Un día, hace muchos años, estuve en este querido barrio de Lugano de la mano de la familia Pandolfi y de otros amigos que me traían cuando fui recién elegido como gobernador de mi provincia y descubrí otra Capital Federal, descubrí otra realidad y descubrí que en Lugano también se sufría como se sufre aún hoy en el país federal, en el país puertas adentro; descubrí hermanos y hermanas en Lugano que no participaban de la renta de esta querida Capital Federal y también descubrí seres humanos hermosos dispuestos a dar todo sin pedir nada.
A partir de allí, comenzamos con esta loca idea para algunos de intentar cambiar la relación de fuerzas en la Argentina y animarnos, con coraje, a construir un proyecto distinto, un proyecto que contuviera a todos los argentinos.
En cada elección y en esta en la Capital Federal, queridos hermanos y hermanas, se discuten dos proyectos políticos, puede haber cualquier tipo de alianzas, acuerdos o transacciones políticas o de otro tipo, pero tengan en claro que lo que se discute o es un país para todos o tratar de volver al país para unos pocos. (APLAUSOS)
Lo que se discute con absoluta claridad es si nosotros somos capaces de incorporar definitivamente al país con la Capital y a la Capital con el país o seguimos teniendo una Capital que mira al país como si el país fuera distinto a la Capital.
Yo estoy seguro, porque conozco a los capitalinos, piensen como piensen, que son parte viva de la Argentina y van a ser el gran esfuerzo de abrazar a la Capital con el país y al país con la Capital para que la Argentina en su conjunto tenga la potencialidad de un proyecto que pueda avanzar con la fuerza que todos necesitamos.
Pero no se puede tratar de obtener victorias de cualquier manera, no sirve ganar por ganar una elección. Por eso nosotros confiamos en Filmus y en Heller, queremos ganar una elección con candidatos que garanticen un proyecto transformador, no en el discurso, sino en la acción cotidiana, en la acción permanente. (APLAUSOS)
Nosotros sabemos que algunos dicen que la Capital vota distinto que el país, ese es el discurso de aquellos que están buscando una retaguardia porque saben que el país está avanzando decididamente hacia el cambio. Es el discurso de los que quieren hacer de la Capital un rancho aparte.
Yo les digo a los intelectuales, a los universitarios, profesionales, trabajadores, a la clase media de la Capital Federal, que tengan en claro –y sé que lo tienen- que es fundamental hermanarse con el conjunto de la Argentina para construir esa Argentina con autonomía, esa Argentina con decisión.
Yo me pregunto: ¿hay algún capitalino argentino que pueda estar en contra de esta decisión concreta que tenemos de llevar adelante la recuperación de la memoria, la justicia, el castigo a los que cometieron los horrendos crímenes y que definitivamente la Nación Argentina recupere altiva la memoria de honrar a sus próceres y a las instituciones como corresponde? (APLAUSOS)
Me pregunto seriamente si hay algún argentino capitalino que diga que está en desacuerdo con la negociación de la deuda externa que llevamos adelante donde ahorramos por primera vez en la historia 70 mil millones de dólares a los bolsillos argentinos. (APLAUSOS)
Yo me pregunto si hay alguien que pueda estar en desacuerdo en haber dicho “chau, Fondo, los argentinos recuperamos nuestra dignidad, nuestra memoria y nuestra capacidad de decisión”. (APLAUSOS)
Me pregunto si hay algún argentino que viva en esta querida Capital que no se puede sentir con esperanza cuando ve que la pobreza bajó del 60 por ciento al 26,9, que la indigencia bajó del 27 al 8,8 y que la desocupación bajó casi del 27, 30 por ciento a un promedio del 9. Es una Argentina que se va integrando, es una Argentina que va recuperando sus mejores valores, pero todos sabemos que todavía estamos en el infierno y con Daniel esto lo percibimos con absoluta claridad.
Cuando veíamos que las empresas solicitaban mano de obra con especialización, mano de obra capacitada y nuestros chicos, nuestros hermanos jóvenes, habían quedado absolutamente desplazados de la estructura productiva en el década del 90 porque no tenían oficio, Daniel Filmus implementó nuevamente las escuelas técnicas en la Argentina para darles a nuestros chicos los instrumentos de trabajo y dignidad. (APLAUSOS)
Ahora me pregunto si puede haber un proceso transformador en la Argentina, cuando el 10 de diciembre salgamos del infierno, si no hay un proyecto educacional que garantice esa transformación. Esa nueva ley de educación democrática, plural que llevó adelante Daniel Filmus y que se está empezando de implementar en toda la Argentina va a garantizar que realmente tengamos la construcción de la equidad, la integración, la inclusión y educación para todos los argentinos. Es un verdadero ejemplo de práctica democrática y plural y una ley de educación que nos contiene a todos.
También, para que esa Ley de Educación no sea solamente una ley, dijimos cómo la vamos a financiar y Daniel Filmus consiguió, convenció y nos hizo entender a todos la necesidad de que esté instrumentado por ley y que hacia el Bicentenario 6 puntos del Producto Bruto Interno Nacional sean destinados a la educación como elementos concretos y reales que permitan la transformación en la Argentina. (APLAUSOS)
Por eso hablamos de dos proyectos: nosotros que queremos que el país se vuelva a industrializar como lo está haciendo; nosotros que queremos con todas nuestras fuerzas que el país vuelva con la fuerza de la construcción a forjar los instrumentos, las herramientas y los cambios que la Patria necesita; nosotros qué queremos la construcción de un país con decisión nacional; nosotros que queremos que vuelva la industria de la autoparte y el trabajo digno que permita la inclusión de miles y miles de argentinos; nosotros qué queremos recuperar la capacidad de producción con valor agregado en nuestra Argentina. Fíjense ustedes que en la Argentina el 48 por ciento de las exportaciones hoy son con valor agregado, son manufacturas industriales; fíjense el crecimiento de las exportaciones, el crecimiento de la industria, el primer trimestre la Argentina volvió a crecer el 8 por ciento.
Por eso yo les pido capitalinos: hay otros que les interesa ganar la elección de cualquier forma y sin principios, por lo menos a mi juicio; está bien, la democracia lo permite, pero tengamos la claridad absoluta, ganar para claudicar a nosotros no nos interesa, a nosotros nos interesa ganar para cambiar, para transformar, para abrir los nuevos vientos, para abrir las nuevas avenidas, para abrir las esperanzas de una Patria diferente, distinta. (APLAUSOS).
A nosotros nos interesa tener la iniciativa política para que Lugano, por dar un ejemplo, como tantas otras villas de la Capital, no sea un instrumento de cambio en las elecciones. Se acuerdan que hay compañeros que padecen pobreza cuando hay elecciones y entonces hablan de Lugano y de los lugares marginales de la Capital, pero cuando tienen que conducir no aparecen nunca por Lugano ni aparecen por la periferia de la Capital. Nosotros queremos que Lugano vaya hacia el centro y tenga los beneficios del centro de la Capital, así como otras villas que existen en la Argentina, que existen en la Capital Federal. (APLAUSOS)
Por eso, queridos hermanos y hermanas, debe tener absolutamente en claro esto y a todos los argentinos les digo que estos dos proyectos de país van a confrontar indudablemente en las urnas en forma permanente, los que quieren volver a la década del 90 con aquel proyecto que empezó en 1976 y que muchos de ellos aplaudieron y los que estamos tratando de construir en forma plural un proyecto que nos permita generar la alternativa que necesita nuestro país, un proyecto no sectario, terminar con el sectarismo, esto no lo va a solucionar solamente un partido o un sector o una visión. Aquellos que por muchos años hemos militado con nuestras fuerzas en el movimiento nacional y popular permanentemente, somos quienes más entendemos este tema. Es fundamental generar un amplio espacio, un amplio ámbito, coordinando la construcción de un proyecto integrador nacional que nos permita construir la Argentina que deseamos, sin hegemonismo de ningún sector, con el hegemonismo del pueblo que garantice la transformación.
Pero seamos amplios, seamos plurales, abramos los brazos a todos aquellos que quieren caminar en la construcción de la nueva Argentina y sepamos respetarnos las diferencias; sepamos respetarnos las visiones que podamos tener distintas de cada punto.
Y a los otros, a los que van a competir también por la iniciativa de la conducción de la Capital Federal, les decimos que tenemos nuestros brazos abiertos, que no vamos a responder agravio con agravio, que no vamos a responder descalificación con descalificación, que no vamos a caer en lo que ellos dicen que no se debe hacer pero que hacen en campañas sucias o en hechos que lastimen la moral, la idoneidad y la hidalguía de todos los porteños.
El proyecto que encabezan Filmus y Heller en la Capital Federal es un proyecto integrador, amplio, con amor, con pasión, sin necesidad de responder a actitudes totalmente equivocadas con otras, porque ése sería un gran error.
Queremos abrir los brazos, queremos abrir los corazones, en el Día de la Escarapela queremos abrazarnos a la patria y decirle a la Argentina toda y a la Capital Federal toda, que nosotros queremos una patria para todos, y en una patria para todos no hay lugar para rencores, no hay lugar para broncas, no hay lugar para tratar de generar confrontaciones innecesarias. (APLAUSOS)
¡Vamos con todo, vamos todos juntos, vamos con pluralidad, vamos con fuerza, vamos con las convicciones, vamos con los principios, vamos por las ideas, vamos por nuestra historia, vamos por nuestros próceres, vamos por nuestra dignidad, vamos por un país para todos y con una Capital integrada!
Muchísimas gracias Lugano, muchísimas gracias hermanos, ¡con fuerza, con alegría, con vocación de lo que pensamos, que se abran las avenidas de la patria para todos los argentinos sin ningún tipo de distinción.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)
A partir de allí, comenzamos con esta loca idea para algunos de intentar cambiar la relación de fuerzas en la Argentina y animarnos, con coraje, a construir un proyecto distinto, un proyecto que contuviera a todos los argentinos.
En cada elección y en esta en la Capital Federal, queridos hermanos y hermanas, se discuten dos proyectos políticos, puede haber cualquier tipo de alianzas, acuerdos o transacciones políticas o de otro tipo, pero tengan en claro que lo que se discute o es un país para todos o tratar de volver al país para unos pocos. (APLAUSOS)
Lo que se discute con absoluta claridad es si nosotros somos capaces de incorporar definitivamente al país con la Capital y a la Capital con el país o seguimos teniendo una Capital que mira al país como si el país fuera distinto a la Capital.
Yo estoy seguro, porque conozco a los capitalinos, piensen como piensen, que son parte viva de la Argentina y van a ser el gran esfuerzo de abrazar a la Capital con el país y al país con la Capital para que la Argentina en su conjunto tenga la potencialidad de un proyecto que pueda avanzar con la fuerza que todos necesitamos.
Pero no se puede tratar de obtener victorias de cualquier manera, no sirve ganar por ganar una elección. Por eso nosotros confiamos en Filmus y en Heller, queremos ganar una elección con candidatos que garanticen un proyecto transformador, no en el discurso, sino en la acción cotidiana, en la acción permanente. (APLAUSOS)
Nosotros sabemos que algunos dicen que la Capital vota distinto que el país, ese es el discurso de aquellos que están buscando una retaguardia porque saben que el país está avanzando decididamente hacia el cambio. Es el discurso de los que quieren hacer de la Capital un rancho aparte.
Yo les digo a los intelectuales, a los universitarios, profesionales, trabajadores, a la clase media de la Capital Federal, que tengan en claro –y sé que lo tienen- que es fundamental hermanarse con el conjunto de la Argentina para construir esa Argentina con autonomía, esa Argentina con decisión.
Yo me pregunto: ¿hay algún capitalino argentino que pueda estar en contra de esta decisión concreta que tenemos de llevar adelante la recuperación de la memoria, la justicia, el castigo a los que cometieron los horrendos crímenes y que definitivamente la Nación Argentina recupere altiva la memoria de honrar a sus próceres y a las instituciones como corresponde? (APLAUSOS)
Me pregunto seriamente si hay algún argentino capitalino que diga que está en desacuerdo con la negociación de la deuda externa que llevamos adelante donde ahorramos por primera vez en la historia 70 mil millones de dólares a los bolsillos argentinos. (APLAUSOS)
Yo me pregunto si hay alguien que pueda estar en desacuerdo en haber dicho “chau, Fondo, los argentinos recuperamos nuestra dignidad, nuestra memoria y nuestra capacidad de decisión”. (APLAUSOS)
Me pregunto si hay algún argentino que viva en esta querida Capital que no se puede sentir con esperanza cuando ve que la pobreza bajó del 60 por ciento al 26,9, que la indigencia bajó del 27 al 8,8 y que la desocupación bajó casi del 27, 30 por ciento a un promedio del 9. Es una Argentina que se va integrando, es una Argentina que va recuperando sus mejores valores, pero todos sabemos que todavía estamos en el infierno y con Daniel esto lo percibimos con absoluta claridad.
Cuando veíamos que las empresas solicitaban mano de obra con especialización, mano de obra capacitada y nuestros chicos, nuestros hermanos jóvenes, habían quedado absolutamente desplazados de la estructura productiva en el década del 90 porque no tenían oficio, Daniel Filmus implementó nuevamente las escuelas técnicas en la Argentina para darles a nuestros chicos los instrumentos de trabajo y dignidad. (APLAUSOS)
Ahora me pregunto si puede haber un proceso transformador en la Argentina, cuando el 10 de diciembre salgamos del infierno, si no hay un proyecto educacional que garantice esa transformación. Esa nueva ley de educación democrática, plural que llevó adelante Daniel Filmus y que se está empezando de implementar en toda la Argentina va a garantizar que realmente tengamos la construcción de la equidad, la integración, la inclusión y educación para todos los argentinos. Es un verdadero ejemplo de práctica democrática y plural y una ley de educación que nos contiene a todos.
También, para que esa Ley de Educación no sea solamente una ley, dijimos cómo la vamos a financiar y Daniel Filmus consiguió, convenció y nos hizo entender a todos la necesidad de que esté instrumentado por ley y que hacia el Bicentenario 6 puntos del Producto Bruto Interno Nacional sean destinados a la educación como elementos concretos y reales que permitan la transformación en la Argentina. (APLAUSOS)
Por eso hablamos de dos proyectos: nosotros que queremos que el país se vuelva a industrializar como lo está haciendo; nosotros que queremos con todas nuestras fuerzas que el país vuelva con la fuerza de la construcción a forjar los instrumentos, las herramientas y los cambios que la Patria necesita; nosotros qué queremos la construcción de un país con decisión nacional; nosotros que queremos que vuelva la industria de la autoparte y el trabajo digno que permita la inclusión de miles y miles de argentinos; nosotros qué queremos recuperar la capacidad de producción con valor agregado en nuestra Argentina. Fíjense ustedes que en la Argentina el 48 por ciento de las exportaciones hoy son con valor agregado, son manufacturas industriales; fíjense el crecimiento de las exportaciones, el crecimiento de la industria, el primer trimestre la Argentina volvió a crecer el 8 por ciento.
Por eso yo les pido capitalinos: hay otros que les interesa ganar la elección de cualquier forma y sin principios, por lo menos a mi juicio; está bien, la democracia lo permite, pero tengamos la claridad absoluta, ganar para claudicar a nosotros no nos interesa, a nosotros nos interesa ganar para cambiar, para transformar, para abrir los nuevos vientos, para abrir las nuevas avenidas, para abrir las esperanzas de una Patria diferente, distinta. (APLAUSOS).
A nosotros nos interesa tener la iniciativa política para que Lugano, por dar un ejemplo, como tantas otras villas de la Capital, no sea un instrumento de cambio en las elecciones. Se acuerdan que hay compañeros que padecen pobreza cuando hay elecciones y entonces hablan de Lugano y de los lugares marginales de la Capital, pero cuando tienen que conducir no aparecen nunca por Lugano ni aparecen por la periferia de la Capital. Nosotros queremos que Lugano vaya hacia el centro y tenga los beneficios del centro de la Capital, así como otras villas que existen en la Argentina, que existen en la Capital Federal. (APLAUSOS)
Por eso, queridos hermanos y hermanas, debe tener absolutamente en claro esto y a todos los argentinos les digo que estos dos proyectos de país van a confrontar indudablemente en las urnas en forma permanente, los que quieren volver a la década del 90 con aquel proyecto que empezó en 1976 y que muchos de ellos aplaudieron y los que estamos tratando de construir en forma plural un proyecto que nos permita generar la alternativa que necesita nuestro país, un proyecto no sectario, terminar con el sectarismo, esto no lo va a solucionar solamente un partido o un sector o una visión. Aquellos que por muchos años hemos militado con nuestras fuerzas en el movimiento nacional y popular permanentemente, somos quienes más entendemos este tema. Es fundamental generar un amplio espacio, un amplio ámbito, coordinando la construcción de un proyecto integrador nacional que nos permita construir la Argentina que deseamos, sin hegemonismo de ningún sector, con el hegemonismo del pueblo que garantice la transformación.
Pero seamos amplios, seamos plurales, abramos los brazos a todos aquellos que quieren caminar en la construcción de la nueva Argentina y sepamos respetarnos las diferencias; sepamos respetarnos las visiones que podamos tener distintas de cada punto.
Y a los otros, a los que van a competir también por la iniciativa de la conducción de la Capital Federal, les decimos que tenemos nuestros brazos abiertos, que no vamos a responder agravio con agravio, que no vamos a responder descalificación con descalificación, que no vamos a caer en lo que ellos dicen que no se debe hacer pero que hacen en campañas sucias o en hechos que lastimen la moral, la idoneidad y la hidalguía de todos los porteños.
El proyecto que encabezan Filmus y Heller en la Capital Federal es un proyecto integrador, amplio, con amor, con pasión, sin necesidad de responder a actitudes totalmente equivocadas con otras, porque ése sería un gran error.
Queremos abrir los brazos, queremos abrir los corazones, en el Día de la Escarapela queremos abrazarnos a la patria y decirle a la Argentina toda y a la Capital Federal toda, que nosotros queremos una patria para todos, y en una patria para todos no hay lugar para rencores, no hay lugar para broncas, no hay lugar para tratar de generar confrontaciones innecesarias. (APLAUSOS)
¡Vamos con todo, vamos todos juntos, vamos con pluralidad, vamos con fuerza, vamos con las convicciones, vamos con los principios, vamos por las ideas, vamos por nuestra historia, vamos por nuestros próceres, vamos por nuestra dignidad, vamos por un país para todos y con una Capital integrada!
Muchísimas gracias Lugano, muchísimas gracias hermanos, ¡con fuerza, con alegría, con vocación de lo que pensamos, que se abran las avenidas de la patria para todos los argentinos sin ningún tipo de distinción.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)