Señor vicepresidente de la Nación; señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados; señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo; autoridades nacionales y provinciales; señor secretario general de Obras Sanitarias, amigo Lingeri; señores representantes de la Confederación General del Trabajo, gracias por estar presentes y acompañarnos hoy aquí; señores intendentes en general; amigos, amigas y los amigos y amigas que están, como dijo recién José Luis, acompañándonos desde afuera pero adentro de nuestro corazón, allí en las cercanías de la Casa Rosada: realmente les quiero agradecer profundamente que se hayan acercado a este lanzamiento de inversiones porque es muy importante la concientización y la claridad de quienes trabajan en esta empresa nueva que se pone en marcha y que tiende a tratar de colocar las cosas en su lugar o empezar desde algún lugar a construir la correcta autonomía y dignidad nacionales, dentro del marco de este mundo global que nos toca vivir.
Bien decía recién el secretario de Obras Públicas y el Secretario General del gremio e integrante de la Confederación General del Trabajo, que a los argentinos a veces nos gusta mirar al costado cuando tenemos problemas. Y lamentablemente –yo voy a decir lo que pienso, por ahí puede gustar o no a los que están acá, afuera o frente a su televisor mirando- cómo nos cuesta defender lo nacional, cómo nos cuesta defender nuestras cosas. En cualquier discusión que tiene Argentina, Argentina nunca tiene razón. Los propios medios. Siempre somos nosotros los culpables, si hay algo que sale mal es porque los argentinos somos malos, chantas, esto o el otro o no respetamos, o no tenemos manejo diplomático o no tenemos esto o el otro. ¿Por qué? ¿Por qué tanto desprecio a lo propio, digo? ¿Por qué quienes escriben no salen a ver, se ponen un par de zapatillas y recorren lo que es la Argentina con el tema del agua, cloacas y van al Conurbano, van al Tigre, por dar un ejemplo que me quedó grabado, o a Almirante Brown, números que me costaba creer a mí. En La Matanza empezamos a trabajar con Alberto y ahora estamos haciendo con el nuevo intendente el Plan “Agua Más Trabajo”, donde el 8 por ciento de la población tiene cloacas, tiene agua.
¿Cómo pueden decir que la Argentina con tal de supuestamente quedar bien con ciertos intereses tiene que seguir sacrificando a nuestros hermanos y hermanas a la peor de las indignidades? Definamos las cosas en la Argentina. Los mismos que nos aplicaron todos los planes de flexibilización laboral, gracias a Dios, pueblo digno el francés, cuando le quieren aplicar la flexibilización laboral en Francia, levantan su voz. Y ésta es una lección para los argentinos. Gran lección. Ellos no quieren, no van a permitir que les pase en Francia lo que nos pasó a los argentinos en los años 90. Pero claro, si protestan en Francia, es un país avanzando de Europa y no un país periférico como la Argentina; para algunos, es decir esa concepción cultural que tienen.
Entonces, el agua es un bien social, al agua tienen que tener acceso todos los seres humanos, y hermanos y hermanas que viven en esta querida tierra argentina.
Yo me siento honrado de que la concesión pase a manos del Estado, de los trabajadores. No hay que hacer problemas, José Luis, por las chicanas periodísticas de si van a participar o no los trabajadores, nosotros queremos que los trabajadores participen de toda la vida nacional, no queremos que estén ausentes y que los tengan allá en un rincón castigados y cuidado porque si los trabajadores hablan se cae todo y el país explota. Ese fue el discurso de los años 90, que todavía hay algunos medios y algunos periodistas que permanentemente dicen, si hay un trabajador que levanta la voz pidiendo algo o discutiendo algún tema, algún derecho o alguna cuestión salarial, “cuidado que está en peligro la Argentina”. Son los apóstoles de querer quedarse con todo, de querer quedarse con la rentabilidad argentina.
Por eso a los que nos mira por televisión y acá les digo que esta cultura se tiene que terminar. La clase trabajadora argentina y sus dirigentes son absolutamente razonables y los argentinos en general, y entre todos, sería imposible que pudiéramos llevar este proceso que estamos llevando adelante solos. Tenemos la colaboración global del pueblo argentino, pero hay que entrar a valorar lo nuestro, por Dios. ¡Basta de que siempre somos los culpables de todo, basta de que no respetamos a nuestros hermanos de otros países, basta de que todo lo que los argentinos elaboramos, pensamos y creamos siempre son picardías!
¡Claro que hay pícaros! En el tema de aguas lo vimos, recién lo decían. Preguntan dónde están, inclusive algunos sectores que hablan y se expresan en algunos medios de prensa, dónde están los capitales privados argentinos que vinieron a trabajar junto con nosotros en aguas. No, primero decían cuánto aumenta la tarifa y de acuerdo con lo que aumente la tarifa y la inversión en obras públicas que podamos hacer, entramos en el negocio. No les importaba el agua para los argentinos, les importaba ver cuánto era la rentabilidad que podían obtener. No nos engañemos más.
Evidentemente, es por eso que estamos poniendo en marcha este proceso que va a funcionar muy bien. Ya empezamos con una inversión de 180 millones, más las inversiones que vamos a hacer desde el Presupuesto y que estamos haciendo del Presupuesto en todo el país y, por supuesto, en el área donde actúa la empresa.
Vamos a avanzar y vamos a hacer lo que hicimos en La Matanza, en todos lados y en todo el país con cooperativas, con licitaciones para que el agua deje de ser un privilegio de unos pocos.
Quiero agradecer también la colaboración del Gobernador y del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que ponen todo su esfuerzo para que esto pueda funcionar.
Les decía que había argentinos pícaros, los hay. Hay sectores que no quieren resignar bajo ningún aspecto sus intereses. Lo más fácil sería callarse la boca, jugar a la hipocresía, pero yo les tengo que hablar a los argentinos con la verdad que siento porque no quiero que en este momento histórico que nos toca vivir digan que a este Presidente le faltó la valentía de decir la verdad. Yo estoy jugado, no vine ni a quedarme de por vida ni a jugar a la politiquería de corto alcance ni a ver qué réditos me deja tal acción o tal otra, no me importa. Estoy involucrado en un proyecto, en un proyecto de construcción de Nación, con aciertos, con errores, pero quiero ayudar a construir una nación, una patria, un país para todos. (Aplausos)
Y así como es el tema del agua, que compartimos plenamente cuando estuvo por aquí Danielle Mitterrand diciendo que era un bien social y nosotros la recibimos, escuchamos atentamente lo que pasaba y el concepto que está tomando en el mundo, los avances globales y en todos los foros a este respecto -hoy lo conversábamos a la mañana también con el presidente, el vicepresidente y con los ilustres visitantes que tenemos- también hay otro tema que está en juego acá, en la Argentina: ¿cómo se ordena globalmente este país?
Fíjense ustedes que nos empieza a ir un poco mejor a los argentinos y hay sectores que quieren volverse a adueñar de la rentabilidad. Doy el ejemplo, y lo repito, con el precio de la carne, es un ejemplo, un “leading case” y un caso típico.
Nosotros, de la mejor buena fe, le hemos tratado de explicar al sector, porque así como no queremos patria de esto, patria de aquello y respetamos y respeto a los productores que vi trabajando en muchísimos lados, no queremos la “patria ganadera” que quieren algunos dirigentes del campo. Que no se equivoquen, que este Presidente no les tiene miedo, no les tengo miedo, eh. (Aplausos) Estoy seguro de que llegado el momento seremos miles y miles de argentinos los que estaremos presentes en el momento de hablar.
Pero nosotros tomamos medidas, fuimos diciendo, “bueno, señores, a ver, busquemos un precio para que no se desboque la inflación”. ¿Ustedes vieron cómo hablan todos los economistas neoliberales ortodoxos sobre el tema de la inflación? Son los mismos que asesoran a ellos. Son los mismos que decían “hay que ver cómo arreglamos con el Fondo para ver cuál es el destino del país”. Le pagamos al Fondo y después decían que era una barbaridad haberle pagado al Fondo. Sabemos donde están, quiénes le pagan y a quiénes les sirven todos esos consultores que escriben en muchos diarios cotidianamente. No se engañen, señores que están en sus casas, con esos comentarios, la mayoría están pagos, por arriba o por abajo. No todos, evidentemente, hay algunos que son..., pero hay otros que ya los conocemos. Esto es así. (Aplausos) Entonces dicen “vos decís estas cosas, vamos a ir a la SIP”, que es el instituto de prensa, que resguarda la libertad de prensa. Miren cómo la cuidó desde el 76 en adelante. (Aplausos) Nos dicen “vamos a ir a la SIP” y nos sacan en algunos diarios dos o tres editoriales a decir que acá no se respeta la libertad de opinión. Se respeta, lo que pasa es que si hay algún señor que tiene carné de periodista y hace muchos años que escribe con el que no estamos de acuerdo, lo decimos, ésa es la verdadera democracia. Ahora, cuando decimos eso no se respeta la libertad de prensa, porque hay que aceptar los dictados de las cosas que ellos dicen.
Lo mismo pasa con algunos señores en este tema de la carne. Nosotros decimos vamos a suspender las exportaciones pero vamos a dejar abiertos los contratos de país a país, y nos hemos encontrado que durante todo este tiempo, desde el 8 de marzo en adelante, había bancos que trabajaban hasta los sábados y domingos. Cómo cuidan los intereses argentinos, bancos, nombres que yo sé de los bancos, por ahora me los voy a guardar para mí, pero los señores de los bancos trabajaban para hacer cartas de crédito al exterior, para ayudar a la exportación y exportar prácticamente lo mismo con cartas abiertas sin fecha predeterminada. Ahora está saliendo ya una resolución para terminar con todo ese negocio que tenían armado. Es decir, seguían trabajando supuestamente de manera legal pero por el lugar que no corresponde, tratando de buscar una argucia legal para seguir exportando y mantener el precio de la carne.
No señores, no es ése el tema, tengan una actitud responsable y solidaria, nunca han ganado tanta plata. Yo tengo mucho respeto por los productores, tengo muchísimos amigos. Por los productores, porque nosotros nos acordamos de lo que hicieron muchas entidades del campo, que hoy hablan de la libertad. En el año 1976, cuando venía el golpe lo apoyaron decididamente, recordémoslo. Y cuando vino la salida política, hubo un gran comunicado de la Sociedad Rural Argentina que decía: “no hay que apresurar la salida democrática”. Tenemos recuerdos, la democracia es el bolsillo de ellos, nada más que para los intereses de ellos y los intereses que sirven. Sé que a muchos no les gusta lo que digo pero esta es la verdad. (Aplausos)
Pero son todos los mismos sectores, entonces yo les vuelvo a decir que reflexionen, que los seguimos esperando con los brazos abiertos, que ayuden y entiendan que el precio interno de la carne tiene que estar al acceso de todos los argentinos.
Los argentinos no compremos carne, no nos dejemos extorsionar, que entiendan que tienen grandes mercados en el mundo para exportar y para ganar mucho, pero hay que cuidar el mercado interno y hay que cuidar a los argentinos. Y a mí me toca ser presidente de los argentinos, no presidente del mundo. Yo tengo que defender los intereses de los argentinos, para eso me votaron y es lo que voy a hacer. Estaré luchando allí, que es lo que corresponde, no es otro mi destino. (Aplausos)
Realmente tengo mucha fe en que va a funcionar bien la empresa de aguas que se pone en marcha, que va a servir a todos los argentinos y muchos que no tienen acceso van a poder tener agua y a un precio razonable.
Lamento profundamente que quienes se hicieron cargo del contrato hicieron las cosas que hicieron, sacaron ganancias en los años 90, cuando un peso era un dólar, que lo pagamos después los argentinos sin duda. Lo que hicieron todos lo saben, no sólo con Aguas, tenemos el ejemplo de Thales Spectrum, había toda una forma y un mecanismo de negociar. Claro, por ahí es imprudente diplomáticamente decir estas cosas. Yo creo que es poco serio, poco honroso y honorable no decirlas, hay que decirlas.
Igualmente al periodismo argentino, piensen que ustedes son parte del país también. Hay muchos periodistas prestigiosos con los que se puede pensar igual o diferente, pero dense cuenta las cosas que escriben y las cosas que sufrieron muchos argentinos. La clase política argentina vivió atemorizada durante años, no nos pongamos enfrente de este periodista o de este diario porque si no…, conmigo que escriban páginas y páginas, insúltenme si quieren, no me importa, no tengo drama. (Aplausos) La verdad que a modo de anécdota me duele mucho más que pierda Racing que las cosas que dicen ellos.
Pero es la realidad que uno siente, yo tengo mucha fe de que van a funcionar muy bien.
Respecto al tema de la carne, y aprovecho porque tiene mucho que ver con esto para decirlo, les pido que reflexionen, que se sientan argentinos, que trabajen junto a nosotros, que hagan su autocrítica del pasado también. Que alguno me diga por qué no querían que viniera la democracia rápidamente, también que lo digan, no a mí sino al pueblo argentino.
Esta bien, ganemos todos los mercados del mundo, yo creo firmemente en las políticas de exportación porque pueden ayudar a hacer crecer la economía, pueden hacer crecer al país y pueden significar divisas, pero divisas que lleguen para todos los argentinos. Esto es lo importante, un tema que tenemos que trabajar mucho, tenemos una asignatura pendiente que es la distribución del ingreso. Crear un país más equilibrado es uno de los grandes desafíos que tenemos en la etapa por delante.
Señores, a quienes están en la plaza, a los que están en su casa, muchas gracias. Al pueblo argentino le vuelvo a decir que me ayude, nada más que me ayude. Estamos en una etapa histórica, luchemos por las convicciones que soñaron muchos de nuestros próceres, muchos de aquellos que tuvieron que sufrir represión, desapariciones por sus ideas; muchos de los que forman parte de los excluidos de este país, que fruto de un modelo perverso los fueron dejando totalmente afuera.
Y a la clase dirigente, sin miedo, qué más lindo que luchar por las convicciones de un país distinto y justo, y en convivencia. Y que las picardías de unos pocos no nos castren la posibilidad a todos. A veces se confrontan los intereses, lo decía aquel viejo general que tantas cosas hizo por el país, muchas veces se cruzan los intereses, pero acá hay que construir los intereses que sinteticen al conjunto del pueblo argentino; no más intereses de sector, de grupo de presión, que estén por arriba del conjunto.
Me hubiera gustado escuchar con fuerza –lo he escuchado en algunos- de aquellos que informan, que en vez de decir si yo me enojo o no me enojo, todas esas anécdotas, esa calidad de un periodismo de color y no periodismo de fondo, haber escuchado a fondo por qué Aguas Argentinas tiene que volver, qué pasó y qué hizo la empresa que estaba antes. Sería bueno hacer un gran trabajo de concientización en el conjunto. Y también tocar sin miedo este tema de la carne, tocarlo en serio, porque es muy importante el sentir que no haya inflación en la Argentina. Algunos quieren que no haya inflación a costa del hambre del pueblo argentino, yo quiero que no haya inflación para que no tenga hambre el pueblo argentino. Que creo es lo que sienten ustedes, porque esto es fundamental y central. (Aplausos)
Muchas gracias por estar acá, muchas gracias por compartir este momento, a hacer las obras, a tener coraje, a tener alegría. Recuerden, 30 de marzo -como recordó bien otro atropello de la dictadura- y seguramente voy a merecer otra calificación de la SIP, va a decir: el presidente argentino no respeta la libertad de prensa. Porque se agrupan los dueños de los medios allí. En el fondo el pueblo argentino sabe bien que este Presidente no le tiene miedo a la extorsión de algunos medios de prensa. Muchas gracias. (Aplausos)
Bien decía recién el secretario de Obras Públicas y el Secretario General del gremio e integrante de la Confederación General del Trabajo, que a los argentinos a veces nos gusta mirar al costado cuando tenemos problemas. Y lamentablemente –yo voy a decir lo que pienso, por ahí puede gustar o no a los que están acá, afuera o frente a su televisor mirando- cómo nos cuesta defender lo nacional, cómo nos cuesta defender nuestras cosas. En cualquier discusión que tiene Argentina, Argentina nunca tiene razón. Los propios medios. Siempre somos nosotros los culpables, si hay algo que sale mal es porque los argentinos somos malos, chantas, esto o el otro o no respetamos, o no tenemos manejo diplomático o no tenemos esto o el otro. ¿Por qué? ¿Por qué tanto desprecio a lo propio, digo? ¿Por qué quienes escriben no salen a ver, se ponen un par de zapatillas y recorren lo que es la Argentina con el tema del agua, cloacas y van al Conurbano, van al Tigre, por dar un ejemplo que me quedó grabado, o a Almirante Brown, números que me costaba creer a mí. En La Matanza empezamos a trabajar con Alberto y ahora estamos haciendo con el nuevo intendente el Plan “Agua Más Trabajo”, donde el 8 por ciento de la población tiene cloacas, tiene agua.
¿Cómo pueden decir que la Argentina con tal de supuestamente quedar bien con ciertos intereses tiene que seguir sacrificando a nuestros hermanos y hermanas a la peor de las indignidades? Definamos las cosas en la Argentina. Los mismos que nos aplicaron todos los planes de flexibilización laboral, gracias a Dios, pueblo digno el francés, cuando le quieren aplicar la flexibilización laboral en Francia, levantan su voz. Y ésta es una lección para los argentinos. Gran lección. Ellos no quieren, no van a permitir que les pase en Francia lo que nos pasó a los argentinos en los años 90. Pero claro, si protestan en Francia, es un país avanzando de Europa y no un país periférico como la Argentina; para algunos, es decir esa concepción cultural que tienen.
Entonces, el agua es un bien social, al agua tienen que tener acceso todos los seres humanos, y hermanos y hermanas que viven en esta querida tierra argentina.
Yo me siento honrado de que la concesión pase a manos del Estado, de los trabajadores. No hay que hacer problemas, José Luis, por las chicanas periodísticas de si van a participar o no los trabajadores, nosotros queremos que los trabajadores participen de toda la vida nacional, no queremos que estén ausentes y que los tengan allá en un rincón castigados y cuidado porque si los trabajadores hablan se cae todo y el país explota. Ese fue el discurso de los años 90, que todavía hay algunos medios y algunos periodistas que permanentemente dicen, si hay un trabajador que levanta la voz pidiendo algo o discutiendo algún tema, algún derecho o alguna cuestión salarial, “cuidado que está en peligro la Argentina”. Son los apóstoles de querer quedarse con todo, de querer quedarse con la rentabilidad argentina.
Por eso a los que nos mira por televisión y acá les digo que esta cultura se tiene que terminar. La clase trabajadora argentina y sus dirigentes son absolutamente razonables y los argentinos en general, y entre todos, sería imposible que pudiéramos llevar este proceso que estamos llevando adelante solos. Tenemos la colaboración global del pueblo argentino, pero hay que entrar a valorar lo nuestro, por Dios. ¡Basta de que siempre somos los culpables de todo, basta de que no respetamos a nuestros hermanos de otros países, basta de que todo lo que los argentinos elaboramos, pensamos y creamos siempre son picardías!
¡Claro que hay pícaros! En el tema de aguas lo vimos, recién lo decían. Preguntan dónde están, inclusive algunos sectores que hablan y se expresan en algunos medios de prensa, dónde están los capitales privados argentinos que vinieron a trabajar junto con nosotros en aguas. No, primero decían cuánto aumenta la tarifa y de acuerdo con lo que aumente la tarifa y la inversión en obras públicas que podamos hacer, entramos en el negocio. No les importaba el agua para los argentinos, les importaba ver cuánto era la rentabilidad que podían obtener. No nos engañemos más.
Evidentemente, es por eso que estamos poniendo en marcha este proceso que va a funcionar muy bien. Ya empezamos con una inversión de 180 millones, más las inversiones que vamos a hacer desde el Presupuesto y que estamos haciendo del Presupuesto en todo el país y, por supuesto, en el área donde actúa la empresa.
Vamos a avanzar y vamos a hacer lo que hicimos en La Matanza, en todos lados y en todo el país con cooperativas, con licitaciones para que el agua deje de ser un privilegio de unos pocos.
Quiero agradecer también la colaboración del Gobernador y del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que ponen todo su esfuerzo para que esto pueda funcionar.
Les decía que había argentinos pícaros, los hay. Hay sectores que no quieren resignar bajo ningún aspecto sus intereses. Lo más fácil sería callarse la boca, jugar a la hipocresía, pero yo les tengo que hablar a los argentinos con la verdad que siento porque no quiero que en este momento histórico que nos toca vivir digan que a este Presidente le faltó la valentía de decir la verdad. Yo estoy jugado, no vine ni a quedarme de por vida ni a jugar a la politiquería de corto alcance ni a ver qué réditos me deja tal acción o tal otra, no me importa. Estoy involucrado en un proyecto, en un proyecto de construcción de Nación, con aciertos, con errores, pero quiero ayudar a construir una nación, una patria, un país para todos. (Aplausos)
Y así como es el tema del agua, que compartimos plenamente cuando estuvo por aquí Danielle Mitterrand diciendo que era un bien social y nosotros la recibimos, escuchamos atentamente lo que pasaba y el concepto que está tomando en el mundo, los avances globales y en todos los foros a este respecto -hoy lo conversábamos a la mañana también con el presidente, el vicepresidente y con los ilustres visitantes que tenemos- también hay otro tema que está en juego acá, en la Argentina: ¿cómo se ordena globalmente este país?
Fíjense ustedes que nos empieza a ir un poco mejor a los argentinos y hay sectores que quieren volverse a adueñar de la rentabilidad. Doy el ejemplo, y lo repito, con el precio de la carne, es un ejemplo, un “leading case” y un caso típico.
Nosotros, de la mejor buena fe, le hemos tratado de explicar al sector, porque así como no queremos patria de esto, patria de aquello y respetamos y respeto a los productores que vi trabajando en muchísimos lados, no queremos la “patria ganadera” que quieren algunos dirigentes del campo. Que no se equivoquen, que este Presidente no les tiene miedo, no les tengo miedo, eh. (Aplausos) Estoy seguro de que llegado el momento seremos miles y miles de argentinos los que estaremos presentes en el momento de hablar.
Pero nosotros tomamos medidas, fuimos diciendo, “bueno, señores, a ver, busquemos un precio para que no se desboque la inflación”. ¿Ustedes vieron cómo hablan todos los economistas neoliberales ortodoxos sobre el tema de la inflación? Son los mismos que asesoran a ellos. Son los mismos que decían “hay que ver cómo arreglamos con el Fondo para ver cuál es el destino del país”. Le pagamos al Fondo y después decían que era una barbaridad haberle pagado al Fondo. Sabemos donde están, quiénes le pagan y a quiénes les sirven todos esos consultores que escriben en muchos diarios cotidianamente. No se engañen, señores que están en sus casas, con esos comentarios, la mayoría están pagos, por arriba o por abajo. No todos, evidentemente, hay algunos que son..., pero hay otros que ya los conocemos. Esto es así. (Aplausos) Entonces dicen “vos decís estas cosas, vamos a ir a la SIP”, que es el instituto de prensa, que resguarda la libertad de prensa. Miren cómo la cuidó desde el 76 en adelante. (Aplausos) Nos dicen “vamos a ir a la SIP” y nos sacan en algunos diarios dos o tres editoriales a decir que acá no se respeta la libertad de opinión. Se respeta, lo que pasa es que si hay algún señor que tiene carné de periodista y hace muchos años que escribe con el que no estamos de acuerdo, lo decimos, ésa es la verdadera democracia. Ahora, cuando decimos eso no se respeta la libertad de prensa, porque hay que aceptar los dictados de las cosas que ellos dicen.
Lo mismo pasa con algunos señores en este tema de la carne. Nosotros decimos vamos a suspender las exportaciones pero vamos a dejar abiertos los contratos de país a país, y nos hemos encontrado que durante todo este tiempo, desde el 8 de marzo en adelante, había bancos que trabajaban hasta los sábados y domingos. Cómo cuidan los intereses argentinos, bancos, nombres que yo sé de los bancos, por ahora me los voy a guardar para mí, pero los señores de los bancos trabajaban para hacer cartas de crédito al exterior, para ayudar a la exportación y exportar prácticamente lo mismo con cartas abiertas sin fecha predeterminada. Ahora está saliendo ya una resolución para terminar con todo ese negocio que tenían armado. Es decir, seguían trabajando supuestamente de manera legal pero por el lugar que no corresponde, tratando de buscar una argucia legal para seguir exportando y mantener el precio de la carne.
No señores, no es ése el tema, tengan una actitud responsable y solidaria, nunca han ganado tanta plata. Yo tengo mucho respeto por los productores, tengo muchísimos amigos. Por los productores, porque nosotros nos acordamos de lo que hicieron muchas entidades del campo, que hoy hablan de la libertad. En el año 1976, cuando venía el golpe lo apoyaron decididamente, recordémoslo. Y cuando vino la salida política, hubo un gran comunicado de la Sociedad Rural Argentina que decía: “no hay que apresurar la salida democrática”. Tenemos recuerdos, la democracia es el bolsillo de ellos, nada más que para los intereses de ellos y los intereses que sirven. Sé que a muchos no les gusta lo que digo pero esta es la verdad. (Aplausos)
Pero son todos los mismos sectores, entonces yo les vuelvo a decir que reflexionen, que los seguimos esperando con los brazos abiertos, que ayuden y entiendan que el precio interno de la carne tiene que estar al acceso de todos los argentinos.
Los argentinos no compremos carne, no nos dejemos extorsionar, que entiendan que tienen grandes mercados en el mundo para exportar y para ganar mucho, pero hay que cuidar el mercado interno y hay que cuidar a los argentinos. Y a mí me toca ser presidente de los argentinos, no presidente del mundo. Yo tengo que defender los intereses de los argentinos, para eso me votaron y es lo que voy a hacer. Estaré luchando allí, que es lo que corresponde, no es otro mi destino. (Aplausos)
Realmente tengo mucha fe en que va a funcionar bien la empresa de aguas que se pone en marcha, que va a servir a todos los argentinos y muchos que no tienen acceso van a poder tener agua y a un precio razonable.
Lamento profundamente que quienes se hicieron cargo del contrato hicieron las cosas que hicieron, sacaron ganancias en los años 90, cuando un peso era un dólar, que lo pagamos después los argentinos sin duda. Lo que hicieron todos lo saben, no sólo con Aguas, tenemos el ejemplo de Thales Spectrum, había toda una forma y un mecanismo de negociar. Claro, por ahí es imprudente diplomáticamente decir estas cosas. Yo creo que es poco serio, poco honroso y honorable no decirlas, hay que decirlas.
Igualmente al periodismo argentino, piensen que ustedes son parte del país también. Hay muchos periodistas prestigiosos con los que se puede pensar igual o diferente, pero dense cuenta las cosas que escriben y las cosas que sufrieron muchos argentinos. La clase política argentina vivió atemorizada durante años, no nos pongamos enfrente de este periodista o de este diario porque si no…, conmigo que escriban páginas y páginas, insúltenme si quieren, no me importa, no tengo drama. (Aplausos) La verdad que a modo de anécdota me duele mucho más que pierda Racing que las cosas que dicen ellos.
Pero es la realidad que uno siente, yo tengo mucha fe de que van a funcionar muy bien.
Respecto al tema de la carne, y aprovecho porque tiene mucho que ver con esto para decirlo, les pido que reflexionen, que se sientan argentinos, que trabajen junto a nosotros, que hagan su autocrítica del pasado también. Que alguno me diga por qué no querían que viniera la democracia rápidamente, también que lo digan, no a mí sino al pueblo argentino.
Esta bien, ganemos todos los mercados del mundo, yo creo firmemente en las políticas de exportación porque pueden ayudar a hacer crecer la economía, pueden hacer crecer al país y pueden significar divisas, pero divisas que lleguen para todos los argentinos. Esto es lo importante, un tema que tenemos que trabajar mucho, tenemos una asignatura pendiente que es la distribución del ingreso. Crear un país más equilibrado es uno de los grandes desafíos que tenemos en la etapa por delante.
Señores, a quienes están en la plaza, a los que están en su casa, muchas gracias. Al pueblo argentino le vuelvo a decir que me ayude, nada más que me ayude. Estamos en una etapa histórica, luchemos por las convicciones que soñaron muchos de nuestros próceres, muchos de aquellos que tuvieron que sufrir represión, desapariciones por sus ideas; muchos de los que forman parte de los excluidos de este país, que fruto de un modelo perverso los fueron dejando totalmente afuera.
Y a la clase dirigente, sin miedo, qué más lindo que luchar por las convicciones de un país distinto y justo, y en convivencia. Y que las picardías de unos pocos no nos castren la posibilidad a todos. A veces se confrontan los intereses, lo decía aquel viejo general que tantas cosas hizo por el país, muchas veces se cruzan los intereses, pero acá hay que construir los intereses que sinteticen al conjunto del pueblo argentino; no más intereses de sector, de grupo de presión, que estén por arriba del conjunto.
Me hubiera gustado escuchar con fuerza –lo he escuchado en algunos- de aquellos que informan, que en vez de decir si yo me enojo o no me enojo, todas esas anécdotas, esa calidad de un periodismo de color y no periodismo de fondo, haber escuchado a fondo por qué Aguas Argentinas tiene que volver, qué pasó y qué hizo la empresa que estaba antes. Sería bueno hacer un gran trabajo de concientización en el conjunto. Y también tocar sin miedo este tema de la carne, tocarlo en serio, porque es muy importante el sentir que no haya inflación en la Argentina. Algunos quieren que no haya inflación a costa del hambre del pueblo argentino, yo quiero que no haya inflación para que no tenga hambre el pueblo argentino. Que creo es lo que sienten ustedes, porque esto es fundamental y central. (Aplausos)
Muchas gracias por estar acá, muchas gracias por compartir este momento, a hacer las obras, a tener coraje, a tener alegría. Recuerden, 30 de marzo -como recordó bien otro atropello de la dictadura- y seguramente voy a merecer otra calificación de la SIP, va a decir: el presidente argentino no respeta la libertad de prensa. Porque se agrupan los dueños de los medios allí. En el fondo el pueblo argentino sabe bien que este Presidente no le tiene miedo a la extorsión de algunos medios de prensa. Muchas gracias. (Aplausos)