Señor presidente del Gobierno español y señora, querido amigo José Luis Rodríguez Zapatero; señores miembros de la comitiva que lo acompaña; señor ex presidente de la Nación y amigo, doctor Raúl Alfonsín; autoridades nacionales; señores empresarios; señores integrantes del sector gremial; señoras y señores: en el día de hoy tuvimos realmente, querido amigo Presidente, una reunión que la caracterizo de excelente.
Primero, por la identidad de objetivos; por la fuerte solidaridad del Reino de España y de su Gobierno para con la República Argentina; por visualizar la construcción de un mundo diferente.
Encontrarse con un Presidente como usted, que todavía se atreve a soñar y a luchar por esos sueños, fortalece tremendamente la capacidad de cambio, de renovación, de construir un mundo y una sociedad distintos, en lo que nosotros también estamos empeñados. Se puede, señor Presidente, se puede sin subordinación, se puede con ideas, con criterio, con decisión y con coraje. Un país para poder salir necesita coraje y necesita decisión de su clase dirigente; no sale aquel país que cree que puede hacerlo a través de la subordinación.
Al mundo le pasa lo mismo: debe encontrar las coordenadas de un mundo diferente que nos permita convivir en el multilateralismo, que nos permita convivir en la paz, porque como muy bien lo sabemos, para el pueblo de España y para el pueblo argentino, Atocha y AMIA son dos ejemplos claros de lo que significa el terrorismo internacional el día de hoy. Y si retrocedemos en el tiempo, también nuestros pueblos saben lo que es la violación de sus derechos humanos, la violación de sus normas democráticas. Son muchas identidades que tienen nuestra historias.
Hoy, realmente, señor Presidente, el apoyo de vuestro Gobierno al canje de la deuda, el apoyo de vuestro Gobierno en las negociaciones que llevamos adelante con los organismos multilaterales -en el caso específico del Fondo Monetario Internacional-, el apoyo de vuestro Gobierno también en la renegociación con las empresas de servicios que operan en la Argentina, que han invertido muchísimo –España es el inversor más importante que tiene nuestro país- a nosotros nos reconforta, porque está permitiendo construir realmente los puentes de plata necesarios para que la Argentina se pueda consolidar y para que, como usted tan bien lo dijo hoy, pueda salir de esa profunda oscuridad en la cual estaba sumida y que con el esfuerzo todos los argentinos estamos encontrando la posibilidad de un sol diferente.
Quiero agradecerle a usted, desde ya a su señora esposa y también a quien no está presente aquí, pero es hacer una clara justicia con Su Majestad, el Rey Juan Carlos y Señora, que hayan mostrado una solidaridad permanente para con la Argentina.
Creemos profundamente en las cosas y en los temas que hoy hemos tocado largamente; creemos que se puede construir una comunidad internacional de acuerdo con la visión que hemos analizado en el día de hoy; creemos en la alianza de las civilizaciones, señor Presidente, que es el proyecto que usted llevó a la Organización de las Naciones Unidas y que lo estamos respaldando desde la Argentina y desde la Unión Sudamericana profundamente; creemos en el encuentro de Iberoamérica; creemos en la integración Mercosur-Comunidad Económica Europea; creemos en esa interrelación que se está generando para garantizar la convivencia, la paz y también creemos que es fundamental el consenso, la pluralidad, la diversidad y saber escucharnos.
Por eso, los argentinos presentes en esta cena -empresarios, trabajadores, dirigentes políticos, dirigentes de distintas entidades, señores gobernadores- queremos levantar nuestra copa y brindar por una consolidación profunda y estratégica entre España y la Argentina.
Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos)
Primero, por la identidad de objetivos; por la fuerte solidaridad del Reino de España y de su Gobierno para con la República Argentina; por visualizar la construcción de un mundo diferente.
Encontrarse con un Presidente como usted, que todavía se atreve a soñar y a luchar por esos sueños, fortalece tremendamente la capacidad de cambio, de renovación, de construir un mundo y una sociedad distintos, en lo que nosotros también estamos empeñados. Se puede, señor Presidente, se puede sin subordinación, se puede con ideas, con criterio, con decisión y con coraje. Un país para poder salir necesita coraje y necesita decisión de su clase dirigente; no sale aquel país que cree que puede hacerlo a través de la subordinación.
Al mundo le pasa lo mismo: debe encontrar las coordenadas de un mundo diferente que nos permita convivir en el multilateralismo, que nos permita convivir en la paz, porque como muy bien lo sabemos, para el pueblo de España y para el pueblo argentino, Atocha y AMIA son dos ejemplos claros de lo que significa el terrorismo internacional el día de hoy. Y si retrocedemos en el tiempo, también nuestros pueblos saben lo que es la violación de sus derechos humanos, la violación de sus normas democráticas. Son muchas identidades que tienen nuestra historias.
Hoy, realmente, señor Presidente, el apoyo de vuestro Gobierno al canje de la deuda, el apoyo de vuestro Gobierno en las negociaciones que llevamos adelante con los organismos multilaterales -en el caso específico del Fondo Monetario Internacional-, el apoyo de vuestro Gobierno también en la renegociación con las empresas de servicios que operan en la Argentina, que han invertido muchísimo –España es el inversor más importante que tiene nuestro país- a nosotros nos reconforta, porque está permitiendo construir realmente los puentes de plata necesarios para que la Argentina se pueda consolidar y para que, como usted tan bien lo dijo hoy, pueda salir de esa profunda oscuridad en la cual estaba sumida y que con el esfuerzo todos los argentinos estamos encontrando la posibilidad de un sol diferente.
Quiero agradecerle a usted, desde ya a su señora esposa y también a quien no está presente aquí, pero es hacer una clara justicia con Su Majestad, el Rey Juan Carlos y Señora, que hayan mostrado una solidaridad permanente para con la Argentina.
Creemos profundamente en las cosas y en los temas que hoy hemos tocado largamente; creemos que se puede construir una comunidad internacional de acuerdo con la visión que hemos analizado en el día de hoy; creemos en la alianza de las civilizaciones, señor Presidente, que es el proyecto que usted llevó a la Organización de las Naciones Unidas y que lo estamos respaldando desde la Argentina y desde la Unión Sudamericana profundamente; creemos en el encuentro de Iberoamérica; creemos en la integración Mercosur-Comunidad Económica Europea; creemos en esa interrelación que se está generando para garantizar la convivencia, la paz y también creemos que es fundamental el consenso, la pluralidad, la diversidad y saber escucharnos.
Por eso, los argentinos presentes en esta cena -empresarios, trabajadores, dirigentes políticos, dirigentes de distintas entidades, señores gobernadores- queremos levantar nuestra copa y brindar por una consolidación profunda y estratégica entre España y la Argentina.
Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos)