Señor presidente del Consejo de las Américas y Sociedad de las Américas; señor director Ejecutivo del Consejo de las Américas y Sociedad de las Américas; señor secretario general de la Organización de los Estados Americanos; señores empresarios de Estados Unidos, de Argentina, de América; autoridades del gobierno de Estados Unidos; señor embajador de Estados Unidos en nuestro país, es un placer compartir con usted esta noche; amigos, amigas: como bien dijo el señor presidente del Instituto es la tercera vez que vengo a esta casa. La primera vez que llegamos aquí la verdad que eran momentos difíciles, en los que la Argentina estaba pasando la crisis más profunda de su historia y creo que no hay situación más difícil para un dirigente, un representante de una Nación que conversar, convencer, discutir, debatir, elaborar, realizar, cuando la credibilidad de ese país ha sido quebrada.
A mí me tocó estar aquí a muy poco tiempo de una devaluación asimétrica, del quiebre también traumático de la convertibilidad y con la Argentina incumpliendo todos sus compromisos internos y externos. En lo externo, ampliamente conocidos; en lo interno, condenar a un país y a sus habitantes prácticamente a la pérdida de la fe y la esperanza, y a muchos de ellos a la indigencia, a la pobreza. Quebrada esa fe tanto en lo interno como en lo externo y tocarme mostrar al país en su momento histórico les puedo asegurar que era una tarea nada fácil.
Encima, lógicamente, muchos de los rostros que veo aquí estaban bastante enojados, motivos tenían. Pero bueno, era la situación, había que enfrentar la realidad y reconstruir la credibilidad, la previsibilidad. Ustedes saben que es mucho más fácil destruir la credibilidad que volver a construirla. Esto pasa en todos los órdenes de la vida y fundamentalmente en esta tarea que nos toca llevar adelante a nosotros, que ustedes como empresarios lo saben muy bien, es ardua, difícil, complicada, pero que la Argentina poco a poco y con mucho esfuerzo va haciendo.
En una región que también tuvo problemas de distinta índole, pero en la mayoría de los casos y con algunas excepciones, de profundas connotaciones que crearon un marco muy difícil de resolver.
La Argentina superó esos momentos y está en un proceso de reconstrucción importante, permanente. Para que tengan una idea, cuando a mí me tocó empezar a conducir la Argentina se había caído la recaudación, no teníamos recursos, las autoridades del Fondo Monetario Internacional y sus representantes rondaban el país; ni hablar de los tenedores de bonos de la deuda externa privada; e internamente nuestro país estaba ante una gran crisis social; los ahorristas sufrían el “corralito”, después de haber dictado 50 leyes sobre la intangibilidad de los depósitos se habían incumplido todas las obligaciones que tenían para con los ciudadanos que habían ahorrado, que habían confiado en el sistema. También vivíamos una situación social muy difícil, nuestra Casa Rosada tenía permanentemente visitantes en la Plaza de Mayo, y amigos y amigas que con mucha justicia reclamaban por la situación tremenda que les tocaba vivir.
En ese marco, un 25 de mayo de 2003, yo les decía a mis amigos que colaboraban conmigo en ese momento: si recaudamos 5.000 millones de pesos por mes nos vamos a recuperar, vamos a salir, vamos a tener posibilidad, tenemos que recuperar la capacidad productiva del Estado. Hoy en día, cuando vamos analizando el proceso de recuperación me dicen “¿te acordás cuando decías eso?” Porque yo les digo que hoy las cifras que tenemos son insuficientes y que la Argentina tiene que tener más capacidad de inversión, de ahorro, para tener una economía que sea distributiva, estratégica.
Empezamos el camino, empezamos a crecer y a anunciar como factores fundamentales que queremos ser un país equilibrado y justo. Dijimos que la indigencia, desocupación y la pobreza eran manchas que la Argentina no podía soportar. Tuvimos diferencias sustanciales de cómo se debía encarar el proceso respecto de lo que pensaban las autoridades del Fondo Monetario Internacional. Yo con todo respeto les digo que si hubiera hecho caso a mis amigos del Fondo Monetario Internacional seguramente la crisis sería hoy muchísimo más profunda. Por eso algunos recién me decían, “¿usted es heterodoxo de la economía?” Sí, yo creo en la heterodoxia de la economía, yo creo fundamentalmente que pactada la situación en el marco de un proyecto estratégico puede haber respuestas distintas que pueden servir y que muchas veces es necesario atender a la situación de cada país.
Nosotros no encontramos respuestas en el Fondo Monetario Internacional y tuvimos que recrear nuestras propias ideas, nuestras propias acciones y así se hizo el proceso de reestructuración de la deuda externa privada, donde pudimos tener un ahorro para el país de 70.000 millones de dólares. Por primera vez la Argentina tenía una negociación a la altura de las circunstancias.
También decidimos cancelar al Fondo Monetario Internacional, porque era imposible llevar la economía con la intervención de funcionarios burocráticos del Fondo, que no tenían una comprensión real del país, le abonamos 10.800 millones de dólares y terminamos con un problema importante para el desarrollo de las acciones que debíamos llevar adelante.
Asimismo, tomamos determinaciones que eran centrales y fundamentales. Había que volver a crear la confianza en el sistema financiero, había que recrear la confianza en los propios argentinos y así volver a crear la confianza en los inversores. Para ello creo que es fundamental que la economía no se esté toqueteando todos los días, sino que se tengan actitudes de previsibilidad, no sólo de la coyuntura sino del marco estratégico; que cuando un inversor va al país sepa que no se van a estar tomando disposiciones permanentemente que vayan generando un dirigismo al revés Porque lo que ha pasado en la Argentina es que los defensores acérrimos de las teorías neoliberales son mucho más dirigistas que quien les habla, que lo acusan de dirigista.
Ustedes ven los antecedentes de los últimos años en la economía argentina, que los ministros de economía que se tildaban de defensores del liberalismo permanente, todos los días operaban sobre la propia economía en la Argentina y ya vimos los resultados que pasaron.
Nosotros estamos tratando de generar un ida y vuelta que les permita a los inversores tener reglas claras, ciertas, concretas, que predeterminen y determinen la seguridad de quien va a invertir en nuestro país.
Para que ustedes tengan una idea clara, la Argentina pasó de una indigencia del 27,7 por ciento cuando empecé a gobernar a una indigencia del 11,2 por ciento, con el 20 por ciento de hogares indigentes al 8 por ciento que tenemos ahora de hogares indigentes. La pobreza en mi país bajó del 54 por ciento al 31,4; en el primer semestre del 2005 era del 38,8 y en el primer semestre del 2006 es 31,4, En un año bajamos 7,5 de la pobreza y desde que empezamos el Gobierno bajamos 23 puntos la pobreza; la indigencia bajó 16,5 puntos desde que tomamos este Gobierno y bajó 2,8 comparando semestre del 2005 con semestre del 2006. La desocupación en el último mes de julio fue del 10 por ciento, era del 24,1 el día que me tocó asumir la presidencia de la República y esperamos poder decir a los argentinos y al mundo, si Dios quiere, el día 10 de diciembre de 2007 cuando termine mi mandato, que ya estamos en un dígito como corresponde a un país que cree en la equidad, en la justicia social, en la inclusión, en un crecimiento equitativo.
También es muy importante que hayamos podido consolidar como eje central de nuestro desarrollo tanto el superávit primario como el superávit comercial. El superávit primario cuando estábamos en la negociación con el Fondo le ofrecíamos un 3 % del Producto Bruto; en los primeros tres años tuvimos un superávit primario provincias – nación arriba del 4 y este año esperamos tener de 3,5 a 3,7 de un Producto Bruto mucho más grande ya que nuestro país ha crecido cerca de un 40,5 % desde que nos tocó tomar la conducción del Estado. El superávit primario, para que ustedes tengan una idea, en el mes de agosto fue de 2.203 millones de pesos, lo que suma en el año 16.837 millones de pesos. Nosotros teníamos previsto en el presupuesto 19.350 millones de pesos, es decir que al mes de agosto hemos alcanzado el 87% del superávit primario previsto en el Presupuesto Nacional y nos quedan cuatro meses, así que tenemos una profunda satisfacción del funcionamiento de las cuentas públicas.
En el marco del superávit comercial, nos está dando un superávit gemelo, de año a año tenemos un promedio aproximadamente ya de 11.700 millones de dólares tomando agosto con agosto. El crecimiento de las exportaciones fue record en el mes de julio con 4.232 millones de dólares contra 3.100, 3.200 aproximadamente de importaciones, teniendo en cuenta que las importaciones son de bienes de capital, lo que está marcando el desarrollo y la inversión que tiene la economía argentina que es muy fuerte. Hoy, midiendo en metas desestacionalizadas, estamos teniendo un crecimiento de las exportaciones de 40.000 a 43.800 millones de dólares, esperamos llegar a 45.000 millones de dólares para fin de año y el crecimiento de las importaciones está rondando de 28.000 a 31.400 millones de dólares. Así que el mantenimiento del superávit gemelo y el superávit primario son tareas centrales y fundamentales y la columna vertebral también del desarrollo que queremos llevar adelante.
También prevemos que el crecimiento argentino seguramente superará o estará en el 8% este año, pero las informaciones que se tienen aún superan nuestro propio marco de optimismo, ya que el crecimiento desde julio del 2005 a julio del 2006 fue del 9,4 %, un número realmente alto. Y en forma desestacionalizada fue el 9,1 y el acumulado de crecimiento quedó para este año en el 8,6. Para que tengan precisión del dinamismo de la economía argentina.
El crecimiento industrial el año pasado fue del 7,7; este año de agosto a agosto fue el 7,2 y llevamos acumulado un 7,6. Esperamos por supuesto estar en el mismo crecimiento de la industria que el año pasado o superior. ¿En qué está basado el crecimiento industrial? Por supuesto en todas las áreas de nuestra economía pero hay un gran crecimiento de la industria automotriz, muy fuerte, y el crecimiento de la construcción, para que tengan una idea, de año a año ha estado cerca de un 20 a un 24 por ciento, y sigue creciendo muy fuerte, lo cual está marcando la fuerte inversión que hay en el sistema argentino.
También en el sistema financiero, que está teniendo un repunte muy fuerte. Ha tenido un crecimiento entre el 26 y el 29 % lo cual está marcando un crecimiento global de la economía que se mantiene firme, dinámico y que lógicamente nos va poniendo en la necesidad de generar nuevas y fuertes inversiones. Entonces hay algunos que mediáticamente tratan de generar problemas y dicen “van a tener problemas energéticos”, porque nosotros no hacemos como por ejemplo España que a partir de los 36 grados en verano tiene cortes energéticos programados; no hacemos los cortes como en Los Angeles o como en Queens, que tuvo 15 días cortada la luz, en la Argentina esas cosas no pasan. Es decir que ha sido un trabajo hecho con seriedad y responsabilidad, y estamos haciendo una inversión de 2.393 millones de pesos en obras concretadas, 6.600 millones de pesos en obras que se están llevando adelante, y 12.000 millones de pesos en obras que se están licitando como 2 centrales hidroeléctricas muy importantes, que nosotros esperamos poder abrir la licitación, concretar la firma el 20 de octubre y tenerlas terminadas para principios del 2008.
Lógicamente que en un país que va creciendo con la fuerza que lo hace la Argentina, siempre vamos a tener que invertir fuertemente para seguir consolidando la infraestructura necesaria para el desarrollo del país. También nosotros creemos que este proceso de reconversión económica, de reconstrucción económica, de crecimiento económico del país, de la terminación de la indigencia, de ir dándole el carril de contención definitiva también de la pobreza y tener también una fuerte ocupación y eliminando el marco de la desocupación global tan fuerte que alcanzó la Argentina, requiere profundas reformas educativas, porque en la Argentina en determinados momentos se llegaron a cerrar hasta las escuelas técnicas que preparaban a nuestros chicos y a nuestros jóvenes, y en muchos casos las empresas -ustedes lo saben- demandan gente y no tenemos chicos preparados propio de esa situación. Nosotros hemos decidido dos proyectos fundamentales en el tema educativo, que son que 6 puntos del producto bruto argentino sean destinados a la inversión y al financiamiento educativo, la llamamos Ley del Financiamiento Educativo, y este año con toda la sociedad estamos discutiendo la Ley de Educación para que definitivamente el crecimiento económico esté acompañado de una cualificación del sistema educativo que nos permita crecimiento económico con recursos humanos, que son muy importantes y muy buenos los argentinos, aún mucho más cualificados y eso nos va a permitir una síntesis superadora que nos va a hacer acceder a la calidad que nosotros necesitamos y que queremos darle al crecimiento de país, que vaya de la mano del crecimiento económico con la incorporación definitiva de los argentinos y de quienes vivan en la Argentina a ese proceso de integración, de inclusión que es fundamental.
Para que tengan una idea de qué significa haber bajado de semestre a semestre la pobreza y la indigencia, hemos sacado a 1.562.000 personas en un año de la situación de pobreza, y hemos sacado a 562.000 personas de la situación de indigencia. El sueldo mínimo en la Argentina pasó de 200 pesos a 830, es decir que tuvo un aumento del 400 por ciento y no se alteró la economía para nada. Nuestros jubilados mínimos tuvieron un aumento del 270 por ciento y ahora estamos recuperando aquellos que están en la escala más alta. Evidentemente todo esto va al consumo en lo que hay una recuperación plena y tampoco se alteró la economía en esta tarea. Después de 14 meses, para que ustedes tengan en claro, el consumo por primera vez superó a los costos de la economía. Ustedes saben que este es un dato tremendamente importante, que el consumo supere a los costos de la economía. Y no hay un proceso de congelamiento de precios o de control de precios, como dicen algunos, esto es una definición aceptable pero no es la realidad. Nosotros lo que estamos haciendo es un proceso de seguimiento, orientación y trabajo conjunto con los empresarios, que lo saben muy bien, porque nuestra economía sufrió un proceso de devaluación asimétrico. Ustedes saben que la adecuación de los precios relativos no es una cuestión de voluntarismo, hay que ir acompañando oferta y demanda hasta que éstas se cruzan y luego la economía alcanza ya su propia funcionalidad, que es lo que nosotros esperamos poder hacer a mediados del 2007, principio del 2008. Pero hoy es a veces superior la demanda que la oferta y eso puede generar, si no hay un trabajo conjunto entre empresarios y gobierno, un proceso de encarecimiento de los costos de la economía, que sustraería y castraría las posibilidades que hoy le estamos dando a la Argentina de crecimiento.
Entonces es muy importante, ustedes fíjense cómo se han ido adecuando costos durante todo el 2006, después de un año difícil que pasamos en el 2005 en ese rubro. No tengo ninguna duda que en el 2007, principio del 2008, con el propio fluir de la oferta, el cruce con la demanda, el crecimiento fuerte de la inversión que estamos teniendo que va a permitir esto, el último semestre de 2005, y sigue en esta tendencia, fue del 26,9; como una inversión extranjera que superó los 5.000 millones de dólares. Nosotros hoy estamos esperanzados, nos ha ido muy bien aquí hemos tenido reuniones muy buenas, hoy hemos tenido reuniones muy buenas con el grupo Wall Mart y con la empresa petrolera Occidente Petroleum que van a hacer inversiones muy fuertes. En el campo petrolero en el caso de la empresa Occidental cerca de 1.600 millones de dólares, cuando veo las áreas que compraron y la inversión que van a hacer veo que han hecho un gran negocio porque es una zona muy rica, el grupo empresario que estaba antes no la explotaba y hay una gran posibilidad de petróleo y gas natural y también hay una gran posibilidad de explotación de áreas secundarias que por distintos motivos se dejaron de explotar. Si se invierte muy bien en exploración más el marco de explotación que tiene no tengo ninguna duda que esta empresa le va a ir bien y nos alegra, porque a nosotros nos interesa que a los empresarios les vaya muy bien, van a hacer un gran negocio. Ustedes fíjense el precio que tiene el petróleo, el costo de producción de cada pozo petrolero está rondando entre 7 y los 9 dólares. Así que les va a ir bien, me alegro que les vaya bien, que creen trabajo, que creen inversión, las puertas de la Argentina por supuesto que están abiertas para este tema y para todos los temas que hacen al crecimiento de nuestro país.
Pero para nosotros es fundamental el equilibrio del crecimiento económico con equidad y justicia, que sea bueno para quienes gobernamos, para quienes invierte, los empresarios, y hacemos parte del crecimiento y de la realidad argentina a la gente, a la sociedad, a los distintos estratos de la sociedad; a la reconstrucción de un empresariado nacional, a la reconstrucción de la clase media que es quien motoriza permanentemente el crecimiento argentino y potencia fuertemente su capacidad en recursos humanos, y la definitiva consolidación de su clase trabajadora con calidad, con oficio, que pueda ser integrada al crecimiento.
Ese es el proyecto de crecimiento que nos interesa, no nos interesa el crecimiento focalizado en pequeños grupos que auspician ciertos economistas, que cuando asumí el gobierno nos decían que íbamos a tener 2.000 por ciento de inflación, que el dólar iba a costar 70 pesos. Se sentaban, analizaban, y tras largos días de estudio la verdad que no tuvieron mucha suerte. Todos los años dicen que la economía argentina se desacelera, que es el buen momento internacional el que se está viviendo, tratan de dar una explicación a la explicación que no encuentran. Yo desde acá, desde este prestigioso lugar, me gustaría decirles a los economistas, a quienes respeto, que deben tener una capacidad de autocrítica. A mí me encanta la economía, soy idóneo pero me animo. Y creo que es fundamental saber por qué las recetas que ellos decían no dieron el resultado que ellos esperaban y por qué las recetas que ellos decían que eran inconducentes, primarias, según sus expresiones, dieron el resultado que dieron. Porque si nuestros economistas se han preparado tan bien y tienen esa capacidad de autocrítica, indudablemente nos van a ayudar a gobernar y nos van a ayudar a dar pasos más esclarecedores para dar las respuestas que la sociedad necesita, la capacidad de autocrítica debe ser permanente. Si uno quiere mejorar la calidad de lo que hace permanentemente tiene que estar viendo qué es lo que hizo mal, qué es lo que hizo bien y entendiendo, como yo sé que ustedes entienden, que cada uno de nosotros tiene una verdad relativa. La verdad relativa de uno y la verdad relativa de otro generan una verdad superadora que nos contiene y da las respuestas y las seguridades que serán con rumbo acertado y que cuando se cometen errores hay capacidad de rectificación, entonces el rumbo aún es más acertado. Pero cuando se dijeron tantas cosas sobre la Argentina y los resultados son tan distintos creo que merecen, humildemente se los digo, poder hacer una autocrítica que sea importante.
En la región nosotros estamos trabajando fuertemente para la construcción del MERCOSUR. Creemos que la tarea que podemos realizar con el MERCOSUR, hubo un proceso de integración en América Latina, es muy importante, creemos en la construcción de los países de América del Sur como un instrumento superador, creemos firmemente que la recuperación económica de nuestros países nos va a permitir construir bien el MERCOSUR, porque la construcción del espacio en países de América del Sur era imposible hacerla en bloque con todos los países en crisis porque no había respuesta, fundamentalmente cuando los países más grandes que están en una profunda crisis como en su momento Brasil y Argentina.
En el caso de la recuperación de Brasil y Argentina, en el caso de la consolidación de otros países de la región, el caso de Chile; sé que a algunos los pone muy nerviosos pero el apoyo a la región es muy importante en el caso de Venezuela que ha tenido actitudes solidarias con toda la región; y el caso de trabajar en forma conjunta con los países más chicos de la región nos va a permitir que nosotros podamos ir construyendo una región en serio y esa región en serio pueda ser mirada como un bloque con la Comunidad Económica Europea, con el resto del mundo y también esperando por supuesto, lo digo acá, lo quiero decir en Nueva York, que este gran país, que la sociedad a quien nosotros le tenemos el máximo de los respetos, que podemos coincidir políticamente en algunos temas en el sentido propio de cualquier democracia, es muy importante que Estados Unidos de América entre a posar sus ojos en la región y nos deje muchas veces de mirar con la nuca porque si Estados Unidos de América entra a posar sus ojos en la región, no tengan ninguna duda que va a liderar y va a ayudar muchísimo al crecimiento argentino. No quiero decir sus empresarios porque muchos de ellos lo están haciendo y lo hacen muy bien. Es muy importante que las políticas de Estado también puedan llegar a la región y aprender que la convivencia es fundamental, que la región está tratando de integrarse y nosotros, dos países de la región, aspiramos a tener un diálogo maduro, serio, que ayude a dar las respuestas que nuestros ciudadanos necesitan.
Realmente les puedo decir que vamos a seguir en el tiempo de gobierno que nos queda profundizando estas políticas, vamos a seguir teniendo como eje de desarrollo de nuestro proyecto el superávit primario y el superávit comercial, vamos a seguir construyendo políticas industriales, vamos a seguir recibiendo con mucho agrado todas las inversiones que vienen a nuestro país, tengan la seguridad de que no va a haber inflexión. Sabemos que la construcción de la credibilidad no es una tarea fácil, sabemos que muchas veces cuando hay que resolver temas alguno tiene que estar enojado, cuando pasan este tipo de crisis uno no puede jugar a ser el bueno, el simpático, sino que tiene que resolver las cuestiones de su país y yo fundamentalmente se los digo con todo respeto y con todo afecto, mi responsabilidad fue tratar de que la Argentina saliera lo más rápido posible del lugar que nunca tenía que haber estado. Sé que si esta Argentina, mi país, crece 10 años consecutivos al 3 % anual, tenemos en la Argentina un gran país del mundo y un gran país de América que va a contribuir fuertemente al equilibrio en la región y en el mundo. Tenemos muchísimas posibilidades, los argentinos hemos cometido pecados capitales y evidentemente en la reconstrucción y en no volver a repetir esos pecados capitales muchas veces se generan cortocircuitos o situaciones antipáticas, pero no es que uno las quiera generar sino que a veces no queda más remedio porque la agudización de las contradicciones nos lleva a este tipo de situaciones.
Les quiero agradecer profundamente el haberme invitado, estoy a disposición de ustedes para cualquier pregunta que me quiera hacer, he tratado de hacer una descripción clara de lo que está pasando en la Argentina. El proceso de reconversión económica lo vamos a profundizar, el proceso de industrialización también, la consolidación de las políticas exportadoras de materiales primarios y con valor agregado, y el crecimiento del sector manufacturero también es muy importante porque nos genera un proceso de muy fuerte crecimiento de nuestra economía. Y por supuesto, estamos con los brazos abiertos a todos los que quieran venir a la Argentina. Nos interesa mucho que los empresarios que vayan ganen mucho dinero, porque si los empresarios ganaran mucho dinero también los argentinos vamos a tener posibilidad de que nos vaya muy bien, podamos ser parte de ese crecimiento, de esos buenos resultados de quienes vengan a invertir a la Argentina, y que podamos ensamblar a los empresarios nacionales con las políticas y con un país en crecimiento ustedes sepan que la Argentina está empezando a ocupar el lugar que creo que la historia nos tiene reservado, que a algunos argentinos nos ha costado mucho tiempo y estamos tratando de recuperar el tiempo perdido.
Señores, la Argentina agradece a todos aquellos que han colaborado, agradece a aquellos que se han enojado porque a la larga nos han entendido, y a los que siguen enojados los seguimos esperando con los brazos abiertos, pero siempre sepan que somos un país que el destino en sus manos, y así como este país, Estados Unidos, ha sabido construir un capitalismo con decisión nacional, los argentinos queremos hacer lo mismo. Muchísimas gracias.
A mí me tocó estar aquí a muy poco tiempo de una devaluación asimétrica, del quiebre también traumático de la convertibilidad y con la Argentina incumpliendo todos sus compromisos internos y externos. En lo externo, ampliamente conocidos; en lo interno, condenar a un país y a sus habitantes prácticamente a la pérdida de la fe y la esperanza, y a muchos de ellos a la indigencia, a la pobreza. Quebrada esa fe tanto en lo interno como en lo externo y tocarme mostrar al país en su momento histórico les puedo asegurar que era una tarea nada fácil.
Encima, lógicamente, muchos de los rostros que veo aquí estaban bastante enojados, motivos tenían. Pero bueno, era la situación, había que enfrentar la realidad y reconstruir la credibilidad, la previsibilidad. Ustedes saben que es mucho más fácil destruir la credibilidad que volver a construirla. Esto pasa en todos los órdenes de la vida y fundamentalmente en esta tarea que nos toca llevar adelante a nosotros, que ustedes como empresarios lo saben muy bien, es ardua, difícil, complicada, pero que la Argentina poco a poco y con mucho esfuerzo va haciendo.
En una región que también tuvo problemas de distinta índole, pero en la mayoría de los casos y con algunas excepciones, de profundas connotaciones que crearon un marco muy difícil de resolver.
La Argentina superó esos momentos y está en un proceso de reconstrucción importante, permanente. Para que tengan una idea, cuando a mí me tocó empezar a conducir la Argentina se había caído la recaudación, no teníamos recursos, las autoridades del Fondo Monetario Internacional y sus representantes rondaban el país; ni hablar de los tenedores de bonos de la deuda externa privada; e internamente nuestro país estaba ante una gran crisis social; los ahorristas sufrían el “corralito”, después de haber dictado 50 leyes sobre la intangibilidad de los depósitos se habían incumplido todas las obligaciones que tenían para con los ciudadanos que habían ahorrado, que habían confiado en el sistema. También vivíamos una situación social muy difícil, nuestra Casa Rosada tenía permanentemente visitantes en la Plaza de Mayo, y amigos y amigas que con mucha justicia reclamaban por la situación tremenda que les tocaba vivir.
En ese marco, un 25 de mayo de 2003, yo les decía a mis amigos que colaboraban conmigo en ese momento: si recaudamos 5.000 millones de pesos por mes nos vamos a recuperar, vamos a salir, vamos a tener posibilidad, tenemos que recuperar la capacidad productiva del Estado. Hoy en día, cuando vamos analizando el proceso de recuperación me dicen “¿te acordás cuando decías eso?” Porque yo les digo que hoy las cifras que tenemos son insuficientes y que la Argentina tiene que tener más capacidad de inversión, de ahorro, para tener una economía que sea distributiva, estratégica.
Empezamos el camino, empezamos a crecer y a anunciar como factores fundamentales que queremos ser un país equilibrado y justo. Dijimos que la indigencia, desocupación y la pobreza eran manchas que la Argentina no podía soportar. Tuvimos diferencias sustanciales de cómo se debía encarar el proceso respecto de lo que pensaban las autoridades del Fondo Monetario Internacional. Yo con todo respeto les digo que si hubiera hecho caso a mis amigos del Fondo Monetario Internacional seguramente la crisis sería hoy muchísimo más profunda. Por eso algunos recién me decían, “¿usted es heterodoxo de la economía?” Sí, yo creo en la heterodoxia de la economía, yo creo fundamentalmente que pactada la situación en el marco de un proyecto estratégico puede haber respuestas distintas que pueden servir y que muchas veces es necesario atender a la situación de cada país.
Nosotros no encontramos respuestas en el Fondo Monetario Internacional y tuvimos que recrear nuestras propias ideas, nuestras propias acciones y así se hizo el proceso de reestructuración de la deuda externa privada, donde pudimos tener un ahorro para el país de 70.000 millones de dólares. Por primera vez la Argentina tenía una negociación a la altura de las circunstancias.
También decidimos cancelar al Fondo Monetario Internacional, porque era imposible llevar la economía con la intervención de funcionarios burocráticos del Fondo, que no tenían una comprensión real del país, le abonamos 10.800 millones de dólares y terminamos con un problema importante para el desarrollo de las acciones que debíamos llevar adelante.
Asimismo, tomamos determinaciones que eran centrales y fundamentales. Había que volver a crear la confianza en el sistema financiero, había que recrear la confianza en los propios argentinos y así volver a crear la confianza en los inversores. Para ello creo que es fundamental que la economía no se esté toqueteando todos los días, sino que se tengan actitudes de previsibilidad, no sólo de la coyuntura sino del marco estratégico; que cuando un inversor va al país sepa que no se van a estar tomando disposiciones permanentemente que vayan generando un dirigismo al revés Porque lo que ha pasado en la Argentina es que los defensores acérrimos de las teorías neoliberales son mucho más dirigistas que quien les habla, que lo acusan de dirigista.
Ustedes ven los antecedentes de los últimos años en la economía argentina, que los ministros de economía que se tildaban de defensores del liberalismo permanente, todos los días operaban sobre la propia economía en la Argentina y ya vimos los resultados que pasaron.
Nosotros estamos tratando de generar un ida y vuelta que les permita a los inversores tener reglas claras, ciertas, concretas, que predeterminen y determinen la seguridad de quien va a invertir en nuestro país.
Para que ustedes tengan una idea clara, la Argentina pasó de una indigencia del 27,7 por ciento cuando empecé a gobernar a una indigencia del 11,2 por ciento, con el 20 por ciento de hogares indigentes al 8 por ciento que tenemos ahora de hogares indigentes. La pobreza en mi país bajó del 54 por ciento al 31,4; en el primer semestre del 2005 era del 38,8 y en el primer semestre del 2006 es 31,4, En un año bajamos 7,5 de la pobreza y desde que empezamos el Gobierno bajamos 23 puntos la pobreza; la indigencia bajó 16,5 puntos desde que tomamos este Gobierno y bajó 2,8 comparando semestre del 2005 con semestre del 2006. La desocupación en el último mes de julio fue del 10 por ciento, era del 24,1 el día que me tocó asumir la presidencia de la República y esperamos poder decir a los argentinos y al mundo, si Dios quiere, el día 10 de diciembre de 2007 cuando termine mi mandato, que ya estamos en un dígito como corresponde a un país que cree en la equidad, en la justicia social, en la inclusión, en un crecimiento equitativo.
También es muy importante que hayamos podido consolidar como eje central de nuestro desarrollo tanto el superávit primario como el superávit comercial. El superávit primario cuando estábamos en la negociación con el Fondo le ofrecíamos un 3 % del Producto Bruto; en los primeros tres años tuvimos un superávit primario provincias – nación arriba del 4 y este año esperamos tener de 3,5 a 3,7 de un Producto Bruto mucho más grande ya que nuestro país ha crecido cerca de un 40,5 % desde que nos tocó tomar la conducción del Estado. El superávit primario, para que ustedes tengan una idea, en el mes de agosto fue de 2.203 millones de pesos, lo que suma en el año 16.837 millones de pesos. Nosotros teníamos previsto en el presupuesto 19.350 millones de pesos, es decir que al mes de agosto hemos alcanzado el 87% del superávit primario previsto en el Presupuesto Nacional y nos quedan cuatro meses, así que tenemos una profunda satisfacción del funcionamiento de las cuentas públicas.
En el marco del superávit comercial, nos está dando un superávit gemelo, de año a año tenemos un promedio aproximadamente ya de 11.700 millones de dólares tomando agosto con agosto. El crecimiento de las exportaciones fue record en el mes de julio con 4.232 millones de dólares contra 3.100, 3.200 aproximadamente de importaciones, teniendo en cuenta que las importaciones son de bienes de capital, lo que está marcando el desarrollo y la inversión que tiene la economía argentina que es muy fuerte. Hoy, midiendo en metas desestacionalizadas, estamos teniendo un crecimiento de las exportaciones de 40.000 a 43.800 millones de dólares, esperamos llegar a 45.000 millones de dólares para fin de año y el crecimiento de las importaciones está rondando de 28.000 a 31.400 millones de dólares. Así que el mantenimiento del superávit gemelo y el superávit primario son tareas centrales y fundamentales y la columna vertebral también del desarrollo que queremos llevar adelante.
También prevemos que el crecimiento argentino seguramente superará o estará en el 8% este año, pero las informaciones que se tienen aún superan nuestro propio marco de optimismo, ya que el crecimiento desde julio del 2005 a julio del 2006 fue del 9,4 %, un número realmente alto. Y en forma desestacionalizada fue el 9,1 y el acumulado de crecimiento quedó para este año en el 8,6. Para que tengan precisión del dinamismo de la economía argentina.
El crecimiento industrial el año pasado fue del 7,7; este año de agosto a agosto fue el 7,2 y llevamos acumulado un 7,6. Esperamos por supuesto estar en el mismo crecimiento de la industria que el año pasado o superior. ¿En qué está basado el crecimiento industrial? Por supuesto en todas las áreas de nuestra economía pero hay un gran crecimiento de la industria automotriz, muy fuerte, y el crecimiento de la construcción, para que tengan una idea, de año a año ha estado cerca de un 20 a un 24 por ciento, y sigue creciendo muy fuerte, lo cual está marcando la fuerte inversión que hay en el sistema argentino.
También en el sistema financiero, que está teniendo un repunte muy fuerte. Ha tenido un crecimiento entre el 26 y el 29 % lo cual está marcando un crecimiento global de la economía que se mantiene firme, dinámico y que lógicamente nos va poniendo en la necesidad de generar nuevas y fuertes inversiones. Entonces hay algunos que mediáticamente tratan de generar problemas y dicen “van a tener problemas energéticos”, porque nosotros no hacemos como por ejemplo España que a partir de los 36 grados en verano tiene cortes energéticos programados; no hacemos los cortes como en Los Angeles o como en Queens, que tuvo 15 días cortada la luz, en la Argentina esas cosas no pasan. Es decir que ha sido un trabajo hecho con seriedad y responsabilidad, y estamos haciendo una inversión de 2.393 millones de pesos en obras concretadas, 6.600 millones de pesos en obras que se están llevando adelante, y 12.000 millones de pesos en obras que se están licitando como 2 centrales hidroeléctricas muy importantes, que nosotros esperamos poder abrir la licitación, concretar la firma el 20 de octubre y tenerlas terminadas para principios del 2008.
Lógicamente que en un país que va creciendo con la fuerza que lo hace la Argentina, siempre vamos a tener que invertir fuertemente para seguir consolidando la infraestructura necesaria para el desarrollo del país. También nosotros creemos que este proceso de reconversión económica, de reconstrucción económica, de crecimiento económico del país, de la terminación de la indigencia, de ir dándole el carril de contención definitiva también de la pobreza y tener también una fuerte ocupación y eliminando el marco de la desocupación global tan fuerte que alcanzó la Argentina, requiere profundas reformas educativas, porque en la Argentina en determinados momentos se llegaron a cerrar hasta las escuelas técnicas que preparaban a nuestros chicos y a nuestros jóvenes, y en muchos casos las empresas -ustedes lo saben- demandan gente y no tenemos chicos preparados propio de esa situación. Nosotros hemos decidido dos proyectos fundamentales en el tema educativo, que son que 6 puntos del producto bruto argentino sean destinados a la inversión y al financiamiento educativo, la llamamos Ley del Financiamiento Educativo, y este año con toda la sociedad estamos discutiendo la Ley de Educación para que definitivamente el crecimiento económico esté acompañado de una cualificación del sistema educativo que nos permita crecimiento económico con recursos humanos, que son muy importantes y muy buenos los argentinos, aún mucho más cualificados y eso nos va a permitir una síntesis superadora que nos va a hacer acceder a la calidad que nosotros necesitamos y que queremos darle al crecimiento de país, que vaya de la mano del crecimiento económico con la incorporación definitiva de los argentinos y de quienes vivan en la Argentina a ese proceso de integración, de inclusión que es fundamental.
Para que tengan una idea de qué significa haber bajado de semestre a semestre la pobreza y la indigencia, hemos sacado a 1.562.000 personas en un año de la situación de pobreza, y hemos sacado a 562.000 personas de la situación de indigencia. El sueldo mínimo en la Argentina pasó de 200 pesos a 830, es decir que tuvo un aumento del 400 por ciento y no se alteró la economía para nada. Nuestros jubilados mínimos tuvieron un aumento del 270 por ciento y ahora estamos recuperando aquellos que están en la escala más alta. Evidentemente todo esto va al consumo en lo que hay una recuperación plena y tampoco se alteró la economía en esta tarea. Después de 14 meses, para que ustedes tengan en claro, el consumo por primera vez superó a los costos de la economía. Ustedes saben que este es un dato tremendamente importante, que el consumo supere a los costos de la economía. Y no hay un proceso de congelamiento de precios o de control de precios, como dicen algunos, esto es una definición aceptable pero no es la realidad. Nosotros lo que estamos haciendo es un proceso de seguimiento, orientación y trabajo conjunto con los empresarios, que lo saben muy bien, porque nuestra economía sufrió un proceso de devaluación asimétrico. Ustedes saben que la adecuación de los precios relativos no es una cuestión de voluntarismo, hay que ir acompañando oferta y demanda hasta que éstas se cruzan y luego la economía alcanza ya su propia funcionalidad, que es lo que nosotros esperamos poder hacer a mediados del 2007, principio del 2008. Pero hoy es a veces superior la demanda que la oferta y eso puede generar, si no hay un trabajo conjunto entre empresarios y gobierno, un proceso de encarecimiento de los costos de la economía, que sustraería y castraría las posibilidades que hoy le estamos dando a la Argentina de crecimiento.
Entonces es muy importante, ustedes fíjense cómo se han ido adecuando costos durante todo el 2006, después de un año difícil que pasamos en el 2005 en ese rubro. No tengo ninguna duda que en el 2007, principio del 2008, con el propio fluir de la oferta, el cruce con la demanda, el crecimiento fuerte de la inversión que estamos teniendo que va a permitir esto, el último semestre de 2005, y sigue en esta tendencia, fue del 26,9; como una inversión extranjera que superó los 5.000 millones de dólares. Nosotros hoy estamos esperanzados, nos ha ido muy bien aquí hemos tenido reuniones muy buenas, hoy hemos tenido reuniones muy buenas con el grupo Wall Mart y con la empresa petrolera Occidente Petroleum que van a hacer inversiones muy fuertes. En el campo petrolero en el caso de la empresa Occidental cerca de 1.600 millones de dólares, cuando veo las áreas que compraron y la inversión que van a hacer veo que han hecho un gran negocio porque es una zona muy rica, el grupo empresario que estaba antes no la explotaba y hay una gran posibilidad de petróleo y gas natural y también hay una gran posibilidad de explotación de áreas secundarias que por distintos motivos se dejaron de explotar. Si se invierte muy bien en exploración más el marco de explotación que tiene no tengo ninguna duda que esta empresa le va a ir bien y nos alegra, porque a nosotros nos interesa que a los empresarios les vaya muy bien, van a hacer un gran negocio. Ustedes fíjense el precio que tiene el petróleo, el costo de producción de cada pozo petrolero está rondando entre 7 y los 9 dólares. Así que les va a ir bien, me alegro que les vaya bien, que creen trabajo, que creen inversión, las puertas de la Argentina por supuesto que están abiertas para este tema y para todos los temas que hacen al crecimiento de nuestro país.
Pero para nosotros es fundamental el equilibrio del crecimiento económico con equidad y justicia, que sea bueno para quienes gobernamos, para quienes invierte, los empresarios, y hacemos parte del crecimiento y de la realidad argentina a la gente, a la sociedad, a los distintos estratos de la sociedad; a la reconstrucción de un empresariado nacional, a la reconstrucción de la clase media que es quien motoriza permanentemente el crecimiento argentino y potencia fuertemente su capacidad en recursos humanos, y la definitiva consolidación de su clase trabajadora con calidad, con oficio, que pueda ser integrada al crecimiento.
Ese es el proyecto de crecimiento que nos interesa, no nos interesa el crecimiento focalizado en pequeños grupos que auspician ciertos economistas, que cuando asumí el gobierno nos decían que íbamos a tener 2.000 por ciento de inflación, que el dólar iba a costar 70 pesos. Se sentaban, analizaban, y tras largos días de estudio la verdad que no tuvieron mucha suerte. Todos los años dicen que la economía argentina se desacelera, que es el buen momento internacional el que se está viviendo, tratan de dar una explicación a la explicación que no encuentran. Yo desde acá, desde este prestigioso lugar, me gustaría decirles a los economistas, a quienes respeto, que deben tener una capacidad de autocrítica. A mí me encanta la economía, soy idóneo pero me animo. Y creo que es fundamental saber por qué las recetas que ellos decían no dieron el resultado que ellos esperaban y por qué las recetas que ellos decían que eran inconducentes, primarias, según sus expresiones, dieron el resultado que dieron. Porque si nuestros economistas se han preparado tan bien y tienen esa capacidad de autocrítica, indudablemente nos van a ayudar a gobernar y nos van a ayudar a dar pasos más esclarecedores para dar las respuestas que la sociedad necesita, la capacidad de autocrítica debe ser permanente. Si uno quiere mejorar la calidad de lo que hace permanentemente tiene que estar viendo qué es lo que hizo mal, qué es lo que hizo bien y entendiendo, como yo sé que ustedes entienden, que cada uno de nosotros tiene una verdad relativa. La verdad relativa de uno y la verdad relativa de otro generan una verdad superadora que nos contiene y da las respuestas y las seguridades que serán con rumbo acertado y que cuando se cometen errores hay capacidad de rectificación, entonces el rumbo aún es más acertado. Pero cuando se dijeron tantas cosas sobre la Argentina y los resultados son tan distintos creo que merecen, humildemente se los digo, poder hacer una autocrítica que sea importante.
En la región nosotros estamos trabajando fuertemente para la construcción del MERCOSUR. Creemos que la tarea que podemos realizar con el MERCOSUR, hubo un proceso de integración en América Latina, es muy importante, creemos en la construcción de los países de América del Sur como un instrumento superador, creemos firmemente que la recuperación económica de nuestros países nos va a permitir construir bien el MERCOSUR, porque la construcción del espacio en países de América del Sur era imposible hacerla en bloque con todos los países en crisis porque no había respuesta, fundamentalmente cuando los países más grandes que están en una profunda crisis como en su momento Brasil y Argentina.
En el caso de la recuperación de Brasil y Argentina, en el caso de la consolidación de otros países de la región, el caso de Chile; sé que a algunos los pone muy nerviosos pero el apoyo a la región es muy importante en el caso de Venezuela que ha tenido actitudes solidarias con toda la región; y el caso de trabajar en forma conjunta con los países más chicos de la región nos va a permitir que nosotros podamos ir construyendo una región en serio y esa región en serio pueda ser mirada como un bloque con la Comunidad Económica Europea, con el resto del mundo y también esperando por supuesto, lo digo acá, lo quiero decir en Nueva York, que este gran país, que la sociedad a quien nosotros le tenemos el máximo de los respetos, que podemos coincidir políticamente en algunos temas en el sentido propio de cualquier democracia, es muy importante que Estados Unidos de América entre a posar sus ojos en la región y nos deje muchas veces de mirar con la nuca porque si Estados Unidos de América entra a posar sus ojos en la región, no tengan ninguna duda que va a liderar y va a ayudar muchísimo al crecimiento argentino. No quiero decir sus empresarios porque muchos de ellos lo están haciendo y lo hacen muy bien. Es muy importante que las políticas de Estado también puedan llegar a la región y aprender que la convivencia es fundamental, que la región está tratando de integrarse y nosotros, dos países de la región, aspiramos a tener un diálogo maduro, serio, que ayude a dar las respuestas que nuestros ciudadanos necesitan.
Realmente les puedo decir que vamos a seguir en el tiempo de gobierno que nos queda profundizando estas políticas, vamos a seguir teniendo como eje de desarrollo de nuestro proyecto el superávit primario y el superávit comercial, vamos a seguir construyendo políticas industriales, vamos a seguir recibiendo con mucho agrado todas las inversiones que vienen a nuestro país, tengan la seguridad de que no va a haber inflexión. Sabemos que la construcción de la credibilidad no es una tarea fácil, sabemos que muchas veces cuando hay que resolver temas alguno tiene que estar enojado, cuando pasan este tipo de crisis uno no puede jugar a ser el bueno, el simpático, sino que tiene que resolver las cuestiones de su país y yo fundamentalmente se los digo con todo respeto y con todo afecto, mi responsabilidad fue tratar de que la Argentina saliera lo más rápido posible del lugar que nunca tenía que haber estado. Sé que si esta Argentina, mi país, crece 10 años consecutivos al 3 % anual, tenemos en la Argentina un gran país del mundo y un gran país de América que va a contribuir fuertemente al equilibrio en la región y en el mundo. Tenemos muchísimas posibilidades, los argentinos hemos cometido pecados capitales y evidentemente en la reconstrucción y en no volver a repetir esos pecados capitales muchas veces se generan cortocircuitos o situaciones antipáticas, pero no es que uno las quiera generar sino que a veces no queda más remedio porque la agudización de las contradicciones nos lleva a este tipo de situaciones.
Les quiero agradecer profundamente el haberme invitado, estoy a disposición de ustedes para cualquier pregunta que me quiera hacer, he tratado de hacer una descripción clara de lo que está pasando en la Argentina. El proceso de reconversión económica lo vamos a profundizar, el proceso de industrialización también, la consolidación de las políticas exportadoras de materiales primarios y con valor agregado, y el crecimiento del sector manufacturero también es muy importante porque nos genera un proceso de muy fuerte crecimiento de nuestra economía. Y por supuesto, estamos con los brazos abiertos a todos los que quieran venir a la Argentina. Nos interesa mucho que los empresarios que vayan ganen mucho dinero, porque si los empresarios ganaran mucho dinero también los argentinos vamos a tener posibilidad de que nos vaya muy bien, podamos ser parte de ese crecimiento, de esos buenos resultados de quienes vengan a invertir a la Argentina, y que podamos ensamblar a los empresarios nacionales con las políticas y con un país en crecimiento ustedes sepan que la Argentina está empezando a ocupar el lugar que creo que la historia nos tiene reservado, que a algunos argentinos nos ha costado mucho tiempo y estamos tratando de recuperar el tiempo perdido.
Señores, la Argentina agradece a todos aquellos que han colaborado, agradece a aquellos que se han enojado porque a la larga nos han entendido, y a los que siguen enojados los seguimos esperando con los brazos abiertos, pero siempre sepan que somos un país que el destino en sus manos, y así como este país, Estados Unidos, ha sabido construir un capitalismo con decisión nacional, los argentinos queremos hacer lo mismo. Muchísimas gracias.