Señor Gobernador, amigo y querido compañero de lucha por esta Argentina distinta, Gerardo Zamora; señor Intendente municipal de la Ciudad de Santiago del Estero, mi querido amigo, Don Julio Alegre; señores ministros nacionales, provinciales; diputados nacionales, provinciales; amigo, pueblo de Santiago del Estero: hoy me han hecho vibrar, como sureño que soy, hasta las lágrimas. Quiero agradecerle acá al pueblo de Santiago del Estero ese recibimiento en las calles y ese cariño, esa polenta, esa fuerza, ese: “no aflojés”, que demuestra que el pueblo argentino se está poniendo de pie para dar vuelta a la página de la historia para que vuelva a ser y construirse entre todos una Argentina en la que todos estemos integrados. Muchas gracias Santiago del Estero, muchas gracias santiagueños, santiagueñas, jóvenes gracias, realmente mi corazón sigue repiqueteando. No tengo palabras para agradecer tanto afecto y tanto cariño, gracias querido Gobernador, querido Intendente por estos momentos, que quedarán imborrables en mi vida.
Pero decía Gerardo que en Argentina tenemos que acostumbrarnos a cumplir la palabra. Ustedes que son como yo del interior, que están lejos muchas veces de donde se deciden las cosas, habrán visto pasar dirigentes y dirigentes, que cuando andan en campañas electorales le prometen de todo al pueblo. Hoy, con el Gobernador de Santiago del Estero, podemos mirarlos a ustedes de frente porque lo que firmamos el 25 de mayo, el 25 de julio, lo que estamos implementando hoy y el Acta de Reparación Histórica la estamos cumpliendo de cara a la sociedad de Santiago del Estero, como corresponde. (Aplausos)
Nos tocó una Argentina muy difícil, que algunos se olvidan, una Argentina que los que la conducían la abandonaron, una Argentina que a los que el pueblo había votado no se hicieron cargo de las responsabilidades que correspondían y nos tiraron sobre nuestras espaldas todas las responsabilidades.
No les quepa ninguna duda que cuando miraba a los ojos de mi compañera y mis hijos cuando asumí parecía un gran peso sobre la espalda, pero me acordaba también de San Martín, de Belgrano, de Irigoyen, de Peròn, de Eva y de tanta gente, que tantas cosas hizo por esta Patria y que nunca bajaron los brazos. Por tantos hombres dignos, como Mariano Moreno que allá en el ’10 ya peleaba por una Patria distinta; me acordaba de muchos argentinos y argentinas que creían en la democracia, en la justicia y en la equidad y por defender sus ideas un régimen macabro desapareció una generación de 30 mil jóvenes; me acordaba de los millones de desocupados argentinos; me acordaba de la deuda de la Patria y decía que como sureño no puedo fallar, con aciertos y errores tengo que poner el pecho, el esfuerzo y salir adelante.
Y gracias a aquellos que me acompañan – como Gerardo – que no vienen a buscar rendición de cuentas vienen a ponerle el pecho a la Patria y eso vale porque es la forma de construir un país distinto. (Aplausos)
Pudimos y vamos a seguir avanzando, corrigiendo errores, nadie es perfecto, pero ojo, algunos de los que nos señalan con el dedo son los que han vivido del privilegio que les dio este país injusto, durante mucho tiempo, donde la riqueza se concentró en pocas manos. Hay algunos que viven muy bien, y que han vivido muy bien toda su vida y que participaron de muchísimas cosas que pasaron en este país y hoy nos quieren marcar el camino y el rumbo o el supuesto marco de rectitud. No pueden mirar para atrás porque se le caen las sombras de esa historia que no pueden soportar porque no la pueden mostrar y no la pueden explicar. Nosotros luchamos por un modelo distinto, luchamos por un país distinto, luchamos por una Argentina para todos. O Santiago del Estero, queridos hermanos y hermanas, no tiene decenas de años de olvido o Santiago del Estero ha visto que lo han mirado con la nuca desde el centro de la Patria o Santiago del Estero, durante tanto tiempo, fue un mero número en el censo argentino. Hoy Santiago del Estero, de a poco, pasa a ser la Patria viva de esa historia que merece esta ciudad de ciudades, que es un ejemplo que enorgullece a todos los argentinos (Aplausos).
Cada vez que toco la mano de uno de ustedes me fortalezco; necesito que me ayuden, claro que necesito que me ayuden. Yo no vine a estar sentado en el sillón para que las cosas sigan iguales, vine a tratar, junto con el pueblo argentino, por arriba de cualquier bandería política, sino la bandera nuestra, esa celeste y blanca, que es la que nos debe cubrir a todos, para que nos lleve y nos guíe para darnos la inclusión, la justicia, la equidad, la lucha contra la corrupción, el devolver una justicia a este país, el devolver la confianza en las instituciones. Esa tarea la tenemos que hacer todos los argentinos y la vamos a hacer con todo nuestro esfuerzo. (Aplausos).
A mí realmente no me interesa entrar a discutir si Juan piensa de una forma, si Pedro piensa de la otra, lo que me interesa es tratar de construir un país donde realmente cambie el modelo de concentración económica y haya otra distribución del ingreso, donde el trabajo y el empleo sea cosa de todos los días, donde nuestros chicos puedan ir a la escuela y puedan volver a la universidad, donde recuperen, como hicimos con las escuelas técnicas, la capacidad de tener un oficio, donde volvamos a repotenciar la educación, como lo hacemos ahora, con 6 puntos del Producto Bruto Interno, para invertir allí.
Me interesa ayudar a construir un país distinto, pero un país con dignidad, un país que dijo: “vamos a discutir la deuda externa privada” y tenemos la quita más importante de la historia del mundo con 67 mil millones de dólares, que los argentinos supimos discutir y ahorrar por primera vez, mostrar que fuimos capaces de ahorrar esos 67 mil millones de dólares.
Decían algunos que el país no podía funcionar porque le debíamos al Fondo, juntamos la platita, le pagamos al Fondo y después se quejaban porque le habíamos pagado al Fondo. Se terminó eso de que se puede o no se puede hacer, que el Fondo quiere o no quiere. Acá se puede hacer porque la Argentina quiere, los argentinos quieren, todos queremos hacer un país distinto. (Aplausos).
Queridos santiagueños, querido Gobernador, sueño que en mi próximo viaje puede ir, y sé que vamos a ir, a alguna ciudad del interior de Santiago, quiero seguir amando fuertemente a esta tierra, que es la Patria misma. Vengo de un lugar lejano y chiquito: del Sur, donde siempre admiramos y recibimos a muchos santiagueños. Yo los cargaba con el frío, hoy sé y en todos estos viajes, lo que es el calor. Qué va a ser, es la vida y el sufrimiento de un pingüino, lo único que sufro es el calor porque después, el otro calor, el cariño del pueblo, el apoyo de este pueblo santiagueño me ha hecho realmente vibrar fuertemente. (Aplausos).
Santiagueños, les quiero decir a ustedes algo y de acá a todo el país: hay que seguir construyendo una Argentina distinta, hay que hacer un país plural, hay que hacer una Argentina con todos, hay que entender con toda claridad que Argentina no tiene salvadores mesiánicos, que hay tiempos históricos que vamos cumpliendo los hombres y las mujeres, que nos va tocando en cada momento, pero es fundamental entender que la construcción de un proyecto de Nación no es solamente de una generación, sino de varias generaciones y en la verdad relativa que cada uno tiene podremos construir la verdad superadora que nos merecemos.
Por eso les digo, es muy difícil, a veces, ponerse en frente de determinadas cosas, es muy difícil decirle a algunos. “sé un poco más solidario, pensà que el que está al lado tuyo tiene hambre”, es muy difícil decirle a algunos: “entendé que la Argentina hay que construirla para todos”, pero sé que los argentinos van entendiendo, sé que los argentinos estamos recuperando las cadenas de solidaridad y con fe en Dios, con fe en nuestra gente, con fe en nuestro país, con fe en nuestro interior, con la construcción de un proyecto federal vamos a parar ante el mundo esa Argentina grande, humana, abierta, plural, digna, que pueda levantar sus ojos y decir: “acá, en el Sur del mundo, hay una Patria, que vuelve a recuperar los sueños de San Martín, de Belgrano y de Moreno. (Aplausos)
Muchas gracias Gerardo, muchísimas gracias Santiago del Estero, muchas gracias señor Intendente, muchas gracias pueblo de Santiago del Estero, muchas gracias por lo de las calles de esta tarde, muchas gracias por esa deferencia, muchas gracias por ese cariño. Me siento hermano de esta tierra y me siento como un santiagueño más, muchísimas gracias y los abrazo fuertemente, me tomo de vuestras manos y nos transmitimos esa energía de Sur a Norte para hacer ese país que nos merecemos los argentinos, donde hay una gran bandera argentina que nos de cobertura a todos. Muchísimas gracias.
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Pero decía Gerardo que en Argentina tenemos que acostumbrarnos a cumplir la palabra. Ustedes que son como yo del interior, que están lejos muchas veces de donde se deciden las cosas, habrán visto pasar dirigentes y dirigentes, que cuando andan en campañas electorales le prometen de todo al pueblo. Hoy, con el Gobernador de Santiago del Estero, podemos mirarlos a ustedes de frente porque lo que firmamos el 25 de mayo, el 25 de julio, lo que estamos implementando hoy y el Acta de Reparación Histórica la estamos cumpliendo de cara a la sociedad de Santiago del Estero, como corresponde. (Aplausos)
Nos tocó una Argentina muy difícil, que algunos se olvidan, una Argentina que los que la conducían la abandonaron, una Argentina que a los que el pueblo había votado no se hicieron cargo de las responsabilidades que correspondían y nos tiraron sobre nuestras espaldas todas las responsabilidades.
No les quepa ninguna duda que cuando miraba a los ojos de mi compañera y mis hijos cuando asumí parecía un gran peso sobre la espalda, pero me acordaba también de San Martín, de Belgrano, de Irigoyen, de Peròn, de Eva y de tanta gente, que tantas cosas hizo por esta Patria y que nunca bajaron los brazos. Por tantos hombres dignos, como Mariano Moreno que allá en el ’10 ya peleaba por una Patria distinta; me acordaba de muchos argentinos y argentinas que creían en la democracia, en la justicia y en la equidad y por defender sus ideas un régimen macabro desapareció una generación de 30 mil jóvenes; me acordaba de los millones de desocupados argentinos; me acordaba de la deuda de la Patria y decía que como sureño no puedo fallar, con aciertos y errores tengo que poner el pecho, el esfuerzo y salir adelante.
Y gracias a aquellos que me acompañan – como Gerardo – que no vienen a buscar rendición de cuentas vienen a ponerle el pecho a la Patria y eso vale porque es la forma de construir un país distinto. (Aplausos)
Pudimos y vamos a seguir avanzando, corrigiendo errores, nadie es perfecto, pero ojo, algunos de los que nos señalan con el dedo son los que han vivido del privilegio que les dio este país injusto, durante mucho tiempo, donde la riqueza se concentró en pocas manos. Hay algunos que viven muy bien, y que han vivido muy bien toda su vida y que participaron de muchísimas cosas que pasaron en este país y hoy nos quieren marcar el camino y el rumbo o el supuesto marco de rectitud. No pueden mirar para atrás porque se le caen las sombras de esa historia que no pueden soportar porque no la pueden mostrar y no la pueden explicar. Nosotros luchamos por un modelo distinto, luchamos por un país distinto, luchamos por una Argentina para todos. O Santiago del Estero, queridos hermanos y hermanas, no tiene decenas de años de olvido o Santiago del Estero ha visto que lo han mirado con la nuca desde el centro de la Patria o Santiago del Estero, durante tanto tiempo, fue un mero número en el censo argentino. Hoy Santiago del Estero, de a poco, pasa a ser la Patria viva de esa historia que merece esta ciudad de ciudades, que es un ejemplo que enorgullece a todos los argentinos (Aplausos).
Cada vez que toco la mano de uno de ustedes me fortalezco; necesito que me ayuden, claro que necesito que me ayuden. Yo no vine a estar sentado en el sillón para que las cosas sigan iguales, vine a tratar, junto con el pueblo argentino, por arriba de cualquier bandería política, sino la bandera nuestra, esa celeste y blanca, que es la que nos debe cubrir a todos, para que nos lleve y nos guíe para darnos la inclusión, la justicia, la equidad, la lucha contra la corrupción, el devolver una justicia a este país, el devolver la confianza en las instituciones. Esa tarea la tenemos que hacer todos los argentinos y la vamos a hacer con todo nuestro esfuerzo. (Aplausos).
A mí realmente no me interesa entrar a discutir si Juan piensa de una forma, si Pedro piensa de la otra, lo que me interesa es tratar de construir un país donde realmente cambie el modelo de concentración económica y haya otra distribución del ingreso, donde el trabajo y el empleo sea cosa de todos los días, donde nuestros chicos puedan ir a la escuela y puedan volver a la universidad, donde recuperen, como hicimos con las escuelas técnicas, la capacidad de tener un oficio, donde volvamos a repotenciar la educación, como lo hacemos ahora, con 6 puntos del Producto Bruto Interno, para invertir allí.
Me interesa ayudar a construir un país distinto, pero un país con dignidad, un país que dijo: “vamos a discutir la deuda externa privada” y tenemos la quita más importante de la historia del mundo con 67 mil millones de dólares, que los argentinos supimos discutir y ahorrar por primera vez, mostrar que fuimos capaces de ahorrar esos 67 mil millones de dólares.
Decían algunos que el país no podía funcionar porque le debíamos al Fondo, juntamos la platita, le pagamos al Fondo y después se quejaban porque le habíamos pagado al Fondo. Se terminó eso de que se puede o no se puede hacer, que el Fondo quiere o no quiere. Acá se puede hacer porque la Argentina quiere, los argentinos quieren, todos queremos hacer un país distinto. (Aplausos).
Queridos santiagueños, querido Gobernador, sueño que en mi próximo viaje puede ir, y sé que vamos a ir, a alguna ciudad del interior de Santiago, quiero seguir amando fuertemente a esta tierra, que es la Patria misma. Vengo de un lugar lejano y chiquito: del Sur, donde siempre admiramos y recibimos a muchos santiagueños. Yo los cargaba con el frío, hoy sé y en todos estos viajes, lo que es el calor. Qué va a ser, es la vida y el sufrimiento de un pingüino, lo único que sufro es el calor porque después, el otro calor, el cariño del pueblo, el apoyo de este pueblo santiagueño me ha hecho realmente vibrar fuertemente. (Aplausos).
Santiagueños, les quiero decir a ustedes algo y de acá a todo el país: hay que seguir construyendo una Argentina distinta, hay que hacer un país plural, hay que hacer una Argentina con todos, hay que entender con toda claridad que Argentina no tiene salvadores mesiánicos, que hay tiempos históricos que vamos cumpliendo los hombres y las mujeres, que nos va tocando en cada momento, pero es fundamental entender que la construcción de un proyecto de Nación no es solamente de una generación, sino de varias generaciones y en la verdad relativa que cada uno tiene podremos construir la verdad superadora que nos merecemos.
Por eso les digo, es muy difícil, a veces, ponerse en frente de determinadas cosas, es muy difícil decirle a algunos. “sé un poco más solidario, pensà que el que está al lado tuyo tiene hambre”, es muy difícil decirle a algunos: “entendé que la Argentina hay que construirla para todos”, pero sé que los argentinos van entendiendo, sé que los argentinos estamos recuperando las cadenas de solidaridad y con fe en Dios, con fe en nuestra gente, con fe en nuestro país, con fe en nuestro interior, con la construcción de un proyecto federal vamos a parar ante el mundo esa Argentina grande, humana, abierta, plural, digna, que pueda levantar sus ojos y decir: “acá, en el Sur del mundo, hay una Patria, que vuelve a recuperar los sueños de San Martín, de Belgrano y de Moreno. (Aplausos)
Muchas gracias Gerardo, muchísimas gracias Santiago del Estero, muchas gracias señor Intendente, muchas gracias pueblo de Santiago del Estero, muchas gracias por lo de las calles de esta tarde, muchas gracias por esa deferencia, muchas gracias por ese cariño. Me siento hermano de esta tierra y me siento como un santiagueño más, muchísimas gracias y los abrazo fuertemente, me tomo de vuestras manos y nos transmitimos esa energía de Sur a Norte para hacer ese país que nos merecemos los argentinos, donde hay una gran bandera argentina que nos de cobertura a todos. Muchísimas gracias.
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