Señor vicegobernador de la provincia de Corrientes, querido amigo Pruyas; señor ministro del Interior; autoridades nacionales, provinciales, municipales; señores legisladores; señores empresarios; señoras, señores: es para mí una profunda satisfacción poder estar anunciando una nueva inversión en la provincia de Corrientes, donde estamos llegando a 6.000 viviendas entregadas, 10.000 viviendas en construcción, más 1.700 viviendas que se firmaron los contratos hoy, lo cual está marcando cómo ha funcionado el Plan Federal 1 y el Plan Federal 2, la tarea coordinada con el gobierno de Corrientes, la inversión, la generación de trabajo, el crecimiento económico, la perspectiva de la construcción de un nuevo país, y por supuesto también ayudar a construir a las autoridades de Corrientes y al pueblo correntino el Corrientes que los correntinos quieren, merecen y desean por historia, por trabajo, por esfuerzo.
La reconstrucción y construcción de un país viable es una tarea difícil, dura, pero evidentemente está demostrando que los argentinos podemos construir un proyecto con clara identidad, claro sentido de progreso, que tenga las características de ser inclusivo, que combata la desocupación, combata fuertemente la pobreza y la indigencia, y los números lo están dando con absoluta claridad.
Se puede demostrar que es posible crecer sin generar el flagelo de la desocupación; se puede crecer sin consolidar concentraciones económicas injustas donde muy pocos sectores de la sociedad se favorecen; se puede crecer generando y dándole participación a los trabajadores racionales, responsables, prudentes y sabios en el crecimiento de su poder adquisitivo; se puede crecer combinando el consumo interno con políticas exportadoras que nos permitan generar la síntesis de un país diferente; se puede crecer con dignidad; se puede crecer sin tener la dependencia del paternalismo o el tutelaje de algunos organismos internacionales que tanto daño nos hicieron con sus políticas durante mucho tiempo; se puede crecer construyendo un proyecto de nación que nos contenga a todos los argentinos. Y evidentemente para seguir creciendo con equidad y justicia hay que abrir las compuertas a las nuevas generaciones, a aquellos que no vienen traumados por pensamientos que a veces nos sectarizan, o aquella división de la clase dirigente argentina que cree que para llegar al gobierno tiene que apostar al fracaso del que gobierna.
Por el contrario, creo que nuestro país está ansioso de tener proyectos alternativos, pensados, racionales, que no tengan las reacciones de que porque soy opositor tengo que decir que todo está mal, o porque escribo en algún diario tengo que decir algo, entonces para decir algo y para que no me confundan con que soy o no oficialista tengo que mostrar un perfil opositor así no diga la verdad”.
Esto pasa en la Argentina, a veces se lo mandan a hacer al dueño de algunos medios y a veces a algunos que creen que escribir o ser periodista significa tratar de mostrar grandes diferencias con las cosas que un gobierno puede llevar adelante, en vez de mostrar una calidad intelectual, investigativa, seria y responsable en el análisis, donde la elevación de su capacidad intelectual, de la capacidad de escribir, de la capacidad de analizar, de la capacidad de estudiar, dé elementos fundados.
Cuánta falta le hacen a nuestro país plumas serias, responsables, fundadas, para poder encontrar esa visión que genere las verdades relativas que ayuden a construir una verdad desprovista del odio, provista de la calidad investigativa e intelectual que este país necesita; desprovista del oportunismo, pero provista de la seriedad y la responsabilidad que este país necesita para la recuperación de la autoestima, de amar y querer lo argentino.
A veces uno escucha decir que las cosas que pasan en la Argentina no pasan en ningún lado, por las diferencias y discusiones que pueda tener la dirigencia en sus distintos lugares, me parece que tendrían que recorrer un poco el mundo y tendrían que amar más a los argentinos, basta de tanto desprecio. Tercer y cuarto año consecutivos de crecimiento, baja de casi 30 puntos, 27 puntos de la pobreza, baja de la indigencia más de la mitad, tantas cosas hemos logrado en tan poco tiempo que a veces pareciera ser que a algunos más les interesa el fracaso que el éxito de los argentinos; y el fracaso para ellos implica que las ideas que no son la que ellos tienen caen. Y así no se construye un país.
Nosotros vamos a seguir con mucha fuerza hacia adelante, estamos muy felices y muy contentos con el acompañamiento del pueblo, adonde vamos sentimos esa fuerza y esa decisión del “no aflojen”, “no bajen los brazos”; esa credibilidad de una sociedad que nos está impulsando fuertemente hacia adelante y estamos absolutamente dispuestos a avanzar hacia el nuevo país. Pero teniendo en claro que la democracia es todo, la democracia es saber pensar diferente, es reconocer lo bueno del otro; la democracia también es decir lo que uno piensa y no tener miedo, es lo que le digo a la clase dirigente. Porque acá hay algunos organismos que dicen que cuando uno piensa distinto a algunos periodistas o a algunos medios por allí, está violando la libertad de prensa. Es decir, no hay actitud más autoritaria, no podemos pensar diferente que lo que piensan algunos medios de prensa porque si no somos autoritarios. Evidentemente ese es el concepto para tratar de decir cualquier cosa y que no se pueda responder nada. Se terminó esa Argentina paternalista y tutelar de intereses vernáculos que no tienen nada que ver con la realidad concreta del país que nosotros queremos construir.
Yo, argentinos que están acá y que me miran por televisión, como no especulo con quedarme sentado en una silla y me interesa lo que piensa el pueblo, cada cosa que sienta y vea que es diferente la voy a decir, porque no le tengo miedo a ninguno de esos organismos corporativos, ni tampoco le tengo miedo al oportunismo de aquellos que creen que se pueden hacer un nombre en el periodismo, escribiendo insultando, mintiendo o agraviando No importa que lo hagan, cada uno tendrá su conciencia, sabrá cuál es la verdad que dice y que es lo que estudia de cada tema antes de hablar, porque a veces que hay muchos artículos que dan pena por el poco nivel intelectual que tienen -con todo respeto- el poco nivel investigativo y el poco acompañamiento con la verdad.
Estoy muy contento con Corrientes, que vamos para adelante, también con Santiago del Estero, muy contento con este país real que lucha por construir una Argentina diferente. Fuera del vedetismo, fuera de las cosas cortas, construyendo esa Argentina que deseamos y necesitamos.
Realmente cuando uno analiza y ve lo que sucede en otros lares y lo que nos sucedió a los argentinos nos debe llevar seriamente a tratar de seguir cualificando y construyendo lo que tenemos que llevar adelante. Lo más importante que tiene este país y la vida democrática es que la gente puede votar y elegir permanentemente.
También hay que terminar con el paternalismo sobre la sociedad, hay que escuchar la voz del pueblo, hay que escuchar porque la gente piensa de determinada manera y hay que tratar fundamentalmente de entender por qué a la Argentina le pasó lo que le pasó, y no es solamente responsabilidad de la dirigencia política, hubo responsabilidad de los medios, de muchos periodistas que acompañaron a este desastre, que acompañaron la década del ’90, que callaron, que ayudaron a agudizar las contradicciones. Entonces las responsabilidades hay que aprender a compartirlas, tanto de los éxitos como de los desastres que tuvo el país. La década pasada es una responsabilidad compartida por la sociedad en su conjunto, por lo menos por los representantes de esa sociedad.
Querido amigo, dígale al gobernador de Corrientes que cuando me invite vamos a ir a inaugurar viviendas, con todo gusto, va a ser un verdadero placer. Más las obras y la inversión que tenemos prevista hasta el 2008, casi 2.300 millones de pesos. Eternamente agradecido al pueblo correntino por el acompañamiento permanente.
Corrientes es un ejemplo de lo que es la convivencia democrática, en una provincia gobernada por el radicalismo, acompañada por un vicegobernador del justicialismo, y trabajando juntamente con el Gobierno nacional en un marco de pluralidad total y absoluta. Miren como se puede trabajar bien pensando en los objetivos concretos de todos los argentinos, más allá de cualquier cuestión partidaria, esto es muy importante.
Queridos amigos, a los señores empresarios suerte, fuerza, adelante, generen trabajo, sigan forjando la calidad constructiva, como están haciéndolo, que vamos a seguir invirtiendo, porque creemos en la construcción de un país industrial, en la concepción del valor agregado a todos nuestros productos primarios y también creemos en la visión keynesiana de la inversión en la economía que es primordial, y en ello la construcción de infraestructura que es fundamental para hacer un país. Para algunos hacer puentes, autopistas, rutas, viviendas, es gasto público, para estos economistas que siguen defendiendo la filosofía del ’90, Martínez de Hoz y compañía, es gasto público para la República. “Cuánto van a gastar”, dicen. Claro, en esas casas van a vivir familias, se pegan ladrillos, se genera mano de obra e infraestructura, se conecta y se integra al país. Pero cuando hay una visión de un paisito evidentemente para ellos es un gasto público porque ven a la Argentina como una dependencia de otros centros. Cuando queremos construir una verdadera nación para nosotros es inversión de reconversión que nos lleva a la construcción de la Argentina que soñaron San Martín, Mariano Moreno, Belgrano, que nos marcaron con toda claridad el país que teníamos que llevar adelante.
Muchísimas gracias por compartir este momento, muchas gracias señor vicegobernador, señores legisladores, amigos, señores empresarios, quiero estar pronto por Corrientes y seguir ayudando y compartiendo con un Gobierno que trabaja y mucho. Muchísimas gracias. (Aplausos)
La reconstrucción y construcción de un país viable es una tarea difícil, dura, pero evidentemente está demostrando que los argentinos podemos construir un proyecto con clara identidad, claro sentido de progreso, que tenga las características de ser inclusivo, que combata la desocupación, combata fuertemente la pobreza y la indigencia, y los números lo están dando con absoluta claridad.
Se puede demostrar que es posible crecer sin generar el flagelo de la desocupación; se puede crecer sin consolidar concentraciones económicas injustas donde muy pocos sectores de la sociedad se favorecen; se puede crecer generando y dándole participación a los trabajadores racionales, responsables, prudentes y sabios en el crecimiento de su poder adquisitivo; se puede crecer combinando el consumo interno con políticas exportadoras que nos permitan generar la síntesis de un país diferente; se puede crecer con dignidad; se puede crecer sin tener la dependencia del paternalismo o el tutelaje de algunos organismos internacionales que tanto daño nos hicieron con sus políticas durante mucho tiempo; se puede crecer construyendo un proyecto de nación que nos contenga a todos los argentinos. Y evidentemente para seguir creciendo con equidad y justicia hay que abrir las compuertas a las nuevas generaciones, a aquellos que no vienen traumados por pensamientos que a veces nos sectarizan, o aquella división de la clase dirigente argentina que cree que para llegar al gobierno tiene que apostar al fracaso del que gobierna.
Por el contrario, creo que nuestro país está ansioso de tener proyectos alternativos, pensados, racionales, que no tengan las reacciones de que porque soy opositor tengo que decir que todo está mal, o porque escribo en algún diario tengo que decir algo, entonces para decir algo y para que no me confundan con que soy o no oficialista tengo que mostrar un perfil opositor así no diga la verdad”.
Esto pasa en la Argentina, a veces se lo mandan a hacer al dueño de algunos medios y a veces a algunos que creen que escribir o ser periodista significa tratar de mostrar grandes diferencias con las cosas que un gobierno puede llevar adelante, en vez de mostrar una calidad intelectual, investigativa, seria y responsable en el análisis, donde la elevación de su capacidad intelectual, de la capacidad de escribir, de la capacidad de analizar, de la capacidad de estudiar, dé elementos fundados.
Cuánta falta le hacen a nuestro país plumas serias, responsables, fundadas, para poder encontrar esa visión que genere las verdades relativas que ayuden a construir una verdad desprovista del odio, provista de la calidad investigativa e intelectual que este país necesita; desprovista del oportunismo, pero provista de la seriedad y la responsabilidad que este país necesita para la recuperación de la autoestima, de amar y querer lo argentino.
A veces uno escucha decir que las cosas que pasan en la Argentina no pasan en ningún lado, por las diferencias y discusiones que pueda tener la dirigencia en sus distintos lugares, me parece que tendrían que recorrer un poco el mundo y tendrían que amar más a los argentinos, basta de tanto desprecio. Tercer y cuarto año consecutivos de crecimiento, baja de casi 30 puntos, 27 puntos de la pobreza, baja de la indigencia más de la mitad, tantas cosas hemos logrado en tan poco tiempo que a veces pareciera ser que a algunos más les interesa el fracaso que el éxito de los argentinos; y el fracaso para ellos implica que las ideas que no son la que ellos tienen caen. Y así no se construye un país.
Nosotros vamos a seguir con mucha fuerza hacia adelante, estamos muy felices y muy contentos con el acompañamiento del pueblo, adonde vamos sentimos esa fuerza y esa decisión del “no aflojen”, “no bajen los brazos”; esa credibilidad de una sociedad que nos está impulsando fuertemente hacia adelante y estamos absolutamente dispuestos a avanzar hacia el nuevo país. Pero teniendo en claro que la democracia es todo, la democracia es saber pensar diferente, es reconocer lo bueno del otro; la democracia también es decir lo que uno piensa y no tener miedo, es lo que le digo a la clase dirigente. Porque acá hay algunos organismos que dicen que cuando uno piensa distinto a algunos periodistas o a algunos medios por allí, está violando la libertad de prensa. Es decir, no hay actitud más autoritaria, no podemos pensar diferente que lo que piensan algunos medios de prensa porque si no somos autoritarios. Evidentemente ese es el concepto para tratar de decir cualquier cosa y que no se pueda responder nada. Se terminó esa Argentina paternalista y tutelar de intereses vernáculos que no tienen nada que ver con la realidad concreta del país que nosotros queremos construir.
Yo, argentinos que están acá y que me miran por televisión, como no especulo con quedarme sentado en una silla y me interesa lo que piensa el pueblo, cada cosa que sienta y vea que es diferente la voy a decir, porque no le tengo miedo a ninguno de esos organismos corporativos, ni tampoco le tengo miedo al oportunismo de aquellos que creen que se pueden hacer un nombre en el periodismo, escribiendo insultando, mintiendo o agraviando No importa que lo hagan, cada uno tendrá su conciencia, sabrá cuál es la verdad que dice y que es lo que estudia de cada tema antes de hablar, porque a veces que hay muchos artículos que dan pena por el poco nivel intelectual que tienen -con todo respeto- el poco nivel investigativo y el poco acompañamiento con la verdad.
Estoy muy contento con Corrientes, que vamos para adelante, también con Santiago del Estero, muy contento con este país real que lucha por construir una Argentina diferente. Fuera del vedetismo, fuera de las cosas cortas, construyendo esa Argentina que deseamos y necesitamos.
Realmente cuando uno analiza y ve lo que sucede en otros lares y lo que nos sucedió a los argentinos nos debe llevar seriamente a tratar de seguir cualificando y construyendo lo que tenemos que llevar adelante. Lo más importante que tiene este país y la vida democrática es que la gente puede votar y elegir permanentemente.
También hay que terminar con el paternalismo sobre la sociedad, hay que escuchar la voz del pueblo, hay que escuchar porque la gente piensa de determinada manera y hay que tratar fundamentalmente de entender por qué a la Argentina le pasó lo que le pasó, y no es solamente responsabilidad de la dirigencia política, hubo responsabilidad de los medios, de muchos periodistas que acompañaron a este desastre, que acompañaron la década del ’90, que callaron, que ayudaron a agudizar las contradicciones. Entonces las responsabilidades hay que aprender a compartirlas, tanto de los éxitos como de los desastres que tuvo el país. La década pasada es una responsabilidad compartida por la sociedad en su conjunto, por lo menos por los representantes de esa sociedad.
Querido amigo, dígale al gobernador de Corrientes que cuando me invite vamos a ir a inaugurar viviendas, con todo gusto, va a ser un verdadero placer. Más las obras y la inversión que tenemos prevista hasta el 2008, casi 2.300 millones de pesos. Eternamente agradecido al pueblo correntino por el acompañamiento permanente.
Corrientes es un ejemplo de lo que es la convivencia democrática, en una provincia gobernada por el radicalismo, acompañada por un vicegobernador del justicialismo, y trabajando juntamente con el Gobierno nacional en un marco de pluralidad total y absoluta. Miren como se puede trabajar bien pensando en los objetivos concretos de todos los argentinos, más allá de cualquier cuestión partidaria, esto es muy importante.
Queridos amigos, a los señores empresarios suerte, fuerza, adelante, generen trabajo, sigan forjando la calidad constructiva, como están haciéndolo, que vamos a seguir invirtiendo, porque creemos en la construcción de un país industrial, en la concepción del valor agregado a todos nuestros productos primarios y también creemos en la visión keynesiana de la inversión en la economía que es primordial, y en ello la construcción de infraestructura que es fundamental para hacer un país. Para algunos hacer puentes, autopistas, rutas, viviendas, es gasto público, para estos economistas que siguen defendiendo la filosofía del ’90, Martínez de Hoz y compañía, es gasto público para la República. “Cuánto van a gastar”, dicen. Claro, en esas casas van a vivir familias, se pegan ladrillos, se genera mano de obra e infraestructura, se conecta y se integra al país. Pero cuando hay una visión de un paisito evidentemente para ellos es un gasto público porque ven a la Argentina como una dependencia de otros centros. Cuando queremos construir una verdadera nación para nosotros es inversión de reconversión que nos lleva a la construcción de la Argentina que soñaron San Martín, Mariano Moreno, Belgrano, que nos marcaron con toda claridad el país que teníamos que llevar adelante.
Muchísimas gracias por compartir este momento, muchas gracias señor vicegobernador, señores legisladores, amigos, señores empresarios, quiero estar pronto por Corrientes y seguir ayudando y compartiendo con un Gobierno que trabaja y mucho. Muchísimas gracias. (Aplausos)