Queridos hermanos, hermanas, compañeros y compañeras, argentinos, argentinas: y al final un día volvimos a la gloriosa Plaza de Mayo a hacer presente al pueblo argentino en toda su diversidad. (Aplausos)
Hace 33 años yo estaba allí abajo, el 25 de mayo de 1973, como hoy, creyendo y jugándome por mis convicciones de que un nuevo país comenzaba, y en estos miles de rostros veo los rostros de los 30 mil compañeros desaparecidos, pero igual veo la Plaza de Mayo de la mano de todos nosotros. (Aplausos)
Venimos a esta plaza que es de los trabajadores, que es de Eva Perón y que es de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a juntarnos los argentinos a celebrar el día patrio. (Aplausos)
Venimos con toda nuestra voz y nuestra fuerza para construir la Argentina de la justicia y de la dignidad. Ustedes y yo debemos hacer lo mismo: oídos sordos a tantos agravios, ésta es la plaza del amor y de la reconstrucción argentina. Queremos una Patria para todos, queremos una Patria para todos los argentinos y argentinas. (Aplausos)
Nos tocó hace tres años asumir la responsabilidad de la conducción de la Argentina siendo el presidente menos votado de la historia, porque al que tenía que haber ido en segunda vuelta lo único que le importaba era su destino y no dar la batalla democrática o cuidar el país y nos dejó, nos dejó con el país en llamas en nuestras manos. (Aplausos)
Teníamos 60 por ciento de pobreza, 26 por ciento de desocupación, casi 30 por ciento de indigencia, nuestros hermanos estaban con los brazos caídos, parecía que la Argentina se derrumbaba, pero con la fuerza del pueblo, con la fuerza de la gente honesta y decente de esta Patria, con la gente que nunca se resignó a que este país se derrumbe, empezamos la reconstrucción.
Estábamos acosados por deudas, estábamos acosados por sectores del privilegio que no querían dar un solo paso atrás, estábamos acosados por aquellos que decían que primero había que pagarle a los bancos antes que a la gente; estábamos acosados por aquellos que querían hacer lo que ciertos grupos económicos querían hacer en la Argentina y decían que la Argentina no era viable si no se satisfacían los intereses de esos grupos. Nosotros nos pusimos firmes con el acompañamiento de ustedes y pudimos ir construyendo una Argentina diferente.
De los 100.000 millones de dólares de la deuda privada, logramos una quita histórica; por primera vez en la historia pudimos los argentinos ganar la batalla y doblarle la mano a los que saquearon el país y ahorramos 70.000 millones de dólares. (Aplausos)
Nos decían que era una falta de respeto, algunos medios que ustedes conocen, sacar semejante quita. También esta Plaza de Mayo, hoy formalmente, le dice chau al Fondo Monetario Internacional, la Argentina pagó su deuda, no depende más del Fondo. (Aplausos)
Y nos decían que era una locura pagarle al Fondo. Para nosotros, una locura era seguir haciendo las políticas del Fondo en el país; una locura era seguir llevando a la Argentina a los niveles que se la llevó por esas políticas dependientes.
Hoy, cuando vemos la recuperación de la industria, la recuperación de nuestros campos y también la recuperación de nuestros sectores de la producción, vemos que se está haciendo porque tenemos políticas activas, políticas heterodoxas, políticas que no dependen, como dependían antes, de círculos de poder determinados.
Pero queridos argentinos, yo les pido que tengamos muy buena memoria, porque la lucha cotidiana contra los intereses es muy difícil y los intereses se pueden agazapar pero quieren volver a retomar la iniciativa.
Por eso le pido pueblo argentino que me ayude. Yo les pido que me acompañen, les pido que me den fuerza, les pido que me den toda la “polenta” necesaria para poder dar la lucha y la batalla que los argentinos necesitan. (Aplausos)
Queridos hermanos: dicen que me peleo mucho, y no es que yo me pelee mucho, es que negocio poco con ciertos intereses; hay algunos intereses que me quieren ver de rodillas y yo voy a honrar el juramento ante el pueblo argentino: siempre de pie, siempre luchando, siempre peleando por la Patria. (Aplausos)
No me importa que me amenacen, como lo hicieron ayer diciendo en un acto chiquitito que hubo, que si tuvieran una bomba me la pondrían. No me interesa, porque me juego por mi pueblo, me juego por la Patria, me juego por una Argentina para todos y con todos. (Aplausos)
Hemos construido y estamos construyendo una Justicia independiente, tenemos una Corte independiente como hace tiempo no se recuerda en la Patria. Entre todos hemos puesto fin y la Justicia lo hizo correctamente, hemos puesto fin a las vergonzosas leyes de Obediencia Debida y Punto Final que habían garantizado la impunidad de la Patria. (Aplausos)
Hemos recuperado el valor de la memoria, el valor de la justicia, el valor de la inclusión social, el valor de la equidad y la decisión de construir una Patria para todos los argentinos.
No queremos más, hermanos y hermanas, crecer y que, como en la década del ’90, solamente crezca un grupito chiquitito; queremos que crezcan todos los argentinos. Si a la Argentina le va bien, les tiene que ir bien a los trabajadores, a la clase media, a los empresarios nacionales, a todos los que integran la Patria. Es fundamental tener una Patria que nos contenga a todos.
Por eso, tenemos que ser generosos, tenemos que convocar a todos aquellos argentinos que, por arriba de cualquier cuestión chiquitita, quieren consolidar una Patria diferente.
Mi sueño es ayudar a construir una Argentina cada vez más plural, una Argentina que consolide la reconstrucción, una Argentina donde los trabajadores, los empresarios, los intelectuales, todas las fuerzas libres de la sociedad puedan construir el espacio que necesitamos. Tenemos que recuperar esa vocación de cambio, esa vocación transgresora que tuvo durante muchísimo tiempo la sociedad argentina.
Por eso cuando yo empezaba mis palabras les dije que volvimos; volvimos a la Plaza de Mayo, acá estamos otra vez los argentinos. Estamos en el lugar de las grandes asambleas, estamos levantando la bandera de la Patria, estamos levantando la bandera de la Nación, estamos levantando el orgullo y la dignidad, estamos levantando la bandera de la Patria grande, estamos levantando la bandera de América latina, estamos levantando la bandera que nos contenga a todos, una bandera argentina que nos dé la posibilidad a todos de poder ser. Tenemos que honrar fuertemente a todos aquellos que dieron tanto por la Patria.
Queridos amigos y amigas, argentinos y argentinas, a los que están en la plaza y a los que no están les decimos: que lo que se quería se ha logrado, que era celebrar el 25 de Mayo así, como lo hacen los grandes pueblos democráticos; que nos olvidamos de todas las agresiones, que nos olvidamos de todo lo que nos dijeron, porque la Patria está por arriba de todo y que confiamos en la democracia y en el pueblo, pero que tengan la firme convicción todos que vamos a profundizar el proceso de cambio en el país.
Creemos en esa Argentina donde la felicidad se pueda volver a recuperar, creemos en la Argentina de los tiempos felices, creemos en la Argentina donde los hombres amaban la política, creemos en la Argentina donde los intelectuales eran respetados y escuchados, creemos en la Argentina de la libertad, de la libertad plena, donde nadie tenga por qué callarse la boca.
Hermanos y hermanas: muchas gracias por compartir este 25 de Mayo; muchas gracias por compartir esta asamblea popular; muchas gracias Abuelas y Madres por estar acá, compartiendo este momento histórico; muchas gracias, muchas gracias a todos y como yo siempre dije: no veníamos a la plaza, como decían algunos, que a veces por escribir escriben cualquier cosa, a ocupar un balcón que ya tiene dueño histórico ese balcón, que ya tiene dueño y que nosotros lo seguimos respetando con todas nuestras fuerzas, allí estaban Perón y Eva Perón y hubo otros que no debieron estar. (Aplausos)
Lamentablemente hubo otros que lo quisieron ocupar, los que entregaron a los chicos de Malvinas, los que entregaron Malvinas. No me quiero acordar de ese general, pero este balcón tiene dueño y ustedes saben de quién es. (Aplausos)
Por eso estamos acá, en el lugar que nos corresponde, de militantes ciudadanos, recuperando la ciudadanía, recuperando el sentir de Patria, recuperando el sentir de pluralidad.
Quiero convocar a todos los argentinos a una construcción plural, es mucho lo que nos falta, es dura la pelea día tras día. Muchas veces hay que construir desde la soledad.
El día que me tocó asumir era segundo a segundo, hoy es minuto a minuto, pero sé que con ustedes vamos a poder.
Por eso, queridos argentinos y argentinas, levantemos la bandera de la Patria, levantemos nuestro escudo, levantemos la Argentina, levantemos la Patria grande, levantemos a América latina, levantemos a nuestros hermanos desaparecidos, levantemos la reconstrucción de una Argentina con todos, levantemos la convivencia, levantemos la ciudadanía, levantemos la diversidad, levantemos la pluralidad, tomémonos de la mano y caminemos por la avenida de la Patria abrazados por un nuevo país.
Muchísimas gracias, muchas gracias a todos, los amo y fuerza. (Aplausos)
Hace 33 años yo estaba allí abajo, el 25 de mayo de 1973, como hoy, creyendo y jugándome por mis convicciones de que un nuevo país comenzaba, y en estos miles de rostros veo los rostros de los 30 mil compañeros desaparecidos, pero igual veo la Plaza de Mayo de la mano de todos nosotros. (Aplausos)
Venimos a esta plaza que es de los trabajadores, que es de Eva Perón y que es de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a juntarnos los argentinos a celebrar el día patrio. (Aplausos)
Venimos con toda nuestra voz y nuestra fuerza para construir la Argentina de la justicia y de la dignidad. Ustedes y yo debemos hacer lo mismo: oídos sordos a tantos agravios, ésta es la plaza del amor y de la reconstrucción argentina. Queremos una Patria para todos, queremos una Patria para todos los argentinos y argentinas. (Aplausos)
Nos tocó hace tres años asumir la responsabilidad de la conducción de la Argentina siendo el presidente menos votado de la historia, porque al que tenía que haber ido en segunda vuelta lo único que le importaba era su destino y no dar la batalla democrática o cuidar el país y nos dejó, nos dejó con el país en llamas en nuestras manos. (Aplausos)
Teníamos 60 por ciento de pobreza, 26 por ciento de desocupación, casi 30 por ciento de indigencia, nuestros hermanos estaban con los brazos caídos, parecía que la Argentina se derrumbaba, pero con la fuerza del pueblo, con la fuerza de la gente honesta y decente de esta Patria, con la gente que nunca se resignó a que este país se derrumbe, empezamos la reconstrucción.
Estábamos acosados por deudas, estábamos acosados por sectores del privilegio que no querían dar un solo paso atrás, estábamos acosados por aquellos que decían que primero había que pagarle a los bancos antes que a la gente; estábamos acosados por aquellos que querían hacer lo que ciertos grupos económicos querían hacer en la Argentina y decían que la Argentina no era viable si no se satisfacían los intereses de esos grupos. Nosotros nos pusimos firmes con el acompañamiento de ustedes y pudimos ir construyendo una Argentina diferente.
De los 100.000 millones de dólares de la deuda privada, logramos una quita histórica; por primera vez en la historia pudimos los argentinos ganar la batalla y doblarle la mano a los que saquearon el país y ahorramos 70.000 millones de dólares. (Aplausos)
Nos decían que era una falta de respeto, algunos medios que ustedes conocen, sacar semejante quita. También esta Plaza de Mayo, hoy formalmente, le dice chau al Fondo Monetario Internacional, la Argentina pagó su deuda, no depende más del Fondo. (Aplausos)
Y nos decían que era una locura pagarle al Fondo. Para nosotros, una locura era seguir haciendo las políticas del Fondo en el país; una locura era seguir llevando a la Argentina a los niveles que se la llevó por esas políticas dependientes.
Hoy, cuando vemos la recuperación de la industria, la recuperación de nuestros campos y también la recuperación de nuestros sectores de la producción, vemos que se está haciendo porque tenemos políticas activas, políticas heterodoxas, políticas que no dependen, como dependían antes, de círculos de poder determinados.
Pero queridos argentinos, yo les pido que tengamos muy buena memoria, porque la lucha cotidiana contra los intereses es muy difícil y los intereses se pueden agazapar pero quieren volver a retomar la iniciativa.
Por eso le pido pueblo argentino que me ayude. Yo les pido que me acompañen, les pido que me den fuerza, les pido que me den toda la “polenta” necesaria para poder dar la lucha y la batalla que los argentinos necesitan. (Aplausos)
Queridos hermanos: dicen que me peleo mucho, y no es que yo me pelee mucho, es que negocio poco con ciertos intereses; hay algunos intereses que me quieren ver de rodillas y yo voy a honrar el juramento ante el pueblo argentino: siempre de pie, siempre luchando, siempre peleando por la Patria. (Aplausos)
No me importa que me amenacen, como lo hicieron ayer diciendo en un acto chiquitito que hubo, que si tuvieran una bomba me la pondrían. No me interesa, porque me juego por mi pueblo, me juego por la Patria, me juego por una Argentina para todos y con todos. (Aplausos)
Hemos construido y estamos construyendo una Justicia independiente, tenemos una Corte independiente como hace tiempo no se recuerda en la Patria. Entre todos hemos puesto fin y la Justicia lo hizo correctamente, hemos puesto fin a las vergonzosas leyes de Obediencia Debida y Punto Final que habían garantizado la impunidad de la Patria. (Aplausos)
Hemos recuperado el valor de la memoria, el valor de la justicia, el valor de la inclusión social, el valor de la equidad y la decisión de construir una Patria para todos los argentinos.
No queremos más, hermanos y hermanas, crecer y que, como en la década del ’90, solamente crezca un grupito chiquitito; queremos que crezcan todos los argentinos. Si a la Argentina le va bien, les tiene que ir bien a los trabajadores, a la clase media, a los empresarios nacionales, a todos los que integran la Patria. Es fundamental tener una Patria que nos contenga a todos.
Por eso, tenemos que ser generosos, tenemos que convocar a todos aquellos argentinos que, por arriba de cualquier cuestión chiquitita, quieren consolidar una Patria diferente.
Mi sueño es ayudar a construir una Argentina cada vez más plural, una Argentina que consolide la reconstrucción, una Argentina donde los trabajadores, los empresarios, los intelectuales, todas las fuerzas libres de la sociedad puedan construir el espacio que necesitamos. Tenemos que recuperar esa vocación de cambio, esa vocación transgresora que tuvo durante muchísimo tiempo la sociedad argentina.
Por eso cuando yo empezaba mis palabras les dije que volvimos; volvimos a la Plaza de Mayo, acá estamos otra vez los argentinos. Estamos en el lugar de las grandes asambleas, estamos levantando la bandera de la Patria, estamos levantando la bandera de la Nación, estamos levantando el orgullo y la dignidad, estamos levantando la bandera de la Patria grande, estamos levantando la bandera de América latina, estamos levantando la bandera que nos contenga a todos, una bandera argentina que nos dé la posibilidad a todos de poder ser. Tenemos que honrar fuertemente a todos aquellos que dieron tanto por la Patria.
Queridos amigos y amigas, argentinos y argentinas, a los que están en la plaza y a los que no están les decimos: que lo que se quería se ha logrado, que era celebrar el 25 de Mayo así, como lo hacen los grandes pueblos democráticos; que nos olvidamos de todas las agresiones, que nos olvidamos de todo lo que nos dijeron, porque la Patria está por arriba de todo y que confiamos en la democracia y en el pueblo, pero que tengan la firme convicción todos que vamos a profundizar el proceso de cambio en el país.
Creemos en esa Argentina donde la felicidad se pueda volver a recuperar, creemos en la Argentina de los tiempos felices, creemos en la Argentina donde los hombres amaban la política, creemos en la Argentina donde los intelectuales eran respetados y escuchados, creemos en la Argentina de la libertad, de la libertad plena, donde nadie tenga por qué callarse la boca.
Hermanos y hermanas: muchas gracias por compartir este 25 de Mayo; muchas gracias por compartir esta asamblea popular; muchas gracias Abuelas y Madres por estar acá, compartiendo este momento histórico; muchas gracias, muchas gracias a todos y como yo siempre dije: no veníamos a la plaza, como decían algunos, que a veces por escribir escriben cualquier cosa, a ocupar un balcón que ya tiene dueño histórico ese balcón, que ya tiene dueño y que nosotros lo seguimos respetando con todas nuestras fuerzas, allí estaban Perón y Eva Perón y hubo otros que no debieron estar. (Aplausos)
Lamentablemente hubo otros que lo quisieron ocupar, los que entregaron a los chicos de Malvinas, los que entregaron Malvinas. No me quiero acordar de ese general, pero este balcón tiene dueño y ustedes saben de quién es. (Aplausos)
Por eso estamos acá, en el lugar que nos corresponde, de militantes ciudadanos, recuperando la ciudadanía, recuperando el sentir de Patria, recuperando el sentir de pluralidad.
Quiero convocar a todos los argentinos a una construcción plural, es mucho lo que nos falta, es dura la pelea día tras día. Muchas veces hay que construir desde la soledad.
El día que me tocó asumir era segundo a segundo, hoy es minuto a minuto, pero sé que con ustedes vamos a poder.
Por eso, queridos argentinos y argentinas, levantemos la bandera de la Patria, levantemos nuestro escudo, levantemos la Argentina, levantemos la Patria grande, levantemos a América latina, levantemos a nuestros hermanos desaparecidos, levantemos la reconstrucción de una Argentina con todos, levantemos la convivencia, levantemos la ciudadanía, levantemos la diversidad, levantemos la pluralidad, tomémonos de la mano y caminemos por la avenida de la Patria abrazados por un nuevo país.
Muchísimas gracias, muchas gracias a todos, los amo y fuerza. (Aplausos)