Señor Intendente Municipal de Tandil, Miguel Ángel Lunghi; autoridades nacionales; señores empresarios; señoras, señores; amigos y amigas de esta hermosa ciudad de Tandil, en la que tuve la suerte de estar, como decía el señor Intendente, hace 30 días atrás, y gracias a Dios tengo la suerte de conocerla hace muchísimos años y les digo con sinceridad, mucha gente del sur veranea en Tandil y tenemos el mejor de los recuerdos y de los cariños.
Llegando a Tandil, alguien al que hoy circunstancialmente le toca ser el Presidente de los argentinos en este tiempo de la historia, pero también, como a mi querido amigo Lunghi fui intendente, me tocó serlo de la Capital de mi provincia, empezamos a conversar de las distintas obras, de las necesidades. Y cuando uno es intendente es muy detallista, uno sale con el auto a andar por la ciudad y hay un bache, y ya sale a buscar al obrador, va al corralón municipal, porque el intendente es el que tiene el contacto directo con la gente, el que recibe la primer crítica, el que recibe la primer queja. Uno se vuelve realmente…Siempre me dice Cristina “vos vas a terminar…”. Bah, por ahí terminé así, pero…Uno escucha que el pavimento, que los baches, que el tema de las inundaciones, que el problema de terrenos, de mensuras, etcétera. Yo fui intendente y sé cómo es.
Empezamos a conversar y me explicó -y eso es lo importante, el diálogo permanente- el problema de las cloacas y el tema de la planta de agua. Le dije “empecemos a hacer el proyecto”, “ya está listo” me dijo, palabras más o menos esto es lo que estábamos conversando. Le digo “le pido disculpas por no haber traído esta obra de la que ya estaba el proyecto, y espero que tenga la bondad de visitarnos en la casa de todos los argentinos –ustedes están acá y es un tremendo placer que estén- para resolver este tema y poder firmar este convenio, para no perder tiempo y sacarlo rápidamente adelante”.
Empezamos a trabajar, y en el caso de la planta de cloacas, que es una obra de 17 millones aproximadamente, que dura 18 meses, la tenemos que estar licitando, López, en 15 días. Tomé la palabra y la voy a cumplir. (Aplausos)
Voy a estar para la inauguración, va a ser un tremendo placer porque habremos saldado una asignatura pendiente muy importante, vital para la calidad de vida de la gente, del pueblo.
Les aseguro que me cuesta creer a veces que acá, a kilómetros del Obelisco, en Ituzaingo, un pueblo de la provincia Buenos Aires, que no haya agua y cloacas. Está bien, había un proceso muy difícil que lo hemos sufrido todos los argentinos, pero también creo que hubo un bajar de brazos de la dirigencia. No puede ser, son cosas fundamentales, centrales, esenciales.
El tema de aguas, cuyo proyecto es de 13 millones, lo tenemos que hacer, primero. Cuando termine el proyecto, licitamos y cumplimos también con la obra como corresponde. Así que, ahora depende del secretario de Obras Públicas y del secretario de Obras Públicas de la Municipalidad y del ENOSA.
Estoy realmente contento de poder compartir este día con usted, señor Intendente, y con los queridos amigos y también quiero decirle a los argentinos, aprovechando que estamos con todos los amigos de las distintas entidades de Tandil, que hoy también seguimos avanzando en ganarle la lucha a la pobreza. Cuando me tocó entrar a gobernar la Argentina, la pobreza era de un casi 55 por ciento, hoy los datos del INDEC volvieron a darla en baja, hay 441 mil personas que salen de la línea de pobreza. Todavía estamos en el infierno, es evidente, no se puede hacer todo de golpe, pero estamos en el 38,5 por ciento, casi un 17 por ciento menos en dos años es un número. Claro que nos duele el 38,5 por ciento, pero estamos avanzando.
Respecto de la indigencia, cuando me tocó entrar a gobernar era del 27 por ciento y ahora estamos en el 13,6, nos hemos ido a la mitad. Es decir que nos estamos acercando a los datos que teníamos antes de la crisis, estamos apenas a dos puntos.
Son avances que van logrando todos los argentinos, paso a paso, con aciertos, corrigiendo errores, estando siempre atentos y trabajando permanentemente para seguir recuperando este país que, gracia a Dios, está mostrando un muy buen índice de crecimiento, está mostrando las bajas en el desempleo, también está mostrando un paulatino mejoramiento en la distribución del ingreso. Me gustaría que fuera más rápido, pero no se puede superar en muy poco tiempo lo que llevó tanto tiempo destruir.
Además, quiero decirle a todos los amigos y amigas de Tandil que muchas gracias por estar aquí, están en su casa, que estamos absolutamente dispuestos a seguir trabajando con el señor Intendente y su pueblo permanentemente.
Creo que el sentido arcaico de querer revivir este país por la visión partidaria, nos trajo muchísimos dolores de cabeza. Está bien que la gente tenga sus ideas, es bárbaro, nos gusta vivir en pluralidad, en democracia y demás, pero cuando tenemos la responsabilidad de gobernar, tenemos que estar por arriba de cualquier circunstancia y pesar que en nuestro paso por este tiempo histórico, tanto el señor Intendente como a mí, que hoy me toca ser presidente de los argentinos, nos van medir por las cosas que hayamos podido hacer por la ciudad y la comunidad. Creo que en eso tenemos una comunidad de objetivos total, no hay ninguna diferencia en absoluto y juntos vamos a trabajar, es lo que corresponde, para que cuando ustedes se acuerden del tiempo de esta historia, se acuerden que hubo hombres comunes, con aciertos y con errores, que trataron de corregir todos los errores que tenían pero que, fundamentalmente, querían trabajar por la gente y por la sociedad.
Muchísimas gracias. (Aplausos)
Llegando a Tandil, alguien al que hoy circunstancialmente le toca ser el Presidente de los argentinos en este tiempo de la historia, pero también, como a mi querido amigo Lunghi fui intendente, me tocó serlo de la Capital de mi provincia, empezamos a conversar de las distintas obras, de las necesidades. Y cuando uno es intendente es muy detallista, uno sale con el auto a andar por la ciudad y hay un bache, y ya sale a buscar al obrador, va al corralón municipal, porque el intendente es el que tiene el contacto directo con la gente, el que recibe la primer crítica, el que recibe la primer queja. Uno se vuelve realmente…Siempre me dice Cristina “vos vas a terminar…”. Bah, por ahí terminé así, pero…Uno escucha que el pavimento, que los baches, que el tema de las inundaciones, que el problema de terrenos, de mensuras, etcétera. Yo fui intendente y sé cómo es.
Empezamos a conversar y me explicó -y eso es lo importante, el diálogo permanente- el problema de las cloacas y el tema de la planta de agua. Le dije “empecemos a hacer el proyecto”, “ya está listo” me dijo, palabras más o menos esto es lo que estábamos conversando. Le digo “le pido disculpas por no haber traído esta obra de la que ya estaba el proyecto, y espero que tenga la bondad de visitarnos en la casa de todos los argentinos –ustedes están acá y es un tremendo placer que estén- para resolver este tema y poder firmar este convenio, para no perder tiempo y sacarlo rápidamente adelante”.
Empezamos a trabajar, y en el caso de la planta de cloacas, que es una obra de 17 millones aproximadamente, que dura 18 meses, la tenemos que estar licitando, López, en 15 días. Tomé la palabra y la voy a cumplir. (Aplausos)
Voy a estar para la inauguración, va a ser un tremendo placer porque habremos saldado una asignatura pendiente muy importante, vital para la calidad de vida de la gente, del pueblo.
Les aseguro que me cuesta creer a veces que acá, a kilómetros del Obelisco, en Ituzaingo, un pueblo de la provincia Buenos Aires, que no haya agua y cloacas. Está bien, había un proceso muy difícil que lo hemos sufrido todos los argentinos, pero también creo que hubo un bajar de brazos de la dirigencia. No puede ser, son cosas fundamentales, centrales, esenciales.
El tema de aguas, cuyo proyecto es de 13 millones, lo tenemos que hacer, primero. Cuando termine el proyecto, licitamos y cumplimos también con la obra como corresponde. Así que, ahora depende del secretario de Obras Públicas y del secretario de Obras Públicas de la Municipalidad y del ENOSA.
Estoy realmente contento de poder compartir este día con usted, señor Intendente, y con los queridos amigos y también quiero decirle a los argentinos, aprovechando que estamos con todos los amigos de las distintas entidades de Tandil, que hoy también seguimos avanzando en ganarle la lucha a la pobreza. Cuando me tocó entrar a gobernar la Argentina, la pobreza era de un casi 55 por ciento, hoy los datos del INDEC volvieron a darla en baja, hay 441 mil personas que salen de la línea de pobreza. Todavía estamos en el infierno, es evidente, no se puede hacer todo de golpe, pero estamos en el 38,5 por ciento, casi un 17 por ciento menos en dos años es un número. Claro que nos duele el 38,5 por ciento, pero estamos avanzando.
Respecto de la indigencia, cuando me tocó entrar a gobernar era del 27 por ciento y ahora estamos en el 13,6, nos hemos ido a la mitad. Es decir que nos estamos acercando a los datos que teníamos antes de la crisis, estamos apenas a dos puntos.
Son avances que van logrando todos los argentinos, paso a paso, con aciertos, corrigiendo errores, estando siempre atentos y trabajando permanentemente para seguir recuperando este país que, gracia a Dios, está mostrando un muy buen índice de crecimiento, está mostrando las bajas en el desempleo, también está mostrando un paulatino mejoramiento en la distribución del ingreso. Me gustaría que fuera más rápido, pero no se puede superar en muy poco tiempo lo que llevó tanto tiempo destruir.
Además, quiero decirle a todos los amigos y amigas de Tandil que muchas gracias por estar aquí, están en su casa, que estamos absolutamente dispuestos a seguir trabajando con el señor Intendente y su pueblo permanentemente.
Creo que el sentido arcaico de querer revivir este país por la visión partidaria, nos trajo muchísimos dolores de cabeza. Está bien que la gente tenga sus ideas, es bárbaro, nos gusta vivir en pluralidad, en democracia y demás, pero cuando tenemos la responsabilidad de gobernar, tenemos que estar por arriba de cualquier circunstancia y pesar que en nuestro paso por este tiempo histórico, tanto el señor Intendente como a mí, que hoy me toca ser presidente de los argentinos, nos van medir por las cosas que hayamos podido hacer por la ciudad y la comunidad. Creo que en eso tenemos una comunidad de objetivos total, no hay ninguna diferencia en absoluto y juntos vamos a trabajar, es lo que corresponde, para que cuando ustedes se acuerden del tiempo de esta historia, se acuerden que hubo hombres comunes, con aciertos y con errores, que trataron de corregir todos los errores que tenían pero que, fundamentalmente, querían trabajar por la gente y por la sociedad.
Muchísimas gracias. (Aplausos)