber que las repartían a los que iban a votar por la libertad, porque a los que no iban a votar por la libertad, no les daban la escarapela y nadie entraba al Cabildo. Contemos la historia verdadera, argentinos. (Aplausos)

La Patria se ha construido con hombres y mujeres que arriesgaron su vida, que dieron todo lo que tenían por la libertad, y yo siempre digo, si hace 200 años ellos fueron por la libertad, hoy nosotros tenemos que ir por la igualdad de los argentinos. Este es el gran compromiso, esta es la gran lucha. Y ya sabemos, que las luchas por la igualdad tampoco suelen ser edulcoradas de un relato de Heidy y su abuelito. No, no es así, siempre hay intereses minúsculos pero poderosos que necesitan que los argentinos estemos desunidos o que haya desigualdad, para poder explotar tal vez mejor a los trabajadores.

Yo sinceramente tengo un gran compromiso como militante política de toda una vida, de un campo al que defino como nacional y popular, y cuando defino como nacional y popular no estoy hablando únicamente en el partido en el que he militado, no, no puedo ser tan sectaria, hablo de todos los hombres y mujeres, de los grandes partidos nacionales, populares y democráticos que están comprometidos en la lucha por la igualdad, que saben que muchas veces tenemos que dar batallas contra aquellos intereses de adentro o de afuera que se oponen.

Por eso, me siento muy orgullosa de estar aquí junto a todos ustedes, frente a este monumento a la Bandera, y la verdad, sé que algunos por ahí mañana dirán qué soberbia, algún titular de algún diario, ya lo estoy leyendo, pero la verdad que siento que tengo derecho de estar aquí frente al monumento a Belgrano, porque hemos hecho cosas para honrar esa memoria y esa historia. (Aplausos)

Y quiero convocarlos también a que sigamos trabajando. Quiero convocarlos a la unidad de todo el pueblo, porque hemos hecho avances memorables, argentinos. Miren esa Europa que hoy se debate en países endeudados en cientos de miles de millones de euros. Cuando hablan de rescate, se acuerdan de la Argentina del 2001 cuando nos venían a rescatar. Nunca te vienen a rescatar de afuera; de afuera siempre vienen a ver qué se pueden llevar y cuando se lo llevaron, arréglate como puedas. Eso fue lo que nos pasó en el 2001, y hoy lo estamos viendo. (Aplausos)

Hoy estamos viendo en otros países lo que está pasando, por eso digo que hemos hecho avances inimaginables, hemos reestructurado una deuda que parecía impagable y eterna, hemos terminado con el tutelaje intelectual y económico al que nos sometieron durante años con humillación; cuando se esperaba en Ezeiza a los inspectores del Fondo Monetario Internacional o cuando me ha tocado como legisladora asistir a reuniones donde venían a pedir explicaciones. Pero además, hemos ido más allá, hemos comenzado a construir instrumentos de promoción, de justicia y equidad social como es la Asignación Universal por Hijo alejada de todo clientelismo, alejada de toda política partidaria. Ya no va a importar quién es el político de turno, sea presidente, gobernador, intendente, porque esa tarjeta con la cual esa mujer todavía no pudo conseguir trabajo o que teniéndolo aún no tiene el salario suficiente, sabe que no depende de nadie, que no la pueden obligar a ir a un acto, que no le pueden decir votá por este o por el otro, porque le hemos dado la dignidad de que decida su vida, y lo hemos hecho. (Aplausos) Y lo hemos hecho después de haber recuperado para el Estado la administración de los recursos de los trabajadores.

Si tuviera que elegir dos hitos históricos en estos 8 años, diría que uno o dos sin lugar a dudas, fue la decisión que él tomó en cómo abordar la reestructuración de la deuda y en el pago al Fondo Monetario Internacional. Sé que otros tendrán más cosas en la lista, que el ALCA, que los convenios colectivos, que los 5 millones de puestos de trabajo, muchísimas cosas, pero permítanme decirles que sin eso no hubiéramos podido abordar todo lo que hemos hecho en estos años. Y la otra, sin lugar a dudas, fue recuperar para el Estado la administración de los recursos de los trabajadores en la República Argentina, que nos permitió instrumentar medidas que sonaban en la boca de todos, que habían sido escritas en miles de proyectos que se presentaban en todas las Cámaras de Diputados o Senadores provinciales o nacionales. Pero para poder pagar la Asignación Universal para más de 3.800.000 (tres millones ochocientos mil) chicos, no se pagan ni con discursos, ni con proyectos de ley, se pagan con recursos que hay que conseguir y administrar, y eso es lo que también hemos hecho, administrar correctamente los recursos para poder también ayudar, por ejemplo, aquí en Rosario, a que en ese año en que creíamos que el mundo se venía abajo, 2009, no nos echaran gente de la Planta de General Motors de Rosario. Esto lo pudimos hacer, porque pudimos darle un préstamo desde la ANSES, si no, hubieran echado a más de 800 trabajadores altamente calificados. (Aplausos)

Por eso, digo, nada es magia, no es que pasó el cometa Halley por la Argentina y de repente aparecieron las cosas. No, ha sido fruto de decisiones políticas, ha sido fruto de un proyecto político que cree en la Argentina, que cree en su pueblo y que sabe que, nada mejor que mirar a un Belgrano, que nada mejor que mirar a un Mariano Moreno, un Castelli, que nada mejor que mirar a un Monteagudo o a un San Martín, que nada mejor que mirar a un Yrigoyen, a un Perón o a una Evita para encontrar precisamente en esos hombres y mujeres las claves de las cosas que se hicieron. (Aplausos) Y para que nadie tampoco se sienta mal, a una Alicia Moreau de Justo, a la que tengo también colocada ahí en el Salón de las Mujeres Argentinas, porque la Patria la construimos todos, argentinos, con humildad pero también con dignidad. (Aplausos)

Por eso, este 20 de Junio, que tal cual lo prometí el último 20 de Junio que estuve aquí, les dije que iba a lograr finalmente que el 20 de Junio no se corriera de aquí para allá, que el 20 de Junio se festejara y se recordara donde se tiene que recordar, y aquí estoy también hoy dando examen de haber cumplido a eso que me había comprometido que sé que estaba en el corazón de todos los rosarinos y de todas las rosarinas y por qué no, de todos los argentinos.

Por eso, con honor y gloria a Belgrano, con honor y gloria a la Bandera, argentinos y argentinas recordemos a nuestros patriotas, no solamente para homenajearlos sino para imitarlos. (Aplausos)

Gracias y cuídense mucho. Sepan que los quiero mucho y que siempre los recuerdo, y a los jóvenes, a mis queridos jóvenes argentinos incorporados de a centenas de miles a la política, adolescentes, veinteañeros, secundarios, universitarios, déjenme decirles que me siento orgullosa de haber construido un proyecto que haya vuelto a hacer creer a los jóvenes que no creían en nada ni en nadie, y han vuelto a creer. Cada uno de ustedes puede ser un Belgrano, cada uno de ustedes puede ser un Moreno, está en ustedes la decisión de juntarse en un proyecto que está reconstruyendo la Patria.

Gracias Rosario, gracias Santa Fe, mucha fuerza, mucho coraje y mucho amor por la Patria siempre.

Gracias. (Aplausos)

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Con un homenaje a Belgrano, la Presidenta encabezó el acto central de la Día de la Bandera en Rosario
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