Queridos amigo Gobernador de la provincia de Buenos Aires; querido amigo, compañero Intendente de La Matanza; querido amigo, compañero y Diputado Nacional, Sluga; querido amigo de tantos años el “Ruso”, como le dicen; queridos amigos y compañeros de la CGT, Hugo Moyano, el Momo, Palazzo, Viviani y todos los que los acompañan; los señores obispos, que también nos acompañan y les agradezco profundamente que hayan venido a compartir con los trabajadores esta reunión aquí en La Matanza: les quiero decir que es un día muy importante, venimos a abrir una Oficina del Ministerio de Trabajo, que se cerró cuando comenzó la aciaga dictadura militar en 1976, venimos después de años a devolverle a La Matanza lo que injustamente le sacaron en aquella noche oscura que le tocó vivir al pueblo argentino, venimos a devolver lo que nunca se debió haber tocado.
Es un momento clave para la Argentina, es un momento, que si ustedes me permiten una reflexiones en voz alta sobre lo que creo que pasa con este país, y quiero hacer unas reflexiones junto a ustedes, hermanos y hermanas y compañeros trabajadores y representantes de los trabajadores: hay algunos que se resisten a entender que la Argentina debe tener una bandera ancha y grande que es la bandera argentina, que abarca a todos los argentinos, y que quieren seguir con esa Argentina que nació en el 76 y que lamentablemente se consolidó en la década pasada, una Argentina que crezca pero que crezca para unos pocos, esos que nos decían del vaso que iba a derramar y nunca derramó. Hay otros que quieren cambiar todo en un minuto y nos viven trabando muchas veces el trabajo que con esfuerzo los argentinos llevamos adelante y en nombre del cambio, de la transformación y de banderas supuestamente de cambio y cambio, traban de la misma forma que aquellos que no quieren cambiar nada. Es como decía el General Perón: “hay un hilo invisible que los une a los que no quieren cambiar nada y a los que dicen que quieren cambiar todo, pero que ayudan a que no cambie nada”, y la única forma de poder superar esta instancia es que trabajemos todos juntos, pero con claridad, sin doble discurso, sin hipocresía. Acá queremos que la Argentina crezca, queremos que nuestros empresarios ganen bien, pero queremos que el poder adquisitivo, de consumo del pueblo argentino vuelva a resurgir para que todos los argentinos puedan mejorar su calidad de vida. Para que haya una verdadera alianza entre el capital y el trabajo el trabajo tiene que volver a ser valorado, tienen que cambiar las pautas culturales de análisis. Los argentinos estamos cansados y dolidos de haber soportado durante una década diciendo que había que cerrar empresas y que había que dejar trabajadores argentinos en la calle porque lo argentino era caro, porque la mano de obra argentina no servía, porque lo argentino era absolutamente improductivo. Nos quisieron quebrar la autoestima, y nosotros debemos recuperar la autoestima de los trabajadores argentinos, que son de las manos especializadas mejores que hay en el mundo. Eso está absolutamente probado por todas las inversiones que están viniendo. (Aplausos). Y la capacidad de nuestros trabajadores debe ser valorada. Por eso felicito la participación de los compañeros trabajadores en el Consejo de la Productividad y el Trabajo. Hemos logrado que después de diez años – es un paso, apenas un paso, pero lo hemos logrado – el sueldo mínimo suba un 125 por ciento, contra un 3,8 de inflación. (Aplausos). Hemos logrado también avanzar sobre la indigencia y la pobreza y hemos logrado bajar 6 puntos el desempleo; ahora subirá una milésimas por el problema de la crisis energética tan comentada que tuvimos, pero que también fue absolutamente promocionada en el mes de abril, pero no tengan ninguna duda que en el mes de junio, con los últimos datos que tenemos, porque se saca el promedio de los últimos tres meses, ya está bajando de vuelta el desempleo y no tengan ninguna duda que para noviembre, diciembre, cuando venga el próximo anuncio, va a haber una interesante baja porque están creciendo las inversiones y el empleo en la Argentina y nosotros estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para ello. (Aplausos).
También dijimos que veníamos a recuperar la justicia en la Argentina y ustedes ya vieron lo que ha pasado en nuestra Corte Suprema de Justicia, que Dios quiera, y hemos hecho el esfuerzo todos los argentinos, para que vuelva a ser independiente, dijimos que veníamos a luchar contra la corrupción y lo estamos haciendo con toda nuestras fuerzas y con el apoyo del pueblo argentino. Yo sé que a algunos les molesta esta tarea. Dijimos que veníamos a recuperar las empresas nacionales, recuperar el rol del Estado con criterio y racionalidad y donde no vimos las cosas muy claras procedimos rápidamente, y por allí escuchamos hablar a algunos dirigentes, a algún dirigente de otro partido, que se olvida que tuvimos que recuperar el Correo Argentino, que había sido sacado prácticamente de las manos de nuestro pueblo y dejaron al país sin correo y a muchísimos trabajadores sin destino. La familia de aquellos trabajadores telepostales que durante tantos años brindaron todo y en determinado momento fueron absolutamente olvidado.
La recuperación de un gremio histórico, de un gremio que enorgullece a los argentinos porque es fuente de industria, la recuperación de la UOM y la recuperación clara en el salario y en la incorporación del trabajo. La UOM, entre otros gremios argentinos, y lo pueden decir sus dirigentes con orgullo, que han sido uno de los que más recuperaron el poder salarial y que más trabajo han recuperado. Por eso nosotros creemos en un país donde se defienda la industria nacional, en un país donde se defienda la producción argentina, en un país donde le demos valor agregado a nuestro producto, en un país donde hagamos obra pública, viviendas, rutas y agua para nuestra gente, en un país donde se invierta definitivamente para generar trabajo, para generar dignidad y para generar justicia. (Aplausos).
Yo sé que aspiran algunos al fracaso, pero yo les digo la verdad: no vine para rendirme, no vine para bajar los brazos, no vine para achicarme. (Aplausos). Con mis aciertos y mis errores, con mi fe en Dios me vine a jugar por lo creo, por la Argentina del trabajo y la producción, por la lucha definitiva de recuperar un país que vergonzosamente lo llevaron al lugar dónde lo llevaron. Hoy ustedes ven como me piden a mí los mismos que fundieron la Patria, los mismos que integraron el Gabinete de un presidente que se escapó por detrás de la Casa Rosada quieren juzgar la conducta de aquellos que estamos poniendo todo para levantar la Patria y para levantar el país. (Aplausos). La Argentina tiene que tener memoria y yo no voy ni a dejarle el pensamiento en la puerta de la Casa Rosada, creo en este modelo de país, creo en la lucha contra la exclusión social, creo en la justicia y en la dignidad, creo en la industria nacional y en la producción y el trabajo argentino y les pido que me ayuden, que me acompañen a levantar la bandera, a levantar la Patria, a levantar la dignidad de los argentinos. (Aplausos).
No tenemos que tener dudas los que tenemos responsabilidad de gobernar, y los que venimos a gobernar en nombre de este gran movimiento nacional peronista, al cual de las filas que hemos salidos y nos han llevado a este lugar que hoy ocupamos, pero con amplitud, nosotros los justicialistas tenemos que ser absolutamente amplios y ser la columna vertebral de un frente nacional que vuelva a reconstruir el campo de la Nación, que vuelva a reconstruir ese gran proyecto nacional que tuvo la Argentina, que volvamos a recuperar la justa distribución del ingreso. Cuando me tocó asumir la Presidencia la distribución del ingreso estaba entre los que más y menos ganan de 1 a 50; entre el que más gana y menos gana hoy estamos de 1 a 28. En 1973, cuando gobernaba el General Perón estábamos de 1 a 9 y en 1950 de 1 a 6. Tenemos que volver a recuperar la justa distribución del ingreso para que los trabajadores participen activamente en la reconstrucción nacional. (Aplausos).
También, como en nuestros mejores tiempos, vamos a seguir convocando a todos los argentinos, sin ningún tipo de discriminación, con toda la grandeza que necesitamos, pero convocar a todos los argentinos no significa convocarlos a los argentinos a acuerdos vergonzosos y a espaldas del pueblo. Vamos a convocar a los argentinos para caminar junto en la gran Alameda o avenida de la reconstrucción nacional, en la gran Alameda o reconstrucción de la Patria, en la gran Alameda donde volvemos a recuperar este país, que es absolutamente factible hacerlo. Soy nacionalmente optimista, claro que hay dificultades, claro que algunos a veces dicen: “este Presidente se enoja”, y qué quieren que haga cuando me vienen a apurar de los organismos multilaterales y estoy solo allí.
¿ Me puedo dejar atropellar o defiendo la dignidad de los argentinos. Me juego por la dignidad de mi Patria. Puedo jugar a hacer blando o simpático, pero sé que cada paso atrás que doy estoy condenando al hambre a millones de argentinos y este tiempo de la historia no me permite un solo paso atrás. Todos para adelante para recuperar la Argentina, todos para adelante para recuperar nuestra familia, todos para adelante para recuperar la educación, todos para adelante para recuperar el trabajo, todos para adelante para recuperar la autoestima, para que la sonrisa vuelva al pueblo argentino, para que volvamos a tomarnos de la mano y darnos cuenta de que es posible soñar, para que podamos volver a abrazarnos y en paz y amor, con la fe en Dios, hacer una Patria para todos.
Muchas gracias compañeros, muchas gracias por compartir este momento. A vuestras órdenes, les dejo mi corazón y los abrazo fuertemente.
Es un momento clave para la Argentina, es un momento, que si ustedes me permiten una reflexiones en voz alta sobre lo que creo que pasa con este país, y quiero hacer unas reflexiones junto a ustedes, hermanos y hermanas y compañeros trabajadores y representantes de los trabajadores: hay algunos que se resisten a entender que la Argentina debe tener una bandera ancha y grande que es la bandera argentina, que abarca a todos los argentinos, y que quieren seguir con esa Argentina que nació en el 76 y que lamentablemente se consolidó en la década pasada, una Argentina que crezca pero que crezca para unos pocos, esos que nos decían del vaso que iba a derramar y nunca derramó. Hay otros que quieren cambiar todo en un minuto y nos viven trabando muchas veces el trabajo que con esfuerzo los argentinos llevamos adelante y en nombre del cambio, de la transformación y de banderas supuestamente de cambio y cambio, traban de la misma forma que aquellos que no quieren cambiar nada. Es como decía el General Perón: “hay un hilo invisible que los une a los que no quieren cambiar nada y a los que dicen que quieren cambiar todo, pero que ayudan a que no cambie nada”, y la única forma de poder superar esta instancia es que trabajemos todos juntos, pero con claridad, sin doble discurso, sin hipocresía. Acá queremos que la Argentina crezca, queremos que nuestros empresarios ganen bien, pero queremos que el poder adquisitivo, de consumo del pueblo argentino vuelva a resurgir para que todos los argentinos puedan mejorar su calidad de vida. Para que haya una verdadera alianza entre el capital y el trabajo el trabajo tiene que volver a ser valorado, tienen que cambiar las pautas culturales de análisis. Los argentinos estamos cansados y dolidos de haber soportado durante una década diciendo que había que cerrar empresas y que había que dejar trabajadores argentinos en la calle porque lo argentino era caro, porque la mano de obra argentina no servía, porque lo argentino era absolutamente improductivo. Nos quisieron quebrar la autoestima, y nosotros debemos recuperar la autoestima de los trabajadores argentinos, que son de las manos especializadas mejores que hay en el mundo. Eso está absolutamente probado por todas las inversiones que están viniendo. (Aplausos). Y la capacidad de nuestros trabajadores debe ser valorada. Por eso felicito la participación de los compañeros trabajadores en el Consejo de la Productividad y el Trabajo. Hemos logrado que después de diez años – es un paso, apenas un paso, pero lo hemos logrado – el sueldo mínimo suba un 125 por ciento, contra un 3,8 de inflación. (Aplausos). Hemos logrado también avanzar sobre la indigencia y la pobreza y hemos logrado bajar 6 puntos el desempleo; ahora subirá una milésimas por el problema de la crisis energética tan comentada que tuvimos, pero que también fue absolutamente promocionada en el mes de abril, pero no tengan ninguna duda que en el mes de junio, con los últimos datos que tenemos, porque se saca el promedio de los últimos tres meses, ya está bajando de vuelta el desempleo y no tengan ninguna duda que para noviembre, diciembre, cuando venga el próximo anuncio, va a haber una interesante baja porque están creciendo las inversiones y el empleo en la Argentina y nosotros estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para ello. (Aplausos).
También dijimos que veníamos a recuperar la justicia en la Argentina y ustedes ya vieron lo que ha pasado en nuestra Corte Suprema de Justicia, que Dios quiera, y hemos hecho el esfuerzo todos los argentinos, para que vuelva a ser independiente, dijimos que veníamos a luchar contra la corrupción y lo estamos haciendo con toda nuestras fuerzas y con el apoyo del pueblo argentino. Yo sé que a algunos les molesta esta tarea. Dijimos que veníamos a recuperar las empresas nacionales, recuperar el rol del Estado con criterio y racionalidad y donde no vimos las cosas muy claras procedimos rápidamente, y por allí escuchamos hablar a algunos dirigentes, a algún dirigente de otro partido, que se olvida que tuvimos que recuperar el Correo Argentino, que había sido sacado prácticamente de las manos de nuestro pueblo y dejaron al país sin correo y a muchísimos trabajadores sin destino. La familia de aquellos trabajadores telepostales que durante tantos años brindaron todo y en determinado momento fueron absolutamente olvidado.
La recuperación de un gremio histórico, de un gremio que enorgullece a los argentinos porque es fuente de industria, la recuperación de la UOM y la recuperación clara en el salario y en la incorporación del trabajo. La UOM, entre otros gremios argentinos, y lo pueden decir sus dirigentes con orgullo, que han sido uno de los que más recuperaron el poder salarial y que más trabajo han recuperado. Por eso nosotros creemos en un país donde se defienda la industria nacional, en un país donde se defienda la producción argentina, en un país donde le demos valor agregado a nuestro producto, en un país donde hagamos obra pública, viviendas, rutas y agua para nuestra gente, en un país donde se invierta definitivamente para generar trabajo, para generar dignidad y para generar justicia. (Aplausos).
Yo sé que aspiran algunos al fracaso, pero yo les digo la verdad: no vine para rendirme, no vine para bajar los brazos, no vine para achicarme. (Aplausos). Con mis aciertos y mis errores, con mi fe en Dios me vine a jugar por lo creo, por la Argentina del trabajo y la producción, por la lucha definitiva de recuperar un país que vergonzosamente lo llevaron al lugar dónde lo llevaron. Hoy ustedes ven como me piden a mí los mismos que fundieron la Patria, los mismos que integraron el Gabinete de un presidente que se escapó por detrás de la Casa Rosada quieren juzgar la conducta de aquellos que estamos poniendo todo para levantar la Patria y para levantar el país. (Aplausos). La Argentina tiene que tener memoria y yo no voy ni a dejarle el pensamiento en la puerta de la Casa Rosada, creo en este modelo de país, creo en la lucha contra la exclusión social, creo en la justicia y en la dignidad, creo en la industria nacional y en la producción y el trabajo argentino y les pido que me ayuden, que me acompañen a levantar la bandera, a levantar la Patria, a levantar la dignidad de los argentinos. (Aplausos).
No tenemos que tener dudas los que tenemos responsabilidad de gobernar, y los que venimos a gobernar en nombre de este gran movimiento nacional peronista, al cual de las filas que hemos salidos y nos han llevado a este lugar que hoy ocupamos, pero con amplitud, nosotros los justicialistas tenemos que ser absolutamente amplios y ser la columna vertebral de un frente nacional que vuelva a reconstruir el campo de la Nación, que vuelva a reconstruir ese gran proyecto nacional que tuvo la Argentina, que volvamos a recuperar la justa distribución del ingreso. Cuando me tocó asumir la Presidencia la distribución del ingreso estaba entre los que más y menos ganan de 1 a 50; entre el que más gana y menos gana hoy estamos de 1 a 28. En 1973, cuando gobernaba el General Perón estábamos de 1 a 9 y en 1950 de 1 a 6. Tenemos que volver a recuperar la justa distribución del ingreso para que los trabajadores participen activamente en la reconstrucción nacional. (Aplausos).
También, como en nuestros mejores tiempos, vamos a seguir convocando a todos los argentinos, sin ningún tipo de discriminación, con toda la grandeza que necesitamos, pero convocar a todos los argentinos no significa convocarlos a los argentinos a acuerdos vergonzosos y a espaldas del pueblo. Vamos a convocar a los argentinos para caminar junto en la gran Alameda o avenida de la reconstrucción nacional, en la gran Alameda o reconstrucción de la Patria, en la gran Alameda donde volvemos a recuperar este país, que es absolutamente factible hacerlo. Soy nacionalmente optimista, claro que hay dificultades, claro que algunos a veces dicen: “este Presidente se enoja”, y qué quieren que haga cuando me vienen a apurar de los organismos multilaterales y estoy solo allí.
¿ Me puedo dejar atropellar o defiendo la dignidad de los argentinos. Me juego por la dignidad de mi Patria. Puedo jugar a hacer blando o simpático, pero sé que cada paso atrás que doy estoy condenando al hambre a millones de argentinos y este tiempo de la historia no me permite un solo paso atrás. Todos para adelante para recuperar la Argentina, todos para adelante para recuperar nuestra familia, todos para adelante para recuperar la educación, todos para adelante para recuperar el trabajo, todos para adelante para recuperar la autoestima, para que la sonrisa vuelva al pueblo argentino, para que volvamos a tomarnos de la mano y darnos cuenta de que es posible soñar, para que podamos volver a abrazarnos y en paz y amor, con la fe en Dios, hacer una Patria para todos.
Muchas gracias compañeros, muchas gracias por compartir este momento. A vuestras órdenes, les dejo mi corazón y los abrazo fuertemente.