Hermanas y hermanos catamarqueños; queridos Gobernadores que han tenido la tenido la bondad de venir de sus provincias a acompañarnos; querida Teresa Parodi y querido Víctor Heredia; queridos amigos tucumanos; queridos amigos catamarqueños; pueblo de la Patria, quiero desde este histórico lugar, que es Catamarca, esta plaza de Catamarca, cerca de la Catedral, aprovechar también para hablarles a todo el país. Quería venir a Catamarca porque soy una persona que camino las calles mirando con los ojos de frente al pueblo. Es la tercera vez que vengo y me he venido a abrazar a los catamarqueños para la construcción de la nueva Patria, de la nueva Argentina y eso significa también la construcción de la nueva Catamarca. Una Catamarca de esperanza, de sueño, de amor, de posibilidades, de justicia y de equidad.
Les digo a todos los catamarqueños me hubiera gustado en nombre de la democracia que me hubiera esperado el Gobernador de la provincia; una elección no le puede hacer olvidar semejante cosa. Me hubiera gustado tenerlo. (Aplausos). Me hubiera gustado que mi amigo se de cuenta que tiene que gobernar no solamente para quienes lo rodean. Un Gobernador, un Presidente tiene la obligación de gobernar, el Presidente para todos los argentinos y el Gobernador para todos los catamarqueños. Una elección es una elección, querido Gobernador, nada más que una elección. Yo lo quiero ayudar a usted para que lleve la felicidad al pueblo catamarqueño. No se pierda en los caminos cortos de la historia. (Aplausos).
Vengo a Catamarca, he aprendido a conocer a los catamarqueños en mi tierra, allá en Caleta, allá en Truncado y en Las Heras, fundamentalmente, y sé lo que ponen, lo que trabajan y lo que luchan. Sé cuál es la cultura catamarqueña, sé cuál es la solidaridad de los catamarqueños. Pero se terminó este tema de que los catamarqueños se sientan presionados por facciones políticas que lo único que le interesa es saber quién llega al cargo y quién se lleva el salario al bolsillo y después el pueblo le molesta. (Aplausos).
Catamarqueños ustedes tienen que dar la lección de la historia, yo los vengo a acompañar, yo me vengo a poner al frente, junto a estos candidatos y junto al pueblo de Catamarca. No le tengo miedo a nadie, a mí no me asusta nadie. A mí el único miedo y dolor que tengo es ver sufrir a muchos argentinos por 30 años de desencuentro. (Aplausos).
Claro que en dos años no nos podemos recuperar, claro que me da miedo y dolor cuando veo que han saqueado a la Argentina, cuando veo también que han saqueado alguna provincia, veo cuando algunos se sienten dueños de casa, la Argentina es un país democrático, amplio, que debe estar abierto a todos. Los argentinos tenemos la dignidad de sentirnos argentinos, la Bandera nos pertenece a todos. Y voy a seguir viniendo a Catamarca a juntarme con el pueblo, a ayudar a mi amigo el Gobernador, que lo hicieron equivocar. No importa, querido Gobernador, aún hoy lo sigo esperando, aunque sea vaya a despedirme que va a recibir el abrazo de un hombre del sur, que está por arriba de cualquier circunstancia y de cualquier persona. (Aplausos).
Catamarca tuvo muchas esperanzas, Catamarca confío que en el encuentro de muchas fuerzas políticas las cosas podían cambiar y volvieron a repetir la cultura del clientelismo. Los catamarqueños tienen un rol fuerte para jugar en el país y yo quiero ayudar, quiero invertir en Catamarca, quiero invertir permanentemente, quiero que me lleven donde están los que sufren, quiero que me lleven donde están los que le falta trabajo, quiero que me lleven a abrazarme con aquellos que necesitan. Quiero que Catamarca recupere su clase media, una clase media que tenga movilidad ascendente, quiero que los jóvenes catamarqueños puedan recuperar el lugar que les corresponde, que puedan llegar a las universidades, que puedan tener oficio, que puedan tener trabajo. Los jóvenes catamarqueños no quieren más limosnas, quieren la pala, el libro, la Bandera que los levante, los recupere y los lleve con todas sus fuerzas. (Aplausos).
Estamos invirtiendo en Catamarca muchísimo dinero, lo mandamos permanentemente y esperamos que con todas las viviendas y con todas las inversiones no hagan clientelismo político y se la regalen a los amigos, sino que se la den con justicia a los que más lo necesitan. Para eso lo hacemos, para aquellos que más necesitan.
Ustedes saben, y especialmente los que peinan canas, cómo nos cuesta cuando un abuelo y un padre ve a su hijo que va a estar peor que él o ve que su hijo baja los brazos y está resignado y dice: “papá en este país no hay esperanzas”. Ustedes saben y han visto llorar a abuelos con sus brazos recibiendo a hogares de muchachos jóvenes prácticamente derrotados. Quiero que volvamos a una Argentina, a esa Argentina de 50 años atrás, cuando la sonrisa del abuelo y el padre era grande porque sabía que su hijo iba a estar mejor que él, que iba a estudiar, que iba a tener trabajo, que iba a tener dignidad. Esa es la Argentina que tenemos que volver a construir con todos nuestros esfuerzos.
Y catamarqueños, entiendan bien, aquellos que se desesperan en una elección y salen a repartir lo que no tienen para ver si los votan, están jugando con la moral y están jugando con la conciencia con un pueblo que tiene la historia y la dignidad de los catamarqueños. (Aplausos).
Ese sentido de creer que sirve ganar una elección aprovechándose de la necesidad del hermano es algo que se tiene que terminar en la Argentina. Para que queremos esos dirigentes tan poco valientes, que no son capaces de jugarse por sus ideas y lo único que le importa ocuparse del sillón cómodo. No vine para ser Presidente toda la vida, ni para estar escondido en un sillón, vine a tomarme de la mano de ustedes, vine a que me ayuden, vine a que recorramos las avenidas de la Patria, vine a que reconstruyamos la justicia, vine a que reconstruyamos la dignidad del pueblo.
No tengan miedo, hay que terminar con esas prácticas que nos causan dolor y tomemos fuerza y coraje, con la fe en Dios y la fe en nuestras convicciones. Queridos catamarqueños quería estar en Catamarca acompañándolos, yo quería estar hoy aquí, porque quiero que Catamarca dé una lección histórica al país y que derroten a esas dos facciones que ahogan al pueblo catamarqueño, que terminen con esa dirigencia que los avergüenza (Aplausos). Y también por arriba de cualquier cuestión partidaria he visto como los legisladores de Catamarca, que representaban al Frente Cívico en la Cámara de Diputados preferían y optaban por su partido, antes que por las necesidades del país y de Catamarca. Jamás nos acompañaron, siempre nos condicionaron. Y esta es la verdad histórica.
Por eso al pueblo de Catamarca, les vengo a pedir que me ayuden, no les vengo a pedir que me sigan, no les vengo a pedir un cheque en blanco, les vengo a pedir apoyo crítico, pero que me ayuden con sus Diputados a cambiar la Argentina y ayudar a Catamarca, porque Catamarca tiene que estar por arriba de cualquier interés, de cualquier dirigente que se enamora de las luces de Buenos Aires y después no quieren volver nunca más acá y se prenden en cualquier acuerdo o negocio para quedarse a vivir debajo de las luces olvidando al pueblo que los voto creyendo en ellos. (Aplausos).
Por eso a los catamarqueños que están aquí, a los que están en su casa les pido que se miren al espejo, que recuerden a sus abuelos, a sus padres y miren a sus hijos y que el 23 nos den una verdadera lección de conciencia y de coraje, que den el espacio y la victoria que el Frente necesita para empezar a cambiar el rumbo de esta querida provincia. Yo voy a ayudar incondicionalmente, no vengo a condicionar nada, lo llamo permanentemente al Gobernador y le pongo todo lo que está a mi alcance, y le digo: “Acá está, Gobernador, para su pueblo”. Nunca especulé, nunca estuve buscando un rédito corto, siempre me interesó el beneficio de su pueblo. (Aplausos).
Por eso, a los peronistas de Perón y Evita, salten y hablen y corten los alambrados, no se dejen presionar por algunos que están acostumbrados a patotear las ideas, que están acostumbrados a patotear a la gente. Es hora de terminar con ese mecanismo. Yo no les tengo miedo a los patoteros porque sé que el pueblo me va a acompañar.
Por eso les pido, catamarqueños, que no se acuerden de ustedes cada vez que tienen elecciones y que no se crean que ustedes son un botín político a distribuir. Catamarca, denle una lección a esos dirigentes.
Sueño con un peronismo democrático, abierto, con las puertas que permitan que ingresen todos aquellos que quieran hacerlo pensando igual o teniendo alguna diferencia, porque el peronismo democrático es el peronismo de Perón y de Eva Perón. Sueño con el radicalismo de Yrigoyen, ese radicalismo de corazón grande, ese radicalismo patriota y nacional que enorgulleció a todos los argentinos. Sueño con las esperanzas de los intransigentes de Oscar Alende que también fue un dirigente digno que puso todos sus esfuerzos en la construcción de un proyecto nacional. Y también, todos los hombres y mujeres del Frente Grande que tuvieron que soportar la traición de De la Rúa, que creyeron en él, que pusieron su esfuerzo y fueron bastardeados. (Aplausos)
Por eso, por arriba de cualquier cuestión partidaria, teniendo en claro qué es lo que está en juego, con pluralidad, con consenso, con respeto entre nosotros y con apertura a los que no piensan como nosotros, tenemos que construir la nueva Catamarca.
A los jóvenes: coraje, muchachos, al frente que yo los acompaño, no se dejen manejar más, tomen la bandera y la vanguardia en la recuperación de Catamarca.
Ustedes, jóvenes, coraje, decisión, porque Catamarca depende de toda la fuerza que ustedes pongan. Ustedes no están solamente para los actos o para ir a pintar paredes, ustedes están para darle la nueva savia a Catamarca, las nuevas ideas, para ser los nuevos profesionales, los nuevos trabajadores.
Sueño con que esta sociedad vuelva a premiar no al más pícaro o al que más plata hace, sino que vuelva a premiar al que más trabaja, al que más estudia, al que más investiga, al que es más decente. Porque cuando se tienen esos valores, el futuro se va asegurando. (Aplausos)
Claro que hicimos muchas cosas, claro que llevamos la desocupación del 24 al 11,3 por ciento; claro que llevamos la indigencia a la mitad; claro que bajamos la pobreza; claro que tenemos superávit fiscal primario; claro que tenemos inversiones en obra pública como nunca la historia conoció; claro que mejoró la recaudación; claro que nuestras reservas mejoraron tremendamente y claro también, queridos amigos y amigas, que la Argentina va recuperando la dignidad nacional.
Cuando salí a discutir los 100 mil millones de deuda privada que tenía la Argentina y dije que íbamos a hacer una quita del 75 por ciento, los economistas que sirvieron para la entrega de la Argentina, decían despectivamente “este pingüino está loco”. Sin embargo, me puse firme junto a otros y con el acompañamiento del pueblo argentino logramos el acuerdo más importante de la historia en el mundo: una quita de 67 mil millones de dólares.
Pudimos poner de pie a la Argentina con dignidad. Fue la primera vez que la Argentina no perdió, que la Argentina no se rindió, no se inclinó, no claudicó, puso la bandera por delante. De la misma manera llevaremos las discusiones con los otros organismos internacionales. (Aplausos)
Con respecto a la educación técnica, en los años 90 la hicieron desaparecer del país. Hay un 15 por ciento de argentinos que podrían tener trabajo y no lo tienen porque sacaron la educación técnica y falta oficio.
¿Se acuerdan los más grandes las viejas escuelas de artes y oficios, las escuelas técnicas que capacitaban a nuestros pibes? Hemos promulgado la ley y el año que viene la Argentina ya tendrá nuevamente educación técnica para que nuestros chicos puedan ir al frente, para que nuestros chicos tengan los instrumentos o las herramientas. (Aplausos)
También pasamos de cuatro puntos del Producto Bruto Interno a seis puntos por inversión educativa. Inversión educativa que debe hacerse en escuelas, en sueldos a docentes, pero también en la calificación y en la formación investigativa y en la formación intelectual de aquellos que tienen que ejercer la docencia. Queremos docentes que ganen bien, pero que estén muy preparados, y queremos chicos que tengan escuelas dignas para que sus padres se sientan honrados por donde los mandan para capacitarse y prepararse. Queremos becas que le den posibilidades a los chicos que no puedan acceder a la escuela primaria, secundaria y a la universidad. Queremos que se recuperen la esperanza y los sueños.
Por eso, el día que me tocó asumir la Presidencia dije que no iba a renunciar a las convicciones. No me interesa andar de salón en salón como otros presidentes; no me interesa andar de copetín en copetín ni de cena en cena; no me interesa estar haciendo una vida social cuando tengo que dedicar mi tiempo a juntarme con la gente para ir solucionando los problemas que tienen.
No tengo ninguna duda: entre los salones, entre las grandes reuniones, entre las reuniones de los que tienen mucho y el abrazo con los que tienen poco o los que luchan como la clase media argentina, me abrazo a los que tienen poco y a la clase media argentina para recuperarla y ponerla con todas nuestras fuerzas en un destino distinto. (Aplausos) No tengo un pie en un lado y otro pie en el otro.
Además, los que estamos acá podemos mostrar nuestro patrimonio, nuestra vida. A mí ya no saben cómo atacarme y tienen que darse cuenta que mi familia y yo somos distintos, no somos como las familias de los que gobernaron en los 90, somos como ustedes, nos gusta estar juntos a la noche y mirar televisión, nos gusta gozar la familia, nos gusta vivir como viven los argentinos. (Aplausos)
Entonces, queridos hermanos y hermanas, empezamos una larga marcha. Y yo vine a Catamarca no a especular, no miré si estamos un punto arriba o un punto abajo en las encuestas, yo vine acá –y aprovecho este micrófono para golpearle la puerta a cada catamarqueño- a tocarle la consciencia a cada catamarqueño, para besar a cada catamarqueño y a cada catamerqueña, para apretarle la mano a cada catamarqueño y a cada catamarqueña, para decirle que hay un pingüino que está necesitando que lo ayuden, que hay un hombre del Sur que está necesitando que lo ayuden a cambiar este país.
El día 23 de octubre, quiero que los catamarqueños que se vayan acercando a la urna se acuerden de este pingüino y que tengan un acto de coraje y valentía y que cumplan con la actitud cívica para que cambie el país y para que cambie Catamarca. (Aplausos)
Catamarqueños: muchas gracias, muchas gracias por volver a recibirme; muchas gracias por dejarme compartir con ustedes; muchas gracias por aprender a quererlos tanto; muchas gracias por levantar la bandera de la patria con tanto amor; muchas gracias por tener esperanzas a pesar de todo lo que les pasó; muchas gracias por tener ganas de luchar por un país distinto.
Un Presidente, un servidor a vuestras órdenes, siempre estaré viniendo, siempre estaré ayudando sin ningún tipo de condiciones. Mi tarea como Presidente de los argentinos es hacer todo lo que pueda por todos los argentinos piensen como piensen.
Muchísimas gracias, ¡viva el amor, viva los sueños, viva la patria, viva Catamarca!
Les digo a todos los catamarqueños me hubiera gustado en nombre de la democracia que me hubiera esperado el Gobernador de la provincia; una elección no le puede hacer olvidar semejante cosa. Me hubiera gustado tenerlo. (Aplausos). Me hubiera gustado que mi amigo se de cuenta que tiene que gobernar no solamente para quienes lo rodean. Un Gobernador, un Presidente tiene la obligación de gobernar, el Presidente para todos los argentinos y el Gobernador para todos los catamarqueños. Una elección es una elección, querido Gobernador, nada más que una elección. Yo lo quiero ayudar a usted para que lleve la felicidad al pueblo catamarqueño. No se pierda en los caminos cortos de la historia. (Aplausos).
Vengo a Catamarca, he aprendido a conocer a los catamarqueños en mi tierra, allá en Caleta, allá en Truncado y en Las Heras, fundamentalmente, y sé lo que ponen, lo que trabajan y lo que luchan. Sé cuál es la cultura catamarqueña, sé cuál es la solidaridad de los catamarqueños. Pero se terminó este tema de que los catamarqueños se sientan presionados por facciones políticas que lo único que le interesa es saber quién llega al cargo y quién se lleva el salario al bolsillo y después el pueblo le molesta. (Aplausos).
Catamarqueños ustedes tienen que dar la lección de la historia, yo los vengo a acompañar, yo me vengo a poner al frente, junto a estos candidatos y junto al pueblo de Catamarca. No le tengo miedo a nadie, a mí no me asusta nadie. A mí el único miedo y dolor que tengo es ver sufrir a muchos argentinos por 30 años de desencuentro. (Aplausos).
Claro que en dos años no nos podemos recuperar, claro que me da miedo y dolor cuando veo que han saqueado a la Argentina, cuando veo también que han saqueado alguna provincia, veo cuando algunos se sienten dueños de casa, la Argentina es un país democrático, amplio, que debe estar abierto a todos. Los argentinos tenemos la dignidad de sentirnos argentinos, la Bandera nos pertenece a todos. Y voy a seguir viniendo a Catamarca a juntarme con el pueblo, a ayudar a mi amigo el Gobernador, que lo hicieron equivocar. No importa, querido Gobernador, aún hoy lo sigo esperando, aunque sea vaya a despedirme que va a recibir el abrazo de un hombre del sur, que está por arriba de cualquier circunstancia y de cualquier persona. (Aplausos).
Catamarca tuvo muchas esperanzas, Catamarca confío que en el encuentro de muchas fuerzas políticas las cosas podían cambiar y volvieron a repetir la cultura del clientelismo. Los catamarqueños tienen un rol fuerte para jugar en el país y yo quiero ayudar, quiero invertir en Catamarca, quiero invertir permanentemente, quiero que me lleven donde están los que sufren, quiero que me lleven donde están los que le falta trabajo, quiero que me lleven a abrazarme con aquellos que necesitan. Quiero que Catamarca recupere su clase media, una clase media que tenga movilidad ascendente, quiero que los jóvenes catamarqueños puedan recuperar el lugar que les corresponde, que puedan llegar a las universidades, que puedan tener oficio, que puedan tener trabajo. Los jóvenes catamarqueños no quieren más limosnas, quieren la pala, el libro, la Bandera que los levante, los recupere y los lleve con todas sus fuerzas. (Aplausos).
Estamos invirtiendo en Catamarca muchísimo dinero, lo mandamos permanentemente y esperamos que con todas las viviendas y con todas las inversiones no hagan clientelismo político y se la regalen a los amigos, sino que se la den con justicia a los que más lo necesitan. Para eso lo hacemos, para aquellos que más necesitan.
Ustedes saben, y especialmente los que peinan canas, cómo nos cuesta cuando un abuelo y un padre ve a su hijo que va a estar peor que él o ve que su hijo baja los brazos y está resignado y dice: “papá en este país no hay esperanzas”. Ustedes saben y han visto llorar a abuelos con sus brazos recibiendo a hogares de muchachos jóvenes prácticamente derrotados. Quiero que volvamos a una Argentina, a esa Argentina de 50 años atrás, cuando la sonrisa del abuelo y el padre era grande porque sabía que su hijo iba a estar mejor que él, que iba a estudiar, que iba a tener trabajo, que iba a tener dignidad. Esa es la Argentina que tenemos que volver a construir con todos nuestros esfuerzos.
Y catamarqueños, entiendan bien, aquellos que se desesperan en una elección y salen a repartir lo que no tienen para ver si los votan, están jugando con la moral y están jugando con la conciencia con un pueblo que tiene la historia y la dignidad de los catamarqueños. (Aplausos).
Ese sentido de creer que sirve ganar una elección aprovechándose de la necesidad del hermano es algo que se tiene que terminar en la Argentina. Para que queremos esos dirigentes tan poco valientes, que no son capaces de jugarse por sus ideas y lo único que le importa ocuparse del sillón cómodo. No vine para ser Presidente toda la vida, ni para estar escondido en un sillón, vine a tomarme de la mano de ustedes, vine a que me ayuden, vine a que recorramos las avenidas de la Patria, vine a que reconstruyamos la justicia, vine a que reconstruyamos la dignidad del pueblo.
No tengan miedo, hay que terminar con esas prácticas que nos causan dolor y tomemos fuerza y coraje, con la fe en Dios y la fe en nuestras convicciones. Queridos catamarqueños quería estar en Catamarca acompañándolos, yo quería estar hoy aquí, porque quiero que Catamarca dé una lección histórica al país y que derroten a esas dos facciones que ahogan al pueblo catamarqueño, que terminen con esa dirigencia que los avergüenza (Aplausos). Y también por arriba de cualquier cuestión partidaria he visto como los legisladores de Catamarca, que representaban al Frente Cívico en la Cámara de Diputados preferían y optaban por su partido, antes que por las necesidades del país y de Catamarca. Jamás nos acompañaron, siempre nos condicionaron. Y esta es la verdad histórica.
Por eso al pueblo de Catamarca, les vengo a pedir que me ayuden, no les vengo a pedir que me sigan, no les vengo a pedir un cheque en blanco, les vengo a pedir apoyo crítico, pero que me ayuden con sus Diputados a cambiar la Argentina y ayudar a Catamarca, porque Catamarca tiene que estar por arriba de cualquier interés, de cualquier dirigente que se enamora de las luces de Buenos Aires y después no quieren volver nunca más acá y se prenden en cualquier acuerdo o negocio para quedarse a vivir debajo de las luces olvidando al pueblo que los voto creyendo en ellos. (Aplausos).
Por eso a los catamarqueños que están aquí, a los que están en su casa les pido que se miren al espejo, que recuerden a sus abuelos, a sus padres y miren a sus hijos y que el 23 nos den una verdadera lección de conciencia y de coraje, que den el espacio y la victoria que el Frente necesita para empezar a cambiar el rumbo de esta querida provincia. Yo voy a ayudar incondicionalmente, no vengo a condicionar nada, lo llamo permanentemente al Gobernador y le pongo todo lo que está a mi alcance, y le digo: “Acá está, Gobernador, para su pueblo”. Nunca especulé, nunca estuve buscando un rédito corto, siempre me interesó el beneficio de su pueblo. (Aplausos).
Por eso, a los peronistas de Perón y Evita, salten y hablen y corten los alambrados, no se dejen presionar por algunos que están acostumbrados a patotear las ideas, que están acostumbrados a patotear a la gente. Es hora de terminar con ese mecanismo. Yo no les tengo miedo a los patoteros porque sé que el pueblo me va a acompañar.
Por eso les pido, catamarqueños, que no se acuerden de ustedes cada vez que tienen elecciones y que no se crean que ustedes son un botín político a distribuir. Catamarca, denle una lección a esos dirigentes.
Sueño con un peronismo democrático, abierto, con las puertas que permitan que ingresen todos aquellos que quieran hacerlo pensando igual o teniendo alguna diferencia, porque el peronismo democrático es el peronismo de Perón y de Eva Perón. Sueño con el radicalismo de Yrigoyen, ese radicalismo de corazón grande, ese radicalismo patriota y nacional que enorgulleció a todos los argentinos. Sueño con las esperanzas de los intransigentes de Oscar Alende que también fue un dirigente digno que puso todos sus esfuerzos en la construcción de un proyecto nacional. Y también, todos los hombres y mujeres del Frente Grande que tuvieron que soportar la traición de De la Rúa, que creyeron en él, que pusieron su esfuerzo y fueron bastardeados. (Aplausos)
Por eso, por arriba de cualquier cuestión partidaria, teniendo en claro qué es lo que está en juego, con pluralidad, con consenso, con respeto entre nosotros y con apertura a los que no piensan como nosotros, tenemos que construir la nueva Catamarca.
A los jóvenes: coraje, muchachos, al frente que yo los acompaño, no se dejen manejar más, tomen la bandera y la vanguardia en la recuperación de Catamarca.
Ustedes, jóvenes, coraje, decisión, porque Catamarca depende de toda la fuerza que ustedes pongan. Ustedes no están solamente para los actos o para ir a pintar paredes, ustedes están para darle la nueva savia a Catamarca, las nuevas ideas, para ser los nuevos profesionales, los nuevos trabajadores.
Sueño con que esta sociedad vuelva a premiar no al más pícaro o al que más plata hace, sino que vuelva a premiar al que más trabaja, al que más estudia, al que más investiga, al que es más decente. Porque cuando se tienen esos valores, el futuro se va asegurando. (Aplausos)
Claro que hicimos muchas cosas, claro que llevamos la desocupación del 24 al 11,3 por ciento; claro que llevamos la indigencia a la mitad; claro que bajamos la pobreza; claro que tenemos superávit fiscal primario; claro que tenemos inversiones en obra pública como nunca la historia conoció; claro que mejoró la recaudación; claro que nuestras reservas mejoraron tremendamente y claro también, queridos amigos y amigas, que la Argentina va recuperando la dignidad nacional.
Cuando salí a discutir los 100 mil millones de deuda privada que tenía la Argentina y dije que íbamos a hacer una quita del 75 por ciento, los economistas que sirvieron para la entrega de la Argentina, decían despectivamente “este pingüino está loco”. Sin embargo, me puse firme junto a otros y con el acompañamiento del pueblo argentino logramos el acuerdo más importante de la historia en el mundo: una quita de 67 mil millones de dólares.
Pudimos poner de pie a la Argentina con dignidad. Fue la primera vez que la Argentina no perdió, que la Argentina no se rindió, no se inclinó, no claudicó, puso la bandera por delante. De la misma manera llevaremos las discusiones con los otros organismos internacionales. (Aplausos)
Con respecto a la educación técnica, en los años 90 la hicieron desaparecer del país. Hay un 15 por ciento de argentinos que podrían tener trabajo y no lo tienen porque sacaron la educación técnica y falta oficio.
¿Se acuerdan los más grandes las viejas escuelas de artes y oficios, las escuelas técnicas que capacitaban a nuestros pibes? Hemos promulgado la ley y el año que viene la Argentina ya tendrá nuevamente educación técnica para que nuestros chicos puedan ir al frente, para que nuestros chicos tengan los instrumentos o las herramientas. (Aplausos)
También pasamos de cuatro puntos del Producto Bruto Interno a seis puntos por inversión educativa. Inversión educativa que debe hacerse en escuelas, en sueldos a docentes, pero también en la calificación y en la formación investigativa y en la formación intelectual de aquellos que tienen que ejercer la docencia. Queremos docentes que ganen bien, pero que estén muy preparados, y queremos chicos que tengan escuelas dignas para que sus padres se sientan honrados por donde los mandan para capacitarse y prepararse. Queremos becas que le den posibilidades a los chicos que no puedan acceder a la escuela primaria, secundaria y a la universidad. Queremos que se recuperen la esperanza y los sueños.
Por eso, el día que me tocó asumir la Presidencia dije que no iba a renunciar a las convicciones. No me interesa andar de salón en salón como otros presidentes; no me interesa andar de copetín en copetín ni de cena en cena; no me interesa estar haciendo una vida social cuando tengo que dedicar mi tiempo a juntarme con la gente para ir solucionando los problemas que tienen.
No tengo ninguna duda: entre los salones, entre las grandes reuniones, entre las reuniones de los que tienen mucho y el abrazo con los que tienen poco o los que luchan como la clase media argentina, me abrazo a los que tienen poco y a la clase media argentina para recuperarla y ponerla con todas nuestras fuerzas en un destino distinto. (Aplausos) No tengo un pie en un lado y otro pie en el otro.
Además, los que estamos acá podemos mostrar nuestro patrimonio, nuestra vida. A mí ya no saben cómo atacarme y tienen que darse cuenta que mi familia y yo somos distintos, no somos como las familias de los que gobernaron en los 90, somos como ustedes, nos gusta estar juntos a la noche y mirar televisión, nos gusta gozar la familia, nos gusta vivir como viven los argentinos. (Aplausos)
Entonces, queridos hermanos y hermanas, empezamos una larga marcha. Y yo vine a Catamarca no a especular, no miré si estamos un punto arriba o un punto abajo en las encuestas, yo vine acá –y aprovecho este micrófono para golpearle la puerta a cada catamarqueño- a tocarle la consciencia a cada catamarqueño, para besar a cada catamarqueño y a cada catamerqueña, para apretarle la mano a cada catamarqueño y a cada catamarqueña, para decirle que hay un pingüino que está necesitando que lo ayuden, que hay un hombre del Sur que está necesitando que lo ayuden a cambiar este país.
El día 23 de octubre, quiero que los catamarqueños que se vayan acercando a la urna se acuerden de este pingüino y que tengan un acto de coraje y valentía y que cumplan con la actitud cívica para que cambie el país y para que cambie Catamarca. (Aplausos)
Catamarqueños: muchas gracias, muchas gracias por volver a recibirme; muchas gracias por dejarme compartir con ustedes; muchas gracias por aprender a quererlos tanto; muchas gracias por levantar la bandera de la patria con tanto amor; muchas gracias por tener esperanzas a pesar de todo lo que les pasó; muchas gracias por tener ganas de luchar por un país distinto.
Un Presidente, un servidor a vuestras órdenes, siempre estaré viniendo, siempre estaré ayudando sin ningún tipo de condiciones. Mi tarea como Presidente de los argentinos es hacer todo lo que pueda por todos los argentinos piensen como piensen.
Muchísimas gracias, ¡viva el amor, viva los sueños, viva la patria, viva Catamarca!