PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DONDE SE ANUNCIÓ LA FIRMA DE ACUERDOS PARITARIOS

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DONDE SE ANUNCIÓ LA FIRMA DE ACUERDOS PARITARIOS

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Ante todo quiero agradecer profundamente la presencia de los amigos y compañeros trabajadores y de los amigos señores empresarios que se encuentran hoy aquí, dando una clara muestra de lo que es convivir en democracia, una clara muestra de que estamos tratando entre todos de construir una Argentina que pueda salir del infierno, tarea nada fácil, lo saben los trabajadores más que nadie y también lo saben los señores empresarios por todo lo que nos ha tocado vivir.

Hace muy pocos años en esta Argentina se salía a las calles a clamar por la exclusión social, por los millones de argentinos que quedaban desocupados, por las empresas argentinas que quebraban, por la paralización de todo tipo de inversión, de obra pública, por el derrumbamiento de escuelas y demás que eran prácticamente sólo comedores para tratar de paliar la terrible situación social que tenía la Argentina. Decía ayer un país donde los ocupados tenían sus sueldos totalmente congelados y cuando les iban a pagar les pagaban en cuotas y con un papel que en la provincia de Buenos Aires se llamaba patacón, en el país lecop, en Tucumán había 4 monedas, siempre me acuerdo, hasta un cheque diferido, un circuito de las mil monedas por más de 13.000 millones de pesos, esa era la situación de los argentinos.

Por supuesto muchos callaban y si algún trabajador levantaba la voz por esta situación le decían que mejor se calle porque era la teoría del terror y el miedo porque iban a quedar muchos más desocupados. También los empresarios nacionales, las empresas que trabajaban en el país en muchos casos, no sabían cómo hacer para mantener abiertas las puertas de sus industrias, de sus empresas, porque cada día producían menos, vendían menos y evidentemente el endeudamiento cada día era mayor.

Eso pasó en la Argentina hace 5 años nada más, o 4 años, y los argentinos que a veces practicamos la falta de memoria y por eso se nos suelen reciclar algunos problemas, es fundamental que en esta etapa tengamos una profunda memoria. El ejemplo que ustedes están dando acá, primero es que tanto trabajadores como empresarios en extrema madurez conviven y saben qué es lo que pasa cuando suceden estas crisis, sin extorsiones, con las discusiones naturales de intereses, discutiendo como corresponde lo que se debe discutir en la Argentina; en un país que crece hay que ir discutiendo con responsabilidad, con racionalidad, con criterio estratégico, porque queremos que la Argentina crezca muchos años, que haya muchos más trabajadores y que por supuesto cada vez participen más de la distribución de la renta nacional como en algún tiempo lo hicieron profundamente en la Argentina. También queremos la rentabilidad empresaria, esa contradicción entre rentabilidad empresaria, mejoramiento en la distribución del ingreso y crecimiento salarial de los trabajadores es absurda, a mayor rentabilidad empresaria va a haber mayor crecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores.

Así tiene que ser, así tenemos que construir la Argentina, la Argentina donde todos alienten la esperanza de crecer y no esa Argentina donde muchos callaban –como tantos años y tantas veces callaron-, cuando decían crece la Argentina, lleno de editoriales y empleados de las consultoras económicas que decían qué bien que crece la Argentina y crecían solamente unos pocos y la mayoría de los argentinos eran condenados a la indigencia, a la pobreza, a la desocupación o al quiebre de las empresas. Nos habían instalado un sistema que todavía en algunos casos algunos creen que es practicable, que en vez de empresarios nacionales querían gerentes de otros intereses en este país. Nosotros queremos la inversión privada de empresarios privados de otros países, pero también queremos un fuerte empresariado nacional al que le vaya muy bien, porque un empresariado nacional fuerte, con una industria nacional fuerte, no tengan ninguna duda que va a haber un país estructurado con la clase media y los trabajadores argentinos, y nosotros lo que debemos construir es un país.

Claro que se va a tener que discutir salarios todos los años, porque pensamos que la Argentina siga creciendo y porque pensamos que tiene que seguir generándose una paulatina y racional recuperación en la distribución de la riqueza de los trabajadores. Además porque sabemos que nuestros empresarios van a seguir invirtiendo y están decididos, por los números que tenemos en nuestras manos, a que esta Argentina termine definitivamente con esos ciclos de un poquito para adelante y un mucho para atrás.

La industria, que se mide estacionalizadamente, algunos dijeron que creció el 6,8, pero esta es la industria desestacionalizada, la industria estacionalizada creció el 7 por ciento, no el 6,8. La industria técnicamente se mide en forma estacionalizada y creció el 7 por ciento y lleva un acumulado del 6,6 por ciento en los dos o tres primeros meses. La actividad económica creció un 8,2 por ciento en los dos primeros meses y va a seguir creciendo a buen ritmo. Seguramente la desocupación del primer trimestre respecto del primer trimestre del año pasado va a ser bastante más baja, y cuando lleguemos a fin de año seguramente la del último trimestre va a ser más baja que la del último trimestre del año pasado que fue del 8,7.

La indigencia ha bajado del 27 al 8 por ciento y la desocupación casi del 30 como ya dijimos según el trimestre al 8,7, ustedes saben que la desocupación se debe medir por estacionalidad para tener una clara realidad, no se puede extender un trimestre a todo el año y nosotros no vamos a caer en la soberbia de querer extender ese 8,7 a todo el año porque estaríamos mintiendo a la gente. Hay que medir trimestre con trimestre como corresponde para ser absolutamente serios.

La pobreza bajó del 59 por ciento al 26,9, este es un logro de todos, no de un gobierno. La recaudación sigue creciendo a promedios del 25 por ciento y más, comparándola mes a mes. La obra pública se sigue potenciando fuertemente y la obra privada también en el país. Cuando salgamos el 10 de diciembre -espero decirle al pueblo argentino que hemos salido del infierno- definitivamente hay que establecer nuevas pautas culturales en este país. ¿Cómo puede ser que se diga que la obra pública es gasto público improductivo? ¿Qué hace un país que no tiene hospitales, escuelas, carreteras, autovías, viviendas? Claro, para qué vamos a construir viviendas en la Argentina si los que analizamos las variables económicas vivimos muy bien.

Nosotros estamos empeñados, juntamente con los argentinos y los trabajadores de la construcción en disminuir el déficit habitacional y en muchos lados les puedo asegurar que hemos avanzado fuertemente. La vivienda en la Argentina tiene que constituirse en una inversión cotidiana y permanente de todos los años, con una forma clara y concreta de dinamizar la economía, de darle el hogar que merece a cada argentino y generar los puestos de trabajo que también merecen los argentinos para trabajar con dignidad como corresponde.

Nosotros sabemos que hay muchísimos temas a resolver en la economía, pero el 25 de mayo de 2003, cuando me tocó abrir la carpeta como se dice, sabía que se venía el 2006, el 2007 y el 2008 para pagar los bonos famosos del corralito, habían hecho una financiación muy cortita; sabía que había que resolver la deuda interna privada que estaba toda en mora, en falta de pago, y ahorramos 70.000 millones de dólares; sabía que había que discutir con el Fondo Monetario Internacional que nos implementaba las políticas aquí en la Argentina. A algunos les molesta cuando les digo miren qué distinto es a cuando venían, ¿se acuerdan que era tapa de todos los medios “llegan los integrantes del Fondo para analizar la gestión económica argentina”? Y llegaban para condicionarnos, para que tuviéramos más hambre, más desocupación, menos esperanza, menos posibilidad de realizarnos.

Hoy tenemos políticas propias, los argentinos estamos elaborando nuestras propias políticas estratégicas. Claro que el avance del proceso de consolidación nos va a llevar a discutir otros temas muy profundos en la Argentina, la consolidación de la salud pública, la inversión en hospitales, el equilibrio entre inversión en salud pública y privada para que juntas y complementadas den la respuesta global que este país necesita. Claro que hemos tratado de atenderla pero es una asignatura en la que hay que hacer un gran esfuerzo para recuperar la potencialidad que tuvimos nosotros en algún tiempo. Claro que hay que potenciar y seguir potenciando, hemos construido 700 escuelas, nunca en la historia se dio, nunca en la historia mejoraron tanto los salarios de los docentes en la Argentina, y bien hecho que está y lo seguiremos haciendo, pero lo seguiremos haciendo con racionalidad, responsabilidad, con criterio, con equilibrio, en la búsqueda de que quienes enseñan a nuestros chicos tengan el reconocimiento global de la sociedad. Pero recordemos lo que ganaban antes del 2003, dónde estaban y dónde están ahora porque también es muy bueno tener buena memoria.

Nuestros jubilados, varios anuncios de aumento al mínimo después de años y años que nadie los había atendido, y ya empezamos con los aumentos a los jubilados globalmente, no solamente los mínimos, para evitar el achatamiento y paulatinamente recuperar una pirámide perdida. La tarea de inclusión jubilatoria, estamos jubilando a todos los hermanos y hermanas que quedaron fuera del proceso de privatización, un millón de argentinos que habían perdido el derecho y la esperanza de poder ser, que han sido jubilados y tienen la posibilidad de cobrar su jubilación. Un millón de argentinos. La caída abrupta, gracias a Dios, de todos los plantes sociales, de toda la actitud prebendaria, que lo único que generaba era más indignidad y el trabajo, que hemos ido logrando obviamente con la ayuda de los empresarios y los trabajadores, nosotros solos no hubiéramos podido hacer nada.

Lógico que habrá que corregir muchas cosas, pero también quiero que ustedes y los argentinos que nos miran por televisión sepan que hay sectores e intereses a los que este tipo de cosas les molestan -yo no me voy a callar la boca, siempre lo digo- y se expresan ideológicamente, en algunos lados por los intereses y en otros lados se expresan ideológicamente con toda claridad; por el bien de todos nosotros no lo vamos a mencionar hoy, todos sabemos dónde se expresan, claramente, tratando de perturbar, tratando de generar situaciones, faltando la mayoría de las veces a la verdad.

Por eso yo creo firmemente en el pueblo argentino, por eso en cada lugar que voy me encuentro con la gente, con los que tienen que ver con la realidad social y permanente, con los empresarios del lugar. Tenemos días como el de ayer y espero que la UOM…, yo sé que prontamente va a arreglar, están cerca de arreglar, les mando un saludo a todas las cámaras empresarias, a las chicas y las grandes, que también arreglen definitivamente si están tan cerquita, a ver si la semana que viene también los compañeros metalúrgicos juntamente con las cámaras pueden firmar y si están muy cerca de hacerlo que lo hagan porque nosotros vemos con mucho entusiasmo también ese arreglo, es muy importante.

Ayer estuvimos en Peugeot, de 17.000 vehículos ahora se fabrican 97.000 en la Argentina y se exportan 57.000; se vendían 5.000 en el 2002 en el mercado interno y hoy se venden 40.000 vehículos, miren cuántas veces más, pero lo más emocionante fue cuando entramos a recorrer el taller y nos abrazábamos con los trabajadores, con sus martillos, sus yunques, sus buzos. Se nos caían las lágrimas a ellos y a nosotros porque había 4.000 compañeros allí que vaya a saber dónde estaban en el 2002 y hoy están trabajando con dignidad, con salarios, en una fábrica que crece. Esa es la Argentina que a uno lo repotencia, con la que uno sueña.

Por eso el ejemplo que ustedes están dando hoy es tremendamente importante. ¿Saben lo que querían estos sectores y estos intereses que no defienden los intereses del pueblo y que agoreramente, como decían el secretario general de la CGT y el ministro de Trabajo, esperaban una gran confrontación porque quieren vernos enfrentados argentinos con argentinos? Y algunos tontos, como digo yo, se dejan llevar por esos cantos de sirena a ver si con tal de poder decir algunas palabras creen que están favoreciendo o ayudando a construir algo distinto y lo único que hacen es repetir las viejas prácticas y servir a los intereses del pasado. Con toda claridad buscaban un gran enfrentamiento, es decir la irresponsabilidad sindical, la irracionalidad del gremio de camioneros o de la construcción, o la intransigencia de los empleados públicos o de los taxistas o de los plásticos o de los bancarios, del personal de edificios o de tantos sectores que fueron arreglando. Es decir, buscar que la irracionalidad iba a poner en juego el modelo que ellos nunca cuidaron, porque siempre apostaron en contra, siempre apostaron al modelo de los 90, siempre están en contra de la distribución del ingreso y siempre están en contra de la posibilidad de que los trabajadores puedan estar mejor, siempre quieren una Argentina para pocos. Esto debemos tenerlo en claro, hay estructuras de medios en la Argentina que quieren un país para pocos, y vamos a construir un país para todos los argentinos porque se terminó la presión o la extorsión mediática en la Argentina. No hay que tenerles miedo, hay que tenerle fe y confianza a la gente, y hay que hablar con la gente permanentemente, que es lo que trato de hacer yo donde voy y todos quienes me acompañan en forma permanente.

Esa es la tarea central, y hoy ustedes están dando un ejemplo claro y concreto. Seguramente las discusiones habrán sido fortísimas, está bien, están discutiendo intereses, pero han logrado la síntesis de pensar en el país. ¿Se acuerdan ustedes? Siempre tratando de ponerles motes a los gobiernos que tratan de conjugar los intereses del conjunto de la sociedad, a veces por pensar que la gente quiera estar un poco mejor, que les vaya bien a los empresarios nacionales, decían “ahí están estas prácticas populistas”, parece que las prácticas no populistas son las prácticas que entregan los intereses de los argentinos. Nosotros, que se tenga bien claro, nunca fuimos ni seremos populistas, pero sí defendemos los intereses populares, defendemos los intereses de los empresarios nacionales y de los argentinos todos. Y sí pensamos diferente a muchos de estos sectores que hacen este tipo de definiciones o este tipo de estimaciones que tratan siempre de desconocer la calidad del recurso humano argentino.

Por eso yo decía días pasados que cuando anunciábamos el récord de reservas en la Argentina, siempre apotegma de los neoliberales, decían ¿para qué ahora tienen tantas reservas si con muchas menos podemos funcionar? Cuando le pagamos al Fondo Monetario Internacional dijeron “es una locura dejar la Argentina sin reservas”, ahí se dan cuenta ustedes la mala fe que tienen en forma permanente, cómo no pueden sostener los principios. Cuando le pagamos al Fondo éramos unos irresponsables porque dejábamos la Argentina sin reservas, ahora que estamos llegando a 38.000 millones de reservas dicen que es una locura porque tenemos demasiadas reservas.

Está claro, pero nosotros también estamos absolutamente convencidos y les puedo asegurar que hoy quienes estamos presentes no vinimos a sentarnos acá para toda la vida. Yo dije que me sentaba en este sillón para defender las convicciones y los principios que teníamos y que bajo ningún aspecto iba a claudicar en los mismos. Y si hoy a algún compañero trabajador le tuviera que decir –como lo hemos dicho- que en algo no estoy de acuerdo o que ellos me lo digan a mí, también lo hacemos, porque nos movemos sin hipocresías igual que los señores empresarios. Qué problema hay en que nos digamos cosas sobre las que no estamos de acuerdo, ese es un país vivo.

Antes teníamos la tensión de la exclusión, veíamos que se nos caía gente y empresas todos los días, hoy tenemos la tensión del crecimiento. Me quedo con la tensión del crecimiento, que vivamos por años con la tensión del crecimiento, porque estamos discutiendo nuevas riquezas. El Producto Bruto Interno ya ha superado el 15 por ciento del producto que teníamos en 1998, y ustedes señores empresarios saben que estamos hablando de riquezas nuevas. Entonces esto es muy importante, esto es lo que debemos hablar y discutir en la Argentina que viene.

Vamos a seguir profundizando la transformación educativa, los 6 puntos del Producto Bruto Interno, la nueva Ley de Educación, la nueva Ley de Educación Técnica; vamos a seguir apoyando fuertemente todo lo que son las inversiones, la industria y el empresariado nacional, las obras públicas, la construcción, con todas nuestras fuerzas vamos a seguir apelando al diálogo permanente y vamos a seguir apostando fuertemente a la construcción del empresariado nacional argentino y de un país con autonomía. Y vamos a seguir también recibiendo con los brazos abiertos a todos los capitales privados que quieran venir a la Argentina a aumentar la productividad. Este es el país que nosotros soñamos.

Yo no me quiero extender más pero creo que estamos dando un paso relevante de madurez entre todos y para mí es un gusto recibirlos acá hoy. Esta es su casa, yo soy un pasante de la historia, circunstancialmente me toca estar más tiempo que ustedes, nada más, esta es la realidad. Porque algunos llegaron acá, se sentaron acá y creyeron que venían para toda la vida, no se querían ir más. Y esto es lo bueno de la democracia, hoy está uno, mañana otro, yo sé que soy un pasante de la historia y agradezco a Dios por estar hoy con ustedes; seguramente en el futuro estarán otros conversando con ustedes como corresponde, porque la evolución de los tiempos es así y el proceso evolutivo es así.

Pero es muy bueno esto que hemos logrado hoy, que han logrado hoy, discúlpenme, la verdad que lo han logrado ustedes, esta es la realidad. Es muy bueno, y en la Argentina, tres cosas queridos amigos: tengamos memoria; cuando nos van mal las cosas no nos sintamos los peores del mundo y cuando nos va bien los mejores del mundo. Somos buenos, tenemos muy buenos recursos humanos pero no pasemos de la euforia a la depresión, siempre hay que dar la lucha ante cada problema y cada circunstancia para buscar la solución. Trabajemos con paz, amor y convivencia, y hagamos un gobierno en el que tengamos una práctica de ida y vuelta, que sea abierto y de cara a la sociedad.

Por supuesto que una vez que entremos al purgatorio va a venir otro debate en la Argentina y a nadie lo va a tener que poner nervioso, se va a debatir el país estratégico que debemos construir. Es lo que yo decía de la salud pública, la educación que ya hemos empezado, el proceso de reconversión económica, los recursos naturales, la inserción que debemos tener en los mismos, la proyección estratégica de un país que definitivamente con sus propias políticas empiece a diseñar la Argentina del bicentenario. Pero necesariamente a la salida del infierno hay que discutir las pautas estratégicas de la Argentina. Esta es la gran discusión que hay que dar, este es el gran debate que hay que dar y va a ser un debate fuerte, porque allí los argentinos se van a dar cuenta, van a poder ver pensamientos diferentes y me parece muy bien. Pero no pensamientos en el sentido de estar esperando que al que está en el gobierno le vaya mal para poder llegar. Miren qué pobreza que algunos estén esperando que se produzca algo “a ver si puedo llegar, a ver si puedo de alguna manera sentarme en ese sillón”. Lo importante es que los argentinos los elijan o nos elijan por las propuestas y las alternativas de construcción de un país estratégico.

Lógicamente la construcción del nuevo Estado, la construcción de la nueva neurona que tiene que tiene que tener el Estado argentino; la calificación en serio de la construcción de todo un sistema que puede tener algunas normas formales buenas pero que fue vaciado, donde podamos meter toda la inteligencia dentro del Estado para que pueda producir y pueda promover. El concepto del Estado promotor, el concepto de la transformación institucional que este país tiene que darse de acuerdo a la realidad concreta que tiene que ver; el rol de reconversión que debe tener nuestra economía; la discusión del rol del transporte público en la Argentina; la discusión del rol estratégico que tienen los trenes en el mundo y en los países que quieren desarrollarse, sabiendo que su rentabilidad no es financiera sino estructural, social y de desarrollo y reconversión económica. Es una vergüenza lo que pasó con los trenes en la Argentina, claro después es muy fácil ir con una cámara de televisión y decir “miren cómo están los trenes”. Por qué no dicen quiénes los destruyeron, quiénes los remataron, quiénes dijeron “ramal que para, ramal que cierra”. Por qué no dicen mientras baratean todos nuestros trenes quiénes lo hicieron, nosotros los estamos tratando de levantar como podemos y a veces se quejan de algunos subsidios que tiene el transporte público, pero lo estamos haciendo porque lo que hemos evitado fue castigar y que paguen los trabajadores -quienes pueden volver a movilizarse porque han conseguido un trabajo-, que tengan que pagar el tremendo desastre que se hizo anteriormente.

Lógicamente habrá que discutir una política seria y profunda de los transportes públicos en la Argentina y su rol; habrá que discutir una política seria también en todo el proceso de construcción de puertos, central y fundamental para el marco de la exportación y la importación que se está generando de bienes de capital para mantener los dos superávit, el comercial y primario que es fundamental. Saber que si necesitábamos de un producto mucho más chico, el 3 por ciento del superávit fiscal primario, tenemos que analizar concretamente cuál es el superávit fiscal primario que necesitamos para cada momento, eso no es algo estático, eso funciona. Tendremos que discutir el día de mañana, con toda claridad qué significa un proceso excedentario o no de reservas y qué se hace con ese proceso excedentario. Cosas concretas, reales que la Argentina está necesitando, entonces los argentinos van a decir que tenemos una dirigencia que está debatiendo el país que viene, no una dirigencia que le está poniendo todo lo que puede al que está gobernando para ver si puede tropezar o caer para decir yo puedo ser gobierno. No, lo interesante, lo importante es el gran debate nacional y para eso hay que formarse.

Así que ustedes están dando un ejemplo claro y concreto, se los digo sinceramente, tomo el guante del proceso de aprendizaje que ustedes nos hacen hacer a nosotros también, y creo que la Argentina hoy está demostrando que los argentinos estamos empezando a encontrar los enlaces, los caminos y las vinculaciones que nos van a permitir construir el país que nosotros nos merecemos.

Estamos en el infierno todavía, algunos quieren decir que salimos del infierno porque tienen otras ideas y proyectos, todavía estamos en el infierno, porque todavía tenemos muchísimos desocupados. A nosotros nos gustaría recuperar empresas con muchísima rentabilidad, que ganen muy bien y que los trabajadores recuperen su participación en el producto nacional como corresponde, entonces allí diremos que del purgatorio vamos hacia otro camino. Espero que en diciembre todos sepamos que ya estamos saliendo del purgatorio y debatamos el país estratégico, y el país estratégico lo tienen que debatir los intelectuales, los estudiantes, los profesionales, los empresarios, los trabajadores. No se puede sin la presencia del trabajo y la producción debatir un país estratégico, no puede debatir un país estratégico una elite aislada solamente de la realidad, la opinión pública también. Esto es fundamental y ese debate en la Argentina se va a dar como se ha dado en otros países.

Muchas gracias, realmente muchísimas gracias por vuestra presencia y sigamos trabajando con toda nuestra fuerza. La casa es de ustedes, siempre estoy dispuesto a corregirme porque quien tiene la responsabilidad de tomar decisiones permanentemente se equivoca permanentemente, sé que me equivoco permanentemente y trato de corregir todos los errores que pueda tener, pero les aseguro que nunca lo hago con mala intención y siempre trato de pensar en el conjunto de la sociedad argentina. Quiero decirles gracias por todo los que ayudan a todos, empresarios y trabajadores, y aprovechar para decirle a toda la gente que nos mira muchas gracias por ayudarme cotidianamente y darme esa fuerza moral para construir la Argentina.

Me quedaron muchas cosas, pero la foto de ayer, como cuando fuimos a inaugurar viviendas a José C. Paz con los gorros amarillos, cuando veo los gorros amarillos uno se emociona, porque el trabajador con el gorro amarillo se acerca y no me dice señor Presidente, me dice “hermano estoy laburando”. Ayer pasaba lo mismo con los trabajadores de Peugeot, no hay cosa más linda que el trabajo, eso trae dignidad a la familia y lógicamente todos queremos estar un poco mejor. No voy a hacer ese discurso de los ’90 o antes, siempre todos queremos ganar un poco más, es natural, porque siempre todos queremos vivir un poco mejor, quien invierte y quien trabaja, lo importante es que sepamos cómo vamos dando los pasos.

Así que muchísimas gracias y gracias por todo. (Aplausos)