La verdad que no sabía que tenía que hablar pero lo hago desde lo más profundo de mi corazón, porque con todos los amigos, los compañeros, los trabajadores, los empresarios aquí presentes que quieren construir esta Argentina diferente, es un tremendo placer compartir esta mañana.
Estos trenes, estos vagones vienen a mostrar que poco a poco vamos colocando material rodante. Como hablábamos recién con el compañero de La Fraternidad, el amigo Maturana, vamos a devolverle la dignidad al que trabaja y a los pasajeros. (APLAUSOS)
Ustedes saben que es un esfuerzo muy grande el que estamos haciendo entre todos para levantar la Argentina y que hay algunos pícaros que no quieren, quieren que las cosas no salgan. Pero cuando un pueblo se decide a cambiar, cuando un pueblo decide recuperar sus lugares de dignidad, cuando hay un Gobierno que se siente como yo compenetrado totalmente con los trabajadores, la clase media, los empresarios nacionales, la recuperación de la industria nacional, la recuperación de la autoestima, la dignidad, el avance es absolutamente seguro y lo vamos a hacer con toda nuestra fuerza.
Vemos como algunos llenan páginas y páginas de diarios de cómo se va a discutir el salario de los trabajadores; muchos hablan de la libertad de pensar, de la libertad económica. Pareciera ser que no puede haber libertad para discutir con responsabilidad y seriedad los salarios de los trabajadores. Los salarios de los trabajadores se discuten con libertad en las paritarias como corresponde, esa es una cuestión central. (APLAUSOS)
Así que no nos quieran asustar algunos pícaros que escriben sobre la inflación y demás, porque viene todo bastante bien y si Dios quiere ya podemos decir que la participación de los trabajadores está llegando al 39 por ciento del Producto Bruto Interno. Todavía estamos lejos de la época del general Perón cuando era del 50 por ciento, pero estamos avanzando de donde partimos. Si Dios quiere en febrero vamos a llegar a un dígito de desocupación después de haber pisado el 30 por ciento. (APLAUSOS)
Entonces trabajamos por una Argentina integrada, queremos que el avance del país le vaya llegando a todos y está llegando. Queremos que el derecho a tener vacaciones, el derecho a tener trabajo, el derecho a mandar a los chicos a estudiar, el derecho a la movilidad social, el derecho a tener esperanza, el derecho a mejorar sea para todos. Ese es el compromiso permanente que tenemos y que tengo, no tengan ninguna duda. Sé que hay intereses que son extremadamente egoístas y que quieren crecer nada más que ellos, pero también sé que hay empresarios que tienen perfectamente claro que esta Argentina se tiene que construir entre todos.
Por eso, los quiero abrazar fuertemente y decirles que no tengo un pie en un lado y el otro pie en otro; tengo los dos pies en la construcción de la Argentina, la Argentina industrial, la Argentina productiva, la Argentina del trabajo nacional, la Argentina donde nuestros pibes se preparan, una Argentina donde el recurso humano es respetado, la Argentina que vuelva a ser la que merece ser en el mundo.
Muchísimas gracias y gracias por compartir con todos. (APLAUSOS)
Estos trenes, estos vagones vienen a mostrar que poco a poco vamos colocando material rodante. Como hablábamos recién con el compañero de La Fraternidad, el amigo Maturana, vamos a devolverle la dignidad al que trabaja y a los pasajeros. (APLAUSOS)
Ustedes saben que es un esfuerzo muy grande el que estamos haciendo entre todos para levantar la Argentina y que hay algunos pícaros que no quieren, quieren que las cosas no salgan. Pero cuando un pueblo se decide a cambiar, cuando un pueblo decide recuperar sus lugares de dignidad, cuando hay un Gobierno que se siente como yo compenetrado totalmente con los trabajadores, la clase media, los empresarios nacionales, la recuperación de la industria nacional, la recuperación de la autoestima, la dignidad, el avance es absolutamente seguro y lo vamos a hacer con toda nuestra fuerza.
Vemos como algunos llenan páginas y páginas de diarios de cómo se va a discutir el salario de los trabajadores; muchos hablan de la libertad de pensar, de la libertad económica. Pareciera ser que no puede haber libertad para discutir con responsabilidad y seriedad los salarios de los trabajadores. Los salarios de los trabajadores se discuten con libertad en las paritarias como corresponde, esa es una cuestión central. (APLAUSOS)
Así que no nos quieran asustar algunos pícaros que escriben sobre la inflación y demás, porque viene todo bastante bien y si Dios quiere ya podemos decir que la participación de los trabajadores está llegando al 39 por ciento del Producto Bruto Interno. Todavía estamos lejos de la época del general Perón cuando era del 50 por ciento, pero estamos avanzando de donde partimos. Si Dios quiere en febrero vamos a llegar a un dígito de desocupación después de haber pisado el 30 por ciento. (APLAUSOS)
Entonces trabajamos por una Argentina integrada, queremos que el avance del país le vaya llegando a todos y está llegando. Queremos que el derecho a tener vacaciones, el derecho a tener trabajo, el derecho a mandar a los chicos a estudiar, el derecho a la movilidad social, el derecho a tener esperanza, el derecho a mejorar sea para todos. Ese es el compromiso permanente que tenemos y que tengo, no tengan ninguna duda. Sé que hay intereses que son extremadamente egoístas y que quieren crecer nada más que ellos, pero también sé que hay empresarios que tienen perfectamente claro que esta Argentina se tiene que construir entre todos.
Por eso, los quiero abrazar fuertemente y decirles que no tengo un pie en un lado y el otro pie en otro; tengo los dos pies en la construcción de la Argentina, la Argentina industrial, la Argentina productiva, la Argentina del trabajo nacional, la Argentina donde nuestros pibes se preparan, una Argentina donde el recurso humano es respetado, la Argentina que vuelva a ser la que merece ser en el mundo.
Muchísimas gracias y gracias por compartir con todos. (APLAUSOS)