Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires, querido amigo Felipe Solá; señor Intendente Municipal de Campana, querido amigo Varela, trabajador, comprometido y luchador con su pueblo, me hace acordar a aquellos tiempos en que me tocó ser intendente de Río Gallegos, peleando por su ciudad como corresponde que es muy importante (Aplausos); señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; señores intendentes; señores legisladores; señoras y señores: nuevamente estamos en Campana, es para mí un profundo honor compartir con ustedes otro día de trabajo. Venimos a cumplir la palabra empeñada, las horas de trabajo que llevamos adelante con el querido intendente de Campana lo están justificando tanto a nivel provincial como a nivel nacional. De un presupuesto aproximado de 40 millones de pesos que tiene la Intendencia de Campana, hoy solamente desde el Gobierno Nacional venimos con 460 millones de pesos de inversión para obras básicas, viviendas, “Agua + Trabajo”, las rutas que Campana necesita, y esto genera trabajo, dinamismo económico, crecimiento económico de esta querida localidad de Campana.
A mí me parece un sueño poder estar anunciando esto en Campana, si miro para atrás cuando me tocó asumir la conducción de República Argentina, cuando con apenas el 22 por ciento de los votos -porque no me dieron la oportunidad de que el pueblo pudiera ratificarme o no en una segunda- me dieron la llave de un despacho y tuve que asumir en una Argentina de aguas bravías, donde veníamos de una situación durísima en el 2001, donde la indigencia, la pobreza, el desempleo, la falta de inversión y los brazos caídos eran moneda cotidiana. Nos pusimos a trabajar, decía yo a mis más cercanos colaboradores en ese momento, minuto a minuto para poder avanzar día a día, y hoy lo hacemos hora a hora sin parar, para tratar de construir una Argentina diferente.
Cuando vemos que hemos avanzado en el mejoramiento de la justicia, cuando vemos que en la Argentina se terminó la impunidad, cuando vemos en la Argentina que los que violaron los derechos humanos son juzgados como corresponde sin que haya ninguna ley que lo impida; los que los violaron ayer, hoy y siempre, porque los derechos humanos no tienen un atrás ni tienen un después, los derechos humanos son algo permanente en una sociedad democrática como la nuestra, que los debe dejar definitivamente institucionalizados.
También cuando veo el mejoramiento de los índices de la indigencia y de la pobreza, el mejoramiento de los índices de desempleo. En agosto nuevamente el pueblo argentino verá que el desempleo sigue bajando cuando se anuncien las cifras, y cuando vean el desempleo de junio también se darán cuenta a qué nivel está bajando. (Aplausos)
Saben que baja porque hay inversión, porque el Estado también está invirtiendo, porque el modelo que estamos llevando adelante es reindustrializar el país, reconversión productiva, potencialización fuertemente de toda nuestra producción y también una visión neokeynesiana de fuerte inversión en obra pública, que para algunos antes era gasto público y para nosotros es justicia, equidad, trabajo, dinamización y movimiento de la economía. (Aplausos)
El mejoramiento de la recaudación, un Estado presente en la recaudación donde perseguimos como corresponde con la ley en la mano a los evasores. Es hora de que los que más tienen más paguen, que los que más tienen más responsabilidad tengan y los que mejor les va, que nos ponemos muy contentos de que les vaya bien, también cumplan con el fisco porque esa plata se la puede devolver al pueblo en las inversiones que necesitan los que menos tienen. (Aplausos)
También fijándonos seriamente en las políticas monopólicas y a veces en la cartelización que hacen algunos grupos económicos, por eso Defensa de la Competencia de nuestro Gobierno, a través del Ministerio de Economía, aplicó las sanciones más fuertes que se recuerden en mucho tiempo a un grupo de cementeras argentinas que se habían puesto de acuerdo en el precio para perjudicar al pueblo argentino; más de 100 millones de dólares de multa les aplicamos, cuidando el bolsillo de todos los argentinos. (Aplausos)
En la negociación de los intereses argentinos. Me dijeron durante mucho tiempo, y ustedes lo saben bien, por qué me ponía tan duro, por qué discutía con tanta firmeza y por qué no era un poquito más flexible en la defensa de los intereses argentinos. Si ustedes recuerdan les dije: “no voy a dejar las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno el día que me siente en el despacho de la Casa Rosada, no me interesa estar un solo minuto en la Casa de Gobierno si no los puedo mirar a los ojos por haber dejado las banderas que dije que iba a levantar en la puerta, porque estaría traicionando la voluntad y la fe del pueblo argentino, cosa que no estoy dispuesto a hacer bajo ningún aspecto”. (Aplausos) Por eso, en la negociación de la deuda privada argentina, de casi 100 mil millones de dólares, que la originaron hombres y mujeres que también son argentinos y viven en la Argentina, que aún siguen hablando y hablando, de distintos gobiernos, que se profundizó en la década del ´90 pero se empezó a consolidar a partir de 1976, nosotros dijimos que el pueblo argentino para poder salir de la situación en que está puede hacer frente con responsabilidad y cumplir con un 25 por ciento de esa deuda y que íbamos a hacer una quita del 75 por ciento. Me dijeron que estaba loco, que no conocía los mercados internacionales, que nunca en la historia del mundo se había dado una operación de este tipo de tal magnitud. Ahora que la vayan escribiendo, ya se dio una en la historia del mundo porque Argentina lo logró (aplausos) y logramos ahorrar 67.000 millones de dólares que caían sobre las espaldas de todos los argentinos.
Con el Fondo Monetario Internacional igual. Queremos desendeudarnos, no queremos deberle más al Fondo; queremos tener políticas independientes y estamos tratando de salir de ese endeudamiento, porque no puede ser que por el endeudamiento que tengamos con el Fondo éste nos quiera imponer las políticas internas y externas que la Argentina tiene que llevar adelante. Este es un país soberano, nos vamos a desendeudar paso a paso y aún en este momento de endeudamiento que tenemos y del que estamos tratando de salir, tampoco vamos a resignar a aplicar las políticas que la Argentina necesita. Primero la Argentina, primero los argentinos, primero la Patria, primero esa bandera que mueven ustedes, primero un país para todos y con todos. (Aplausos)
La aplicación de políticas sociales, la aplicación como polea transformadora de la historia y de la sociedad del factor trabajo, como les explicaba recién. En la Argentina sabemos que muchas veces hay que recurrir a políticas sociales coyunturales, pero queremos generar políticas sociales estratégicas como los microemprendimientos, planes como el Manos a la Obra y fundamentalmente devolver a los argentinos un derecho inalienable que es el derecho al trabajo, que es el elemento central y esencial en la recuperación de la justicia y la dignidad. (Aplausos) Por eso hemos logrado bajar, gracias a Dios, muchísimos puntos el desempleo.
También la política de vivienda, que es una política central. En estas horas estamos terminando de firmar contratos por más de 120.000 viviendas en toda la Argentina, más de 600.000 puestos de trabajo directos, casi 1.200.000 puestos de trabajo indirectos. Hace años que en la Argentina no se llevaba una política de viviendas así, pero nosotros sabemos que eso da trabajo, mueve la economía y el hogar, el techo propio, donde el sueño del amor de la familia se consolida, es central y esencial para llevarlo adelante. (Aplausos)
Ustedes escucharon hace pocas horas que la construcción en la Argentina subió desde el mes de junio del año pasado a éste el 12,8; de año a año el 8,2; de mes a mes, de mayo a junio, el 1,7; y es la suba en la actividad de la construcción más importante de los últimos 7 años. Es decir que la Argentina se va reactivando fuertemente y los números lo van marcando con absoluta claridad. Este país que tuvo tantos años de recesión creció el 8,8 en el 2003, creció el 9 en el 2004 y si Dios quiere vamos a crecer el 7 o arriba del 7 en el 2005; tres años consecutivos que la economía argentina está en permanente crecimiento. (Aplausos)
Entonces, si analizamos crecimiento, baja de la indigencia, baja de la pobreza, baja del desempleo, crecimiento del poder adquisitivo de la sociedad –a pesar de que aún estamos retrasados pero vamos mejorando paso a paso-, crecimiento del consumo, inversiones claras y concretas que van quedando a la luz del día y la reindustrialización del país, el mejoramiento de las exportaciones, el mejoramiento de la recaudación, todo esto que hemos logrado en apenas dos años y dos meses, por qué –a ustedes y a todos los que nos escuchan y nos miran- si hemos logrado esto con tanto esfuerzo, yo no pido que me sigan, les pido que me ayuden a seguir consolidando esto. Aquí hemos logrado todo esto, argentinos y argentinas por favor ayúdenme a lograr un país distinto, ayúdenme a que el país siga cambiando, ayúdenme a que los argentinos vuelvan a mover esas banderitas con alegría, ayúdenme a seguir consolidando el crecimiento, ayúdenme a seguir consolidando la justicia, ayúdenme a seguir castigando a la corrupción, ayúdenme a luchar contra la impunidad, ayúdenme a luchar por el empleo. Lo único que estoy pidiendo es que me ayuden, porque soy un ser humano, un hombre común como me ven, con aciertos y errores, que solo no puedo, claro que no puedo, pero sé que de la mano de ustedes, de la mano de los hombres y las mujeres de Campana y de los hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires, de los hombres y mujeres de la patria, vamos a construir el país que todos nosotros nos merecemos.
Por eso, para ir terminando, como dice Cristina, sintámonos fanáticamente argentinos, apasionadamente argentinos, vamos a construir otra patria entre todos. Muchas gracias Campana, muchas gracias señor Gobernador, muchas gracias señor Intendente, muchas gracias pueblo de la provincia de Buenos Aires, gracias por mover esas banderas, gracias por creer en la patria, gracias por sentirse argentinos, gracias por decirle al mundo que vamos a ser capaces de volver a darle a la Argentina la gloria de su historia. Muchísimas gracias. (Aplausos)
A mí me parece un sueño poder estar anunciando esto en Campana, si miro para atrás cuando me tocó asumir la conducción de República Argentina, cuando con apenas el 22 por ciento de los votos -porque no me dieron la oportunidad de que el pueblo pudiera ratificarme o no en una segunda- me dieron la llave de un despacho y tuve que asumir en una Argentina de aguas bravías, donde veníamos de una situación durísima en el 2001, donde la indigencia, la pobreza, el desempleo, la falta de inversión y los brazos caídos eran moneda cotidiana. Nos pusimos a trabajar, decía yo a mis más cercanos colaboradores en ese momento, minuto a minuto para poder avanzar día a día, y hoy lo hacemos hora a hora sin parar, para tratar de construir una Argentina diferente.
Cuando vemos que hemos avanzado en el mejoramiento de la justicia, cuando vemos que en la Argentina se terminó la impunidad, cuando vemos en la Argentina que los que violaron los derechos humanos son juzgados como corresponde sin que haya ninguna ley que lo impida; los que los violaron ayer, hoy y siempre, porque los derechos humanos no tienen un atrás ni tienen un después, los derechos humanos son algo permanente en una sociedad democrática como la nuestra, que los debe dejar definitivamente institucionalizados.
También cuando veo el mejoramiento de los índices de la indigencia y de la pobreza, el mejoramiento de los índices de desempleo. En agosto nuevamente el pueblo argentino verá que el desempleo sigue bajando cuando se anuncien las cifras, y cuando vean el desempleo de junio también se darán cuenta a qué nivel está bajando. (Aplausos)
Saben que baja porque hay inversión, porque el Estado también está invirtiendo, porque el modelo que estamos llevando adelante es reindustrializar el país, reconversión productiva, potencialización fuertemente de toda nuestra producción y también una visión neokeynesiana de fuerte inversión en obra pública, que para algunos antes era gasto público y para nosotros es justicia, equidad, trabajo, dinamización y movimiento de la economía. (Aplausos)
El mejoramiento de la recaudación, un Estado presente en la recaudación donde perseguimos como corresponde con la ley en la mano a los evasores. Es hora de que los que más tienen más paguen, que los que más tienen más responsabilidad tengan y los que mejor les va, que nos ponemos muy contentos de que les vaya bien, también cumplan con el fisco porque esa plata se la puede devolver al pueblo en las inversiones que necesitan los que menos tienen. (Aplausos)
También fijándonos seriamente en las políticas monopólicas y a veces en la cartelización que hacen algunos grupos económicos, por eso Defensa de la Competencia de nuestro Gobierno, a través del Ministerio de Economía, aplicó las sanciones más fuertes que se recuerden en mucho tiempo a un grupo de cementeras argentinas que se habían puesto de acuerdo en el precio para perjudicar al pueblo argentino; más de 100 millones de dólares de multa les aplicamos, cuidando el bolsillo de todos los argentinos. (Aplausos)
En la negociación de los intereses argentinos. Me dijeron durante mucho tiempo, y ustedes lo saben bien, por qué me ponía tan duro, por qué discutía con tanta firmeza y por qué no era un poquito más flexible en la defensa de los intereses argentinos. Si ustedes recuerdan les dije: “no voy a dejar las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno el día que me siente en el despacho de la Casa Rosada, no me interesa estar un solo minuto en la Casa de Gobierno si no los puedo mirar a los ojos por haber dejado las banderas que dije que iba a levantar en la puerta, porque estaría traicionando la voluntad y la fe del pueblo argentino, cosa que no estoy dispuesto a hacer bajo ningún aspecto”. (Aplausos) Por eso, en la negociación de la deuda privada argentina, de casi 100 mil millones de dólares, que la originaron hombres y mujeres que también son argentinos y viven en la Argentina, que aún siguen hablando y hablando, de distintos gobiernos, que se profundizó en la década del ´90 pero se empezó a consolidar a partir de 1976, nosotros dijimos que el pueblo argentino para poder salir de la situación en que está puede hacer frente con responsabilidad y cumplir con un 25 por ciento de esa deuda y que íbamos a hacer una quita del 75 por ciento. Me dijeron que estaba loco, que no conocía los mercados internacionales, que nunca en la historia del mundo se había dado una operación de este tipo de tal magnitud. Ahora que la vayan escribiendo, ya se dio una en la historia del mundo porque Argentina lo logró (aplausos) y logramos ahorrar 67.000 millones de dólares que caían sobre las espaldas de todos los argentinos.
Con el Fondo Monetario Internacional igual. Queremos desendeudarnos, no queremos deberle más al Fondo; queremos tener políticas independientes y estamos tratando de salir de ese endeudamiento, porque no puede ser que por el endeudamiento que tengamos con el Fondo éste nos quiera imponer las políticas internas y externas que la Argentina tiene que llevar adelante. Este es un país soberano, nos vamos a desendeudar paso a paso y aún en este momento de endeudamiento que tenemos y del que estamos tratando de salir, tampoco vamos a resignar a aplicar las políticas que la Argentina necesita. Primero la Argentina, primero los argentinos, primero la Patria, primero esa bandera que mueven ustedes, primero un país para todos y con todos. (Aplausos)
La aplicación de políticas sociales, la aplicación como polea transformadora de la historia y de la sociedad del factor trabajo, como les explicaba recién. En la Argentina sabemos que muchas veces hay que recurrir a políticas sociales coyunturales, pero queremos generar políticas sociales estratégicas como los microemprendimientos, planes como el Manos a la Obra y fundamentalmente devolver a los argentinos un derecho inalienable que es el derecho al trabajo, que es el elemento central y esencial en la recuperación de la justicia y la dignidad. (Aplausos) Por eso hemos logrado bajar, gracias a Dios, muchísimos puntos el desempleo.
También la política de vivienda, que es una política central. En estas horas estamos terminando de firmar contratos por más de 120.000 viviendas en toda la Argentina, más de 600.000 puestos de trabajo directos, casi 1.200.000 puestos de trabajo indirectos. Hace años que en la Argentina no se llevaba una política de viviendas así, pero nosotros sabemos que eso da trabajo, mueve la economía y el hogar, el techo propio, donde el sueño del amor de la familia se consolida, es central y esencial para llevarlo adelante. (Aplausos)
Ustedes escucharon hace pocas horas que la construcción en la Argentina subió desde el mes de junio del año pasado a éste el 12,8; de año a año el 8,2; de mes a mes, de mayo a junio, el 1,7; y es la suba en la actividad de la construcción más importante de los últimos 7 años. Es decir que la Argentina se va reactivando fuertemente y los números lo van marcando con absoluta claridad. Este país que tuvo tantos años de recesión creció el 8,8 en el 2003, creció el 9 en el 2004 y si Dios quiere vamos a crecer el 7 o arriba del 7 en el 2005; tres años consecutivos que la economía argentina está en permanente crecimiento. (Aplausos)
Entonces, si analizamos crecimiento, baja de la indigencia, baja de la pobreza, baja del desempleo, crecimiento del poder adquisitivo de la sociedad –a pesar de que aún estamos retrasados pero vamos mejorando paso a paso-, crecimiento del consumo, inversiones claras y concretas que van quedando a la luz del día y la reindustrialización del país, el mejoramiento de las exportaciones, el mejoramiento de la recaudación, todo esto que hemos logrado en apenas dos años y dos meses, por qué –a ustedes y a todos los que nos escuchan y nos miran- si hemos logrado esto con tanto esfuerzo, yo no pido que me sigan, les pido que me ayuden a seguir consolidando esto. Aquí hemos logrado todo esto, argentinos y argentinas por favor ayúdenme a lograr un país distinto, ayúdenme a que el país siga cambiando, ayúdenme a que los argentinos vuelvan a mover esas banderitas con alegría, ayúdenme a seguir consolidando el crecimiento, ayúdenme a seguir consolidando la justicia, ayúdenme a seguir castigando a la corrupción, ayúdenme a luchar contra la impunidad, ayúdenme a luchar por el empleo. Lo único que estoy pidiendo es que me ayuden, porque soy un ser humano, un hombre común como me ven, con aciertos y errores, que solo no puedo, claro que no puedo, pero sé que de la mano de ustedes, de la mano de los hombres y las mujeres de Campana y de los hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires, de los hombres y mujeres de la patria, vamos a construir el país que todos nosotros nos merecemos.
Por eso, para ir terminando, como dice Cristina, sintámonos fanáticamente argentinos, apasionadamente argentinos, vamos a construir otra patria entre todos. Muchas gracias Campana, muchas gracias señor Gobernador, muchas gracias señor Intendente, muchas gracias pueblo de la provincia de Buenos Aires, gracias por mover esas banderas, gracias por creer en la patria, gracias por sentirse argentinos, gracias por decirle al mundo que vamos a ser capaces de volver a darle a la Argentina la gloria de su historia. Muchísimas gracias. (Aplausos)