Muy buenos días a todos y a todas.
Prensa de nuestro país y también prensa del exterior acreditada en nuestro país y los que acompañan a la misión del señor Secretario General de Naciones Unidas: es realmente para esta Presidenta y para todos los argentinos, un gran honor y un gran placer recibir al señor Secretario General de las Naciones Unidas, doctor Ban Ki-Moon por varias razones, en principio porque la Argentina ha sido una firme defensora del multilateralismo como el instrumento más adecuado de la política internacional y como la razón de ser además de Naciones Unidas.
Hemos postulado en forma sostenida que es en el ámbito de Naciones Unidas dentro del irrestricto respeto a las reglas del derecho internacional, donde se resuelven los conflictos y se evitan momentos indeseables y conflictivos en la política internacional.
Por eso nuestra recepción al señor Secretario General, por allí hasta le hemos dado mayor vuelo y envergadura que la de un Jefe de Estado, porque consideramos precisamente que en este mundo global Naciones Unidas debe significar el ámbito, la casa común de todos los países democráticos del mundo para encontrar la solución de los conflictos.
En este ámbito es que en la charla que hemos mantenido le hemos reiterado una vez más al señor Secretario General nuestro deseo de que Inglaterra finalmente acepte la resolución 2065 y concordante de Naciones Unidas y del Comité de Descolonización, en el sentido de sentarse a la mesa de negociaciones conjuntamente con Argentina.
Creemos que son precisamente los países que se presentan ante el mundo como los grandes civilizadores y democráticos, los que deben dar el ejemplo de que las resoluciones de Naciones Unidas deben ser aceptadas por todos, por los países emergentes y también por los países desarrollados, más aún por los países desarrollados porque cuanto mayor poder se tiene, no solamente en el ámbito internacional sino en todos los ámbitos, siempre mayor es el grado de responsabilidad.
Así que le hemos dado la bienvenida al señor Secretario General, luego seguramente se reiterará en los discursos que intercambiaremos en el almuerzo que vamos a compartir en nuestro Museo del Bicentenario en esta misma casa. Queremos decirle que estamos muy contentos de tenerlo aquí con nosotros, que vemos con beneplácito su reelección al frente de Naciones Unidas, agradecerle una vez más la visita a nuestro país, y también la importancia que siempre Naciones Unidas, pero específicamente usted como Secretario General, le ha dado a nuestro país en todos los ámbitos, un lugar importante.
Así que una vez más, señor Secretario General, bienvenido a la República Argentina, perdone que haya tenido que ser en medio de las cenizas… Les cuento algo, un detalle de color, el señor Secretario General de Naciones Unidas desayunó esta mañana en una estación de servicio en la ciudad de Rosario con alfajores rosarinos, que son muy ricos. Nos hubiera gustado darle un desayuno un poco más acorde con la jerarquía del visitante, pero estoy segura, porque conozco la hospitalidad de todos los argentinos, que en la estación de servicio de Rosario lo deben haber atendido tan o con mayor hospitalidad aún que en este ámbito de la Casa Rosada, porque los argentinos somos muy solidarios y muy hospitalarios. Pero son las cuestiones del clima, imposibles de manejar, ni siquiera por decreto de necesitad y urgencia, así que le damos las gracias y le pedimos disculpas por los inconvenientes. Realmente ha tenido que viajar durante muchísimas horas y por eso también se ha demorado un poco esta reunión que estaba prevista para otro horario.
Así que, con cenizas y todo, que son chilenas las cenizas, eso sí son –digamos- de la región, no son argentinas, cenizas chilenas y alfajores rosarinos, argentinos, bienvenido a la República Argentina.