Señor gobernador de la provincia de Córdoba; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; señor jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea; señor intendente municipal de la ciudad de Córdoba; señor jefe del Estado Mayor Conjunto y jefes de los Estados Mayores Generales de la Armada y el Ejército; autoridades nacionales, provinciales y municipales; personal militar superior y subalterno de la Fuerza Aérea Argentina; señoras y señores: venimos a esta querida provincia de Córdoba a conmemorar el nonagésimo segundo aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina. Tradicionalmente lo celebramos en la Escuela de Aviación Militar que es como un segundo hogar para nuestros pilotos; aprenden aquí que la Aviación Argentina fue forjada en la audacia y el espíritu emprendedor de nuestros primeros pilotos y que siempre debe destacarse por su alto nivel profesional.
De esta Escuela egresaron los héroes que con su destreza, coraje y patriotismo, supieron desde su bautismo de fuego en Malvinas, aquel 1° de mayo de 1982, rodear de prestigio y honor a la Fuerza Aérea Nacional.
En esta misma Escuela provenientes de todas las provincias se forman los pilotos que hoy cumplen con su misión principal: contribuir a la defensa nacional ejerciendo la efectiva soberanía del espacio aéreo argentino.
Esto no puede concretarse sin la permanente actualización en materia tecnológica que es incesante a nivel internacional y que impulsamos desde el Gobierno Nacional. Pero debemos señalar que de nada servirían los equipamientos por más sofisticados que puedan ser, si no son empleados en función de una estrategia nacional puesta al servicio del pueblo y los intereses vitales de la Nación.
Las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea deben estar imbuidas del rol que les toca desempeñar en el marco de la política integral de defensa nacional, de la política exterior y de la política en materia de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno Nacional. Deben también estar compenetradas en participar activamente en el proyecto nacional de trabajo, industria y producción que estamos poniendo en marcha.
Nuestra presencia activa en la Antártida y en zonas de prioridad estratégica, el trabajo en la preservación del medio ambiente, la imprescindible ayuda en casos de catástrofes naturales y sociales, son ejes del accionar en apoyo a la comunidad de la que surge y a la que se debe por entero.
Hemos visto actuar a la Fuerza Aérea junto con las demás armas y las Fuerzas de Seguridad en las recientes inundaciones del Sur y valoramos también su eficaz intervención en el drama humano sin precedentes que enluta a la hermana nación del Paraguay.
En el campo internacional y en total concordancia con nuestra política exterior, la Argentina participa en operaciones de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas, donde las Fuerzas Armadas de nuestro país han sabido ganar su lugar de prestigio por su reconocido profesionalismo.
Estamos convencidos de la imperiosa necesidad de reforzar el multilateralismo; dentro de esa concepción y a solicitud de la ONU, hemos asumido la responsabilidad de participar en la misión de Cascos Azules en Haití junto a fuerzas de otros países latinoamericanos; allí enviamos a nuestros soldados con el acuerdo del Congreso de la Nación.
La República Argentina y los países de nuestra región que conforman esta misión, deben ser capaces de comprender el drama humano de la inestabilidad institucional, la pobreza y la exclusión que vive el pueblo haitiano y ayudar a su progreso. Los 57 aeronautas argentinos, quienes trabajan en el hospital reubicable, los integrantes del Escuadrón de Helicóptero y de los vuelos que aseguran el traslado de tropas, así como todos los miembros de las demás fuerzas que participan en Haití, deberán todos esforzarse por dejar en alto nuestro prestigio. Contamos con que su desempeño sea ejemplar y que la presencia argentina en el marco de esta misión multilateral, sea identificada y recordada por su espíritu humanitario, por su respeto a la dignidad humana y por su contribución a la paz y al establecimiento de una normalización que permita una salida electoral y un regreso a la democracia en Haití.
Contamos también con su alto nivel profesional y técnico que ya ha sido probado en otras misiones de paz como la de Chipre, donde la Fuerza Aérea Argentina participa desde hace 10 años y donde nuestros helicópteros aseguran el control del espacio aéreo, alcanzando ya las 10 mil horas de vuelo.
También estrechamente relacionado con nuestra política exterior continuaremos participando de ejercicios combinados, que ayudan al perfeccionamiento de las capacidades técnicas y constituyen un estímulo a la confianza mutua tan necesaria en el plano regional y en el marco de la integración.
Les exigimos que trabajen coordinadamente con otros organismos gubernamentales, en la modernización e investigación científico-tecnológica de aplicación dual para contribuir al bienestar general de la población.
Creemos firmemente en una Argentina de claro perfil productivo e industrial, donde las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea en particular, tienen un papel importante a desempeñar, a través del Ministerio de Defensa que los incluyó para avanzar a fondo en este rol.
Está en curso la actualización de los radares existentes y se ha previsto adquirir nuevos para un mejor control del espacio aéreo. También se encuentra en desarrollo un modelo de radar monopulsos secundario, su patentamiento, su prototipo y posterior construcción en serie de 20 unidades por contratos con el INVAP. El Estado busca así promover un fuerte desarrollo de la tecnología nacional.
Se aprobó el contrato de concesión para el mantenimiento de la flota de aviones y desarrollo del avión Pampa, lo que signa la creación de un polo tecnológico, aeronáutico y la recuperación de un mercado de avanzada. En este campo, el Estado apoya a la industria, a la producción y al empleo de los argentinos. En lo que va de este año, aquí en Córdoba ya se han ganado 300 nuevos puestos genuinos de trabajo. La capacidad operativa de la Fuerza Aérea hoy es mayor que hace 12 meses atrás. Los servicios mensuales de LADE se triplicaron y llegaron a un pico máximo en la temporada invernal que esperamos superar en la estival. La calidad de sesión al crecimiento de nuestra línea aérea y la máxima capacitación, es algo que debemos destacar.
Este es el inicio de un camino, sabemos que los tiempos de la recuperación nacional serán largos, hemos dado sólo los primeros pasos en ese rumbo y todavía habrá muchos obstáculos para vencer, pero vamos a seguir profundizando este rumbo. Si aunamos la voluntad estatal, la vocación privada empresarial, la enorme fe de los argentinos en nuestra propia fuerza, en nuestra decisión de crecer en dignidad, iremos saliendo hasta lograr despegar.
Estamos convencidos que los argentinos estamos en el rumbo acertado, que nuestras coordenadas son las correctas y que en un marco de esfuerzo compartido vamos a pilotear las turbulencias hasta dejar los nubarrones atrás.
No quisiera terminar sin antes reiterar, como lo hago cada vez que tengo la ocasión y como lo pienso y siento cada día desde 1982, mi emocionado homenaje a los pilotos que combatieron en Malvinas -muchos de ellos están aquí- a los 55 patriotas de la Fuerza Aérea caídos en acción, que junto con los héroes del Ejército, de la Armada y de las Fuerzas de Seguridad ocupan un sitial de honor en la memoria colectiva de los argentinos.
Señores: me alegra compartir con ustedes este día que es de los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea pero también de todos los argentinos. Muchas felicidades, muchas gracias. (Aplausos)
De esta Escuela egresaron los héroes que con su destreza, coraje y patriotismo, supieron desde su bautismo de fuego en Malvinas, aquel 1° de mayo de 1982, rodear de prestigio y honor a la Fuerza Aérea Nacional.
En esta misma Escuela provenientes de todas las provincias se forman los pilotos que hoy cumplen con su misión principal: contribuir a la defensa nacional ejerciendo la efectiva soberanía del espacio aéreo argentino.
Esto no puede concretarse sin la permanente actualización en materia tecnológica que es incesante a nivel internacional y que impulsamos desde el Gobierno Nacional. Pero debemos señalar que de nada servirían los equipamientos por más sofisticados que puedan ser, si no son empleados en función de una estrategia nacional puesta al servicio del pueblo y los intereses vitales de la Nación.
Las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea deben estar imbuidas del rol que les toca desempeñar en el marco de la política integral de defensa nacional, de la política exterior y de la política en materia de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno Nacional. Deben también estar compenetradas en participar activamente en el proyecto nacional de trabajo, industria y producción que estamos poniendo en marcha.
Nuestra presencia activa en la Antártida y en zonas de prioridad estratégica, el trabajo en la preservación del medio ambiente, la imprescindible ayuda en casos de catástrofes naturales y sociales, son ejes del accionar en apoyo a la comunidad de la que surge y a la que se debe por entero.
Hemos visto actuar a la Fuerza Aérea junto con las demás armas y las Fuerzas de Seguridad en las recientes inundaciones del Sur y valoramos también su eficaz intervención en el drama humano sin precedentes que enluta a la hermana nación del Paraguay.
En el campo internacional y en total concordancia con nuestra política exterior, la Argentina participa en operaciones de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas, donde las Fuerzas Armadas de nuestro país han sabido ganar su lugar de prestigio por su reconocido profesionalismo.
Estamos convencidos de la imperiosa necesidad de reforzar el multilateralismo; dentro de esa concepción y a solicitud de la ONU, hemos asumido la responsabilidad de participar en la misión de Cascos Azules en Haití junto a fuerzas de otros países latinoamericanos; allí enviamos a nuestros soldados con el acuerdo del Congreso de la Nación.
La República Argentina y los países de nuestra región que conforman esta misión, deben ser capaces de comprender el drama humano de la inestabilidad institucional, la pobreza y la exclusión que vive el pueblo haitiano y ayudar a su progreso. Los 57 aeronautas argentinos, quienes trabajan en el hospital reubicable, los integrantes del Escuadrón de Helicóptero y de los vuelos que aseguran el traslado de tropas, así como todos los miembros de las demás fuerzas que participan en Haití, deberán todos esforzarse por dejar en alto nuestro prestigio. Contamos con que su desempeño sea ejemplar y que la presencia argentina en el marco de esta misión multilateral, sea identificada y recordada por su espíritu humanitario, por su respeto a la dignidad humana y por su contribución a la paz y al establecimiento de una normalización que permita una salida electoral y un regreso a la democracia en Haití.
Contamos también con su alto nivel profesional y técnico que ya ha sido probado en otras misiones de paz como la de Chipre, donde la Fuerza Aérea Argentina participa desde hace 10 años y donde nuestros helicópteros aseguran el control del espacio aéreo, alcanzando ya las 10 mil horas de vuelo.
También estrechamente relacionado con nuestra política exterior continuaremos participando de ejercicios combinados, que ayudan al perfeccionamiento de las capacidades técnicas y constituyen un estímulo a la confianza mutua tan necesaria en el plano regional y en el marco de la integración.
Les exigimos que trabajen coordinadamente con otros organismos gubernamentales, en la modernización e investigación científico-tecnológica de aplicación dual para contribuir al bienestar general de la población.
Creemos firmemente en una Argentina de claro perfil productivo e industrial, donde las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea en particular, tienen un papel importante a desempeñar, a través del Ministerio de Defensa que los incluyó para avanzar a fondo en este rol.
Está en curso la actualización de los radares existentes y se ha previsto adquirir nuevos para un mejor control del espacio aéreo. También se encuentra en desarrollo un modelo de radar monopulsos secundario, su patentamiento, su prototipo y posterior construcción en serie de 20 unidades por contratos con el INVAP. El Estado busca así promover un fuerte desarrollo de la tecnología nacional.
Se aprobó el contrato de concesión para el mantenimiento de la flota de aviones y desarrollo del avión Pampa, lo que signa la creación de un polo tecnológico, aeronáutico y la recuperación de un mercado de avanzada. En este campo, el Estado apoya a la industria, a la producción y al empleo de los argentinos. En lo que va de este año, aquí en Córdoba ya se han ganado 300 nuevos puestos genuinos de trabajo. La capacidad operativa de la Fuerza Aérea hoy es mayor que hace 12 meses atrás. Los servicios mensuales de LADE se triplicaron y llegaron a un pico máximo en la temporada invernal que esperamos superar en la estival. La calidad de sesión al crecimiento de nuestra línea aérea y la máxima capacitación, es algo que debemos destacar.
Este es el inicio de un camino, sabemos que los tiempos de la recuperación nacional serán largos, hemos dado sólo los primeros pasos en ese rumbo y todavía habrá muchos obstáculos para vencer, pero vamos a seguir profundizando este rumbo. Si aunamos la voluntad estatal, la vocación privada empresarial, la enorme fe de los argentinos en nuestra propia fuerza, en nuestra decisión de crecer en dignidad, iremos saliendo hasta lograr despegar.
Estamos convencidos que los argentinos estamos en el rumbo acertado, que nuestras coordenadas son las correctas y que en un marco de esfuerzo compartido vamos a pilotear las turbulencias hasta dejar los nubarrones atrás.
No quisiera terminar sin antes reiterar, como lo hago cada vez que tengo la ocasión y como lo pienso y siento cada día desde 1982, mi emocionado homenaje a los pilotos que combatieron en Malvinas -muchos de ellos están aquí- a los 55 patriotas de la Fuerza Aérea caídos en acción, que junto con los héroes del Ejército, de la Armada y de las Fuerzas de Seguridad ocupan un sitial de honor en la memoria colectiva de los argentinos.
Señores: me alegra compartir con ustedes este día que es de los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea pero también de todos los argentinos. Muchas felicidades, muchas gracias. (Aplausos)