Querido gobernador de la provincia de Buenos Aires; querido intendente de La Matanza; señor rector de la Universidad de La Matanza; señora vicegobernadora; amigos, amigas; representantes de las organizaciones sociales; hermanos y hermanas de esta querida localidad: realmente estoy muy feliz de estar con todos ustedes aquí y muy feliz de estar en la Universidad de La Matanza, del corazón propio de la provincia de Buenos Aires. En esta Universidad que es un verdadero orgullo para toda la región, donde se están conformando cuadros que no tengo ninguna duda van a honrar en el futuro la identidad nacional, van a honrar al ser nacional, a la construcción del campo de la nación que es la tarea que tenemos que llevar entre todos adelante, con absoluta pluralidad y con absoluta decisión de avanzar sobre los grandes objetivos nacionales.
Hoy el plan de alfabetización es rendir una asignatura pendiente, como bien dijo Mary, que tuvo momentos de gran desarrollo en los años ’73 y ’74, donde muchos tuvimos la suerte de participar y colaborar. Lamentablemente para algunos, alfabetizar a los argentinos era llenarles la cabeza de ideas raras, y por supuesto que así procedieron a partir del año ’75 y posteriormente en la dictadura militar, tratando de anular cualquier principio que tienda a dar el mínimo derecho de igualdad a todos los argentinos, como el derecho a alfabetizarse.
Por eso hoy estamos felices de que el Estado, las organizaciones populares y las organizaciones libres del pueblo pongan en marcha con toda fuerza, hogar a hogar, casa a casa y rancho a rancho el derecho inigualable que deben tener todos los argentinos que es el acceder a estar alfabetizados. (Aplausos)
También, queridos amigos y amigas, representantes de las distintas organizaciones sociales, estudiantes, profesores: la Argentina está tratando de reconstruir su destino, está tratando de construirse nuevamente a sí misma, está tratando de que los argentinos entre todos recuperemos nuestra autoestima. Es fundamental creer que es posible desarrollar un proyecto nacional y desarrollar el país. Para esto tenemos que avanzar con absoluta decisión sobre los problemas que tenemos, pero teniendo absolutamente en claro que hay sectores de la sociedad argentina que tratan de castrar cualquier tipo de posibilidad de cambio. Y aquellos que están decididamente por la política del no cambio, a no confundirnos, son los que generaron la década del ’90, son los que generaron los proyectos paulatinos de castración nacional que vivió nuestro país. Por eso es fundamental que todos los argentinos, más allá de la identidad partidaria, tengamos la grandeza de reconstruir el campo nacional con absoluta pluralidad, con absoluto respeto a la idea del otro, teniendo en cuenta que la verdad relativa de cada uno de nosotros va a construir la verdad superadora que nos va a permitir contener y superarnos a todos los argentinos en el impulso del proyecto que debemos llevar adelante.
También tener en claro que no nos van a hacer retroceder en este proceso de recuperación de la Argentina, ya sea en el proceso de reestructuración de la deuda, en el proceso de mejoramiento de la calidad institucional, en el proceso de profundizar la defensa de los derechos humanos de los argentinos como corresponde, en el respeto de unos a otros, en el derecho a la inclusión social; seguir bajando la indigencia, la pobreza, generando empleo. Estos son los grandes desafíos del Gobierno y por sí solo no lo puede hacer sino con el apoyo masivo del pueblo argentino. (Aplausos)
Obviamente la construcción de ese espacio es un esfuerzo denodado que con absoluta amplitud debemos llevar los argentinos adelante. Debemos tener en claro que no hay salidas individuales, tener en claro que debemos aprender las lecciones del pasado, porque nuestra tarea como dirigentes es no llevar a nuestro pueblo a nuevas derrotas, sino ser capaces de construir victorias que lo lleven definitivamente a la victoria de poder volver a ser. Este es el gran desafío que tenemos por delante, es el que tenemos que instrumentar y potenciar con todas nuestras fuerzas. (Aplausos).
Los sectores neoliberales van a tratar de castrar y utilizar cualquier acción para frustrar cualquier posibilidad de desarrollo de políticas nacionales y populares en la Argentina, y los sectores nacionales y populares debemos aprender la lección de la historia, trabajando para un pueblo unido, para un pueblo solidario, para un pueblo en el que estemos integrando nuestros valores y tengamos en claro quiénes son los que se oponen al desarrollo argentino. Yo pongo todo mi esfuerzo, con las virtudes y los errores que tengo, pero al frente del pueblo argentino para construir definitivamente ese país que todos nosotros soñamos.
Es hora de que muchos despierten también, la Argentina mejora, pero también los sectores empresarios deben entender que deben ser absolutamente comprensivos del mejoramiento de la Argentina y que en el país no hay lugar para un proyecto de concentración económica como en el pasado. (Aplausos). Es fundamental que con la lucha contra la indigencia, la pobreza, la inclusión y la baja del desempleo, también discutamos seriamente la distribución del ingreso. No hay país para todos los argentinos cuando solamente crecen algunos, tenemos que crecer todos, la solidaridad debe volver a reinar, y nuestros señores empresarios deben aprender la lección de la historia acompañando este proceso (Aplausos).
Les digo queridos amigos y amigas, y le digo a todo el país, que el Gobierno nacional no va a ser neutro, no va a mirar desde la tribuna este partido. Les pido que entiendan, que acompañen el nuevo proceso y el nuevo tiempo que vive la Argentina para poder hacer una nación para todos, donde la bandera nacional nos vuelva a cubrir a todos, donde todos sintamos que esta Patria nos pertenece y nos ayuda a realizarnos a todos.
Queridos amigos y amigas, muchas gracias por permitirme participar junto a ustedes, muchas gracias a las organizaciones sociales; muchas gracias al señor Gobernador, al señor Intendente, a la señora Vicegobernadora, a ustedes. Mucha fuerza, creamos en nosotros mismos, es posible un nuevo país.
Como digo cada vez que termino, no les voy a pedir que me sigan, porque ya sabemos lo que nos pasó por seguir, seguir y seguir, les vengo a pedir que me tiendan la mano y me ayuden a equivocarme menos y a hacer un nuevo país. Muchísimas gracias argentinos y argentinas.
Hoy el plan de alfabetización es rendir una asignatura pendiente, como bien dijo Mary, que tuvo momentos de gran desarrollo en los años ’73 y ’74, donde muchos tuvimos la suerte de participar y colaborar. Lamentablemente para algunos, alfabetizar a los argentinos era llenarles la cabeza de ideas raras, y por supuesto que así procedieron a partir del año ’75 y posteriormente en la dictadura militar, tratando de anular cualquier principio que tienda a dar el mínimo derecho de igualdad a todos los argentinos, como el derecho a alfabetizarse.
Por eso hoy estamos felices de que el Estado, las organizaciones populares y las organizaciones libres del pueblo pongan en marcha con toda fuerza, hogar a hogar, casa a casa y rancho a rancho el derecho inigualable que deben tener todos los argentinos que es el acceder a estar alfabetizados. (Aplausos)
También, queridos amigos y amigas, representantes de las distintas organizaciones sociales, estudiantes, profesores: la Argentina está tratando de reconstruir su destino, está tratando de construirse nuevamente a sí misma, está tratando de que los argentinos entre todos recuperemos nuestra autoestima. Es fundamental creer que es posible desarrollar un proyecto nacional y desarrollar el país. Para esto tenemos que avanzar con absoluta decisión sobre los problemas que tenemos, pero teniendo absolutamente en claro que hay sectores de la sociedad argentina que tratan de castrar cualquier tipo de posibilidad de cambio. Y aquellos que están decididamente por la política del no cambio, a no confundirnos, son los que generaron la década del ’90, son los que generaron los proyectos paulatinos de castración nacional que vivió nuestro país. Por eso es fundamental que todos los argentinos, más allá de la identidad partidaria, tengamos la grandeza de reconstruir el campo nacional con absoluta pluralidad, con absoluto respeto a la idea del otro, teniendo en cuenta que la verdad relativa de cada uno de nosotros va a construir la verdad superadora que nos va a permitir contener y superarnos a todos los argentinos en el impulso del proyecto que debemos llevar adelante.
También tener en claro que no nos van a hacer retroceder en este proceso de recuperación de la Argentina, ya sea en el proceso de reestructuración de la deuda, en el proceso de mejoramiento de la calidad institucional, en el proceso de profundizar la defensa de los derechos humanos de los argentinos como corresponde, en el respeto de unos a otros, en el derecho a la inclusión social; seguir bajando la indigencia, la pobreza, generando empleo. Estos son los grandes desafíos del Gobierno y por sí solo no lo puede hacer sino con el apoyo masivo del pueblo argentino. (Aplausos)
Obviamente la construcción de ese espacio es un esfuerzo denodado que con absoluta amplitud debemos llevar los argentinos adelante. Debemos tener en claro que no hay salidas individuales, tener en claro que debemos aprender las lecciones del pasado, porque nuestra tarea como dirigentes es no llevar a nuestro pueblo a nuevas derrotas, sino ser capaces de construir victorias que lo lleven definitivamente a la victoria de poder volver a ser. Este es el gran desafío que tenemos por delante, es el que tenemos que instrumentar y potenciar con todas nuestras fuerzas. (Aplausos).
Los sectores neoliberales van a tratar de castrar y utilizar cualquier acción para frustrar cualquier posibilidad de desarrollo de políticas nacionales y populares en la Argentina, y los sectores nacionales y populares debemos aprender la lección de la historia, trabajando para un pueblo unido, para un pueblo solidario, para un pueblo en el que estemos integrando nuestros valores y tengamos en claro quiénes son los que se oponen al desarrollo argentino. Yo pongo todo mi esfuerzo, con las virtudes y los errores que tengo, pero al frente del pueblo argentino para construir definitivamente ese país que todos nosotros soñamos.
Es hora de que muchos despierten también, la Argentina mejora, pero también los sectores empresarios deben entender que deben ser absolutamente comprensivos del mejoramiento de la Argentina y que en el país no hay lugar para un proyecto de concentración económica como en el pasado. (Aplausos). Es fundamental que con la lucha contra la indigencia, la pobreza, la inclusión y la baja del desempleo, también discutamos seriamente la distribución del ingreso. No hay país para todos los argentinos cuando solamente crecen algunos, tenemos que crecer todos, la solidaridad debe volver a reinar, y nuestros señores empresarios deben aprender la lección de la historia acompañando este proceso (Aplausos).
Les digo queridos amigos y amigas, y le digo a todo el país, que el Gobierno nacional no va a ser neutro, no va a mirar desde la tribuna este partido. Les pido que entiendan, que acompañen el nuevo proceso y el nuevo tiempo que vive la Argentina para poder hacer una nación para todos, donde la bandera nacional nos vuelva a cubrir a todos, donde todos sintamos que esta Patria nos pertenece y nos ayuda a realizarnos a todos.
Queridos amigos y amigas, muchas gracias por permitirme participar junto a ustedes, muchas gracias a las organizaciones sociales; muchas gracias al señor Gobernador, al señor Intendente, a la señora Vicegobernadora, a ustedes. Mucha fuerza, creamos en nosotros mismos, es posible un nuevo país.
Como digo cada vez que termino, no les voy a pedir que me sigan, porque ya sabemos lo que nos pasó por seguir, seguir y seguir, les vengo a pedir que me tiendan la mano y me ayuden a equivocarme menos y a hacer un nuevo país. Muchísimas gracias argentinos y argentinas.