Señor presidente provisional del Senado; señores ministros del Poder Ejecutivo nacional; autoridades nacionales, provinciales; distintas organizaciones; organizaciones de los derechos humanos; Abuelas; Madres: feliz de compartir con ustedes una instancia tan importante, que es un tema que durante muchísimo tiempo fue absolutamente dejado de lado, que nunca le dimos la importancia real que tiene, entendiendo que el otorgar los derechos del niño es una conquista que no solamente va de la mano de una ley, que gracias a Dios ha avanzado en el Congreso de la Nación, sino va de en el estado de la conciencia de un pueblo.
Fíjense ustedes que vemos los chicos allí, pero cuando uno ve a las Abuelas o a las Madres ve que todavía estamos luchando por el derecho a la identidad de los chicos; las cosas que nos han tocado pasar y las cosas que nos han sucedido.
Estos chicos también están luchando por su identidad, estos chicos también quieren ser argentinos, estos chicos también quieren un Estado que los contenga en esta familia, un Estado que esté al lado de ellos y los esté acompañando en la reinsersiòn del proceso de inclusión social. Esta es una tarea de las tantas que quedan profundas para llevar adelante y que no se puede mirar al costado.
Hay que ir sobre el problema, hay que avanzar sobre el problema, tenemos que ir donde está el problema y tenemos que encarar como se está haciendo con los tres ministerios a la vez con políticas activas la respuesta que los argentinos y los niños argentinos merecen.
Celebro este avance y quería estar presente en la implementación de este programa “Primeros años” porque esto significa que vamos a construir una base social absolutamente diferente.
Vamos a terminar con la mirada del desdén, de aquél que no tiene a nadie que lo ampare o de aquella mirada cómoda de “mira a aquellos pobres chicos, toma una moneda”. No, es el Estado el que tiene que aparecer con su rol promotor, con su rol central, con su rol dignificador que es el rol de la no discriminación y el de la igualdad de posibilidades. Entonces vamos a entrar a sentir que la Argentina empieza a cambiar en serio.
Después de todas las cosas que nos han pasado, ese proceso lo tenemos que llevar adelante a brazo partido. Tenemos que renovar la fuerza y el compromiso, por lo menos, es el mensaje que hemos tomado de la decisión global de la sociedad en las últimas elecciones y que nos ha comprometido a seguir profundizando el cambio en la Argentina, a seguir metiéndonos en los temas más candentes sabiendo que somos un tiempo de la historia, un tiempo transitorio de la historia y que vamos a poder dar las respuestas que en este tiempo transitorio de la historia corresponde.
Si hacemos los escalones que corresponden, no tengo ninguna duda que quienes tengan la responsabilidad de continuar conduciendo la Argentina, definitivamente van a tener la solidez para implementar las políticas que nos permitan construir el país que nosotros nos merecemos.
Y para construir el país que nosotros nos merecemos, tenemos que tener en cuenta a estas hermosas y queridas criaturas, no desde el punto de vista benefactor o no desde el punto de vista de las “damas de beneficencia”, sino desde las políticas activas del Estado que den los derechos que merecen y deben tener los argentinos.
Muchísimas gracias. (Aplausos)