Señor Gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán; señor Intendente municipal; señores ministros; señor vicegobernador; autoridades; amigos y hermanos Intendentes; pueblo de Formosa; amado pueblo de Formosa, feliz de estar nuevamente con ustedes, realmente feliz: yo también los quiero, con este corazón sureño, con todas mis fuerzas. Les quiero agradecer a los formoseños, que han tenido la gentileza de tener este vientito y esta temperatura. Soy un pingüino que está como en su casa, sin ningún tipo de problemas. (Aplausos).
Realmente me siento feliz de poder mirar a vuestros rostros y decirles que estoy cumpliendo con la palabra empeñada. Dije que íbamos a llevar un proyecto de recuperación y restauración histórica, de reivindicación histórica de Formosa cuando vine aquí en la campaña electoral, cuando muchos apenas me conocían, cuando algunos les costaba pronunciar mi nombre, cuando Gildo con todas sus fuerzas me apoyaba, cuando el corazón de Formosa me abrió la puerta, cuando los formoseños en las urnas me dieron ese apoyo incondicional, cuando vine por primera vez a Formosa. (Aplausos). Y hoy, que estoy por quinta vez en esta ciudad, que amo y siento como propia, le puedo decir a Formosa y a mi pueblo que estoy cumpliendo la palabra empeñada y que acá están las obras que prometimos. La realidad es la única verdad. (Aplausos).
Quiero decirles también que agradezco profundamente el apoyo del pueblo formoseño, no saben lo bien que me hace espiritualmente encontrarme con ustedes, miles y miles de formoseños, que como este Presidente y este Gobernador, sueñan con una Argentina que crezca, con una Argentina que le siga ganando la batalla a la indigencia, que le sigamos ganando la batalla a la pobreza, que sigamos bajando el desempleo, que venzamos la impunidad y la corrupción y que podamos construir un país para todos y no una Argentina para pocos, como fue hasta hace muy poco en nuestro querido país. (Aplausos).
Cuesta mucho dar la batalla contra algunos intereses en la Argentina y yo sé y ustedes se darán cuenta y cada día lo van a hacer, fundamentalmente de acá al 23 de octubre, lo van a hacer con más virulencia, me van a atacar, me van a seguir atacando, pero quédense tranquilos que hay un Presidente que no se le doblan las rodillas, junto al pueblo, siempre con el pueblo y todo por el pueblo. (Aplausos).
No nos van a poner de rodillas esta vez, llegó la hora de que en la Argentina demos la batalla definitiva contra la injusticia, que se terminen aquellos que han sido siempre débiles con los poderosos y fuertes con los débiles. Vamos a ayudar a los débiles y les vamos a pedir a los poderosos que colaboren con la Argentina. (Aplausos).
Hermanos yo les digo que vamos, y tenemos todas las posibilidades de hacer una Argentina absolutamente que mejore día tras día. Con los brazos abiertos queremos que nos acompañen todos los argentinos. Es hora de que la Argentina ponga su mayor esfuerzo en aquellos que más necesitan, es hora de ayudar a los que menos tienen, es hora de ayudar a los pequeños productores, a los trabajadores, a los pequeños empresarios, a la construcción de la clase media, a la construcción de la clase trabajadora y a la construcción de un país que contenga la fuerza y la identidad nacional. (Aplausos).
Es fundamental volver a premiar el trabajo, el fundamental que en cada familia se vuelva a recuperar la posibilidad de que el jefe de familia tenga el derecho al trabajo digno y esa batalla la vamos a ganar, la estamos ganando con esfuerzo y con dignidad. (Aplausos). Y algo que digo en cada lugar que voy: yo quiero volver a la Argentina cuando los padres sabían que miraban a sus hijos y sabían que sus hijos iban a estar mejor que ellos, no a la Argentina de los últimos años, de la década del 90 y principios del año 2000 cuando vi llorar a padres encanecidos sabiendo que sus hijos iban a estar peor que ellos. Vamos a dar vuelta a la taba y vamos a recuperar los tiempos más felices para que los padres puedan saber que sus hijos van a estar mejor que ellos.
El derecho al trabajo, a la universidad, el derecho a formarse, a tener igualdad de posibilidades, esa es la Argentina que queremos. Hermanos y hermanas formoseñas hemos venido a cumplir la palabra, estamos cumpliendo la palabra. Quiero para terminar decirles: ¡muchas gracias! ¡Levantemos la Patria, levantemos la bandera argentina, levantemos los corazones, levantemos nuestra dignidad nacional, levantemos nuestro sentido de justicia, levantemos el sentido de la dignidad! ¡Tomémonos de la mano y hagamos una Argentina Federal, profunda, digna y humana, con una profunda fe en Dios y una profunda fe en la justicia! Muchísimas gracias Formosa, gracias de corazón. Les dejo mi corazón sureño y pronto volveré a abrazarme con ustedes por un nuevo país. Muchísimas gracias.
Realmente me siento feliz de poder mirar a vuestros rostros y decirles que estoy cumpliendo con la palabra empeñada. Dije que íbamos a llevar un proyecto de recuperación y restauración histórica, de reivindicación histórica de Formosa cuando vine aquí en la campaña electoral, cuando muchos apenas me conocían, cuando algunos les costaba pronunciar mi nombre, cuando Gildo con todas sus fuerzas me apoyaba, cuando el corazón de Formosa me abrió la puerta, cuando los formoseños en las urnas me dieron ese apoyo incondicional, cuando vine por primera vez a Formosa. (Aplausos). Y hoy, que estoy por quinta vez en esta ciudad, que amo y siento como propia, le puedo decir a Formosa y a mi pueblo que estoy cumpliendo la palabra empeñada y que acá están las obras que prometimos. La realidad es la única verdad. (Aplausos).
Quiero decirles también que agradezco profundamente el apoyo del pueblo formoseño, no saben lo bien que me hace espiritualmente encontrarme con ustedes, miles y miles de formoseños, que como este Presidente y este Gobernador, sueñan con una Argentina que crezca, con una Argentina que le siga ganando la batalla a la indigencia, que le sigamos ganando la batalla a la pobreza, que sigamos bajando el desempleo, que venzamos la impunidad y la corrupción y que podamos construir un país para todos y no una Argentina para pocos, como fue hasta hace muy poco en nuestro querido país. (Aplausos).
Cuesta mucho dar la batalla contra algunos intereses en la Argentina y yo sé y ustedes se darán cuenta y cada día lo van a hacer, fundamentalmente de acá al 23 de octubre, lo van a hacer con más virulencia, me van a atacar, me van a seguir atacando, pero quédense tranquilos que hay un Presidente que no se le doblan las rodillas, junto al pueblo, siempre con el pueblo y todo por el pueblo. (Aplausos).
No nos van a poner de rodillas esta vez, llegó la hora de que en la Argentina demos la batalla definitiva contra la injusticia, que se terminen aquellos que han sido siempre débiles con los poderosos y fuertes con los débiles. Vamos a ayudar a los débiles y les vamos a pedir a los poderosos que colaboren con la Argentina. (Aplausos).
Hermanos yo les digo que vamos, y tenemos todas las posibilidades de hacer una Argentina absolutamente que mejore día tras día. Con los brazos abiertos queremos que nos acompañen todos los argentinos. Es hora de que la Argentina ponga su mayor esfuerzo en aquellos que más necesitan, es hora de ayudar a los que menos tienen, es hora de ayudar a los pequeños productores, a los trabajadores, a los pequeños empresarios, a la construcción de la clase media, a la construcción de la clase trabajadora y a la construcción de un país que contenga la fuerza y la identidad nacional. (Aplausos).
Es fundamental volver a premiar el trabajo, el fundamental que en cada familia se vuelva a recuperar la posibilidad de que el jefe de familia tenga el derecho al trabajo digno y esa batalla la vamos a ganar, la estamos ganando con esfuerzo y con dignidad. (Aplausos). Y algo que digo en cada lugar que voy: yo quiero volver a la Argentina cuando los padres sabían que miraban a sus hijos y sabían que sus hijos iban a estar mejor que ellos, no a la Argentina de los últimos años, de la década del 90 y principios del año 2000 cuando vi llorar a padres encanecidos sabiendo que sus hijos iban a estar peor que ellos. Vamos a dar vuelta a la taba y vamos a recuperar los tiempos más felices para que los padres puedan saber que sus hijos van a estar mejor que ellos.
El derecho al trabajo, a la universidad, el derecho a formarse, a tener igualdad de posibilidades, esa es la Argentina que queremos. Hermanos y hermanas formoseñas hemos venido a cumplir la palabra, estamos cumpliendo la palabra. Quiero para terminar decirles: ¡muchas gracias! ¡Levantemos la Patria, levantemos la bandera argentina, levantemos los corazones, levantemos nuestra dignidad nacional, levantemos nuestro sentido de justicia, levantemos el sentido de la dignidad! ¡Tomémonos de la mano y hagamos una Argentina Federal, profunda, digna y humana, con una profunda fe en Dios y una profunda fe en la justicia! Muchísimas gracias Formosa, gracias de corazón. Les dejo mi corazón sureño y pronto volveré a abrazarme con ustedes por un nuevo país. Muchísimas gracias.