Querido amigo y compañero Gobernador de esta hermosa, fraternal y amada provincia de La Pampa, que es también parte de nuestra amada Patagonia, como algún día lo decidimos acá; querida amiga y compañera Vicegobernadora; señor Intendente Municipal, amigo y compañero de Trenel, muchas gracias por haberme invitado a compartir estos 100 años con La Pampa; también al querido ex colega con quien luchamos tantas horas juntos por la Argentina federal, el hoy senador nacional mi amigo y compañero Rubén Marín (Aplausos); señores legisladores, señores intendentes: es bueno que la patria toda se entere de que existe una localidad en La Pampa que se llama Trenel, esa localidad tiene 100 años y está mantenida por manos callosas por el trabajo, por la lucha, por la solidaridad, a pesar por allí del olvido permanente que a veces tiene el poder central sobre la Argentina federal. Vea y comparta toda la Argentina este cumpleaños al cual adherimos y nos pone felices, estos 100 años que cumple esta hermosa localidad de Trenel. Nosotros venimos a compartirlo con toda nuestra fuerza. (Aplausos)
Estoy absolutamente emocionado, yo como ustedes vengo de una provincia lejana, pequeña en gente y sabemos lo que es pelear y luchar para que nos tengan en cuenta, pero quiero decirles que ustedes tienen dirigentes, con el Gobernador a la cabeza, de los cuales se pueden sentir honrados por la lucha, por la pelea por los intereses, por defender a La Pampa con todas sus fuerzas. (Aplausos)
Yo les pido que sigamos en la tarea de construir una Argentina para todos, que creamos firmemente en la concertación plural, que abramos los brazos a todos los argentinos y, con la dispensa de nuestro Monseñor, que la bendición de Dios nos permita la construcción de una Argentina en unidad, pluralidad, en la diferencia, en la fuerza de las convicciones, pero una construcción donde la justicia, la equidad y la inclusión social definitivamente derroten a la indigencia, a la pobreza y a la desocupación. Esa es la tarea que todos los argentinos tenemos que llevar adelante. (Aplausos)
La dirigencia, y lo quiero decir desde Trenel, la dirigencia y los dirigentes tenemos que aprender que este país -y nosotros que somos hombres del interior lo sabemos bien- tiene que terminar con aquellas contradicciones que a veces nos anulan y no nos permiten crecer. Esta Argentina necesita que en la verdad relativa que tiene cada uno se dé la posibilidad de tener ideas positivas y constructivas para nuestro país. Yo sé que ustedes estarán hartos y cansados de ver pelearse a los dirigentes para tratar de llegar a hacer algo, lo que nos interesa es que el pueblo pueda hacer; las elecciones son nada más que 60 días, lo importante es lo que hacemos, lo que construimos, las respuestas que damos. (Aplausos)
Por eso, señor Intendente, señor Gobernador, vengo a La Pampa a trabajar con ustedes, vengo a celebrar los 100 años trabajando, y las inversiones que agradecía el señor Gobernador son una conquista de los pueblos del interior, que durante muchísimos años –bien lo sabe el ex gobernador Marín- golpeaban puertas y puertas y no se abrían. Es lo que el centro del país le debe a la periferia argentina para la construcción de una patria igualitaria. Por eso es un triunfo de ustedes, es una conquista de ustedes, es una conquista de quienes los representan. (Aplausos)
Es por eso que quiero aprovecha acá, en esta localidad que con tanto cariño me ha recibido abriéndome el corazón con el afecto demostrado permanente en el andar de este hermoso pueblo, para hacer una reflexión nacional. Hacer una reflexión desde Trenel a toda la patria, a todos los argentinos y también a mis compañeros de movimiento, de partido. Dios quiera, y usted lo sabe bien Monseñor, que nunca más las cámaras de televisión vean a los argentinos disputarse, sean del partido que sean, con violencia, el traslado como se hizo en este caso de un gran hombre, de un gran dirigente a su destino final, que fue el tres veces presidente de los argentinos, el general Perón.
El general Perón no merecía semejante irresponsabilidad de los que hicieron un acto que nos avergüenza a todos los argentinos. Como tampoco lo merecen ustedes, trabajadores, que pueden mostrar sus manos y pueden mirar a los ojos de frente a cualquiera, los empresarios nacionales, los productores. Queremos una Argentina con fuerza, con justicia, con reconciliación sin impunidad, pero queremos construir la convivencia en base a las ideas fructíferas que nos dan las posibilidades construir un nuevo país.
Querido Gobernador, yo le puedo asegurar que usted lo sabe, como lo sabe Rubén, lo sabe la Vicegobernadora, el Intendente y todos aquellos que han tenido responsabilidades ejecutivas, no hay nada más lindo que cuando se está gobernando poder decirle a la gente que estamos haciendo las cosas por las cuales ustedes confiaron en nosotros. No hay mejor alegría ni mejor recompensa que uno pueda servir cuando esto se da.
Les puedo asegurar que todavía estamos en el infierno, estamos tratando de salir de él, a veces se producen esos arrebatos de ese infierno del que nos cuesta salir porque habíamos caído muy bajo. Espero que cuando termine mi mandato el 10 de diciembre de 2007, le pueda decir al pueblo argentino, al pueblo pampeano y al pueblo de Trenel, que estamos en las puertas del purgatorio y que hemos dejado atrás ese infierno que tanto nos ha atormentado.
Gracias, muchas gracias. Veo los gorros amarillos y sé que está volviendo el trabajo en la Argentina, esos obreros de la construcción que nos honran, esos gorros amarillos que demuestran que hay inversión, esos gorros amarillos que prácticamente habían desaparecidos del país, Carlos y Rubén se acuerdan. La inversión pública para algunos economistas era un gasto improductivo, para nosotros la inversión pública es justicia, es trabajo y es inclusión. Vamos a seguir invirtiendo y acompañando a las provincias y a las intendencias para hacer la infraestructura que nuestro país necesita, viviendas, pavimentos, servicios, que es lo que merece nuestro pueblo.
Queridos pampeanos, queridos hermanos de Trenel, me siento como en mi casa, me siento acompañado y me siento con afecto, muchas gracias por tanto cariño. Los abrazo con mi corazón patagónico, los abrazo con mi sentir pingüino, me siento pingüino y con bastante calor pero compartiendo con alegría con ustedes. Muchas gracias por todo y feliz cumpleaños, mucha fuerza, abrazarse a La Pampa, a la bandera y a la patria, con fuerza en Dios y creyendo en todos los argentinos.
Muchísimas gracias. (Aplausos)
Estoy absolutamente emocionado, yo como ustedes vengo de una provincia lejana, pequeña en gente y sabemos lo que es pelear y luchar para que nos tengan en cuenta, pero quiero decirles que ustedes tienen dirigentes, con el Gobernador a la cabeza, de los cuales se pueden sentir honrados por la lucha, por la pelea por los intereses, por defender a La Pampa con todas sus fuerzas. (Aplausos)
Yo les pido que sigamos en la tarea de construir una Argentina para todos, que creamos firmemente en la concertación plural, que abramos los brazos a todos los argentinos y, con la dispensa de nuestro Monseñor, que la bendición de Dios nos permita la construcción de una Argentina en unidad, pluralidad, en la diferencia, en la fuerza de las convicciones, pero una construcción donde la justicia, la equidad y la inclusión social definitivamente derroten a la indigencia, a la pobreza y a la desocupación. Esa es la tarea que todos los argentinos tenemos que llevar adelante. (Aplausos)
La dirigencia, y lo quiero decir desde Trenel, la dirigencia y los dirigentes tenemos que aprender que este país -y nosotros que somos hombres del interior lo sabemos bien- tiene que terminar con aquellas contradicciones que a veces nos anulan y no nos permiten crecer. Esta Argentina necesita que en la verdad relativa que tiene cada uno se dé la posibilidad de tener ideas positivas y constructivas para nuestro país. Yo sé que ustedes estarán hartos y cansados de ver pelearse a los dirigentes para tratar de llegar a hacer algo, lo que nos interesa es que el pueblo pueda hacer; las elecciones son nada más que 60 días, lo importante es lo que hacemos, lo que construimos, las respuestas que damos. (Aplausos)
Por eso, señor Intendente, señor Gobernador, vengo a La Pampa a trabajar con ustedes, vengo a celebrar los 100 años trabajando, y las inversiones que agradecía el señor Gobernador son una conquista de los pueblos del interior, que durante muchísimos años –bien lo sabe el ex gobernador Marín- golpeaban puertas y puertas y no se abrían. Es lo que el centro del país le debe a la periferia argentina para la construcción de una patria igualitaria. Por eso es un triunfo de ustedes, es una conquista de ustedes, es una conquista de quienes los representan. (Aplausos)
Es por eso que quiero aprovecha acá, en esta localidad que con tanto cariño me ha recibido abriéndome el corazón con el afecto demostrado permanente en el andar de este hermoso pueblo, para hacer una reflexión nacional. Hacer una reflexión desde Trenel a toda la patria, a todos los argentinos y también a mis compañeros de movimiento, de partido. Dios quiera, y usted lo sabe bien Monseñor, que nunca más las cámaras de televisión vean a los argentinos disputarse, sean del partido que sean, con violencia, el traslado como se hizo en este caso de un gran hombre, de un gran dirigente a su destino final, que fue el tres veces presidente de los argentinos, el general Perón.
El general Perón no merecía semejante irresponsabilidad de los que hicieron un acto que nos avergüenza a todos los argentinos. Como tampoco lo merecen ustedes, trabajadores, que pueden mostrar sus manos y pueden mirar a los ojos de frente a cualquiera, los empresarios nacionales, los productores. Queremos una Argentina con fuerza, con justicia, con reconciliación sin impunidad, pero queremos construir la convivencia en base a las ideas fructíferas que nos dan las posibilidades construir un nuevo país.
Querido Gobernador, yo le puedo asegurar que usted lo sabe, como lo sabe Rubén, lo sabe la Vicegobernadora, el Intendente y todos aquellos que han tenido responsabilidades ejecutivas, no hay nada más lindo que cuando se está gobernando poder decirle a la gente que estamos haciendo las cosas por las cuales ustedes confiaron en nosotros. No hay mejor alegría ni mejor recompensa que uno pueda servir cuando esto se da.
Les puedo asegurar que todavía estamos en el infierno, estamos tratando de salir de él, a veces se producen esos arrebatos de ese infierno del que nos cuesta salir porque habíamos caído muy bajo. Espero que cuando termine mi mandato el 10 de diciembre de 2007, le pueda decir al pueblo argentino, al pueblo pampeano y al pueblo de Trenel, que estamos en las puertas del purgatorio y que hemos dejado atrás ese infierno que tanto nos ha atormentado.
Gracias, muchas gracias. Veo los gorros amarillos y sé que está volviendo el trabajo en la Argentina, esos obreros de la construcción que nos honran, esos gorros amarillos que demuestran que hay inversión, esos gorros amarillos que prácticamente habían desaparecidos del país, Carlos y Rubén se acuerdan. La inversión pública para algunos economistas era un gasto improductivo, para nosotros la inversión pública es justicia, es trabajo y es inclusión. Vamos a seguir invirtiendo y acompañando a las provincias y a las intendencias para hacer la infraestructura que nuestro país necesita, viviendas, pavimentos, servicios, que es lo que merece nuestro pueblo.
Queridos pampeanos, queridos hermanos de Trenel, me siento como en mi casa, me siento acompañado y me siento con afecto, muchas gracias por tanto cariño. Los abrazo con mi corazón patagónico, los abrazo con mi sentir pingüino, me siento pingüino y con bastante calor pero compartiendo con alegría con ustedes. Muchas gracias por todo y feliz cumpleaños, mucha fuerza, abrazarse a La Pampa, a la bandera y a la patria, con fuerza en Dios y creyendo en todos los argentinos.
Muchísimas gracias. (Aplausos)