PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHER, EN EL ALMUERZO OFRECIDO EN HONOR DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, BAN KI-MOON, EN EL MUSEO DEL BICENTENARIO DE LA CASA DE GOBIERNO
Muy buenos días a todos y a todas.
Señor Secretario General de Naciones Unidas; su distinguida esposa; señores gobernadores; señores funcionarios; empresarios; representantes de la cultura; periodismo nacional, extranjero: en principio no sé quién va a ganar la Copa América; se imaginará quién quiere que la gane, pero él es mucho más diplomático que yo y entonces en todos los países que visitó por supuesto les deseó suerte a todos ellos para que pudieran hacerse de la copa.
Realmente recibir al señor Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-Moon, es para esta Presidenta, tal cual lo dije hace algunos instantes, y para nuestro país, un gran orgullo.
Argentina tiene una extensísima tradición en materia de defensa del multilateralismo, como la política y el instrumento más adecuado para resolver la conflictividad a nivel global.
Para nosotros la firma de la Carta de San Francisco, para nosotros las resoluciones de Naciones Unidas integran, como debe ser, el derecho internacional y por lo tanto deben ser respetadas y acatadas por la totalidad de sus países miembros cualquier sea la magnitud o la envergadura de estos países.
Quiero señalar tres aspectos fundamentales donde el Secretario General hace hincapié como tres ejes fundamentales de la política internacional y le asigna a la Argentina en esos tres ejes un papel importante. Y yo me voy a atrever, porque no lo hago en nombre mío sino lo hago en nombre de los 40 millones de argentinos de decir que tiene razón, señor Secretario General, la Argentina en materia de paz, la Argentina en materia de desarrollo sustentable y la Argentina en materia de respeto irrestricto a los derechos humanos y condena a la impunidad a quienes lo violan, constituye sin lugar a dudas uno de los ejemplos más importantes del mundo.
La paz, ese valor tantas veces convocado por los dirigentes globales, los más importantes y de todos lados, cualquiera sea su ideología, cualquiera sea su origen, todos hablamos de la paz, pero realmente la pregunta que habría hacerse es cuánto contribuimos cada uno de los que hablamos de la paz, a construir esa paz universal. Y en este aspecto, Argentina puede dar cuenta de que es un importante actor pero fundamentalmente tiene un alto grado de coherencia en lo que hace a la construcción de la paz. No sólo integramos misiones muy importantes en materia de paz como es la de Haití y también como es la Chipre, sino que además somos respetuosos de cada una de las resoluciones que Naciones Unidas adopta, cualquiera sea el ámbito y cualquiera sea el tema, y en este caso quiero referirme específicamente a un tema que nos atañe directamente como es el tema de Malvinas.
El año próximo serán 30 años de lo que sucedió en 1982 en Malvinas durante la última dictadura militar, que obviamente no podrá ser imputable a los argentinos, porque las primeras víctimas de esa dictadura fueron argentinos, que sin embargo eran por allí sostenidos por los que luego los combatieron cuando se intentó vía militar la recuperación de las Islas Malvinas.
El año 1965 durante un gobierno que también había sido elegido en elecciones, no le diría demasiado libres porque había proscripción de mi partido pero había sido elegido por elecciones, se obtuvo un importante triunfo diplomático como fue la resolución 2065 que ordena al Reino Unido y a este país a sentarse a la mesa de las negociaciones.
Inglaterra ha desoído sistemáticamente esta resolución de Naciones Unidas, primero porque sí y luego bajo el pretexto de lo que había ocurrido durante una dictadura militar en el año ´82. El año que viene se van a cumplir 3 décadas de este hecho que no fue imputable a los argentinos sino a una dictadura, y la Argentina además de integrar misiones de paz ha logrado, como lo manifestara unos días atrás en Italia el presidente Giorgio Napolitano, incorporarse nuevamente a occidente en lo que usted señaló también como el tercer eje importante que es el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Nuestro país, como usted lo dijo hace unos instantes en la conferencia de prensa, y como me lo manifestó personalmente y lo acaba de decir, es un ejemplo en materia universal de respeto a los derechos humanos y de juzgamiento a los delitos de lesa humanidad, dentro de los marcos normativos institucionales del propio país como nunca se había visto. Aquí no hubo tribunales ad hoc, como fue el caso de Nuremberg, no hubo tribunales ni leyes especiales, al contrario, las leyes especiales fueron las que se sancionaron para consagrar la impunidad. Al contrario, fue durante el marco normativo que rige en nuestro país desde que somos país como tal en 1853, con los jueces de la Constitución, con las defensas que también tiene cada ciudadano por la Constitución y somos sin lugar a dudas un ejemplo en materia de derechos humanos. (Aplausos)
Por eso, reclamamos por parte de todos los países de Naciones Unidas, y de Naciones Unidas, un rol más activo aún para lograr no que le den la razón a nadie, sino simplemente que se cumpla esa resolución que solamente exige, que solamente reclama que dos países, en este caso dos partes, se sienten a negociar una controversia. Creo que pocas cosas necesitan menos explicación que esa resolución 2065. Y creo también que es hora de que los países que tiene un lugar importante por formar parte del Consejo de Seguridad o por formar parte de grupos como el Grupo de los 8, convenzan al resto del mundo que ellos también están sujetos a las normas de Naciones Unidas, si no ese multilateralismo resulta muchas veces algo de doble estándar y por lo tanto no tiene la misma eficacia, la misma eficiencia que tendría si todos los países del mundo respetaran ese derecho internacional, que creo además, no lo digo solamente desde la perspectiva de la Argentina en la cuestión Malvinas, sino que creo que la cuestión de Medio Oriente, algo que hace a la seguridad internacional, también debe abordarse desde esa perspectiva. Es necesario que en materia de la cuestión de Medio Oriente se respeten las resoluciones y las decisiones de Naciones Unidas, único instrumento para poder construir un verdadero concepto de seguridad.
Y por último también quiero referirme al tercer eje que fue desarrollo sustentable, y la Argentina, señor Secretario General, ha mejorado sustancialmente en lo que hace a nuestra economía, en lo que hace al grado de inclusión social.
Hace unos días no más estábamos también desde esta misma Casa Rosada, en teleconferencia con la NASA, haciendo lanzar, despegar desde la NASA un satélite argentino que tiene que ver con el medio ambiente, esa cuestión que también desvela usted y nos desvela a todos. Yo decía a modo de metáfora, de parábola, que hace 10 años los argentinos estábamos lanzando piedras en una Argentina que se había derrumbado por el default y hoy estábamos lanzando satélites desde la NASA para servicio de la humanidad. (Aplausos) Esto nos ha dado, como argentinos, un orgullo muy grande, como también nos da un orgullo muy grande haber protagonizado el crecimiento económico y social más importante de toda la región. Me encanta verla a Alicia Bárcena, de la CEPAL, asintiendo con su cabeza, porque no es una cabeza cualquiera la de Alicia Bárcena; muchos te pueden hacer así con la cabeza porque les caes simpático o son de tu partido, pero cuando uno habla de cuestiones sociales y económicas y Alicia Bárcena asiente con la cabeza, hay una suerte de acreditación de lo que uno está diciendo absolutamente diferente.
La Argentina realmente es el país que más ha crecido pero el que también ha incluido más gente y ha llegado a reducir los niveles de pobreza en forma más que importante, a punto tal que el otro día cuando nos visitaba Bernardo Kliksberg, alguien a quien usted seguramente conocerá muy bien, decía que el programa de inclusión social que significa la Asignación Universal por Hijo es el programa de inclusión social más importante del mundo porque representa el 1,2 por ciento de nuestro Producto Bruto Interno. (Aplausos)
Conjuntamente también podemos afirmar con orgullo que a partir de la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo, pero fundamentalmente a partir de administrar los recursos..., porque el Parlamento puede sancionar muchas leyes, yo recuerdo una ley muy particular que se sancionó creo que por octubre del año 2001 que hablaba sobre la intangibilidad de los depósitos si mal no recuerdo. El Parlamento Argentino con mucha pompa sancionó una ley que establecía la intangibilidad de los depósitos bancarios. ¿Esto qué significaba? Que nadie iba a poder tocar sus depósitos, si usted tenía dólares le iban a devolver dólares y si usted tenía pesos le iban a devolver pesos, y fue por ley. Pero a los pocos meses se dictaron normas, no por ley sino por decreto, que tiraron abajo eso, porque en definitiva sabemos que la economía y el bienestar de una sociedad no se hace a través de leyes sino esencialmente a través de proyectos políticos que contemplen el desarrollo de la sociedad, la inclusión social, el crecimiento y la generación de trabajo decente como los objetivos que puede tener todo país que quiera tener un desarrollo en serio. También en materia de desarrollo sustentable la Argentina no puede convertirse en ejemplo, no pretendemos convertirnos en ejemplo de nada pero sí contar nuestra experiencia que realmente ha sido muy exitosa.
Por ello esos tres ejes de paz, derechos humanos y desarrollo sustentable, tan caros a la política en materia de derecho internacional, son realmente una bandera muy importante en la Argentina.
Quiero decirle, señor Secretario General, que usted siempre va a encontrar en esta Presidenta y en nuestro país, la República Argentina, un militante activo, sea en su banca de Naciones Unidas, sea en su carácter de miembro o en este caso circunstancial presidente del Grupo G-77 más China, y también integrante del G-20, un activo militante de estas cuestiones y una voz que no tiene doble estándar, que dice estas cosas aquí en su país pero que las repite también en todos los foros internacionales, porque no nos gusta tener mensajes confusos.
Finalmente quiero decirles algo que nadie sabe, hoy es el cumpleaños del Secretario General Ban Ki-Moon. (Aplausos) Yo no creo en las casualidades, siempre hablo de las señales, pero es una maravilla justamente haberlo recibido hoy en nuestro país en el día de su cumpleaños. Nos hubiera gustado que no hubiera tenido que venir en ómnibus desde Córdoba, pero las cenizas son chilenas. No tenemos nada contra nuestros hermanos chilenos, por favor, que nadie pretenda que estoy echando la culpa a Chile, las cenizas son chilenas pero los alfajores con los cuales desayunó en Rosario son argentinos y son una excelente bienvenida para usted a nuestro país.
Yo quiero, si se me permite, brindar por usted, Secretario General, en el día de su cumpleaños, por Naciones Unidas, por el multilateralismo, por la paz, por el desarrollo sustentable y por los derechos humanos, que deben ser políticas globales universales. Salud y muchas gracias.