Señor gobernador de la provincia de Santa Fe, amigo Jorge Obeid; señor Intendente Municipal de Santa Fe, querido amigo, realmente estoy feliz y muy agradecido por la invitación para compartir con todos los santafesinos este día, muchas gracias. (Aplausos); señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; querida amiga señora vicegobernadora de la provincia, María Eugenia Bielsa (Aplausos); autoridades nacionales, provinciales, municipales; querida amiga secretaria de la Confederación General del Trabajo, Susana Rueda (Aplausos); queridos amigos legisladores nacionales, provinciales y también agradezco la presencia y el acompañamiento del senador Reutemann en este acto en la provincia de Santa Fe (Aplausos) y fundamentalmente queridos hermanos y hermanas de Santa Fe, muchas gracias por estar compartiendo este día con ustedes, realmente los abrazo fuertemente (Aplausos).
Estamos no en un tiempo cualquiera; les voy a hablar como sureño, como argentino y sin hipocresías, como me gusta hablar con los argentinos, por más que esto a algunos les moleste. En primer lugar, les quiero decir que yo no vine a sentarme al sillón de Presidente para gozar de los honores ni para tratar de moverme en base a los intereses que allí pueden dar vuelta. Vine por ideas, vine por convicciones, me vine a jugar junto al pueblo argentino por una patria distinta. (Aplausos)
No me interesa estar un solo segundo más allí, si para estar allí tengo que transigir las convicciones en la defensa de los derechos de los argentinos que sufren, de los argentinos que fueron golpeados ferozmente por ese proceso económico de concentración económica.
Yo no quiero el orden de los cementerios, quiero un pueblo que viva, que fluya, que reclame si es necesario por sus derechos y sus conquistas. (Aplausos. Quiero empresarios nacionales que construyan la economía de producción, trabajo e industria; quiero volver a ver florecer a la clase media argentina con esa movilidad ascendente que fue un elemento transformador de cambio fundamental y quiero que se reconstruya con derechos, que se reconstruya preparándola, que se reconstruya con derecho al trabajo la gloriosa clase trabajadora argentina. (Aplausos)
Por eso, los argentinos tenemos que aprender a defender lo nuestro. Cuando discuto con Brasil defendiendo la producción argentina, hay algunos analistas de la realidad que me tratan de mal educado, y yo digo, tan cortesanos de los intereses distintos a los argentinos se han vuelto, que cuando defendemos los intereses de la patria nos dicen mal educados. Pues seré mal educado toda mi vida, pero voy a defender los intereses de esta querida Argentina permanentemente. (Aplausos)
Cuando nos ponemos de frente y hacemos como hicimos el canje de la deuda y ahorramos los 60.000 millones de dólares por primera vez en la historia argentina, también muchas veces nos dejaron solos porque creían que no íbamos a llegar, y mal les pese demostramos que cuando se negocia con fuerza, dignidad y decencia, la Argentina puede ganar y la Argentina ganó en esa negociación. (Aplausos)
Ahora que entra a mejorar el clima de inversión en la Argentina, vuelven a aparecer por allí muchos capitales que pueden ser golondrinas. En el día de hoy, para que no nos pase nunca más lo que nos pasó en la década del ´90, para que no nos pase el tema del “corralito”, cada capital que entre en la Argentina tendrá que dejar el 30 por ciento de encaje para darnos la seguridad que no se va mañana. (Aplausos), y sí abrimos la posibilidad de aquellos que quieran repatriar sus capitales para llevarlo al trabajo y la producción; ellos tendrán todas las posibilidades de hacerlo.
Tenemos que profundizar el desendeudamiento con el Fondo. Necesitamos tener las manos libres para hacer políticas de fondo en la Argentina, entonces este Gobierno que ha decidido no aceptar más condicionamientos, si quiere el Fondo un acuerdo con la Argentina, tiene que hacer un acuerdo para el crecimiento y no para el achique; un acuerdo para el crecimiento, para adelante, para el achique ni hablar. (Aplausos)
También se oponen y se enojan cuando yo pido el apoyo del pueblo argentino, se enojan cuando tiendo mis manos para tocarlos y besarlos. Les puedo asegurar que cada vez que los toco y los beso, siento ese apoyo hermoso, el cariño y el afecto que me dice “dale para adelante que vamos juntos, no tengas miedo que está el pueblo ayudándote”. Siento ese respaldo y ese cariño que me da una gran fortaleza. (Aplausos) Pero, como siempre, los intereses quieren alejar a los presidentes del pueblo y entre los intereses y el pueblo, no tengo ninguna duda, estoy al lado del pueblo argentino dándole el lugar que corresponde a los intereses, custodiado por este pueblo argentino. (Aplausos)
Cuando digo que hay que terminar con las hipocresías, yo solo no puedo, la Argentina todavía está en el infierno, se está levantando de a poco, pero apenas llevamos 2 años de reconstrucción; yo necesito que los legisladores nacionales me acompañen. No me sirve que me vayan a dar un beso y un abrazo y me digan: “está bien lo que estás haciendo”; independientemente de qué partido sean, les pido que me acompañen, porque si me dicen “estamos de acuerdo con lo que estás haciendo” y me votan en contra como les pasa a legisladores de otros partidos, no me están ayudando votando todo en contra, cuando la Argentina necesita la actitud solidaria y permanente para ir adelante. (Aplausos)
Entonces sinceremos, si se quiere ayudar al cambio de la Argentina hay que ayudar, hay que jugarse, hay que dejar de especular, hay que dejar de hacer el doble discurso, o estamos en la vereda ancha de la reconstrucción de la Patria, o estamos en la especulación de una candidatura; llamo a los argentinos a la vereda ancha que es la vereda de la Patria para consolidar el país que nosotros necesitamos. (Aplausos)
También me dicen que soy un imprudente institucional cuando digo que el 23 de octubre necesito que el pueblo argentino me acompañe. Ustedes ni imaginan, escúchenme bien, las cosas me hicieron diciendo que yo tenía nada más que el 22 por ciento de los votos, que era un Presidente débil, que era esto, que era lo otro, que era aquello. Se imaginan si el 23 de octubre los intereses de los que quieren que la Argentina vuelva a las manos de siempre, logran que la elección no sea satisfactoria, ¿cómo voy a hacer yo para gobernar? Tratan de esconderse en ese sentido, cómo va a decir, qué antidemocrático es que dice que se plebiscita la gestión. No voy a hacer autista como aquel presidente que se escapó en helicóptero de la Casa Rosada, que decía que no iba a elección. (Aplausos). Acá el 23 de octubre no se vota ni por un concejal más ni por un concejal menos, ni por un diputado más ni un diputado memos, el 23 de octubre se vota por la consolidación de este proyecto nacional, transformador de la Argentina o por la vuelta al pasado. No hay alternativas en el medio, esta es la realidad concreta y ustedes lo ven. Miren como han aparecido juntándose el otro día, aquel que fue ministro de economía por pocos días y que la receta que tenía era sacarle plata a la universidad, bajar los sueldos, sacarle plata a las provincias, y ahora nos viene a decir que quiere construir la nueva Argentina. Es la nueva cara que tienen los intereses de la destrucción del país, para ver si pueden volver a tomar la iniciativa.
Por eso el 23 de octubre se juega el modelo de Nación o volver a consolidar el proyecto que arruinó a la Argentina en los años 90. Yo convoco a los argentinos a consolidar el proyecto de la Nación con identidad nacional, con inclusión social, la lucha contra la indigencia, contra la pobreza y para la construcción del empleo. (Aplausos)
Tengamos buena memoria, argentinos, para no repetir los daños del pasado. Siempre voy a levantar la bandera de la lucha por la justicia, la lucha contra la impunidad, el respeto a los derechos humanos, la claridad en los procedimientos y también, le pido a todo el pueblo argentino la permanente lucha contra la corrupción, porque también es un obstáculo para cambiar el país. Esto es central, que estemos permanentemente alerta. (Aplausos)
Vengo por octava vez a la provincia de Santa Fe y voy a seguir viniendo cada vez que me inviten. Vengo a trabajar, a aportar y a construir un país federal, la Argentina debe ser un país federal, Santa Fe es un ejemplo del federalismo. Pero también vengo por octava vez a decirles a los santafesinos que tenemos que honrar y volver a sentirnos orgullosos de ser argentinos. Tenemos que recuperar la autoestima, basta de que somos los peores del mundo, tuvimos los peores dirigentes del mundo, pero tenemos el mejor pueblo del mundo que está dispuesto a levantarse con todas sus fuerzas. (Aplausos)
Acá, en esta Universidad Tecnológica, tenemos que volver cuanto antes a poner en marcha las escuelas técnicas, las escuelas fábricas que les daba oficios a todos nuestros chicos y les daba la posibilidad de tener trabajo. (Aplausos)
Por eso queridos hermanos, sabemos lo que nos pasó, sabemos las cosas que nos sucedieron, sabemos cuales fueron los intereses, cuales fueron los rostros, sabemos quiénes vaciaron el país. Convoco a todos los argentinos, argentinos de todos los partidos, de todos los pensamientos, de todas las fuerzas gremiales y empresariales, en la pluralidad y el consenso, a darnos cuenta que tenemos que salir de la lucha corta para emprender la construcción de un campo nacional fuerte. No hay que tener miedo de hablar de lo nacional y de lo popular, no hay que tener miedo de hablar de justicia y equidad. Muchos, durante 15 años se acostumbraron al silencio, que los trabajadores para poder mantener su puesto tengan la boca absolutamente callada. Igual muchos lo perdieron. Y hoy cuando ven una movilización de trabajadores que salen a discutir con los empresarios una distribución más equitativa de la riqueza, racional y responsable, que no quiebra al empresario, pero que vaya haciendo mejorar de a poco al trabajador, algunos se ponen nerviosos y dicen “marco de conflictividad social” ¿Qué quieren, un pueblo apagado, sin esperanza? Es justo que el trabajador participe más en la distribución de la riqueza argentina, es justo y totalmente absoluto, razonable y responsable. (Aplausos)
Es justa la defensa también de nuestros empresarios nacionales y es justo que logremos la conciliación de los intereses, para generar el campo de la nación, el campo del pueblo, el campo de la Patria. Queremos que vengan muchas inversiones productivas al país, queremos integrarnos al mundo, queremos una América Latina integrada y queremos presidentes con coraje. Es hora que nos demos cuenta de que el destino está en nuestras propias manos, para poder hacernos escuchar en el mundo.
Vine a Santa Fe hoy a decirle al señor Intendente, al señor Gobernador y a todos sus representantes que venimos a devolverle a Santa Fe lo que Santa Fe pone y puso cotidianamente durante muchos años por la Argentina. (Aplausos)
Estos 1.500 millones de inversión los puso muchas veces Santa Fe para todas las provincias argentinas, y ahora es el Tesoro Nacional, el Gobierno nacional que de a poco le empieza a devolver a generaciones de santafesinos el esfuerzo que hicieron por la Patria toda. (Aplausos)
Muchas gracias santafesinos, les voy a estirar mis manos, para que me acompañen por las avenidas de la patria, con la Bandera Argentina bien alta, con la Escarapela en el corazón, con el orgullo de sentirnos dignos de ser argentinos, para que el mundo entero vea que los argentinos volvimos a ganar el derecho a la esperanza y a la ilusión, que los argentinos nos hemos decidido a reconstruir la Patria y a refundarla, que los argentinos nos cansamos de ver cómo condenan al hambre a otros argentinos, que los argentinos recuperamos el sentido de la dignidad, solidaridad y justicia y somos capaces de hacer una Patria para todos, tapada por la Bandera Argentina, donde resurgimos con la fuerza y el corazón de hacer esa Patria que nuestros abuelos, nuestros pioneros soñaron y dejaron en nuestras manos y nuestras manos tienen que ser las manos artesanales que construyan el destino que nos merecemos.
Muchas gracias Santa Fe, muchas gracias señor Gobernador, muchas gracias señores intendentes, muchas gracias por este acompañamiento. Me siento en mi propia casa, los abrazo fuertemente y me llevo de Santa Fe el sentido del amor, de Patria y federalismo que esta Argentina necesita. Gracias Santa Fe. (Aplausos)
Estamos no en un tiempo cualquiera; les voy a hablar como sureño, como argentino y sin hipocresías, como me gusta hablar con los argentinos, por más que esto a algunos les moleste. En primer lugar, les quiero decir que yo no vine a sentarme al sillón de Presidente para gozar de los honores ni para tratar de moverme en base a los intereses que allí pueden dar vuelta. Vine por ideas, vine por convicciones, me vine a jugar junto al pueblo argentino por una patria distinta. (Aplausos)
No me interesa estar un solo segundo más allí, si para estar allí tengo que transigir las convicciones en la defensa de los derechos de los argentinos que sufren, de los argentinos que fueron golpeados ferozmente por ese proceso económico de concentración económica.
Yo no quiero el orden de los cementerios, quiero un pueblo que viva, que fluya, que reclame si es necesario por sus derechos y sus conquistas. (Aplausos. Quiero empresarios nacionales que construyan la economía de producción, trabajo e industria; quiero volver a ver florecer a la clase media argentina con esa movilidad ascendente que fue un elemento transformador de cambio fundamental y quiero que se reconstruya con derechos, que se reconstruya preparándola, que se reconstruya con derecho al trabajo la gloriosa clase trabajadora argentina. (Aplausos)
Por eso, los argentinos tenemos que aprender a defender lo nuestro. Cuando discuto con Brasil defendiendo la producción argentina, hay algunos analistas de la realidad que me tratan de mal educado, y yo digo, tan cortesanos de los intereses distintos a los argentinos se han vuelto, que cuando defendemos los intereses de la patria nos dicen mal educados. Pues seré mal educado toda mi vida, pero voy a defender los intereses de esta querida Argentina permanentemente. (Aplausos)
Cuando nos ponemos de frente y hacemos como hicimos el canje de la deuda y ahorramos los 60.000 millones de dólares por primera vez en la historia argentina, también muchas veces nos dejaron solos porque creían que no íbamos a llegar, y mal les pese demostramos que cuando se negocia con fuerza, dignidad y decencia, la Argentina puede ganar y la Argentina ganó en esa negociación. (Aplausos)
Ahora que entra a mejorar el clima de inversión en la Argentina, vuelven a aparecer por allí muchos capitales que pueden ser golondrinas. En el día de hoy, para que no nos pase nunca más lo que nos pasó en la década del ´90, para que no nos pase el tema del “corralito”, cada capital que entre en la Argentina tendrá que dejar el 30 por ciento de encaje para darnos la seguridad que no se va mañana. (Aplausos), y sí abrimos la posibilidad de aquellos que quieran repatriar sus capitales para llevarlo al trabajo y la producción; ellos tendrán todas las posibilidades de hacerlo.
Tenemos que profundizar el desendeudamiento con el Fondo. Necesitamos tener las manos libres para hacer políticas de fondo en la Argentina, entonces este Gobierno que ha decidido no aceptar más condicionamientos, si quiere el Fondo un acuerdo con la Argentina, tiene que hacer un acuerdo para el crecimiento y no para el achique; un acuerdo para el crecimiento, para adelante, para el achique ni hablar. (Aplausos)
También se oponen y se enojan cuando yo pido el apoyo del pueblo argentino, se enojan cuando tiendo mis manos para tocarlos y besarlos. Les puedo asegurar que cada vez que los toco y los beso, siento ese apoyo hermoso, el cariño y el afecto que me dice “dale para adelante que vamos juntos, no tengas miedo que está el pueblo ayudándote”. Siento ese respaldo y ese cariño que me da una gran fortaleza. (Aplausos) Pero, como siempre, los intereses quieren alejar a los presidentes del pueblo y entre los intereses y el pueblo, no tengo ninguna duda, estoy al lado del pueblo argentino dándole el lugar que corresponde a los intereses, custodiado por este pueblo argentino. (Aplausos)
Cuando digo que hay que terminar con las hipocresías, yo solo no puedo, la Argentina todavía está en el infierno, se está levantando de a poco, pero apenas llevamos 2 años de reconstrucción; yo necesito que los legisladores nacionales me acompañen. No me sirve que me vayan a dar un beso y un abrazo y me digan: “está bien lo que estás haciendo”; independientemente de qué partido sean, les pido que me acompañen, porque si me dicen “estamos de acuerdo con lo que estás haciendo” y me votan en contra como les pasa a legisladores de otros partidos, no me están ayudando votando todo en contra, cuando la Argentina necesita la actitud solidaria y permanente para ir adelante. (Aplausos)
Entonces sinceremos, si se quiere ayudar al cambio de la Argentina hay que ayudar, hay que jugarse, hay que dejar de especular, hay que dejar de hacer el doble discurso, o estamos en la vereda ancha de la reconstrucción de la Patria, o estamos en la especulación de una candidatura; llamo a los argentinos a la vereda ancha que es la vereda de la Patria para consolidar el país que nosotros necesitamos. (Aplausos)
También me dicen que soy un imprudente institucional cuando digo que el 23 de octubre necesito que el pueblo argentino me acompañe. Ustedes ni imaginan, escúchenme bien, las cosas me hicieron diciendo que yo tenía nada más que el 22 por ciento de los votos, que era un Presidente débil, que era esto, que era lo otro, que era aquello. Se imaginan si el 23 de octubre los intereses de los que quieren que la Argentina vuelva a las manos de siempre, logran que la elección no sea satisfactoria, ¿cómo voy a hacer yo para gobernar? Tratan de esconderse en ese sentido, cómo va a decir, qué antidemocrático es que dice que se plebiscita la gestión. No voy a hacer autista como aquel presidente que se escapó en helicóptero de la Casa Rosada, que decía que no iba a elección. (Aplausos). Acá el 23 de octubre no se vota ni por un concejal más ni por un concejal menos, ni por un diputado más ni un diputado memos, el 23 de octubre se vota por la consolidación de este proyecto nacional, transformador de la Argentina o por la vuelta al pasado. No hay alternativas en el medio, esta es la realidad concreta y ustedes lo ven. Miren como han aparecido juntándose el otro día, aquel que fue ministro de economía por pocos días y que la receta que tenía era sacarle plata a la universidad, bajar los sueldos, sacarle plata a las provincias, y ahora nos viene a decir que quiere construir la nueva Argentina. Es la nueva cara que tienen los intereses de la destrucción del país, para ver si pueden volver a tomar la iniciativa.
Por eso el 23 de octubre se juega el modelo de Nación o volver a consolidar el proyecto que arruinó a la Argentina en los años 90. Yo convoco a los argentinos a consolidar el proyecto de la Nación con identidad nacional, con inclusión social, la lucha contra la indigencia, contra la pobreza y para la construcción del empleo. (Aplausos)
Tengamos buena memoria, argentinos, para no repetir los daños del pasado. Siempre voy a levantar la bandera de la lucha por la justicia, la lucha contra la impunidad, el respeto a los derechos humanos, la claridad en los procedimientos y también, le pido a todo el pueblo argentino la permanente lucha contra la corrupción, porque también es un obstáculo para cambiar el país. Esto es central, que estemos permanentemente alerta. (Aplausos)
Vengo por octava vez a la provincia de Santa Fe y voy a seguir viniendo cada vez que me inviten. Vengo a trabajar, a aportar y a construir un país federal, la Argentina debe ser un país federal, Santa Fe es un ejemplo del federalismo. Pero también vengo por octava vez a decirles a los santafesinos que tenemos que honrar y volver a sentirnos orgullosos de ser argentinos. Tenemos que recuperar la autoestima, basta de que somos los peores del mundo, tuvimos los peores dirigentes del mundo, pero tenemos el mejor pueblo del mundo que está dispuesto a levantarse con todas sus fuerzas. (Aplausos)
Acá, en esta Universidad Tecnológica, tenemos que volver cuanto antes a poner en marcha las escuelas técnicas, las escuelas fábricas que les daba oficios a todos nuestros chicos y les daba la posibilidad de tener trabajo. (Aplausos)
Por eso queridos hermanos, sabemos lo que nos pasó, sabemos las cosas que nos sucedieron, sabemos cuales fueron los intereses, cuales fueron los rostros, sabemos quiénes vaciaron el país. Convoco a todos los argentinos, argentinos de todos los partidos, de todos los pensamientos, de todas las fuerzas gremiales y empresariales, en la pluralidad y el consenso, a darnos cuenta que tenemos que salir de la lucha corta para emprender la construcción de un campo nacional fuerte. No hay que tener miedo de hablar de lo nacional y de lo popular, no hay que tener miedo de hablar de justicia y equidad. Muchos, durante 15 años se acostumbraron al silencio, que los trabajadores para poder mantener su puesto tengan la boca absolutamente callada. Igual muchos lo perdieron. Y hoy cuando ven una movilización de trabajadores que salen a discutir con los empresarios una distribución más equitativa de la riqueza, racional y responsable, que no quiebra al empresario, pero que vaya haciendo mejorar de a poco al trabajador, algunos se ponen nerviosos y dicen “marco de conflictividad social” ¿Qué quieren, un pueblo apagado, sin esperanza? Es justo que el trabajador participe más en la distribución de la riqueza argentina, es justo y totalmente absoluto, razonable y responsable. (Aplausos)
Es justa la defensa también de nuestros empresarios nacionales y es justo que logremos la conciliación de los intereses, para generar el campo de la nación, el campo del pueblo, el campo de la Patria. Queremos que vengan muchas inversiones productivas al país, queremos integrarnos al mundo, queremos una América Latina integrada y queremos presidentes con coraje. Es hora que nos demos cuenta de que el destino está en nuestras propias manos, para poder hacernos escuchar en el mundo.
Vine a Santa Fe hoy a decirle al señor Intendente, al señor Gobernador y a todos sus representantes que venimos a devolverle a Santa Fe lo que Santa Fe pone y puso cotidianamente durante muchos años por la Argentina. (Aplausos)
Estos 1.500 millones de inversión los puso muchas veces Santa Fe para todas las provincias argentinas, y ahora es el Tesoro Nacional, el Gobierno nacional que de a poco le empieza a devolver a generaciones de santafesinos el esfuerzo que hicieron por la Patria toda. (Aplausos)
Muchas gracias santafesinos, les voy a estirar mis manos, para que me acompañen por las avenidas de la patria, con la Bandera Argentina bien alta, con la Escarapela en el corazón, con el orgullo de sentirnos dignos de ser argentinos, para que el mundo entero vea que los argentinos volvimos a ganar el derecho a la esperanza y a la ilusión, que los argentinos nos hemos decidido a reconstruir la Patria y a refundarla, que los argentinos nos cansamos de ver cómo condenan al hambre a otros argentinos, que los argentinos recuperamos el sentido de la dignidad, solidaridad y justicia y somos capaces de hacer una Patria para todos, tapada por la Bandera Argentina, donde resurgimos con la fuerza y el corazón de hacer esa Patria que nuestros abuelos, nuestros pioneros soñaron y dejaron en nuestras manos y nuestras manos tienen que ser las manos artesanales que construyan el destino que nos merecemos.
Muchas gracias Santa Fe, muchas gracias señor Gobernador, muchas gracias señores intendentes, muchas gracias por este acompañamiento. Me siento en mi propia casa, los abrazo fuertemente y me llevo de Santa Fe el sentido del amor, de Patria y federalismo que esta Argentina necesita. Gracias Santa Fe. (Aplausos)