Hermanos y hermanas: para mí hoy, les puedo asegurar de corazón, ver estas viviendas que se están levantando, con manos de trabajadores y trabajadoras que vuelven a trabajar, que vuelven a creer en la familia, que vuelven a soñar con la casa propia, me hace palpitar fuertemente el corazón y aumentar el compromiso. Yo les vengo a entregar mi corazón, les vengo a entregar mi espíritu, les vengo a entregar todo. Quiero trabajar con ustedes y seguir haciendo las obras que tenemos que llevar adelante. (Aplausos)
Quiero que lo vea toda la Argentina para que algunos que viven sentados en sillones muy cómodos y dicen que los argentinos no están levantando viviendas de una punta a la otra. Acá están las viviendas, se puede recorrer la Patria que manos argentinas han vuelto a construir viviendas, y eso es muy importante.
Quiero decirles que los amo fuertemente, que los quiero mucho, que la Argentina se está jugando, que la vamos a cambiar, que no me van a hacer claudicar y que estoy de un solo lado, no tengo un pié acá y otro allá, no tengo una mejilla para un lado y la otra para el otro, tengo los dos ojos y el corazón en el pueblo argentino, en ustedes que son mis hermanos y mis hermanas, que me van a ayudar a construir otra Patria. (Aplausos)
SENADORA CRISTINA F. DE KIRCHNER.- Quiero decirles a todos y cada uno de ustedes, en esta hermosa mañana de sol, pero especialmente a mis compañeras de género, a las que veo con cascos amarillos, trabajando, que podemos ser tan fuertes y somos muchas veces más fuertes que ellos. Y no significa una crítica a los hombres, al contrario, significa que juntos, hombres y mujeres en familia, volvemos a reconstruir algo más que una vivienda, volvemos a construir la familia, la esperanza de que el mañana es posible.
Recién Mabel, que debe estar por ahí, una viuda con tres hijos, me decía “gracias por haberme devuelto la dignidad del trabajo”. Para vos Mabel y para todas las mabeles de la Argentina que quieren volver a trabajar, a construir familias, a construir dignidad y a construir orgullo, gracias porque estamos demostrando a todos los argentinos y a nosotros mismos que ser mejores y que cambiar es posible, lo estamos haciendo.
Vamos, no aflojemos y mucha fuerza, por Argentina y por todos nosotros. Gracias. (Aplausos
Quiero que lo vea toda la Argentina para que algunos que viven sentados en sillones muy cómodos y dicen que los argentinos no están levantando viviendas de una punta a la otra. Acá están las viviendas, se puede recorrer la Patria que manos argentinas han vuelto a construir viviendas, y eso es muy importante.
Quiero decirles que los amo fuertemente, que los quiero mucho, que la Argentina se está jugando, que la vamos a cambiar, que no me van a hacer claudicar y que estoy de un solo lado, no tengo un pié acá y otro allá, no tengo una mejilla para un lado y la otra para el otro, tengo los dos ojos y el corazón en el pueblo argentino, en ustedes que son mis hermanos y mis hermanas, que me van a ayudar a construir otra Patria. (Aplausos)
SENADORA CRISTINA F. DE KIRCHNER.- Quiero decirles a todos y cada uno de ustedes, en esta hermosa mañana de sol, pero especialmente a mis compañeras de género, a las que veo con cascos amarillos, trabajando, que podemos ser tan fuertes y somos muchas veces más fuertes que ellos. Y no significa una crítica a los hombres, al contrario, significa que juntos, hombres y mujeres en familia, volvemos a reconstruir algo más que una vivienda, volvemos a construir la familia, la esperanza de que el mañana es posible.
Recién Mabel, que debe estar por ahí, una viuda con tres hijos, me decía “gracias por haberme devuelto la dignidad del trabajo”. Para vos Mabel y para todas las mabeles de la Argentina que quieren volver a trabajar, a construir familias, a construir dignidad y a construir orgullo, gracias porque estamos demostrando a todos los argentinos y a nosotros mismos que ser mejores y que cambiar es posible, lo estamos haciendo.
Vamos, no aflojemos y mucha fuerza, por Argentina y por todos nosotros. Gracias. (Aplausos