PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, DURANTE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “PALABRA VIVA”

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, DURANTE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “PALABRA VIVA”

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Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, (Aplausos), símbolos profundos e inigualables en la lucha contra la impunidad, es un tremendo placer compartir con ustedes estos momentos; amigos; amigas; escritores; hijos de desaparecidos; perseguidos; detenidos; gentes; jóvenes, todos aquellos que queremos vivir en una sociedad plural, en una sociedad donde el pensamiento se revalorice día tras día; autoridades presentes: para empezar quise elegir –no soy muy buen lector, pero lo voy a leer con el corazón – una poesía, un poema de Joaquín Enrique Areta, a quien no conocí, pero militó en la Ciudad de La Plata, entre otras organizaciones, en la Unión de Estudiantes Secundarios y que es uno más de los desaparecidos que tiene la Patria. Su poema, titulado: “Quisiera que me recuerden” dice: “Quisiera que me recuerden sin llorar/ ni lamentarme/ quisiera que me recuerden por haber hecho caminos/ por haber marcado un rumbo/ porque emocioné su alma/ porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados/ porque interpreté sus ansias/ porque canalicé su amor./ Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices/ la seguridad de los justos/ el sufrimiento de los humildes./ Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores/ con comprensión por mis debilidades/ con cariño por mis virtudes,/ si no es así, prefiero el olvido,/ que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre”. Joaquín Enrique Areta. (Aplausos).

Me sentí absolutamente comprendido en estas palabras, que rompen toda temporalidad y marcan un absoluto compromiso con la Argentina, que Joaquín y tantos querían. Como todos ellos estamos seguros que junto a las generaciones que están llegando vamos a poder construir paulatinamente el país, que nosotros nos merecemos.

También quiero brindar nuestro firme apoyo a las bibliotecas populares, absoluto e incondicional. (Aplausos). Quiero aprovechar este marco porque creo que es hora que se aceleren algunas decisiones; nos vamos acercando al bicentenario, como decía nuestro querido Pepe Nun. No quiero que cuando lleguemos al bicentenario todavía estemos esperando qué es lo que pasa con las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Es hora de que la Justicia se expida y que los argentinos podamos avanzar decididamente contra la impunidad. (Aplausos). Porque bien dijo Pepe cómo nos tocó vivir nuestro primer centenario, cómo rescató, inclusive, obras y realizaciones hechas en aquel tiempo, pero el bicentenario tiene que ser el punto final y definitivo de tanta impunidad y tanta injusticia que le ha tocado vivir a nuestra Patria.

Me emocioné profundamente cuando vi el texto de escritoras y escritores “Palabra Viva”, que algunos hoy creen que con esto se predica la división de los argentinos. De corazón les digo, no hay una sola gotita de odio ni rencor, no tengo derecho a tenerlo contra nadie. Solamente soy un argentino que quiere ayudar a que haya justicia, a que definitivamente la impunidad – en todos los ámbitos – se termine en nuestro país, la injusticia y los hechos inmorales, que se fueron generando y siempre tuvieron un justificativo y una respuesta. Pero que tengan seguros aquellos que cuando uno expresa lo que piensa no lo expresa en nombre del odio sino del amor. No hay amor más grande que cuidar la vida del prójimo y amar aún en la disidencia y consolidar la pluralidad. El hecho de que pensemos diferentes, el hecho de que tengamos visiones diferentes, el hecho de que a veces no estemos de acuerdo por el rumbo que tiene que marchar nuestro país se debe hacer en el marco del respeto, en el marco de la convivencia, en el marco de la discusión de la idea, en el marco de la pasión por hacer una Argentina mejor, pero no en el marco de eliminar a aquel que piensa distinto por el sólo hecho de pensar distinto, cosa que avergüenza las páginas de nuestra historia. (Aplausos).

Por eso ellos escribieron y esto tiene que llegar a cada lugar de la Argentina. Y tenemos que rescatar estos mensajes como el de Joaquín, cuando escribía: “Quisiera que me recuerden”. Está presente y yo le puedo asegurar en este momento temporal de la historia, que me toca presidir la Argentina Dios quiera que cuando pasen los años, yo pueda decir, como Joaquín, quisiera que me recuerden de esta forma porque si no es mejor el olvido. Esto es muy importante, esto es fundamental para los principios y las convicciones que debemos llevar adelante. Por eso creo que estamos compartiendo un momento histórico, quería estar acá, quería estar con todos, quería compartir con todos, quería reconocerle a la señora Presidenta de las Bibliotecas Populares el trabajo espectacular que ha hecho y a todos los anónimos trabajadores de ellas. (Aplausos).

Quisiera felicitar a todos los escritores, que exponen en la Feria del Libro, un verdadero orgullo nacional que el libro en la Argentina se vaya convirtiendo en un verdadero instrumento de cambio, de difusión, de debate. Esta Feria del Libro que enorgullece a todos los argentinos, esta Feria del libro plural, donde cualquiera puede venir a exponer sus ideas, con absoluta y total libertad, un verdadero ejemplo que brindamos los argentinos para el mundo. Para terminar, que esta palabra siga viva. Muchas gracias. (Aplausos).