Señor Vicepresidente de la Nación; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señor rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires; autoridades nacionales; señores legisladores; señores miembros de la comunidad educativa; señoras y señores: bueno como ex egresado de la Universidad Nacional de La Plata es un placer, recuerdo una vieja competencia, poder colaborar con la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Realmente la problemática del Hospital de Clínicas es algo que venimos discutiendo hace muchísimo tiempo, conversando con Daniel, con Cristina, con Julio y con toda la gente que tiene que ver obras publicas porque – eso es para que vean cuando algunos dicen que no somos plurales, yo voy a ampliar el concepto que dijo Daniel, que lo comparto plenamente, que es muy importante para la Ciudad de Buenos Aires - para mí el Hospital de Clínicas, aparte de la Ciudad de Buenos Aires, es muy importante para toda la Argentina por lo que significa, por lo que nos ha brindado desde el punto de vista investigativo, desde el punto de vista de la calidad científica, desde el punto de vista de la capacidad de resolución de punta de la problemática de la salud, que nos ha marcado un rumbo y nos ha marcado una historia, que lamentablemente – como muchos otros temas por esas circunstancias de las cosas que nos fueron pasando a los argentinos lo dejamos de lado.

A mí hay dos obras que me emocionan muchísimo: una, es el Colegio Nacional de La Plata, un colegio hermoso, espectacular. No sé si algunos de ustedes ha tenido la suerte de conocerlo, que hace a la historia misma de la formación de muchísimos alumnos que han ingresado a la universidad sin el famoso curso de ingreso y demás, lo que significaba estructuralmente y culturalmente. Y lo estamos trabajando con el rector del Colegio Nacional, con el rector de la Universidad Nacional de La Plata y si Dios quiere dentro de algunos meses estará totalmente restaurado. Y el otro tema central es el Hospital de Clínicas porque los argentinos tenemos muchísimas asignaturas pendientes para resolver. A veces cuando dicen falta esto, falta aquello, es lógico, si no nos faltaran tantas cosas, los argentinos ya habríamos salido del infierno y seguramente tendríamos menos dolores de cabeza. Pero cuando uno llegó donde llegó tiene que poner la espalda dura, soportar, tratar de avanzar con toda la fuerza y toda la vocación necesaria sabiendo que llegamos a tocar fondo.

Y el tema de la salud - yo tengo mis discusiones fuertes con Ginés – yo creo profundamente en la salud pública, creo que es una de las asignaturas pendientes que tiene la Argentina a resolver en los próximos años. No porque no se haya hecho nada ni mucho menos, al contrario, en muchísimas áreas se ha trabajado muchísimo pero evidentemente tenemos que estructurar un plan integral de salud. La salud pública tiene que ser un vértice real de las respuestas que necesita la sociedad argentina, tiene que ser quien lleve la punta de lanza de las respuestas, de la cualificación necesaria que tiene que llevar adelante en complementación con la medicina privada, pero no puede estar ausente, olvidada o dejar muchas veces a los hospitales en situaciones lamentables.

Lamentablemente cuando uno entra a algunos hospitales públicos, a veces, le da mucho dolor porque ese hospital público no es la síntesis solamente de la lucha que a veces solitariamente dan los enfermeros, el director, el personal que trabaja allí, sino es la síntesis de horas, de esfuerzo de muchos argentinos que están esperando que sus hospitales públicos sean distintos.

Sé que las inversiones son muy grandes, estamos haciendo un hospital en Florencio Varela y eso cuesta muchísimo, pero hay que hacerlo. A mí siendo Gobernador de mi provincia me tocó hacer un hospital nuevo por localidad, lo hicimos y ha dado unos resultados espectaculares. Claro, se gasta más y entonces hay algunos economistas, muy particulares, que dicen que aumenta el gasto público del Estado en salud y demás. Lógicamente, ustedes que son profesionales y que, evidentemente, están absolutamente consustanciados con lo que significa la inversión en salud, saben que cuantos más medios se tienen, cuando los hospitales tienen mayor capacidad de respuesta técnica, tecnológica y en aparatos o cuando nuestros profesionales adquieren mayor calidad, hay una mayor detección de enfermedades y, por supuesto, se gasta mucho más pero, a su vez, se salvan muchas más vidas.

Entonces, esto del gasto público, la vida y el mejoramiento de la prestación profesional, es una relación que hay que estudiarla muy a fondo. No se puede seguir hablando desaprensivamente de esta forma.

Fíjense que hay un hospital en La Plata, el Rossi, que todavía no tiene un tomógrafo, por dar un ejemplo. Pasa lo mismo cuando entramos a recorrer hospitales en toda la Argentina. La vez pasada me tocó estar en el Chaco y lo vi.

Estas son respuestas que nosotros tenemos la obligación de dar y también el Estado, en su carácter promocional, de empujar globalmente las soluciones que necesita la salud pública en la Argentina.

Yo estoy emocionado con el tema del Hospital de Clínicas y lo digo en serio, porque siempre, más nosotros, que lo miramos desde muy lejos, lo vimos como que es llegar allí con algún problema de un familiar o de alguien y siempre ver una solución o renacía la esperanza de vida o la esperanza de la solución del problema y decíamos “estoy en el mejor lugar”.

Es una pena que, a pesar de la lucha que en soledad dieron muchos, se haya abandonado todo. Ahora empezamos una etapa y creo que estamos empezando a construir cultura en este punto y es fundamental. Esto lo decíamos con Daniel hoy cuando conversábamos sobre este tema. Estamos entrando en todo un procedimiento cultural, en la recuperación de nuestros valores y en la valorización de las cosas importantes, señor Rector, como lo charlábamos el otro día.

Creo que el primer paso de noventa días, con una inversión de 4 millones, con proyectos y las cuestiones urgentes, más 107 millones que después se tienen que invertir, es importante. La licitación la va a hacer el Comité del Hospital de Clínicas, el Estado nacional va a aportar el dinero y ustedes tienen que supervisar la obra a fondo. Construyamos otra vez lo que no dejó de ser, pero que lo dejamos caer, es cierto, porque en un momento no funcionaban ni los ascensores en nuestro Hospital de Clínicas. Es una verdadera vergüenza.

Tenemos que recuperarlo con todas nuestras fuerzas y esta plata, que no es de un presidente ni de un gobierno, sino que es del Estado nacional y que va hacia la salud, hacia un hospital que es referencia clara de la salud en la Argentina, realmente tiene que servir para que definitivamente podamos dar las respuestas políticas, institucionales y morales de salud que debemos construir los argentinos. Porque éstas son las verdaderas respuestas morales: recuperar estos institutos que fueron creados con una gran visión allá por 1875.

Hoy, en 2007, a pesar de los esfuerzos aislados, por ahí de muchos de ustedes, está abandonado o lo abandonaron. No importa quién lo hizo, porque la distribución de culpas es la tarea más fácil que tenemos los argentinos para hacer. Hagamos una asunción de culpa colectiva y demos una respuesta colectiva para que realmente el Hospital de Clínicas vuelva a ser la referencia que los argentinos necesitamos.

Daniel, señor Rector, la verdad es que me siento honrado de poder participar en esta “etapita” de la historia y por poder decir que también pudimos tomar una decisión política y que tenemos la iniciativa política para empezar a revertir una historia que nos avergüenza.

Les agradezco mucho la presencia de todos ustedes y espero que el Hospital de Clínicas, a parte de llenarnos de orgullo, lo cuidemos como se merece cuidar a un centro madre de la salud argentina y que vuelva a ser una referencia plena en la Capital, en el país y en toda América latina, porque esto es lo que nosotros deseamos.

Muchísimas gracias y a vuestras órdenes. (APLAUSOS)