PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DOCTOR NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DEL DECRETO DE RECUPERACIÓN DEL REGIMEN JUBILATORIO PARA DOCENTES

PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DOCTOR NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DEL DECRETO DE RECUPERACIÓN DEL REGIMEN JUBILATORIO PARA DOCENTES

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Señor gobernador de la provincia de Mendoza; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales, municipales; integrantes de entidades e instituciones educativas; representantes gremiales; señoras, señores: a veces tenemos sueños que son o parecen en determinada coyuntura un momento histórico muy difícil de cumplir.

Yo los entiendo, los entiendo perfectamente porque sé que hoy ustedes, con la grandeza, más allá de las contradicciones chiquitas que pueden haber existido en todo este tiempo de la historia, han podido trasladar, lo cual es una gran victoria moral de la comunidad educativa y del pueblo argentino, el espíritu de la carpa blanca al Salón Blanco de la Casa de Gobierno, ese espíritu indoblegable. (Aplausos) Seguramente, circuló gente con gran tensión, con una gran entrega espiritual, pero estaban también las especulaciones de una clase política que ya empezaba a mostrar lo que lamentablemente nos pasó después: tratar de hacer el discurso determinado para cada coyuntura para ver cómo nos va y, después, en nombre del pragmatismo renunciar a todos los sueños.

Fue una de las causales de la explosión que sufrió este país en 2001, porque uno puede acertar, puede equivocarse, puede tener errores, somos seres humanos que tenemos virtudes, que tenemos miserias, que tenemos errores, pero en esta tarea de tratar de construir una Argentina alternativa, lo que nunca se puede hacer es renunciar a los principios y los sueños. (Aplausos)

Hoy ustedes ven que los mismos que desguazaron al Estado argentino en la década del 90, son los del ’76. Todos sabemos lo que tuvimos que sufrir las cosas que nos pasaron a los argentinos, nos llegaron a hacer creer que era bueno olvidar y tapar todo para reencontrar la unidad del pueblo argentino para que la Argentina pudiera volver a resurgir. Nos querían hacer creer este tipo de circunstancias y de cosas. Las cosas que nos han hecho a las distintas generaciones de argentinos, realmente.

Pero yendo a tiempo más recientes, yo escucho hoy “y nos pasa esto porque el Estado no está, y nos pasa esto porque el Estado fue desguazado” Y es verdad, el Estado no está, al Estado lo dejaron sin neuronas; los que llevaron adelante la conducción de la Nación en nombre del clientelismo político, trataron de castrar la idea de todos aquellos que podían pensar un poquito igual, un poquito diferente porque el Estado no solamente fue vendido y rematado, sino fue quebrado en sus neuronas donde se almacena la inteligencia que permite que esa inteligencia y ese almacenamiento de contenido dan la posibilidad de que vengan gobiernos que luego puedan recuperar más rápido lo perdido.

Obviamente, el Estado no está porque, primero, se destruyeron todas las neuronas y se generó una práctica clientelística absoluta y tremenda y, también, se remató la Argentina. Y los mismos personajes que remataron la Argentina, muchos de ellos dicen que el Estado no está. (Aplausos) Parece casi grotesco, pero a ustedes que son docentes, les digo que no hay que tenerles miedo.

La verdad paso a paso se va a ir imponiendo y, evidentemente, la reconstrucción del Estado argentino, queridos docentes, que ustedes tienen un rol fundamental, va a llevar tiempo. Va a llevar tiempo porque lo vaciaron, generaron el clientelismo, lo vendieron, lo remataron, pero a parte, trataron de quebrar la idea de que vale la pena trabajar por una causa, que vale la pena ser decente, que vale la pena estudiar, que vale la pena investigar, que instalaron la conducta de que el triunfador es el más vivo, el que más plata hace, el más pícaro, el más atorrante; el que estudia, el que investiga, el que es decente es el estúpido. Esos fueron los valores que trataron de generar durante toda la década del 90. Y quedan esos valores, se han quedado instalados y tenemos que ir revirtiéndolos entre todos muy fuertemente.

Por eso, esto que está pasando hoy es fundamental. Una sociedad que no tiene –decía recién Daniel-, no estamos haciendo diferencia. Obviamente que no estamos haciendo diferencia con nadie, la sociedad argentina, no un gobierno temporal que somos nosotros en este tiempo de la historia, estamos interpretando la voluntad de la sociedad argentina, que quienes dedican toda su vida a enseñar tienen que tener el marco reparatorio, el marco de custodia por parte del Estado y el marco de reconocimiento por parte del Estado que le dé el lugar que en esa sociedad merece. Toda una vida de entrega a una tarea como es educar al hermano, educar al semejante. En una época no cualquiera tampoco, porque muchos de ustedes han tenido que hacer y seguramente todavía lo están haciendo de asistentes sociales, de docentes, de padres, de enfermeros ante esa deserción paulatina del Estado. Así que, ni hablar de la tarea que se lleva y que han tenido que llevar adelante.

Por eso, es para nosotros un acto de verdadera justicia y absolutamente un acto de profunda alegría poder firmar este decreto que hoy se pone en marcha y que realmente tengamos memoria porque están agazapados, siempre van a estar agazapados. (Aplausos)

Yo trato de decir siempre que todos los días tenemos que estar un poquito mejor, tenemos que luchar para estar un poquito mejor. ¿Se acuerdan ustedes que en un determinado momento en la Argentina decían “no movamos nada porque sino se viene el caos”? El caos se vino igual, ¡y cómo, ni hablar!

Entonces ya van a salir los exégetas del ajuste a decir que estamos gastando demasiado, que gastamos demasiado en esto o en aquello o en lo otro, todo lo que tiene que ver con lo que puede ser el funcionamiento global de promover integralmente a una sociedad.

Por eso, ustedes que tienen las herramientas síganlo haciendo, cultivemos con ciencia, seamos férreos defensores de las ideas, de los principios, de la pluralidad natural que se puede tener para construir esa Argentina que nos sintetiza a todos en el marco de nuestra verdad relativa que nos permite dar esa verdad superadora que nos contiene y nos impulsa como Nación y como integrantes de la misma.

Muchísimas gracias por estar acá, muchas gracias por compartir este momento, creo que es un punto de inflexión.

Días pasados, con Daniel y con Carlos también, decíamos fíjense hasta dónde hemos retrocedido, pero es la realidad. Decíamos que a partir de ahora no iba a haber ningún docente universitario debajo de la línea de pobreza la semana pasada y estábamos contentos, pero llegamos a mi despacho y decíamos entre los tres estamos contentos, pero mirá, recién podemos decir que ningún docente universitario esté debajo de la línea de pobreza. Como queremos y vamos a anunciar la posibilidad de que los no docentes también sean incorporados al aumento salarial y también, la inversión en tecnología, la inversión en apoyar a quienes investigan. Es decir, que una sociedad sepa qué prioridades tiene que tener.

Toda una tarea ardua y larga para llevar adelante, pero estoy seguro que va a tener un camino donde cada día vamos a tener mayores adeptos.

Queridos docentes, amigos dirigentes gremiales, señores ministros: creo que hoy todos podemos dormir un poquito más tranquilos; falta mucho, pero hemos dado un pasito más hacia delante para hacer una Argentina distintas.

Muchísimas gracias. (Aplausos)