Querido señor Intendente, querido amigo, querido compañero, querido correligionario, querido neuquino, intendente de Neuquén, hermano de las luchas federales y verdadero ejemplo para muchos que nacimos en esta tierra patagónica, como es el ex gobernador Felipe Sapag, al que quiero hacer un recuerdo y una reivindicación a dos de sus hijos que fueron mis amigos y que en la lucha contra el genocidio y la dictadura militar dejaron sus vidas, él y tantos neuquinos que honraron la lucha por una Argentina distinta. (Aplausos). También a la señora esposa del señor Intendente: dicen…, pero yo hago lo que siento y no lo que me dicen a veces que debo hacer y a algunos les duele y les molesta esto, pero yo les puedo asegurar que el día que dije que las convicciones nos las iba a dejar en la puerta de la Casa de Gobierno era cierto.
Y vengo hoy a Neuquén no contra nadie, vengo a pedirles a los neuquinos que trabajemos juntos, sean del partido que sean: independientes, organizaciones sociales, hombres y mujeres de este querido pueblo patagónico neuquino al que me siento abrazado con tanto amor y tanto agradecimiento.
Pero también le vengo a decir al pueblo de Neuquén que es fundamental no seguir por seguir a alguien, que ya vimos lo que nos pasó por seguir y seguir, sino ayudar y acompañar el cambio que debe llegar a todo el país. Y también es fundamental que el cambio camine por las calles de todo Neuquen para que esta provincia con todas sus fuerzas aporte a la construcción de la nueva Argentina. (Aplausos).
Venimos con un claro sentido federal, venimos a apoyar en el intendente de Neuquén a los miles y miles de neuquinos que como el resto de la Patagonia están con un grito fuerte diciendo que ya no quieren ser más y no van a ser más el patio trasero de la Argentina, quieren ser el corazón vivo de la Patria. (Aplausos).
Pero para construir un país federal hay que tener dignidad federal, hay que levantar la voz y hay que construir una nueva cultura. Esa cultura donde el crecimiento y la inversión sean para la producción y el trabajo, no como en la década del 90, que el crecimiento y la inversión fue para que unos pocos vivos hagan plata y el resto del pueblo argentino caiga en su mayor margen de desocupación y hambre. (Aplausos).
Queremos que la Argentina crezca, pero crezca con equidad y justicia. No queremos una Argentina para unos pocos, no queremos la Argentina de unos pocos privilegiados y el resto del pueblo sufriendo las angustias de un país que crece y que cada vez se siente más excluido. Y estamos dando vueltas a la taba, tenemos la mitad de la indigencia de cuando empezamos a trabajar, tenemos 17 puntos menos de pobreza, la mitad de la desocupación, hemos crecido el 28 por ciento en la Argentina desde el día que empezamos a trabajar; hemos crecido en nuestra recaudación, en nuestra inversión, en nuestro consumo y generamos casi 3 millones de puestos de trabajo en sólo dos años. Podemos levantar la voz con todas nuestras fuerzas. (Aplausos).
Claro que falta mucho y fíjense ustedes lo que dicen cuando los índices mejoran, que todavía falta mucho. Y yo les quiero recordar en este querido pueblo de Neuquén a todo el pueblo argentino, desde aquí, que los que dicen que falta mucho son los que se llevaron mucho y hablaban mucho de teorías económicas que nada tienen que ver con la Argentina. (Aplausos).
Por eso no me interesa estar un solo día conduciendo la Argentina y claudicando los valores que debemos tener para construir el nuevo país, sabiendo que hay que dar paso tras paso. Por eso cuando fuimos a renegociar los 100 mil millones de dólares de la deuda privada muchos decían que era una locura lo que yo estaba haciendo. Claro que los que decían eso no pasaban de la General Paz, no iban al conurbano bonaerense, al norte argentino, al sur argentino a ver cuántos argentinos habían quedado en el camino, fruto de esas políticas neoliberales que excluían gente permanentemente. Por eso me puse y nos pusimos firmes y logramos una quita del 75 por ciento de la deuda; por primera vez en la historia del mundo, un pueblo como la Argentina pudo lograrlo. (Aplausos).
Hace algunas horas cuando me encontré con el presidente del Fondo, que me quiso venir dar una lección de economía, le dije que lo primero que debía tener en cuenta es que yo era un presidente, que me tocaba gobernar este tiempo de la historia pero que la Argentina es un país permanente, un país que había tenido hombres como San Martín, Moreno, Belgrano, Yrigoyen, Perón, Eva Perón y que merecía la dignidad y el respeto que corresponde. (Aplausos).
Nosotros debemos tener una firmeza absoluta en la defensa de nuestros intereses, pero también debemos tener mentalidad para hacer un país distinto. Es necesario consolidar la transformación educativa en la Argentina, darse cuenta los gobernantes que si no invierten en educación no hay Patria posible. (Aplausos)
Fíjense ustedes que en la década del 90, con la famosa Ley Federal de Educación, cerraron las escuelas técnicas en el país, y hay un 15 por ciento de argentinos que no pueden trabajar a pesar de la demanda de trabajo de las empresas, porque no tienen oficio. Por eso hemos promulgado y ya está en marcha la nueva ley de educación técnica, la vieja escuela de artes y oficios, para que los argentinos vuelvan a tener trabajo. (Aplausos)
También, en un esfuerzo donde participan todas las provincias del país, vamos a pasar de 4 puntos del Producto Bruto Interno a 6 puntos hacia el 2010, para invertir en educación, para que se termine la tarea de sufrimiento de nuestros docentes, de nuestros chicos, de nuestras escuelas y de nuestra calidad educativa, para que la educación vuelva a ser bandera de la Patria y de todos los argentinos. (Aplausos)
Nuestros jubilados tuvieron sus haberes congelados durante 14 años. Nosotros le dimos el octavo aumento consecutivo a los de más abajo. Sé que lo merecen todos, pero empecé por los de más abajo que estaban en 150 pesos, era una vergüenza. Ahora estamos llegando a 420 con los 30 del PAMI. (Aplausos) Sé que lo merecen todos, Dios quiera que pronto podamos llegar a todos.
Negociamos 400 convenios colectivos a la alza, después del congelamiento salarial que se sufrió en la Argentina. Nos decían que esto era imposible porque aumentaba el gasto o a algunos les preocupaba, porque veían a los trabajadores discutir y caminar por las calles levantando sus banderas y reivindicando su participación en el Producto Bruto Interno. Yo prefiero una Argentina viva, donde todos hablen, donde todos piensen, plural, con consenso, con debate, pero que vaya para adelante. La Argentina de la uniformidad, la Argentina de la pluralidad es la Argentina del crecimiento. (Aplausos)
Por eso, queridos neuquinos, decía a mi amigo el Intendente, “dicen que está en campaña”. Vine a trabajar institucionalmente con la Intendencia de Neuquen, con todas las intendencias, y estoy dispuesto a hacerlo todos los días con el Gobierno de la provincia, porque a mí no me interesa quién gobierne, me interesa el pueblo de Neuquen, esto es lo central y lo fundamental. (Aplausos)
Les vengo a pedir a los neuquinos que hagan el aporte que en algún tiempo hicieron a la Patria, ayudando a gobernar la Argentina, no lo que me pasa ahora, que hay diputados de Neuquen que por no pertenecer o no pensar como uno, nos ponen trabas y nos votan todo en contra. Lo que les vengo a pedir, queridos neuquinos, es que me acompañen. Honestamente, como no soy un hombre que haga de la hipocresía una cultura, les vengo a pedir que me apoyen y que me ayuden votando a Mazzei y a Silvia Sapag, para poder tener las voces que Neuquen necesita y que la Argentina necesita en la Patria. (Aplausos)
Van a decir en esa hipocresía que reina a veces: hizo lo institucional y fue a hacer política y campaña también. Yo me pregunto una cosa, si los que caminamos la calle y los que conducimos el país no defendemos las ideas, no defendemos los principios que tenemos, y no le hablamos con la verdad al pueblo, vamos a seguir viviendo en un oscurantismo de hipocresía que tanto daño le hizo a la Patria. Hablemos con la verdad, todos están en campaña ahora, que no se escondan más, todos están trabajando. (Aplausos)
Yo les vengo a pedir que me ayuden, de corazón, les vengo a pedir a Silvia y a Oscar que me acompañen, a ustedes, que el día 23 de octubre, cuando estén llegando a la urna se acuerden de que hay un patagónico, que hay un pingüino que está luchando solo como puede allá, que espera la mano de todos ustedes, para que me den la fuerza que hace falta. (Aplausos) Les vengo a pedir que me ayuden críticamente, me vengo a abrazar a Neuquen para decirles que me ayuden a construir el país.
Hoy me voy emocionado de Neuquen, de este glorioso pueblo neuquino que me recibió desde el aeropuerto hasta acá con abrazos, dándome fuerzas, diciéndome “no aflojés pingüino”, para mí es un sueño.
Siempre le estaré agradecido a Neuquen, me acompañó cuando di la lucha presidencial, y hoy siento un afecto muy grande, porque yo sé lo que ustedes sienten, sé lo que es mirar siempre el centro del país desde lejos, porque vivo aún más lejos que ustedes, allá en Santa Cruz. Vengo a abrazarme a todos los hombres y mujeres de la Patagonia, a todos los hombres y las mujeres de norte del país, para decirle a la Patria toda que nos queremos unir al centro, para hacer esa Argentina grande, esa Argentina justa, esa Argentina inclusiva.
Les vengo a decir neuquinos que volvamos a sentir autoestima. Como decía mi amigo el Intendente, eso de que los argentinos somos los peores del mundo que algunos han dicho, ¡de acá!, somos luchadores, miren como estamos levantando la Patria. Tenemos de los mejores profesionales, de los mejores investigadores, de los mejores trabajadores, de los mejores obreros, de los mejores intelectuales, de los mejores maestros. (Aplausos)
Los argentinos somos respetados en el mundo entero, empecemos a respetarnos entre nosotros mismos y a valorarnos. Y otra vez a abrazarnos a esa bandera, otra vez ese sentido de Patria, otra vez ese sentido de nacionalidad, otra vez ese sentido de que la Argentina puede, otra vez al rol que tenemos que cumplir, otra vez a entender a nuestros próceres, la Argentina no nació para ser feudo de nadie sino la Patria de todos. Muchas gracias neuquinos, a vuestras órdenes.
Y vengo hoy a Neuquén no contra nadie, vengo a pedirles a los neuquinos que trabajemos juntos, sean del partido que sean: independientes, organizaciones sociales, hombres y mujeres de este querido pueblo patagónico neuquino al que me siento abrazado con tanto amor y tanto agradecimiento.
Pero también le vengo a decir al pueblo de Neuquén que es fundamental no seguir por seguir a alguien, que ya vimos lo que nos pasó por seguir y seguir, sino ayudar y acompañar el cambio que debe llegar a todo el país. Y también es fundamental que el cambio camine por las calles de todo Neuquen para que esta provincia con todas sus fuerzas aporte a la construcción de la nueva Argentina. (Aplausos).
Venimos con un claro sentido federal, venimos a apoyar en el intendente de Neuquén a los miles y miles de neuquinos que como el resto de la Patagonia están con un grito fuerte diciendo que ya no quieren ser más y no van a ser más el patio trasero de la Argentina, quieren ser el corazón vivo de la Patria. (Aplausos).
Pero para construir un país federal hay que tener dignidad federal, hay que levantar la voz y hay que construir una nueva cultura. Esa cultura donde el crecimiento y la inversión sean para la producción y el trabajo, no como en la década del 90, que el crecimiento y la inversión fue para que unos pocos vivos hagan plata y el resto del pueblo argentino caiga en su mayor margen de desocupación y hambre. (Aplausos).
Queremos que la Argentina crezca, pero crezca con equidad y justicia. No queremos una Argentina para unos pocos, no queremos la Argentina de unos pocos privilegiados y el resto del pueblo sufriendo las angustias de un país que crece y que cada vez se siente más excluido. Y estamos dando vueltas a la taba, tenemos la mitad de la indigencia de cuando empezamos a trabajar, tenemos 17 puntos menos de pobreza, la mitad de la desocupación, hemos crecido el 28 por ciento en la Argentina desde el día que empezamos a trabajar; hemos crecido en nuestra recaudación, en nuestra inversión, en nuestro consumo y generamos casi 3 millones de puestos de trabajo en sólo dos años. Podemos levantar la voz con todas nuestras fuerzas. (Aplausos).
Claro que falta mucho y fíjense ustedes lo que dicen cuando los índices mejoran, que todavía falta mucho. Y yo les quiero recordar en este querido pueblo de Neuquén a todo el pueblo argentino, desde aquí, que los que dicen que falta mucho son los que se llevaron mucho y hablaban mucho de teorías económicas que nada tienen que ver con la Argentina. (Aplausos).
Por eso no me interesa estar un solo día conduciendo la Argentina y claudicando los valores que debemos tener para construir el nuevo país, sabiendo que hay que dar paso tras paso. Por eso cuando fuimos a renegociar los 100 mil millones de dólares de la deuda privada muchos decían que era una locura lo que yo estaba haciendo. Claro que los que decían eso no pasaban de la General Paz, no iban al conurbano bonaerense, al norte argentino, al sur argentino a ver cuántos argentinos habían quedado en el camino, fruto de esas políticas neoliberales que excluían gente permanentemente. Por eso me puse y nos pusimos firmes y logramos una quita del 75 por ciento de la deuda; por primera vez en la historia del mundo, un pueblo como la Argentina pudo lograrlo. (Aplausos).
Hace algunas horas cuando me encontré con el presidente del Fondo, que me quiso venir dar una lección de economía, le dije que lo primero que debía tener en cuenta es que yo era un presidente, que me tocaba gobernar este tiempo de la historia pero que la Argentina es un país permanente, un país que había tenido hombres como San Martín, Moreno, Belgrano, Yrigoyen, Perón, Eva Perón y que merecía la dignidad y el respeto que corresponde. (Aplausos).
Nosotros debemos tener una firmeza absoluta en la defensa de nuestros intereses, pero también debemos tener mentalidad para hacer un país distinto. Es necesario consolidar la transformación educativa en la Argentina, darse cuenta los gobernantes que si no invierten en educación no hay Patria posible. (Aplausos)
Fíjense ustedes que en la década del 90, con la famosa Ley Federal de Educación, cerraron las escuelas técnicas en el país, y hay un 15 por ciento de argentinos que no pueden trabajar a pesar de la demanda de trabajo de las empresas, porque no tienen oficio. Por eso hemos promulgado y ya está en marcha la nueva ley de educación técnica, la vieja escuela de artes y oficios, para que los argentinos vuelvan a tener trabajo. (Aplausos)
También, en un esfuerzo donde participan todas las provincias del país, vamos a pasar de 4 puntos del Producto Bruto Interno a 6 puntos hacia el 2010, para invertir en educación, para que se termine la tarea de sufrimiento de nuestros docentes, de nuestros chicos, de nuestras escuelas y de nuestra calidad educativa, para que la educación vuelva a ser bandera de la Patria y de todos los argentinos. (Aplausos)
Nuestros jubilados tuvieron sus haberes congelados durante 14 años. Nosotros le dimos el octavo aumento consecutivo a los de más abajo. Sé que lo merecen todos, pero empecé por los de más abajo que estaban en 150 pesos, era una vergüenza. Ahora estamos llegando a 420 con los 30 del PAMI. (Aplausos) Sé que lo merecen todos, Dios quiera que pronto podamos llegar a todos.
Negociamos 400 convenios colectivos a la alza, después del congelamiento salarial que se sufrió en la Argentina. Nos decían que esto era imposible porque aumentaba el gasto o a algunos les preocupaba, porque veían a los trabajadores discutir y caminar por las calles levantando sus banderas y reivindicando su participación en el Producto Bruto Interno. Yo prefiero una Argentina viva, donde todos hablen, donde todos piensen, plural, con consenso, con debate, pero que vaya para adelante. La Argentina de la uniformidad, la Argentina de la pluralidad es la Argentina del crecimiento. (Aplausos)
Por eso, queridos neuquinos, decía a mi amigo el Intendente, “dicen que está en campaña”. Vine a trabajar institucionalmente con la Intendencia de Neuquen, con todas las intendencias, y estoy dispuesto a hacerlo todos los días con el Gobierno de la provincia, porque a mí no me interesa quién gobierne, me interesa el pueblo de Neuquen, esto es lo central y lo fundamental. (Aplausos)
Les vengo a pedir a los neuquinos que hagan el aporte que en algún tiempo hicieron a la Patria, ayudando a gobernar la Argentina, no lo que me pasa ahora, que hay diputados de Neuquen que por no pertenecer o no pensar como uno, nos ponen trabas y nos votan todo en contra. Lo que les vengo a pedir, queridos neuquinos, es que me acompañen. Honestamente, como no soy un hombre que haga de la hipocresía una cultura, les vengo a pedir que me apoyen y que me ayuden votando a Mazzei y a Silvia Sapag, para poder tener las voces que Neuquen necesita y que la Argentina necesita en la Patria. (Aplausos)
Van a decir en esa hipocresía que reina a veces: hizo lo institucional y fue a hacer política y campaña también. Yo me pregunto una cosa, si los que caminamos la calle y los que conducimos el país no defendemos las ideas, no defendemos los principios que tenemos, y no le hablamos con la verdad al pueblo, vamos a seguir viviendo en un oscurantismo de hipocresía que tanto daño le hizo a la Patria. Hablemos con la verdad, todos están en campaña ahora, que no se escondan más, todos están trabajando. (Aplausos)
Yo les vengo a pedir que me ayuden, de corazón, les vengo a pedir a Silvia y a Oscar que me acompañen, a ustedes, que el día 23 de octubre, cuando estén llegando a la urna se acuerden de que hay un patagónico, que hay un pingüino que está luchando solo como puede allá, que espera la mano de todos ustedes, para que me den la fuerza que hace falta. (Aplausos) Les vengo a pedir que me ayuden críticamente, me vengo a abrazar a Neuquen para decirles que me ayuden a construir el país.
Hoy me voy emocionado de Neuquen, de este glorioso pueblo neuquino que me recibió desde el aeropuerto hasta acá con abrazos, dándome fuerzas, diciéndome “no aflojés pingüino”, para mí es un sueño.
Siempre le estaré agradecido a Neuquen, me acompañó cuando di la lucha presidencial, y hoy siento un afecto muy grande, porque yo sé lo que ustedes sienten, sé lo que es mirar siempre el centro del país desde lejos, porque vivo aún más lejos que ustedes, allá en Santa Cruz. Vengo a abrazarme a todos los hombres y mujeres de la Patagonia, a todos los hombres y las mujeres de norte del país, para decirle a la Patria toda que nos queremos unir al centro, para hacer esa Argentina grande, esa Argentina justa, esa Argentina inclusiva.
Les vengo a decir neuquinos que volvamos a sentir autoestima. Como decía mi amigo el Intendente, eso de que los argentinos somos los peores del mundo que algunos han dicho, ¡de acá!, somos luchadores, miren como estamos levantando la Patria. Tenemos de los mejores profesionales, de los mejores investigadores, de los mejores trabajadores, de los mejores obreros, de los mejores intelectuales, de los mejores maestros. (Aplausos)
Los argentinos somos respetados en el mundo entero, empecemos a respetarnos entre nosotros mismos y a valorarnos. Y otra vez a abrazarnos a esa bandera, otra vez ese sentido de Patria, otra vez ese sentido de nacionalidad, otra vez ese sentido de que la Argentina puede, otra vez al rol que tenemos que cumplir, otra vez a entender a nuestros próceres, la Argentina no nació para ser feudo de nadie sino la Patria de todos. Muchas gracias neuquinos, a vuestras órdenes.