PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA FIRMA DEL ACTA DE COMPROMISO PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LOS ATENTADOS DE LA AMIA Y LA EMBAJADA DE ISRAEL

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA FIRMA DEL ACTA DE COMPROMISO PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LOS ATENTADOS DE LA AMIA Y LA EMBAJADA DE ISRAEL

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Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales; representantes del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal; miembros de las comisiones directivas de AMIA Y DAIA; señor embajador de Israel en la República Argentina; señores representantes de organismos de derechos humanos; familiares de las víctimas; señoras y señores: escuché decir con precisión que lo que hoy se está configurando no es ni más ni menos que la obligación que el Estado argentino tiene de trabajar para el esclarecimiento, para lograr justicia en estos hechos aberrantes y vergonzantes que nos ha tocado vivir. Eso sería lo normal en un país normal. Yo creo que la construcción cultural de los nuevos valores se debe hacer con prácticas públicas y claras, que en la Argentina el esfuerzo por el cambio en la búsqueda del esclarecimiento y la claridad del accionar de la justicia, que llevaron adelante numerosísimas entidades que citó con mucha precisión -más muchas otras- el señor Canciller, están dando sus frutos. Porque lo que sucede hoy aquí no es ni más ni menos que fruto de la formidable lucha llevada adelante por las organizaciones de los derechos humanos, por los familiares de las víctimas de los atentados a la AMIA y a la Embajada; por los familiares de numerosísimas organizaciones sociales a las que les ha tocado vivir en la Argentina la denegatoria permanente de justicia, el no mover nada para que no haya crisis política, digamos así. Es la teoría, hay que tratar de dejar las cosas, hay que ser prudente entre comillas.

Y esto fue así, una práctica que siguió adelante durante muchísimo tiempo. Leía hoy a la mañana un comentario de la Sociedad Interamericana de Prensa, la SIP. Siempre me dicen que no diga estas cosas porque trae problemas, ¿pero si no lo digo yo que soy el Presidente quién lo va a decir en la Argentina? Creo que hay que decirlo porque me acordaba de que esta sociedad está tan preocupada en ver cómo se van a distribuir los fondos, porque hay que darles los fondos a los medios más grandes, es decir que eliminemos el pensamiento de los grupos de prensa más chicos que puedan existir porque de acuerdo con la capacidad de venta que se tiene se debe distribuir la propaganda en la Argentina. Fíjense el concepto que tienen, cómo vienen a cuidar los intereses. Yo siempre digo que la SIP está emparentada con el doctor Escribano, que tanto se ocupó por la libertad de prensa durante la dictadura militar en la Argentina, que tanto se ocupó por los argentinos que sufrieron, que tanto esfuerzo hizo desde el diario en que le tocaba estar. Salvando a alguna gente del diario, no quiero involucrar a todos pero al doctor Escribano se lo he dicho personalmente y le voy a decir con absoluto respeto que ahí tendría que haberse visto, cuando había periodistas detenidos, periodistas desaparecidos, periodistas torturados, periodistas extorsionados; ahí no había libertad de prensa en la Argentina. Y después seguramente hubo algunas actitudes, ustedes saben cómo se manejan algunas cosas y cómo se manejaron algunos temas, cómo se iban determinando conciencias. Pero yo digo con absoluta firmeza que en la Argentina las libertades son totalmente plenas, absolutamente plenas, tanto para pensar totalmente diferente como para decir lo que uno piensa. Porque evidentemente ser Gobierno no significa callarse la boca ni aceptar y ser más amplio porque por ahí uno no coincida con determinado medio. Si yo no estoy de acuerdo con un medio, por más diarios que pueda vender se lo voy a decir, total lo importante es decir lo que uno piensa y no ver como queda parado mediáticamente. Porque así nos fue en la Argentina durante tanto tiempo, más preocupados por lo que dicen los medios que por lo que necesita y piensa la gente. A mí me interesa lo que necesita y piensa la gente y honestamente trato de escucharla permanentemente. Con todo respeto hacia todos, como siempre, pero diciendo lo que uno piensa.

El caso de negatoria de justicia en la Argentina tiene sus antecedentes. A lo que se llegó en la AMIA y en el atentado a la Embajada no es una casualidad. Si no se podía a veces ni sacar solicitadas en los diarios pidiendo por quienes no estaban, por quienes estaban desaparecidos o por quienes estaban injustamente detenidos, por las cosas que pasaban y sucedían, no sólo durante el proceso militar; si todavía hoy tenemos miles y miles de casos de denegatoria de justicia real hasta tanto no se resuelva la constitucionalidad de la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, hay impunes que caminan en las calles con nosotros. Obviamente, fue una consecuencia. ¿Y entonces qué pasó con los casos de la AMIA y de la Embajada y de otros tantos casos como los de las de las Madres del Dolor que hemos visto ayer y demás? Había que buscar una salida política, ver de qué forma se podía generar la menor crisis institucional, porque lo fundamental es preservar el funcionamiento institucional de cualquier manera. ¿Se acuerdan de aquel discurso? No levantemos olas, nada, porque esto es fundamental para preservar lo que tanto nos costó conseguir, entre comillas. Y llegamos a este tipo de situación que nos avergüenza, que es una vergüenza nacional; que lo explicó en forma meridiana el señor Canciller y que nosotros lo dijimos en el discurso de iniciación del año legislativo y hoy lo volvemos a reafirmar.

El señor fiscal, doctor Nisman, tiene todas las carpetas del Servicio de Inteligencia (SIDE) para hacer la investigación y llevarla a fondo; todas y además todas las atribuciones para que el Estado esté a disposición de él para que Dios quiera pueda encontrar justicia definitivamente. Nuestro apoyo incondicional; apoyamos decididamente al éxito del doctor. Sufrimos lo que sufren los familiares más la vergüenza de tener un Estado que durante tanto tiempo no supo resolver o no quiso o encubrió. Porque no hay duda de que para llegar a tanto encubrimiento debió existir y esperemos que la justicia avance fuertemente en este tema.

Así que doctor, tiene una tarea muy fuerte por delante pero puede ser un antes y un después. Los argentinos estamos absolutamente esperanzados en su gestión.

Nuevamente un agradecimiento profundo a todas las organizaciones. Ustedes lograron esto, nosotros lo venimos a sintetizar en este gobierno que le toca estar en este tiempo de la historia. Desde la lucha, la defensa inclaudicable de los principios y el camino, esto fue logrado por ustedes. Es cierto, esta es una obligación del Estado, pero esta obligación del Estado no hubiera surgido con la nitidez que surge hoy si no hubiera estado la lucha consecuente con los principios, con las ideas de una Argentina diferente que ustedes llevaron adelante.

Mi agradecimiento a los familiares de la AMIA, de la DAIA, a los de los atentados a la Embajada; se está haciendo todo. Da bronca no haber podido empezar antes. Sabemos que se trabajó para que las pruebas desaparezcan, pero creo que vamos a poder volver a demostrar que es posible la justicia, que es posible la verdad y que el encubrimiento y los delincuentes en la Argentina no van a tener más lugar.

Y bueno, así se arme un poco de ruido, que esté, porque no tiene que haber ningún intocable. No hay jerarquía que se haya podido obtener que a uno lo anule de estar frente a la justicia. Todos los argentinos debemos estar frente a la justicia y los que más responsabilidad tenemos debemos rendir permanentemente cuentas de nuestros actos. Si hicimos las cosas bien, defenderlas con la fuerza real y concreta que la justicia va a salir.

Creo que estamos cumpliendo un paso muy importante. Les agradezco fuertemente la presencia a todos ustedes. Los respeto y los admiro porque muchas veces trabajar como trabajaron, desde el silencio y el olvido, con ese dolor y esa bronca, masticar diariamente el tratar de tapar el dolor en nombre del beneficio del país, el tratar de encontrar los caminos de la unidad nacional en base a la vergüenza de no decir la verdad, espero que sean conductas que definitivamente en la Argentina queden absolutamente de lado.

Por eso mis felicitaciones por el paso logrado y el pueblo argentino va a seguir avanzando para encontrar paulatinamente y en forma permanente la justicia que necesita; justicia en todos sus aspectos. Nosotros no ignoramos de dónde partimos y hacia dónde tenemos que ir, tenemos una clara situación de la realidad y comprendemos que así como están estos hechos también están hechos de impunidad gravísimos, como cuando nombraba a las Madres del Dolor, por nombrar un ejemplo claro y concreto, hechos aberrantes que han pasado por instituciones del Estado, que no se debían haber cometido, aún en plena democracia, esos hechos tienen que tener la misma fuerza para encontrar el camino de la verdad que tienen estos que estamos analizando hoy.

Muchísimas gracias y gracias por sus presencias. (Aplausos)