Querido amigo Gobernador; Intendente, diputados nacionales, concejales, amigos y amigas de esta hermosa y amada localidad de Moreno: estamos nuevamente aquí donde estuvimos durante la campaña electoral, aquí donde muchos nos venían a escuchar sin saber bien quienes éramos, pero nos venían a acompañar y jamás podré olvidar ese gesto de confianza.
Vinimos durante la gestión permanentemente, hemos venido muchas veces a fortalecer el compromiso que tenemos con el pueblo de Moreno, y hoy cerrando el año quería estar con ustedes, quería decirles a los abuelos y abuelas, a los hermanos y hermanas que necesitan, que cumplimos; dijimos que antes de fin de año íbamos a entregar las pensiones que legítimamente merecían quienes viven acá en la localidad de Moreno y hoy estamos entregando 1.000 pensiones, estamos cumpliendo con la palabra empeñada. (Aplausos)
Hay casos que duelen en el alma, como el de la abuela esperando 14 años una pensión que necesitaba para poder sobrevivir. Esa es la Argentina que se está terminando, la Argentina donde la pensión era una mendicidad. La pensión para aquellos que la necesitan se tiene que convertir en un derecho de todos los argentinos como corresponde. (Aplausos)
Los emprendimientos del plan Manos a la Obra, las cooperativas de viviendas que hoy se ponen en marcha y se inauguran, las fuentes de trabajo que nacen día tras día, están demostrando a los propios argentinos y al mundo, queridos hermanos, que es posible salir adelante. Estamos saliendo adelante y no les quepa ninguna duda que quienes ven aquí hoy, este Presidente, este Gobernador, el Intendente, vamos a seguir dando todos los pasos para que la Argentina todos los días esté un poquito mejor; daremos todas las batallas y las luchas que tengamos que hacer. (Aplausos)
Sé que ustedes quieren la Argentina del trabajo y la producción; sé que les tocó vivir por años dirigentes que hablan y hablan, nos duermen a todos y hablando son los mejores del mundo, pero cuando se tienen que sentar atrás del escritorio son una verdadera vergüenza. Nosotros somos trabajo, hablamos poco pero trabajamos todos los días. (Aplausos)
La Argentina, queridos hermanos y hermanas, durante años estuvo casi acosada por los diagnosticadores, por todos aquellos que viven haciendo proyecciones, por todos aquellos que en lugares muy cómodos piensan cómo nos va a ir a los argentinos, y hoy los argentinos les estamos dando una verdadera lección. Nosotros, los argentinos, con nuestras propias manos, nuestro propio intelecto, nuestro propio esfuerzo, nos vamos a construir el futuro que nos merecemos. No le tenemos miedo a ningún desafío que tengamos que llevar adelante. (Aplausos)
Yo me siento uno de ustedes, se los digo de corazón, cuando estoy con ustedes me siento como protegido, cuando me toca cada uno de ustedes como diciendo “no aflojés, dale que te acompañamos con lo que tenemos, con la fuerza que tenemos, con el corazón que tenemos, con el cariño que tenemos, con el afecto que tenemos”, les puedo decir que me llenan de energía, pero también sepan perfectamente que no va a haber ningún salón alfombrado que me va a confundir. Si hay algo que sé como Presidente de los argentinos que tengo que hacer, es acompañar a aquellos que más sufren, a aquellos que se incorporan al mercado del trabajo, a aquellos chicos que con tanto esfuerzo van al colegio y a la universidad, a aquellos que trabajan cotidianamente, a la clase media argentina y a los empresarios nacionales. Ese es mi compromiso, porque allí está la bandera argentina; esos colores celestes y blancos y ese sentido de Patria que es fundamental volver a tener. Tenemos que amar con orgullo la Patria, no que nos enseñen a decir que lo argentino es malo; lo argentino es bueno, amigos y amigas, lo argentino es lo que nos va a llevar adelante. (Aplausos)
Sintamos orgullo de nuestra Patria y hagámosla grande entre todos nosotros, porque durante muchos años nos trataron de inculcar que no éramos buenos trabajadores, que no hacíamos bien las cosas y que lo que venía de afuera era siempre mejor. ¡Por favor! Si cada cosa que hacemos los argentinos es verdaderamente buena y con grandes posibilidades en todos los campos. (Aplausos)
Cuando vamos al campo de la creación, al campo del pensamiento, al campo de nuestros artistas, de nuestros intelectuales, son todos verdaderos referentes, no solamente en la Argentina. Empecemos a valorar a todos aquellos que generan arte, acción y creatividad permanente con el trabajo de todos nosotros.
Les agradezco profundamente vivir este momento. Les deseo de corazón que tengan un muy feliz Año Nuevo. (Aplausos)
Desde el Sur de la Patria, cuando levante la copa con mi familia la voy a estar levantando junto a ustedes y cuando la esté chocando con mi vieja, con mi familia, con Cristina, con mis hijos, pues lo voy a estar haciendo en cada hogar de ustedes, porque sé que este 2005 vamos a empezar con las manos entrelazadas, todos juntos construyendo una gran muralla espiritual que va a ser la muralla de la recuperación argentina. (Aplausos) Sé que tomados de la mano reconstruiremos el amor, los sueños y las ilusiones. Sé que tomados de la mano vamos a hacer la Argentina del cariño, del afecto, del llanto alegre de poder tener un futuro mejor. (Aplausos)
¡Qué sean muy felices! Mucha fuerza los abuelos y abuelas y a vuestras familias. Soy un amigo, un hermano, un compañero de ustedes. Muchísimas gracias y mucha fuerza Moreno. Les dejo este corazón latiendo fuerte para que hagamos la Argentina que nos merecemos. Muchísimas gracias. (Aplausos)
Vinimos durante la gestión permanentemente, hemos venido muchas veces a fortalecer el compromiso que tenemos con el pueblo de Moreno, y hoy cerrando el año quería estar con ustedes, quería decirles a los abuelos y abuelas, a los hermanos y hermanas que necesitan, que cumplimos; dijimos que antes de fin de año íbamos a entregar las pensiones que legítimamente merecían quienes viven acá en la localidad de Moreno y hoy estamos entregando 1.000 pensiones, estamos cumpliendo con la palabra empeñada. (Aplausos)
Hay casos que duelen en el alma, como el de la abuela esperando 14 años una pensión que necesitaba para poder sobrevivir. Esa es la Argentina que se está terminando, la Argentina donde la pensión era una mendicidad. La pensión para aquellos que la necesitan se tiene que convertir en un derecho de todos los argentinos como corresponde. (Aplausos)
Los emprendimientos del plan Manos a la Obra, las cooperativas de viviendas que hoy se ponen en marcha y se inauguran, las fuentes de trabajo que nacen día tras día, están demostrando a los propios argentinos y al mundo, queridos hermanos, que es posible salir adelante. Estamos saliendo adelante y no les quepa ninguna duda que quienes ven aquí hoy, este Presidente, este Gobernador, el Intendente, vamos a seguir dando todos los pasos para que la Argentina todos los días esté un poquito mejor; daremos todas las batallas y las luchas que tengamos que hacer. (Aplausos)
Sé que ustedes quieren la Argentina del trabajo y la producción; sé que les tocó vivir por años dirigentes que hablan y hablan, nos duermen a todos y hablando son los mejores del mundo, pero cuando se tienen que sentar atrás del escritorio son una verdadera vergüenza. Nosotros somos trabajo, hablamos poco pero trabajamos todos los días. (Aplausos)
La Argentina, queridos hermanos y hermanas, durante años estuvo casi acosada por los diagnosticadores, por todos aquellos que viven haciendo proyecciones, por todos aquellos que en lugares muy cómodos piensan cómo nos va a ir a los argentinos, y hoy los argentinos les estamos dando una verdadera lección. Nosotros, los argentinos, con nuestras propias manos, nuestro propio intelecto, nuestro propio esfuerzo, nos vamos a construir el futuro que nos merecemos. No le tenemos miedo a ningún desafío que tengamos que llevar adelante. (Aplausos)
Yo me siento uno de ustedes, se los digo de corazón, cuando estoy con ustedes me siento como protegido, cuando me toca cada uno de ustedes como diciendo “no aflojés, dale que te acompañamos con lo que tenemos, con la fuerza que tenemos, con el corazón que tenemos, con el cariño que tenemos, con el afecto que tenemos”, les puedo decir que me llenan de energía, pero también sepan perfectamente que no va a haber ningún salón alfombrado que me va a confundir. Si hay algo que sé como Presidente de los argentinos que tengo que hacer, es acompañar a aquellos que más sufren, a aquellos que se incorporan al mercado del trabajo, a aquellos chicos que con tanto esfuerzo van al colegio y a la universidad, a aquellos que trabajan cotidianamente, a la clase media argentina y a los empresarios nacionales. Ese es mi compromiso, porque allí está la bandera argentina; esos colores celestes y blancos y ese sentido de Patria que es fundamental volver a tener. Tenemos que amar con orgullo la Patria, no que nos enseñen a decir que lo argentino es malo; lo argentino es bueno, amigos y amigas, lo argentino es lo que nos va a llevar adelante. (Aplausos)
Sintamos orgullo de nuestra Patria y hagámosla grande entre todos nosotros, porque durante muchos años nos trataron de inculcar que no éramos buenos trabajadores, que no hacíamos bien las cosas y que lo que venía de afuera era siempre mejor. ¡Por favor! Si cada cosa que hacemos los argentinos es verdaderamente buena y con grandes posibilidades en todos los campos. (Aplausos)
Cuando vamos al campo de la creación, al campo del pensamiento, al campo de nuestros artistas, de nuestros intelectuales, son todos verdaderos referentes, no solamente en la Argentina. Empecemos a valorar a todos aquellos que generan arte, acción y creatividad permanente con el trabajo de todos nosotros.
Les agradezco profundamente vivir este momento. Les deseo de corazón que tengan un muy feliz Año Nuevo. (Aplausos)
Desde el Sur de la Patria, cuando levante la copa con mi familia la voy a estar levantando junto a ustedes y cuando la esté chocando con mi vieja, con mi familia, con Cristina, con mis hijos, pues lo voy a estar haciendo en cada hogar de ustedes, porque sé que este 2005 vamos a empezar con las manos entrelazadas, todos juntos construyendo una gran muralla espiritual que va a ser la muralla de la recuperación argentina. (Aplausos) Sé que tomados de la mano reconstruiremos el amor, los sueños y las ilusiones. Sé que tomados de la mano vamos a hacer la Argentina del cariño, del afecto, del llanto alegre de poder tener un futuro mejor. (Aplausos)
¡Qué sean muy felices! Mucha fuerza los abuelos y abuelas y a vuestras familias. Soy un amigo, un hermano, un compañero de ustedes. Muchísimas gracias y mucha fuerza Moreno. Les dejo este corazón latiendo fuerte para que hagamos la Argentina que nos merecemos. Muchísimas gracias. (Aplausos)