Señor vicepresidente de la Nación; señores ministros e integrantes del Poder Ejecutivo; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señores Intendentes; señora Secretaria General de la Confederación General del Trabajo; señores legisladores; señores empresarios; señoras y señores: cuando empezamos con la ilusión de volver a poner en marcha la obra pública en la Argentina como un elemento fundamental en el plan de reconversión económica, conjuntamente con el proceso de reindustrialización y de fortalecimiento de la producción, muchos decían: “ ahí están, anuncian, anuncian, pero las obras dónde están”. Hay una fotito ahí, pero hay miles, decenas de miles de fotos, gracias a Dios, que se están multiplicando en toda la Argentina de las viviendas que se están haciendo. Pero esto, porqué lo quiero decir así. Esta es la teoría del pesimismo y pareciera ser que algunos trabajan para generar ese pesimismo permanente.
Obviamente que para poner en marcha una obra pública hay que anunciarla, hay que hacer la licitación, hay que adjudicarla, hay que firmar el contrato y hay que empezar la obra. Quienes se dedican a analizar esto tendrían que tenerlo absolutamente claro. Si hacen análisis con seriedad. Y lleva su tiempo para hacerlo con claridad, para que no haya problemas y, ahora, tienen la posibilidad – y Dios quiera que lo hagan porque eso nos mostraría un grado de objetividad muy importante de los que dicen esas cosas – que tomen sus cámaras y vayan a filmar en toda la Argentina, donde estamos pronto a estar construyendo, solamente con el Plan Federal, 120 mil viviendas, sumadas las cooperativas, sumadas la terminación de los planes FONAVI, que están llevando adelante los señores Gobernadores, sumadas las obras que llevan los propios Intendentes. Son miles de viviendas más que, evidentemente, ya están en marcha (Aplausos).
Seguramente dentro de algunos días o dentro de algún mes estaremos haciendo nuevos anuncios para seguir avanzando fuertemente en esta tarea de consolidar el derecho a la construcción de viviendas, a la esperanza de tener un techo propio. Hay que recuperar el optimismo; claro que venimos del más allá. Son dos años que estamos en el Gobierno y nos tocó entrar en una Argentina en llamas, con caída brutal de su PBI, un proceso devaluatorio muy fuerte, la esperanza caída, los argentinos se iban del país, muchísimos, decían que el último apague la luz. Y empezamos a remontar con el pesimismo de la mano y con los brazos caídos de muchos, pero con la fortaleza de ese pueblo argentino indomable, de que porque existan algunos dirigentes argentinos que no están a la altura de la historia, el pueblo estaba dispuesto a recuperar su protagonismo de crecimiento.
Y entonces, es ahora cuando los argentinos debemos consolidar y recuperar nuestra autoestima, que es fundamental. La Argentina tiene recursos económicos muy buenos, pero tiene recursos humanos espectaculares. Si nosotros logramos coordinar los recursos humanos con los económicos los resultados se van a seguir sucediendo.
Claro que un país al que le tocó pasar lo que le tocó pasar a la Argentina, evidentemente, va a llevar su tiempo de recuperación, pero seguimos creciendo muy bien; seguimos consolidando una administración absolutamente ordenada; seguimos consolidando el superávit fiscal primario; hemos hecho un canje de la deuda, que significó un ahorro de 67 mil millones de dólares para los argentinos; hemos basado el endeudamiento externo en la política de desendeudamiento que tenemos en forma permanente, constante y en forma muy pronunciada; hemos aumentado el consumo de los argentinos; hemos ido bajando la indigencia, la pobreza y el desempleo. Lo hemos ido logrando entre todos; hemos fomentado la inversión de forma permanente; hemos consolidado los índices de crecimiento. Esto es para sentirse bien, porque estamos avanzando.
Lógicamente que el cambio global, la profundización y la consolidación del país nos va a llevar más tiempo. Nada es mágico, no hay mandrakes. Hablar por ahí es muy fácil, concretarlo es muy difícil, pero nosotros lo estamos demostrando con realidades concretas, gracias al trabajo y a la fuerza de todos ustedes.
Fíjense en la inversión que se va a hacer en la provincia de Buenos Aires, hay pueblos en la provincia de Buenos Aires en los que hace años que no se hacían viviendas, y que conjuntamente con los municipios, el Gobierno provincial y el Nacional llegamos con ese derecho a la vivienda. Años en los que no se hacían obras públicas, años que no se los incorporaba a la realidad concreta del país, ni hablar del resto de la Argentina. Lo estamos haciendo en forma conjunta y solidaria entre todos.
Esto es cambiar culturalmente el país, esto es abrir las posibilidades. El trabajo se genera con inversión, con buena administración, y esto lo saben los que nos miran por televisión y los que están acá. No solamente con expresión de deseo o meras actitudes contestatarias, hay que tener actitudes creativas, imaginativas, decisión, coraje, tener capacidad transgresora, y no dejarse extorsionar ni presionar por ninguno de los sectores tradicionales que lo han hecho en la Argentina, ya sean de la política o de otros sectores de la sociedad, o las visiones corporativas que tanto daño han hecho.
Tienen futuro los argentinos, se los aseguro, que me sigan acompañando y ayudando con tanta firmeza. Se los agradezco con mucha fuerza, a ustedes y a los que me miran por televisión. No voy a dejar que me encadenen las ideas ni la voluntad de cambio. (Aplausos)
No mido mi futuro especulativamente, no me interesa ser parte de lo mismo, quiero ayudar a la Argentina junto con millones de argentinos, para que hagamos ese punto de inflexión, que está necesitando el país para cambiar definitivamente. Sin tener ningún tipo de compromisos partidarios equis que se prioricen sobre los intereses de los argentinos, mi compromiso es con el pueblo argentino por arriba de cualquier interés partidario. Esta es la realidad concreta, porque esto es lo que estamos necesitando los argentinos. Esta es la decisión clara, concreta y firme. (Aplausos)
Me siento con mucha fuerza, con unas ganas bárbaras de recorrer todos vuestros pueblos, de abrazarme con toda vuestra gente, de tomarme de la mano con todos ellos, para seguir llevando este país adelante, con todas las dificultades que se nos vayan cruzando. Pero sé que entre todos vamos a poder construir el ahora de la Argentina. Además les puedo asegurar que me siento muy feliz, porque yo también fui intendente, y sé lo que significan estas obras en sus pueblos, significan trabajo, dinamización, esperanza, significan que algunos trabajadores argentinos, a los que les hicieron bajar los brazos, puedan volver a recoger la pala, la brocha, la pintura, la madera, clavar con el martillo para que esta Argentina vuelva a respirar, a tener un trabajo digno, lo que es fundamental y vital para la recuperación de todos los argentinos. (Aplausos)
Por eso les agradezco profundamente vuestra presencia, y la verdad que el amigo que está allá, mostrando las fotos de las casas que han construido, me emociona profundamente, porque cuando uno empieza a soñar con todas estas cosas, poder abrir las puertas y estar junto a la familia, entrando a una nueva vivienda, uno sabe que cuando uno entra a una nueva vivienda es porque la mano de Dios ha llegado, que entra el amor, que entra el cariño, que entra la solidaridad, y que se consolida el grupo familiar. Que más queremos los argentinos que buscar eso, unidad, solidaridad, afianzamiento de la familia, consolidación de la esperanza y la conducción de un futuro que nos contenga a todos. Muchísimas gracias por estar con nosotros. (Aplausos)
Obviamente que para poner en marcha una obra pública hay que anunciarla, hay que hacer la licitación, hay que adjudicarla, hay que firmar el contrato y hay que empezar la obra. Quienes se dedican a analizar esto tendrían que tenerlo absolutamente claro. Si hacen análisis con seriedad. Y lleva su tiempo para hacerlo con claridad, para que no haya problemas y, ahora, tienen la posibilidad – y Dios quiera que lo hagan porque eso nos mostraría un grado de objetividad muy importante de los que dicen esas cosas – que tomen sus cámaras y vayan a filmar en toda la Argentina, donde estamos pronto a estar construyendo, solamente con el Plan Federal, 120 mil viviendas, sumadas las cooperativas, sumadas la terminación de los planes FONAVI, que están llevando adelante los señores Gobernadores, sumadas las obras que llevan los propios Intendentes. Son miles de viviendas más que, evidentemente, ya están en marcha (Aplausos).
Seguramente dentro de algunos días o dentro de algún mes estaremos haciendo nuevos anuncios para seguir avanzando fuertemente en esta tarea de consolidar el derecho a la construcción de viviendas, a la esperanza de tener un techo propio. Hay que recuperar el optimismo; claro que venimos del más allá. Son dos años que estamos en el Gobierno y nos tocó entrar en una Argentina en llamas, con caída brutal de su PBI, un proceso devaluatorio muy fuerte, la esperanza caída, los argentinos se iban del país, muchísimos, decían que el último apague la luz. Y empezamos a remontar con el pesimismo de la mano y con los brazos caídos de muchos, pero con la fortaleza de ese pueblo argentino indomable, de que porque existan algunos dirigentes argentinos que no están a la altura de la historia, el pueblo estaba dispuesto a recuperar su protagonismo de crecimiento.
Y entonces, es ahora cuando los argentinos debemos consolidar y recuperar nuestra autoestima, que es fundamental. La Argentina tiene recursos económicos muy buenos, pero tiene recursos humanos espectaculares. Si nosotros logramos coordinar los recursos humanos con los económicos los resultados se van a seguir sucediendo.
Claro que un país al que le tocó pasar lo que le tocó pasar a la Argentina, evidentemente, va a llevar su tiempo de recuperación, pero seguimos creciendo muy bien; seguimos consolidando una administración absolutamente ordenada; seguimos consolidando el superávit fiscal primario; hemos hecho un canje de la deuda, que significó un ahorro de 67 mil millones de dólares para los argentinos; hemos basado el endeudamiento externo en la política de desendeudamiento que tenemos en forma permanente, constante y en forma muy pronunciada; hemos aumentado el consumo de los argentinos; hemos ido bajando la indigencia, la pobreza y el desempleo. Lo hemos ido logrando entre todos; hemos fomentado la inversión de forma permanente; hemos consolidado los índices de crecimiento. Esto es para sentirse bien, porque estamos avanzando.
Lógicamente que el cambio global, la profundización y la consolidación del país nos va a llevar más tiempo. Nada es mágico, no hay mandrakes. Hablar por ahí es muy fácil, concretarlo es muy difícil, pero nosotros lo estamos demostrando con realidades concretas, gracias al trabajo y a la fuerza de todos ustedes.
Fíjense en la inversión que se va a hacer en la provincia de Buenos Aires, hay pueblos en la provincia de Buenos Aires en los que hace años que no se hacían viviendas, y que conjuntamente con los municipios, el Gobierno provincial y el Nacional llegamos con ese derecho a la vivienda. Años en los que no se hacían obras públicas, años que no se los incorporaba a la realidad concreta del país, ni hablar del resto de la Argentina. Lo estamos haciendo en forma conjunta y solidaria entre todos.
Esto es cambiar culturalmente el país, esto es abrir las posibilidades. El trabajo se genera con inversión, con buena administración, y esto lo saben los que nos miran por televisión y los que están acá. No solamente con expresión de deseo o meras actitudes contestatarias, hay que tener actitudes creativas, imaginativas, decisión, coraje, tener capacidad transgresora, y no dejarse extorsionar ni presionar por ninguno de los sectores tradicionales que lo han hecho en la Argentina, ya sean de la política o de otros sectores de la sociedad, o las visiones corporativas que tanto daño han hecho.
Tienen futuro los argentinos, se los aseguro, que me sigan acompañando y ayudando con tanta firmeza. Se los agradezco con mucha fuerza, a ustedes y a los que me miran por televisión. No voy a dejar que me encadenen las ideas ni la voluntad de cambio. (Aplausos)
No mido mi futuro especulativamente, no me interesa ser parte de lo mismo, quiero ayudar a la Argentina junto con millones de argentinos, para que hagamos ese punto de inflexión, que está necesitando el país para cambiar definitivamente. Sin tener ningún tipo de compromisos partidarios equis que se prioricen sobre los intereses de los argentinos, mi compromiso es con el pueblo argentino por arriba de cualquier interés partidario. Esta es la realidad concreta, porque esto es lo que estamos necesitando los argentinos. Esta es la decisión clara, concreta y firme. (Aplausos)
Me siento con mucha fuerza, con unas ganas bárbaras de recorrer todos vuestros pueblos, de abrazarme con toda vuestra gente, de tomarme de la mano con todos ellos, para seguir llevando este país adelante, con todas las dificultades que se nos vayan cruzando. Pero sé que entre todos vamos a poder construir el ahora de la Argentina. Además les puedo asegurar que me siento muy feliz, porque yo también fui intendente, y sé lo que significan estas obras en sus pueblos, significan trabajo, dinamización, esperanza, significan que algunos trabajadores argentinos, a los que les hicieron bajar los brazos, puedan volver a recoger la pala, la brocha, la pintura, la madera, clavar con el martillo para que esta Argentina vuelva a respirar, a tener un trabajo digno, lo que es fundamental y vital para la recuperación de todos los argentinos. (Aplausos)
Por eso les agradezco profundamente vuestra presencia, y la verdad que el amigo que está allá, mostrando las fotos de las casas que han construido, me emociona profundamente, porque cuando uno empieza a soñar con todas estas cosas, poder abrir las puertas y estar junto a la familia, entrando a una nueva vivienda, uno sabe que cuando uno entra a una nueva vivienda es porque la mano de Dios ha llegado, que entra el amor, que entra el cariño, que entra la solidaridad, y que se consolida el grupo familiar. Que más queremos los argentinos que buscar eso, unidad, solidaridad, afianzamiento de la familia, consolidación de la esperanza y la conducción de un futuro que nos contenga a todos. Muchísimas gracias por estar con nosotros. (Aplausos)