Señores Jefes de Estados; señores representantes de los señores Presidentes; señores ministros extranjeros; señores representantes de organismos internacionales; señores ministros de la República Argentina; señores Gobernadores; señores Intendentes; amigos de la Confederación General del Trabajo (CGT); amigos y amigas presentes: queremos, en primer lugar, darle la más cordial bienvenida, en nombre del Gobierno y el pueblo argentino, a nuestro país, a la Ciudad de Córdoba y a este hermoso Palacio Ferreira, construido hace casi un siglo, en 1913, en nuestro primer centenario.
Les saludo también en nombre de mi señora Cristina, que con gusto hubiera querido acompañarlos, pero lamentablemente, a pesar de ser del Sur, una fuerte gripe la tiene postrada, en la Patagonia. Ella les hace llegar un saludo muy grande a todos ustedes y les desea, desde ya, que estén aquí en la Argentina, en esta querida Córdoba como en su casa.
Nos reúne hoy, como cada semestre, el MERCOSUR, nuestro proceso de integración regional, el que hemos elegido y sostenemos como la plataforma básica de inserción de nuestros países en el mundo, un MERCOSUR que nos mantiene trabajando en forma incansable, que nos obliga día a día a trabajar en su profundización y perfeccionamiento siempre con el objetivo de hacerlo más eficiente, más participativo, más integral y más útil para los ciudadanos de los países que lo conformamos, un MERCOSUR cada vez más orientado hacia el desarrollo sustentable y equitativo de todos sus integrantes y socios.
Este MERCOSUR en marcha y avance permanente, que pudo anunciar con orgullo la incorporación de un nuevo miembro: la hermana República Bolivariana de Venezuela, a la que queremos dar una especial bienvenida, porque sabemos que la unión nos hará más fuerte, más sólidos y más competitivos en el globalizado mundo que nos toca vivir.
Pareciera que cada Cumbre es igual a las otras, pero cada una ha sido en los hechos sustantivamente diferente, han sido y se han elaborado pasos de avances, han tenido distintas perspectivas y circunstancias, pero todas se dirigen a un objetivo: incrementar la integración regional.
Este 20 de julio de 2006 nos encuentra a los argentinos mucho más consolidados, con una disminución significativa de la exclusión, con una tasa de desempleo, que ronda el 10 por ciento, con un crecimiento significativo de la inversión pública y privada y un nivel de desendeudamiento histórico para nuestro país, que mejora indudablemente nuestro nivel de autonomía. Estos resultados no son más que una ratificación de la idea de que trabajando con seriedad, con empeño, con ideas, con honestidad y objetivos claros, se puede avanzar.
Sabemos que no han podido concretar en el mundo historias exitosas de integración regional que no hayan sido resultado de un proceso complejo, largo y sinuoso; las tensiones y las divergencias son inherentes a la necesidad de articular intereses locales, nacionales, regionales y globales, con diferencias estructurales entre las partes.
Por eso estoy convencido que si se quiere avanzar en la integración regional es necesario enfrentar y resolver las diferencias para convertirlas en una agenda común, tal como nosotros, con mucha esperanza y optimismo racional, estamos intentando hacer.
De igual modo tenemos que esforzarnos para avanzar en nuestro MERCOSUR, a partir de una visión compartida de la convicción de que el crecimiento de todos sus integrantes es el reaseguro de cada uno de ellos.
Cuando nuestras patrias se acercan a cumplir el primer bicentenario, nos acercamos a concretar, sin dejar de tener presente el valor de lo que constituyen nuestros acerbos nacionales, sin borrar diferencias ni diversidades, esa patria grande que nuestros próceres soñaron.
Los invito entonces a seguir juntos en esta lucha y a brindar en esta fecha tan especial, en la que los argentinos celebramos el Día del Amigo, porque nuestro trabajo del día de mañana, como en el de cada día, se traduzca en decisiones concretas que apuntalen nuestro proceso regional y colaboren en las mejores condiciones de vida para todos los que integramos este espacio común.
Sabemos que de la diversidad y de la diferencia va a nacer la visión compartida; sabemos que de la verdad relativa de cada uno de nuestros pueblos va a nacer la verdad superadora que nos contenga; sabemos también que la calidad de la integración y del crecimiento de este bloque va a hacer saber respetarnos en las visiones que podamos tener sobre cada tema.
No creemos en las sociedades uniformes, creemos en la pluralidad, en la diversidad y en la capacidad de discutir los temas de cara a la sociedad.
Les agradecemos los argentinos, y yo en nombre de ellos, profundamente vuestra presencia, siéntanse como en su propia casa y en su propia Patria.
Los invito a brindar por el MERCOSUR, por América latina y por la paz en el mundo. Muchas gracias. (Aplausos)
Les saludo también en nombre de mi señora Cristina, que con gusto hubiera querido acompañarlos, pero lamentablemente, a pesar de ser del Sur, una fuerte gripe la tiene postrada, en la Patagonia. Ella les hace llegar un saludo muy grande a todos ustedes y les desea, desde ya, que estén aquí en la Argentina, en esta querida Córdoba como en su casa.
Nos reúne hoy, como cada semestre, el MERCOSUR, nuestro proceso de integración regional, el que hemos elegido y sostenemos como la plataforma básica de inserción de nuestros países en el mundo, un MERCOSUR que nos mantiene trabajando en forma incansable, que nos obliga día a día a trabajar en su profundización y perfeccionamiento siempre con el objetivo de hacerlo más eficiente, más participativo, más integral y más útil para los ciudadanos de los países que lo conformamos, un MERCOSUR cada vez más orientado hacia el desarrollo sustentable y equitativo de todos sus integrantes y socios.
Este MERCOSUR en marcha y avance permanente, que pudo anunciar con orgullo la incorporación de un nuevo miembro: la hermana República Bolivariana de Venezuela, a la que queremos dar una especial bienvenida, porque sabemos que la unión nos hará más fuerte, más sólidos y más competitivos en el globalizado mundo que nos toca vivir.
Pareciera que cada Cumbre es igual a las otras, pero cada una ha sido en los hechos sustantivamente diferente, han sido y se han elaborado pasos de avances, han tenido distintas perspectivas y circunstancias, pero todas se dirigen a un objetivo: incrementar la integración regional.
Este 20 de julio de 2006 nos encuentra a los argentinos mucho más consolidados, con una disminución significativa de la exclusión, con una tasa de desempleo, que ronda el 10 por ciento, con un crecimiento significativo de la inversión pública y privada y un nivel de desendeudamiento histórico para nuestro país, que mejora indudablemente nuestro nivel de autonomía. Estos resultados no son más que una ratificación de la idea de que trabajando con seriedad, con empeño, con ideas, con honestidad y objetivos claros, se puede avanzar.
Sabemos que no han podido concretar en el mundo historias exitosas de integración regional que no hayan sido resultado de un proceso complejo, largo y sinuoso; las tensiones y las divergencias son inherentes a la necesidad de articular intereses locales, nacionales, regionales y globales, con diferencias estructurales entre las partes.
Por eso estoy convencido que si se quiere avanzar en la integración regional es necesario enfrentar y resolver las diferencias para convertirlas en una agenda común, tal como nosotros, con mucha esperanza y optimismo racional, estamos intentando hacer.
De igual modo tenemos que esforzarnos para avanzar en nuestro MERCOSUR, a partir de una visión compartida de la convicción de que el crecimiento de todos sus integrantes es el reaseguro de cada uno de ellos.
Cuando nuestras patrias se acercan a cumplir el primer bicentenario, nos acercamos a concretar, sin dejar de tener presente el valor de lo que constituyen nuestros acerbos nacionales, sin borrar diferencias ni diversidades, esa patria grande que nuestros próceres soñaron.
Los invito entonces a seguir juntos en esta lucha y a brindar en esta fecha tan especial, en la que los argentinos celebramos el Día del Amigo, porque nuestro trabajo del día de mañana, como en el de cada día, se traduzca en decisiones concretas que apuntalen nuestro proceso regional y colaboren en las mejores condiciones de vida para todos los que integramos este espacio común.
Sabemos que de la diversidad y de la diferencia va a nacer la visión compartida; sabemos que de la verdad relativa de cada uno de nuestros pueblos va a nacer la verdad superadora que nos contenga; sabemos también que la calidad de la integración y del crecimiento de este bloque va a hacer saber respetarnos en las visiones que podamos tener sobre cada tema.
No creemos en las sociedades uniformes, creemos en la pluralidad, en la diversidad y en la capacidad de discutir los temas de cara a la sociedad.
Les agradecemos los argentinos, y yo en nombre de ellos, profundamente vuestra presencia, siéntanse como en su propia casa y en su propia Patria.
Los invito a brindar por el MERCOSUR, por América latina y por la paz en el mundo. Muchas gracias. (Aplausos)